Maella

Maella
Información sobre la plantilla
Municipio de España
EntidadMunicipio
 • PaísBandera de España España
 • ProvinciaBandera España.jpg Zaragoza
Población (1998) 
 • Total2,027 hab.
Maella.jpg.jpg
Vista del pueblo

Maella. Villa de la provincia de Zaragoza, a 121 kilómetro de la capital. Situada en la Depresión del Ebro, junto al río Matarraña en el extremo suroriental de la provincia.

Historia

Enciclopedia

Maella, villa de original leyenda rezan los carteles anunciadores refiriéndose, sin duda, a la leyenda de la má d’ella, que en dialecto local —una variante del catalán- significa «mano de ella». La mano figura en el escudo de la localidad, en su cuartel central, y habla de los amores de un mancebo del lugar y de una bella joven que era pretendida por el conde y señor feudal. El mancebo se rebeló contra aquél y fue apresado y encarcelado. Acudió su novia al conde para suplicar el perdón y éste accedió a cambio de que la joven le concediera su mano. La doncella no lo dudó un momento: se cortó la mano y la envió al conde en bandeja de plata. Semejante muestra de sacrificio y amor conmovió a todos, por lo que el señor feudal tuvo que cumplir su promesa de libertar al prisionero. La leyenda se remonta al siglo XV, cuando Alfonso V concedió el señorío de Maella a su secretario Francisco de Ariño, señor de Ariño, de Arcos y de Puy de Cinca. Todos estos señoríos pasaron después a Manuel de Ariño, hijo del anterior, y fue entonces cuando, por los malos tratos recibidos, los maellanos se rebelaron y asediaron el castillo donde residía la esposa del tirano, Francisquina de Santa Pau. Era el año 1439.

La iglesia parroquial está dedicada a San Juan Bautista. Tiene por campanario una espadaña de tres huecos. De la misma manera, la fachada cuenta con tres portadas, una central, arquitrabada, y dos laterales, con arco de medio punto. En sus orígenes fue una iglesia románica, del siglo XIII, con una sola nave; posteriormente se le añadieron dos naves laterales, cubiertas con bóveda de crucería. Existe otra iglesia, en la Glorieta, dedicada a Santa María de Jesús. En el Tossal Gort se levanta la ermita de Santa Bárbara. Aún hay otra ermita, aguas arriba del Matarraña, dedicada al Santo Cristo.

El castillo tuvo carácter defensivo a la entrada de la cuenca del Matarraña. Al parecer data de los tiempos de la Reconquista, llevada a cabo porAlfonso II el 1168; el mismo monarca daría a Maella la carta puebla, trece años más tarde. La villa dependió de la encomienda calatrava de Alcañiz, aunque en 1276 tuvo comendador propio, llamado Eximén de Pardo. Tras la compra de la villa por Alfonso V y los avatares habidos con don Manuel de Ariño, el señorío de Maella pasó al conde Gastón de Foix, en 1452, y permaneció en manos de la misma familia hasta el 1507, en que por venta pasó al bilbilitano Miguel Pérez de Almazán. Un siglo más tarde, el señorío fue a parar, por enlace, a los Abarca de Bolea, que llegarían a ostentar el título de condes de Aranda. La causa de la ruina de la fortaleza fue debida a las guerras carlistas. Cabrera 1749 tomó con sus tropas el castillo. En los campos maellanos encontró la muerte el general Pardiñas, a manos de los carlistas, en la famosa batalla de 1837.

A las afueras del pueblo, en ruta hacia Fabara , se encuentra el monasterio trapense de Santa Susana, donde es tradición que reposan los restos de la virgen que sufrió martirio durante la invasión de los árabes. El monasterio, fundado por los monjes de San Benito en el siglo VI, fue cedido posteriormente por Jaime el Conquistador a la orden del Císter. Actualmente sólo quedan las ruinas de la Trapa. Maella celebra sus fiestas en agosto, en honor de San Joaquín, San Lorenzo y San Esteban.

Clima y población

  • Temperatura media anual, 15o.
  • Precipitación anual, 350 mm.
  • Población: en 1998 2.027 habitantes; en 1978, 2.457 habitantes; en 1900, 3.344 habitantes; en 1950, 2.914 habitantes.

Prehistoria y arqueologia

Contiene numerosos yacimientos arqueológicos de muy diversas épocas. Al Epipaleolítico pertenece el taller al aire libre de La Trapa, con sílex de facies macrolítica, y el abrigo de la Costalena con una importante secuencia estratigráfica que se prolonga durante el Neolítico y Calcolítico El Tossal de les Forques con lascas de sílex y cerámicas de cordón con impresiones, se sitúa también en época prehistórica (Edad del Bronce o Hierro). De época romana es el Tossal Gort con una amplia estratigrafía que comprende niveles ibéricos (siglos III-II a.n.e.) hasta el bajo Imperio romano (IV d.n.e.). Como ibéricos se clasifican también el poblado de Val de Videll y Azuda, ambos con abundante cerámica ibérica.

Maella ha contado con numerosos arqueólogos que han prospectado sus campos: a principios de siglo L. Pérez Temprado y M. Pallarés; en la década de los años 50, M. Pellicer, E. J. Vallespí y E. Lacasa, y en los años 70, P. Losada, I. Barandiarán y M. A. Martín-Bueno. A estos dos últimos se deben las excavaciones sistemáticas de Costalena y Tossal Gort, respectivamente.

Lenguaje

El catalán de Maella, muy característico, se distingue frente a las hablas vecinas por un número considerable de rasgos que apuntan hacia el norte, especialmente hacia el ribagorzano y también hacia el sur, hacia las hablas del Guadalope y Alto Mezquín. Maella parece ser el único representante de una zona que en el pasado acaso se extendía sin solución de continuidad entre estos dos bloques dialectales. Como en ellos se observa también en Maella el ensordecimiento de las fricativas conocido por apitxat (onze jóvens se pronuncia «onse chóbens»), el mantenimiento del diptongo en el grupo -act (treit, lleit, feit, guareit), un sistema de tres demostrativos (así, astí, allí), algunos imperfectos en -ev- (dieve, dueve), sic y no sóc (soy) y algunos ejemplos en el léxico: anta (hacia), torterol (tobillo).

Coincidiendo únicamente con el ribagorzano el maellano mantiene la y>i o dy -roie (roja), puiá (subir)-, pero carece de la palatalización de los grupos pl, cl, fl, tan típica del ribagorzano, y del diptongo ia de las hablas del Guadalope y del Mezquín. Por otra parte, en el catalán de Maella, de manera parecida a como ocurre en el de Lérida y su comarca, la a átona final pasa a e abierta (Maella se pronuncia «maelle», con la e final abierta, muy característica). Esto tiene consecuencias en morfología: sogre pronunciado con e abierta significa suegra con e cerrada suegro; mire pronunciado con e abierta significa «mira tú» o «miro yo», mire con e cerrada «él mira».

Los restantes rasgos del maellano se encuentran también en las hablas vecinas y en parte en el catalán noroccidental cuyo vocalismo átono, tan característico, mantiene. El artículo masculino es lo/los, general en estas hablas. El presente de indicativo sigue el modelo clásico, excepto en la primera persona (canto, cantes, cante, cantam, cantau, canten). El subjuntivo es en o (cante, cantos, canto, cantem, canteu, cànton). El pretérito es perifrástico -va di (dijo)- y el imperfecto de subjuntivo es en -ar/-er/-ir (cantare, vinguere, sentire). Una característica especial del maellano es el uso del posesivo átono mi, tu, su con nombres de parentesco (mi mare, tu sogre, su tio). El léxico posee formas muy originales: sartane (sartén), culobre (culebra), tendro (tierno), grisala (jofaina), ue (uva).

Fuentes