Martín de Azpilicueta

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Martin de Azpilicueta
Información sobre la plantilla
Martin Azpilicueta.jpg
NacimientoBerásoain Bandera de España España
Fallecimiento1901
Bandera de España España
NacionalidadEspañol
Alma materDerecho, Filosofía y Teología
OcupaciónAbogado

Martin de Azpilicueta nació en Berásoain, también llamado "Doctor Navarrus". En 1509 inicia estudios de Filosofía y

Teología en la Universidad de Alcalá, fundada entonces por el cardenal Cisneros, donde permaneció durante 4 años. Graduado en

ambas ciencias, cursó después Derecho Canónico en la universidad de Toulouse, la más famosa en aquel tiempo para el estudio

de esta disciplina. Obtuvo la cátedra de Cánones de dicha universidad a la edad de 26 años, impoartiendo clases en dicha

universidad, así como en la de Cahors.


Biografía

Durante su estancia en Toulouse se ordenó sacerdote, regresando a Navarra en 1523, a pesar de las ofertas recibidas

para permanecer en dicha universidad. En el viaje de vuelta, se detuvo en Roncesvalles, cuyo prior era en aquel momento

Francisco de Navarra, donde tomó el hábito de de la Orden de Canónigos regulares de san Agustín cuando contaba 30 años de

edad.


En compañía del prior de Roncesvalles pasó a la universidad de Salamanca en 1524. Estando en Salamanca, y aún antes de

obtener en ella cátedra alguna, fue promovido por Carlos V a una plaza en el Consejo Real de Navarra y le concedió también

una canonjía en la catedral de Pamplona, aunque rehusó ambos cargos. En Salamanca se vio obligado a doctorarse de nuevo en

Cánones, pues esta universidad no aceptaba los grados obtenidos en otras.


Fue catedrático en Salamanca durante de catorce años, en el transcurso de los cuales asistió en cierta ocasión a escucharle

el emperador Carlos V, ante el cual disertó acerca del origen democrático del poder. Formó discípulos, entre los que se

cuentan Diego de Covarrubias (1512-1577), el jurisconsulto portugués Arias Pinelo, Francisco Sarmiento y Pedro Deza

(1526-1600)


Por orden del emperador pasó a la Universidad de Coimbra (Portugal), recién fundada por los monarcas portugueses. Una vez

allí, el rey Juan III le concedió en 1538 la cátedra de Prima de Cánones y una renta anual de ochocientos cincuenta

ducados, además de una chantría en la catedral de aquella ciudad.


Durante su estancia en Coimbra, además de su actividad docente, ejerció influencia en la vida pública portuguesa como

consejero y confesor de personalidades ilustres. Fue consultado acerca de diversos asuntos por los tribunales de la

Inquisición y se le quiso dar un obispado, lo cual rehusó. Y después de dieciséis años de docencia en aquella Universidad,

determinó abandonar aquel reino para emplearse en el estudio y en las tareas necesarias para la publicación de sus obras.


Después de jubilarse en 1555, regresó a Navarra para acoger a tres sobrinas suyas huérfanas. En su viaje se detuvo en

Valladolid, donde la princesa regente Juana le encargó la visita de dos monasterios. Uno de ellos era el de San Isidoro de

León, que ya había visitado veinte años atrás. En esta ocasión se le encomendó dar solución a las diferencias que los

religiosos del monasterio tenían con su abad, cumpliendo dicho cometido con gran prudencia.


En 1577, fue enviado por Felipe II a Roma, donde permanecería hasta su muerte, para encargarse de la defensa del

también navarro Bartolomé de Carranza, arzobispo de Toledo y cardenal primado de España, acusado de herejía ante el tribunal

de la Inquisición. Concluído el largo y complejo proceso durante el pontificado del papa Pío V, y gracias a la brillante

defensa del Doctor Navarrus, Carranza, que iba a morir poco después de conocer la sentencia, fue al fin absuelto de los

cargos que se le imputaban.


Junto con el trabajo que requería la defensa del arzobispo de Toledo, y la edición en latín de muchas de sus obras, ingresó

como consultor en el Supremo Tribunal de la Penitenciaría, a propuesta de Pío V y de Carlos Borromeo. Fue también muy

estimado por los pontífices Gregorio XIII y Sixto V, quienes acudieron con frecuencia a Martín de Azpilcueta en busca de

consejo acerca de materias muy diversas.


Una vez fallecido, conforme a su voluntad, fue sepultado en la iglesia de San Antonio de los Portugueses de dicha ciudad.


Pensamiento

Considerado a la vez como teólogo, jurisconsulto y economista. Autor de numerosos ensayos. Perteneció a la llamada Escuela de

Salamanca junto con otros jesuitas, dominicos y franciscanos, muy anteriores a los fundadores de la Economía Clásica (Gran

Gretaña, siglo XVIII, Adam Smith y sus seguidores, entre otros), que se tienen generalmente como iniciadores de la economía

moderna, sin serlo.


Se ocupó de los efectos económicos de la llegada de metales preciosos de América, siendo precursor de la Teoría Cuantitativa

del Dinero; hizo notar la diferencia existente entre la capacidad adquisitiva del dinero en los distintos países según la

abundancia o escasez de metales preciosos que hubiera en ellos. Define lo que se llamó la teoría del valor-escasez en los

siguientes términos: "Toda mercancía se hace más cara cuando su demanda es más fuerte y su oferta escasea".


También hizo una de las primeras exposiciones del concepto de la preferencia temporal, es decir, que a igualdad de

circunstancias, los bienes presentes siempre se valoran más que los bienes futuros. Esta idea está en la base del concepto de

interés de la Escuela Austríaca, que lo considera uno de sus precursores. Defendió la licitud del cobro de intereses en

préstamos, contra el criterio de la iglesia católica de entonces.


Obras

Las principales obras de Martín de Azpilcueta, muy estimadas por teólogos y canonistas de todos los tiempos, son:

  • Manual de Confesores y Penitentes, publicado en Coimbra en 1553, obra que fue numerosas veces reproducida tanto en

castellano como en latín. En 1569, aparecieron unas "Addiciones al Manual"

  • De Usuras y Simonía, en las que el autor justifica la licitud de los préstamos con interés (1569, acompañanado a las

"Additiones al Manual").

  • Tratado sobre las rentas de los beneficios eclesiásticos, "De redditibus beneficiorum Ecclesiaticorum...", que alcanzó

numerosas


ediciones a partir de su primera publicación

En Valladolid (1566).

   * Comentario Resolutorio de Cambios.
   * Enajenación de las Cosas Eclesiásticas.
   * Comentario sobre los expolios de los clérigos.
   * Cuatro Comentarios de Regulares.
   * Tratado de las Horas Canónicas y de Oración.
   * Tratados del Rosario.
   * Silencio en el Oficio Divino.
   * Capitulo Inter Verba.
   * Capitulo Humanae Aures,
   * Tractatus de Finibus Humanorum Actuum,
   * Tratado de Penitencia,
   * Tratado de Indulgencias y Jubileo,
   * De Rescriptis,
   * Tratado de Juditiis, etc.


Sus obras completas se publicaron en Venecia (1598) bajo el título de "Compendium horum omnium Navarri operum".


Fuentes

  • Artículo

[Martín de Azpilicueta (1492-1586)] Disponible en "www.iesnavarrovilloslada.com" consultado el 30 de septiembre de 2011


  • Artículo[La historia de Pamplona] Disponible en "www.iesnavarrovilloslada.com" cosultado el 30 de septiembre de 2011