Nabo

 

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Origen

Se cree que el nabo es oriundo de Europa, aunque también se ha propuesto como posible centro de origen Asia Central. Se cree que fue la base de la alimentación de las tribus primitivas que poblaron Europa. Hace casi cuatro milenios se cultivó por vez primera y, con posterioridad, fue muy apreciado por griegos y romanos. Ambas civilizaciones desarrollaron nuevas variedades a partir del nabo silvestre. Durante la Edad Media, el nabo constituyó uno de los alimentos de mayor relevancia. Se consumió casi a diario en Alemania hasta que se vio desplazado por la Patata cuando, en el siglo XVIII, ésta llegó a Europa procedente de América. A partir de la Revolución Francesa se cultivaron más patatas y menos nabos en Europa hasta llegar a convertirse en un alimento casi olvidado. Aunque en la actualidad el nabo no es muy apreciado, su cultivo se ha extendido a todo el mundo, sobre todo como alimento para el ganado.

Nabo-hojas.jpg
Características

   El Nabo es una planta herbácea de rápido crecimiento, muy apreciada en gastronomía. Posee ramificación aérea con hojas conocidas como nabizas (las más tiernas) o grelos (con tallos de mayor grosor y que se consumen antes de que florezcan) pero su estructura más característica se encuentra bajo tierra, ya que posee una raíz pivotante, bulbosa (aplanada, alargada, cilíndrica o redondeada dependiendo de la variedad), carnosa, que se hincha hasta alcanzar tamaños que pueden llegar a los 5-15 cm de diámetro y pesar entre 100 y 200 gramos (excepcionalmente, algunos ejemplares superan 1Kg de peso).

La carne de esta raíz es blanca o amarillenta, de sabor endulzado o picante, también dependiendo de la variedad. Al exterior, presenta tonalidades blanquecinas, aunque puede mostrar colores rojizos o púrpuras en el extremo superior ya que, en algunas especies, se encuentra expuesto al sol.

Propiedades


Propiedades -beneficios recomendados para:
• Diurético.
• Vista, Cabello y Uñas.
• Resistencia frente a las infecciones.
• Sistema inmunológico y Subida de defensas
• Transito intestinal.
• Colágeno, dientes, huesos.
• Transmisión y generación del impulso nervioso y muscular.
• Tiroides y regula el metabolismo.
Colesterol
No es aconsejable para: cálculos renales y flatulencias.
Propiedades nutritivas:
El nabo es una hortaliza de escaso aporte calórico porque posee abundante cantidad de Agua y un bajo contenido de Hidratos de carbono y es buena fuente de fibra.
Respecto al contenido vitamínico, aporta una apreciable cantidad de Vitamina C y de Folatos, y cantidades discretas de vitaminas del grupo B (B6, B3, B1 y B2). Carece de provitamina A y de Vitamina E, abundantes en otras verduras y hortalizas.
La vitamina C además de poseer una potente acción antioxidante, interviene en la formación de Colágeno, Huesos, Dientes y Glóbulos rojos. Asimismo favorece la absorción del Hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.
En cuanto a su composición en minerales, el más abundante es el Potasio, seguido del Calcio, el Fósforo y el Yodo. El calcio de estas raíces no se asimila apenas en relación con los Lácteos y otros alimentos ricos en dicho mineral.
El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, además de regular el equilibrio de agua dentro y fuera de la Célula.
El Yodo es indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides, que regula el metabolismo.
El fósforo juega un papel importante en la formación de huesos y dientes, al igual que el calcio, y participa en procesos de obtención de energía del organismo.
Es importante tener en cuenta que las hojas del nabo o grelos son más nutritivas que el propio nabo. Los grelos aportan casi el doble de proteínas y de fibra que la raíz y mucho calcio. Lo más destacable de los grelos es su composición en vitaminas y minerales. Contiene cantidades varias veces superiores a las del nabo de provitamina A o beta-caroteno, vitamina C y folatos.
El beta-caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita y posee una acción antioxidante. La vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.


Usos medicinales

Esta hortaliza debe su poder curativo a su contenido en sales minerales y vitaminas tan esenciales para la salud. Los nabos son útiles en el estreñimiento y las partes superiores cocidas al vapor en fuego lento débil, tiene un definido efecto laxante.
Contra las inflamaciones intestinales crónicas, se usará la raíz del nabo en forma de caldo o sopa y se beberá 2 tazas al día. Esto mismo es excelente en los males del pecho y si se le añade azúcar constituye un remedio eficaz para combatir el Asma y la tos. De igual modo la cocción de la raíz, se emplea como pectoral, en una dosis de 10 a 20 gramos por litro de agua.
La raíz cortada en rodajes sirve para preparar un jarabe de cualidades sorprendentes contra la Bronquitis, tos, asma, y para todos estos casos se tomará por cucharadas de acuerdo el grado de enfermedad. El zumo de nabo actúa como hemostático, es decir para detener las hemorragias, dando especialmente resultados favorables en las hemorragias uterinas, administrado
Tanto la raíz como las hojas del nabo están volviendo a cobrar protagonismo en nuestros días tras conocerse mejor su composición y propiedades
Los Nabos contienen 90% de agua, mucha Fibra, Hidratos de Carbono y muy bajo en calorías, lo que le convierte en un buen aliado de las dietas adelgazantes.


Uso alimentario

Los nabos actualmente, se utilizan mucho como acompañamientos de guisos platos de carnes o pescados y como ingrediente en un caldo o un cocido.


Cultivo

Se cultiva en especial en Alemania, en la costa mediterránea del sur de Europa y, en menor proporción, en el sur de Estados Unidos. Necesitan climas fríos o templados para su buen crecimiento.
Es una hortaliza que ofrece sus mejores producciones en climas templados (alrededor de 20ºC), que dispongan de una humedad relativamente alta.
Es una especie que se adapta perfectamente a todo tipo de suelos, a excepción de los calcáreos, plantándose en invierno en latitudes templadas y en verano en climas fríos.
De rápido crecimiento, necesita abundante agua en las primeras fases de su ciclo vegetativo, así como algún clareo cuando disponga de 2 ó 3 hojas. Tras las primeras semanas el riego seguirá siendo constante, pero moderado, evitando encharcamientos que le pueden afectar negativamente.
La cosecha tiene lugar unos 60 u 80 días después de la siembra, recolectándolos cuando su diámetro aún no sobrepasa el de una pelota de tenis (a mayor tamaño menos calidad para el consumo).

Variedades

Las variedades más destacables de Nabos son:
Nabito de Teltow: es una de las más apreciadas, de tamaño pequeño y color blanco cremoso.
Nabo de mayo: tal y como su nombre indica, está disponible en el mercado de mayo a junio. Es de color blanco y tiene forma esférica.
Nabo de otoño: variedad que se siembra en verano y se recolecta en otoño. Es de piel roja o verde y carne blanca. Su tamaño es mayor que el del nabo de mayo y su sabor es más fuerte.
Nabos Stanis: presenta cuello de color púrpura, hojas medianas y buena textura.
Nabos Virtudes-Martillo: estas variedades son de color blanco y forma alargada con un estrechamiento en la zona central. Su carne es blanca, muy tierna y dulce.
Nabo Bola de nieve: tiene una forma redonda y es de pequeño tamaño (ocho centímetros de diámetro), con la piel lisa de color muy blanco, tierna y de delicado sabor.
Nabo japonés o kabu: su sabor es más intenso que otros nabos y sólo puede encontrarse en tiendas especializadas.


Elección

En el mercado deben elegirse nabos de tamaño pequeño o mediano, de piel lisa, redondeados, firmes y pesados con relación a su tamaño, de color blanco a violeta. Si se venden en manojos, los cuellos deberán tener una apariencia fresca de color verde.

Por el contrario, se rechazarán los ejemplares de tamaño demasiado grande, con marcas en la piel o que presenten raíces fibrosas.

Conservación

Una vez en adquiridos, conviene eliminar las hojas. Las raíces se conservan en bolsas de plástico perforadas en el frigorífico. En él se pueden mantener en buenas condiciones de una a tres semanas.

Se aconseja no lavar los nabos hasta el momento de su consumo para evitar pérdidas nutritivas de vitaminas y minerales. También se pueden conservar congelados, siempre que se escalden con anterioridad en agua hirviendo durante un par de minutos.


== Véase también ==


==Enlaces externos==
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