Manejo Agroecológico de Plagas

Manejo Agroecológico de Plagas
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Concepto:Procesos para combatir insectos en los cultivos

Manejo Agroecológico de Plagas. Procesos que se efectúan en la siembra de cultivos en los diferentes agroecosistemas debido a que siempre tiene aparejada la llegada de algunos agentes de deterioro (insectos, ácaros, etc.) los cuales se van a presentar en menor o mayor medida, según hayan sido las precauciones y el manejo del habitat hecho por el agricultor.

Condiciones para el arribo de las plagas

¿En qué momento del desarrollo fenológico del cultivo pueden existir condiciones para el arribo de las plagas y cual sería la fenofase más vulnerable? son algunas de las preguntas permanentes para el agricultor, quién al contar con esta información podrá dirigir sus esfuerzos en dos direcciones principales:

  • Establecer medidas preventivas para minimizar o evitar el arribo de las plagas.
  • Establecer medidas curativas para disminuir las plagas y mantenerlas por debajo de los umbrales de daños.

Medidas preventivas

Para comprender mejor este aspecto es imprescindible recordar que a partir de la Revolución Verde el hombre introdujo el monocultivo y los agroquímicos, con lo cual rompió el equilibrio biológico, modificó las relaciones tróficas y se produjeron desastres en la cadena alimentaría, reconocidos también por la desaparición temporal o permanente de los insectos predadores, parasitoides y otros biocontroles responsables de mantener el equilibrio natural en los diferentes agroecosistemas.

Está demostrado, asimismo, que la modificación de los sistemas naturales agrícolas para convertirlos en monocultivos trajo consigo, en primer lugar, la destrucción de la biodiversidad, lo cual se ha convertido en un problema global. Es por esta razón que la recuperación de la biodiversidad perdida, a nivel local, debe ser la primera táctica dentro de la estrategia de Manejo Integrado de Plagas (MIP) y debe tenerse en cuenta para el fomento de los nuevos agroecosistemas, entre ellos los cultivos semiprotegidos.

Medidas generales para el control preventivo de plagas que se comentan a continuación:

  • Mantener por lo menos 10 cultivos a fin de provocar la confusión de efectos generada por los diferentes colores y olores de los compuestos volátiles emitidos por las plantas, lo cual puede contribuir a disuadir, desorientar y/o repeler a los herbívoros en el acto de localización de sus hospedantes
  • Preparación del suelo dirigida al control de las plagas (solarización, inversión del sustrato, mejorar el drenaje).
  • Monitoreo sistemático de las plagas
  • Eliminación de hospedantes alternativos
  • Producción de posturas sanas
  • Fecha óptima de siembra
  • Rotaciones
  • Barreras vivas de plantas repelentes
  • Eliminación de restos de cosecha
  • Crear refugios naturales de biocontroles o mantenerlos atendidos
  • Eliminar refugios para moluscos ( piedras, sacos, troncos podridos, etc.)
  • Evitar colindancias
  • Colocar trampas de colores para la captura de insectos migrantes.
  • Trampas amarillas para mosca blanca, salta hojas, minadores y pulgones, mientras que las de color blanco y azul se recomiendan para los trips.

Medidas Curativas

Estas medidas se ponen en práctica cuando han fallado las acciones de prevención y tienen por objeto erradicar las plagas establecidas o mantenerlas a niveles poblacionales por debajo de los umbrales de daño y esto se apoya en la continuación del monitoreo y señalización sistemática. Con énfasis en las fases fenológicas más sensibles a la plaga Diana, objeto del control y el lugar de la planta donde probablemente se produzca el crecimiento de la población, todo lo cual casi siempre ocurre a partir de la llegada de los migrantes no detectados.

Estas acciones, simples y económicas, permiten detectar a tiempo cualquier fenómeno fitopatológico y atacarlo cuando todavía no ha desarrollado su fuerza, esto significa menos gastos de recursos en materia de control y mayor probabilidad de éxito.

Una vez detectado el problema, el siguiente paso será la toma inmediata de decisiones para minimizar el impacto de la plaga sobre los rendimientos esperados, todo eso en función de las características del agente o agentes causales del deterioro y el tamaño de su población.

Bioplagicidas de Origen Microbiano

Bacillus thuringiensis

En Cuba se fabrican diferentes formulaciones pero las más utilizadas son las cepas LBT-24 y LBT-13. La primera de ellas se emplea para tratamientos inundativos contra larvas de lepidópteros en el cultivo de las crucíferas, cucurbitáceas, solanáceas, leguminosas y otras. La cepa LBT-13 es la alternativa agroecológica para el combate de los ácaros tetranichidos, eriophidos y tarsonemidos. Los cuales pueden llegar ser un serio problema para los cultivos semiprotegidos; la dosis recomendada varía de 1-5 L/ha del formulado comercial. Las aplicaciones deben hacerse al atardecer ya que este producto es sensible a la luz ultravioleta y también a las altas temperaturas. Otro aspecto muy importante que debe tenerse en cuenta consiste en evitar el riego después que el producto ha sido aplicado porque pueden lavarse las esporas y las toxinas y disminuir de esta manera el efecto de ingestión que tiene el producto. Por esta misma razón debe repetirse el tratamiento para los casos en que se produzcan precipitaciones después de realizado el mismo.

Verticillium lecanii

Es un bioplaguicida de origen fungoso fabricado en Cuba para el combate de mosca blanca, áfidos y otros insectos del orden Homóptera. El producto se comercializa en forma sólida y líquida y se aplica en dosis de 1 kg ó 10 L/ha, respectivamente, según el caso. Tiene efecto por contacto y se recomienda mantener el ambiente húmedo durante el tratamiento. Y, al igual que en el caso anterior, los cuerpos infectivos del producto puede lavarse por la lluvia y por los riegos inadecuados o descoordinados que se realicen posteriores al tratamiento.

Trichoderma

Se trata de un hongo que presenta elevada actividad antagonista con otros hongos del suelo y también se reporta bioactividad contra los nemátodos de las agallas, organismos estos que pueden ser extremadamente dañinos en cultivos protegidos. En Cuba existen dos formulaciones principales: TRIFESOL elaborado a base de Trichoderma viride y TRICOSAV fabricado a base de Trichoderma harzianum. Las aplicaciones deben hacerse al atardecer y el suelo debe tener humedad suficiente (60% de la humedad de campo) Se recomiendan dosis de 4-8kg/ha (4-8g/m2).


Bioplagicidas de Origen Botánico

Nim (Azadirachta indica)

El INIFAT ha impulsado la distribución y multiplicación de esta planta a lo largo y ancho del país, conjuntamente con la divulgación de sus propiedades insecticidas, acariciadas, nematicidas, etc. La manera más sencilla de uso consiste es cosechar los frutos maduros y pintones, despulparlos manualmente, lavarlos y ponerlos a secar al sol durante los primeros 2 ó 3 días; después de este tiempo se continúa el secado en semi sombra.

La semilla obtenida se tritura y se mezcla con agua a razón de 20-30g/L, se deja en reposo durante 8-12 horas, se remueve regularmente, se cuela a través de una malla fina y se aplica lo más rápido posible en horas del atardecer, El extracto controla un amplio espectro de plagas y el síntoma principal se caracteriza por la inapetencia del insecto (acción antialimentaria) seguido de diferentes tipos de efectos tales como, repelencia, esterilizante y regulador del crecimiento. Actualmente existen algunos biopreparados obtenidos de forma semi-industrial entre los que se destacan CubaNIM, Cubanim-T, NeoNim, OleoNIM 80 y OleoNIM 50

Tabaquina

Es un insecticida elaborado a partir de los residuos de la industria tabacalera, que actúa por contacto, ingestión y como veneno respiratorio en el control de plagas de insectos de cuerpo blando como es el caso de los pulgones, mosca blanca, trips, larvas jóvenes de lepidópteros y salta hojas. En el Manual de Agricultura Urbana está prevista la elaboración del producto, lo cual reiteramos y agregamos otras informaciones adicionales.

Macerar 1kg de picadura o polvo de tabaco en 4 L de agua, dejarla en reposo durante 8-10 días, filtrar y diluir el recobrado en 20L de agua, media hora antes de aplicar agregar hidrato de cal (cal viva) a razón de 10g/L filtrar nuevamente y aplicar el producto lo más rápido posible.

La función de la cal es desactivar el virus del tabaco, que puede trasmitirse a otras solanáceas y cucurbitáceas y también la cal contribuye a liberar mayor cantidad del agente activo (el alcaloide nicotina) y hacer más efectivo el producto.

Existen muchos métodos de preparación pero todos tienen en común extraer la mayor cantidad del alcaloide en el menor tiempo posible, entre estos métodos se ha usado mucho la cocción utilizando 300-500g de biomasa para 5 Litros de agua, hervir durante 30 minutos, enfriar, filtrar en malla fina y diluir en 30 litros de agua, agregando la cal de la manera descrita previamente a fin de aumentar el recobrado, Otro procedimiento utilizado en Cuba para este fin ha sido someter la biomasa macerada o hervida a un proceso de centrifugación para optimizar aún más el recobrado del alcaloide.

La tabaquina es un insecticida de contacto muy efectivo, pero a pesar de ser un producto natural su comportamiento es similar a los insecticidas de síntesis química y pues puede matar insectos benéficos, predadores y parasitoides, y por dicha razón hay que tener muy presente la gestión de señalización y monitoreo y aplicar este producto, con el mínimo riesgo, lo que se garantiza cuando el tratamiento se hace inmediatamente después que se detectan las hembras migrantes de las plagas Diana.

Solasol

Molusquicida botánico para el control de babosas y caracoles (Verinocella, Succinea, Praticolella y otras). Se obtiene a partir del arbusto conocido como güirito espinoso, tomate cimarrón (Solanum gloviferum Dum); el principio activo es la solasodina, un alcaloide que contiene la planta en cantidad de 1,8 - 2%.

Para la preparación del biomolusquicida los frutos se cosechan pintones y verdes hechos, se trituran y se secan al aire, una vez concluida esta fase los frutos secos se muelen para convertirlos en polvo.

El producto así obtenido se utiliza a razón de 100g/L de agua, se agita regularmente y después de transcurridas 6 - 8 horas se deja decantar, se filtra en malla fina y se aplica con mochila, en horas de la tarde; de manera dirigida hacia las zonas de las plantas invadidas por las babosas y caracoles. La dosis recomendada es de 10g de polvo/m2 de superficie a tratar.

Otros Métodos

Trampas de colores

Este método funciona bien asociado a otros procedimientos de control y consiste en aprovechar la cromotaxis, o lo que es lo mismo, la influencia atrayente que ejercen los colores sobre algunas plagas de insectos y utilizar este conocimiento como táctica de control. Los colores utilizados son el amarillo, azul y blanco y el método consiste en colocar recipientes, secciones de plástico, madera e incluso trozos de yaguas con estos colores. En el caso de los recipientes es necesario añadir una solución jabonosa de manera que los insectos atraídos queden atrapados en ella., mientras que en el resto de las trampas se utiliza cualquier tipo de sustancia adhesiva (pegamento, grasa gruesa, etc.)

Generalmente el color amarillo se utiliza con efectividad para el control de mosca blanca, salta hojas, minadores y los colores azul y blanco para el control de los trips. Las trampas se colocan alrededor de la plantación, espaciadas 15-20 metros o en los bordes de los canteros.

Plantas trampas

Las plantas trampas han sido utilizadas con éxito en la disminución de las infestaciones por nematodos de las agallas en agroecosistemas urbanos y también hay experiencias positivas en cultivos protegidos. El método se basa en la utilización de cultivos de ciclo corto, tales como lechuga, rábano, entre otros, y su extracción posterior con todo y sistema radicular. La lechuga se siembra por trasplante y transcurridos 25-30 días se cosecha para evitar que las hembras de la plaga puedan reciclarse en el sustrato.

Un procedimiento similar se realiza con el rábano y algunos tipos de acelgas, los cuales se siembran de manera directa y se cosechan a los 20-25 días. Se ha demostrado que mediante este método se ha logrado disminuir índices de infestación que inicialmente eran de Grado 3-4 hasta Grados 1-2 en períodos de 18 meses.

Plantas repelentes de insectos

Los insectos y las plantas se han desarrollado juntos a lo largo de cientos de miles de años y como una consecuencia práctica de esa evolución conjunta (co-evolución) existen actualmente plantas que son agradables para algunos insectos y desagradables para otros.

Las plantas aromáticas como el ajo (Allium sativum L.), cebolla (Allium cepa L.), orégano (Coleus amboinicus Lour.), apio (Apium graveolens Lin.), menta (Mentha spp.), incienso (Artemisia absinthium Lin.), albahaca (Ocimum basilicum L.), oreganillo (Weimmannia pinnata L.), apasote (Chenopodium ambrosioides Lin.), romero (Rosmarinus officinalis Lin.) ruda (Ruta graveolens L.) etc., segregan aceites volátiles de olor muy penetrante, los cuales son desagradables para la mayoría de los insectos en los diferentes sistemas de cultivo. Este conocimiento se puede aprovechar en beneficio del agricultor en el sentido de sembrar estas plantas intercaladas o asociadas con los cultivos que se quieren proteger. Bajo estas condiciones son liberados los aceites volátiles que producen un efecto desorientador o una confusión de efectos que termina por disminuir el arribo de las plagas a sus plantas preferidas y, en consecuencia, se contribuye a reducir los daños de las plagas en un ambiente más sano y con un mínimo de recursos.

Plantas útiles como refugio de controles biológicos

Se recomienda sembrar las áreas perimetrales con plantas que sirvan de refugio y alimentación a los enemigos naturales de plagas. Los ejemplos más extendidos en Cuba corresponden a la flor de muerto, marigol (Tagetes. erecta) y damasquina (T. patula), las cuales se siembran como barreras con buena eficacia en cuanto a la estabilización y consolidación del ambiente ecológico en el área productiva.

Una vez recolectadas las flores y frutos las plantas suelen dejarse en el campo hasta que culmine completamente su ciclo, a fin de preservar los insectos beneficiosos. Este procedimiento se recomienda también para otras especies de plantas, tales como girasol (Helianthus annus), maíz (Zea mays), sorgo o millo (Sorghum vulgare Pers.) Las siembras de barreras perimetrales con plantas de porte relativamente alto, como las mencionadas previamente, también se utilizan para contrarrestar o retrasar el arribo, al cultivo principal, de insectos vectores transmisores de enfermedades virales (pulgones, moscas blancas)

Estas siembras se realizan de forma escalonada para facilitar que siempre existan las flores, la miel y el polen necesarios para la subsistencia de los enemigos naturales. Asimismo, se ha observado, además, la utilidad de esta práctica para atraer insectos polinizadores; logrando incrementar el rendimiento agrícola por esta vía en algunos cultivos.

Solarización

Este procedimiento es efectivo para el control de nematodos y de aquellos insectos que realizan algunas de sus fases de desarrollo ocultas en el suelo (trips, larvas y pupas de lepidópteros y coleópteros, etc.). Por lo general todos estos organismos son sensibles a la luz ultravioleta y al calor de la radiación solar.

Esta situación se utiliza como vía de control en el sentido de realizar la inversión del sustrato o cantero infestado en el horario de mayor actividad solar y en los meses más calurosos del año. A fin de incrementar aun más la temperatura puede humedecerse el suelo o sustrato hasta la capacidad de campo y también cubrirse con un polietileno preferiblemente blanco para que permita el paso de la luz ultravioleta. Esta operación debe repetirse las veces que sean necesarias en dependencia del grado de infestación de los sustratos y canteros.

Biofumigación

Es un procedimiento muy peculiar que también se puede utilizar para el combate de los nematodos agalleros y con posible efecto colateral contra algunas fases de insectos fitófagos que también realizan parte de su ciclo en el suelo. El principio se basa en la biodescomposición anaeróbica de biomasa vegetal portadora de azufre orgánico, la cual es capaz de producir derivados azufrados altamente bioactivos.

Para este trabajo se recomienda utilizar residuos de crucíferas, entre ellas la coliflor, col, brócoli, col china y otras. La biomasa se tritura lo mejor posible y se entierra en el sustrato y/o suelo a lo largo de los primeros 20-30 cms. Una vez incorporado este material se humedece el terreno hasta la humedad de campo y, si hay disponibilidad, se puede cubrir con un polietileno, lo cual acelera la descomposición anaeróbica y establece una cámara de fumigación. El éxito del trabajo está muy relacionado con el cuidado que se tenga para mantener la humedad del terreno

Enlaces relacionados

Fuente

  • Dr. Rodríguez Nodals Adolfo A.Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical.(INIFAT). La Habana.