Nefritis

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Nefritis
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Nefritis. Es la inflamación del riñón. A veces pasa desapercibida sin causar dolor y otras veces se manifiesta claramente. Puede ser temporal o crónica en cuyo caso puede originar la perdida de la salud del riñón.

¿Qué es la nefritis?

Es el resultado de un proceso inflamatorio difuso de los glomérulos renales teniendo como base un fenómeno inmunológico.

Es responsable por 50 % de las enfermedades renales. El fenómeno inmunológico responsable por la nefritis ocurre cuando una sustancia extraña (antígeno) entra en la circulación y es llevada a los sectores de defensa de nuestro cuerpo. El organismo, para defenderse del antígeno agresor, produce un anticuerpo. La reunión del antígeno con el anticuerpo forma un complejo soluble antígeno-anticuerpo que circulando por el organismo, puede se depositaren los tejidos, criando las lesiones inflamatorias. Cuando el glomérulo es el tejido atingido, la lesión inflamatoria es denominada Glomerulonefritis.

Las lesiones inflamatorias del riñón pueden ser mínimas o de tal intensidad que esclerosan totalmente el glomérulo. Cuanto mayores las lesiones, mayores las manifestaciones clínicas y las alteraciones encontradas en el laboratorio.

Síntomas

  • Dolor en la espalda.
  • Nauseas
  • Mareos
  • Fiebre
  • Dolor al orinar, necesidad con frecuencia.

Causas

Las principales causas que pueden producir inflamaciones en los riñones son:

  • Ingestión de medicamentos o productos tóxicos: algunos medicamentos, especialmente el abuso de analgésicos o antiinflamatorios, o productos tóxicos que pueden causar inflamaciones en los riñones.
  • Enfermedades: ciertas enfermedades como la diabetes, el ácido úrico, los cálculos del riñón, quistes en el riñón, el SIDA, la sífilis, ciertos cánceres, etc.
  • Problemas inmunitarios: ciertas inflamaciones crónicas responden a problemas del sistema inmunitario que perjudica los glomérulos del riñón causando una disfunción de los mismos.
  • Traumatismos: los golpes, caídas, accidentes en el trabajo, actividades deportivas, etc. Pueden producir inflamaciones.

Diagnóstico

Cuando una persona relata al médico que su orina está disminuida  y de color  sangre, presenta edema en los ojos y/o en las piernas y que presenta hipertensión, el médico empieza a sospechar que el paciente está con glomerulonefritis. Cabe al doctor descubrir si la causa es infecciosa o no. Las pruebas de laboratorio confirman la sangre en la orina (hematuria) y la proteinuria.

En la fase aguda de la enfermedad, los datos clínicos y los del laboratorio son evidentes y convincentes. En la fase crónica, pueden manifestarse francamente, pero en determinados casos, ya puede haber señales clínicos y de laboratorio de la insuficiencia renal crónica de grado variable. Pero muchas veces solamente la biopsia renal puede afirmarnos que la la enfermedad es realmente una glomerulonefritis y confirmarnos su estadio.

Prevención

Para evitar la aparición de infecciones en el riñón deberíamos tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Cuidar la higiene: resulta esencial una buena higiene después de la defecación. Es importante que el lavado se realice de adelante hacia atrás para evitar que los microorganismos penetren a través de la uretra. Esta norma se impone con especial obligación en las mujeres para impedir tanto las infecciones urinarias como las vaginales. Lavar la zona genital después de las relaciones sexuales es otra medida muy adecuada.
  • Evitar los objetos contaminados: se debería extremar la precaución en no contaminar los objetos que puedan acceder a esta zona.
  • Alimentación adecuada: una alimentación adecuada, rica en fibras y en alimentos ácidos, con poca presencia de azúcares, ayuda no solamente a la lucha contra el estreñimiento y la acumulación de bacterias en el organismo que este supone, sino que acidifica la orina, creando un medio poco adecuado para el desarrollo en ella de las bacterias.
  • Aumentar el consumo de agua: una micción abundante facilita la expulsión de microorganismos. Se recomienda la ingestión de una agua de mineralización débil para aumentar diurésis.

Tratamiento

Las nefritis agudas, que ocurren después de la infección bacteriana, requieren solamente reposo y cuidados con el exceso de agua y sal. Si la infección todavía está presente, el antibiótico adecuado debe ser empleado.

Después de la fase aguda, debemos tratar el proceso inflamatorio y reducir la formación del complejo antígeno-anticuerpo que lesiona el riñón. Esto hecho por los antinflamatorios esteroides y no esteroides y inmunosupresores. Cuando hay lesiones crónicas, el tratamiento es el de sustentación y impedimento del avanzo de las lesiones. Los médicos nefrólogos tienen orientación terapéutica para las glomerulonefritis agudas y crónicas.

Enlaces internos

Fuente

  • Facultad de Ciencias Médicas de Bayamo