Marco Basaiti
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Marco Basaiti o Marco Basarini, fue un pintor veneciano del Renacimiento que trabajó principalmente en Venecia y fue contemporáneo de Giovanni Bellini y Cima da Conegliano.
Síntesis biográfica
Nació alrededor de 1470, en Venecia o Friuli. Su familia era de origen albanés o posiblemente de origen griego, como informó Vasari.[6][7][9][13][16][ 17][18] En cualquier caso, esto explica la variedad de nombres por los que se conoce a Basaiti porque las comunidades griega y albanesa, y otras comunidades extranjeras, en su mayor parte se mantuvieron en secreto y no suelen aparecer en los registros venecianos. Un testamento fechado en 1526 puede proporcionar evidencia de su familia, pero se debate la conexión entre Basaiti y este testamento. Debido a esta falta de documentación, no se sabe mucho sobre la vida de Basaiti, excepto lo que los estudiosos pueden aprender sobre el artista a través de su arte.
Hay poca documentación sobre Marco Basaiti además de las firmas de sus pinturas y el libro de contabilidad de un gremio. 1530 que lo registra como pintor de figuras.
Sus obras son principalmente retratos y temas religiosos. Aunque se formó en el estilo quattrocento, su carrera comenzó justo al comienzo del estilo cinquecento, lo que le obligó a intentar adaptar su estilo para mantenerse actual.
Se formó con Bartolomeo Vivarini, ya que se cree que las piezas anteriores de Basaiti reflejan el estilo y la composición de Bartolomeo. Después de la muerte de Bartolomeo a finales de la década de 1490, se cree que Basaiti comenzó a trabajar con Alvise Vivarini, el sobrino de Bartolomeo. Esto se ve respaldado por el hecho de que cuando Alvise murió en 1505, Basaiti recibió el encargo de terminar el retablo titulado San Ambrosio entronizado con los santos que Alvise había dejado incompleto. Normalmente, sólo a los asistentes principales que trabajaban en el estudio se les habría pedido que hicieran este tipo de trabajo que parece estar influenciado estilísticamente por ambos Vivarinis, lo que implica aún más el vínculo entre Basaiti y estos dos maestros.
El pintor aparece en un libro de contabilidad de un gremio de pintores en 1530, durante esta época se centró principalmente en los retratos, que fue el área en la que mejor supo adaptar su estilo a los nuevos tiempos.[4] Los paisajes empezaron a perder importancia en sus pinturas aunque su presencia nunca desapareció por completo.
Una excepción a esta tendencia es el cuadro La Lamentación, que demuestra una vez más la capacidad del pintor para componer escenas narrativas. La Lamentación combina muchas de las influencias a lo largo de su vida y muestra su progreso hacia una iluminación y formas más orgánicas.
Algunos lo llaman como uno de los últimos maestros del Renacimiento temprano y sus obras demuestran un refinado estilo quattrocento. Sin embargo, a pesar de sus mejores esfuerzos, sus obras todavía se consideran generalmente un paso por detrás de las tendencias de la pintura veneciana de esa época.
