Ninfomanía

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Ninfomanía
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La ninfomanía es un síndrome que se traduce en la clínica por una exacerbación del impulso sexual

Ninfomanía. La ninfomanía es un síndrome que se traduce en la clínica por una exacerbación del impulso sexual y un conjunto de modificaciones genitales correspondientes a un estado de hiperfoliculinismo.

Etiología

La etiología es múltiple, pero todavía no está completamente esclarecida. Este trastorno es observable sobre todo en vacas adultas (de 3-6 años), buenas productoras de leche y durante el período intensivo de lactación. Es raro en razas de carne, en hembras vírgenes o en las novillas que están en el primer período de lactación.

Existen varios factores que predisponen a la ninfomanía, como son alimentación inadecuada, herencia y problemas en la explotación de la producción láctea. Entre los factores alimentarios pueden señalarse:

1.Trastornos en el metabolismo fosfocálcico.

2.Excesos proteicos, por estar abonada la tierra con grandes cantidades de materia nitrogenada.

3.Desequilibrio mineral ó vitamínico, sobre todo de vitamina D.

La influencia hereditaria está motivada por un gen recesivo de penetración incompleta, y la de explotación en la producción láctea, por un exceso de producción, sobre todo en vacas. Todo parece indicar que este trastorno depende de un síndrome pluriglandular, en el que la hipertrofia de la hipófisis tiene particular importancia.

Esta hipertrofia glandular puede ser el elemento primitivo y determinante si se tiene en cuanta que la degeneración quística del ovario se halla frecuentemente asociada a una hipertrofia suprarrenal; habría pues un exceso de secreción de FSH y de ACTH.

Si se tiene en cuenta que tanto el desarrollo, la maduración y la ruptura foliculares así como la formación del cuerpo lúteo están regidos por un equilibrio FSH-LH y que a la vez dicha secreción depende de la hormona ovárica puesta en juego, la hiperactividad foliculínica, la ausencia de ovulación y de luteinización favorecen el desequilibrio de las hormonas gonadotropas FSH-LH.

Existen diferentes criterios entre los autores acerca de si dicho desequilibrio se debe a un aumento de FSH o a una disminución de LH (aumento relativo de FSH). En ambos casos se obtiene un aumento de actividad folicular por el predominio de FSH, la no ruptura del folículo (diferencia de LH) y la continuación del crecimiento folicular hasta llegar a la degeneración quística a causa de hiperactividad de la primera. Otras versiones plantean que hay un aumento de la secreción de FSH y ACTH, y que esta última es la responsable de una hipertrofia suprarrenal comprobada. Al afectarse las suprarrenales hay un incremento en la producción de mineralocorticoides, que influye sobre la regulación hídrica y la electrolítica, responsables de la concentración de iones Na+ en el líquido folicular, de la difusión del líquido intersticial en el folículo y de su crecimiento. El sabor salado y amargo de la leche, así corno el color anormal de la carne, podrían encontrar en esto una explicación.

Se piensa que estrógenos y mineralocorticoides intervienen en la determinación edematosa de la región pelviana y en la relajación de los ligamentos sacrociáticos.

Las hormonas actúan como elementos excitantes o inhibidores del sistema simpático y toda excitación o inhibición puede obrar exactamente una variación hormonal.

Por consiguiente, todo mecanismo neuroendocrino que regula la vida sexual se debe tener en cuenta para esclarecer la etiopatogenia de la enfermedad.

Síntomas

  • Vaca. Inquieta, agitada, mirada fiera y ansiosa, muge con mucha frecuencia y acepta al macho en todo momento. Esta agitación se acompaña de midriasis y taquicardia.

El ciclo estral se acorta cada vez más hasta llegar a constituir un celo permanente muy intenso.

Es frecuente el adelgazamiento, la aspereza del pelo y la elasticidad de la piel. Se puede observar fragilidad ósea y fractura; útero, cérvix y vagina edematosos, sin tono, reblandecidos y cubiertos de secreciones; puede acompañarse de prolapso vaginal. En la mayoría de los casos los ligamentos sacrociáticos están relajados, de modo que el sacro sufre una especie de movimiento basculante, descenso de la parte anterior y elevación de los isquiones. La cola se eleva en arco.

A causa de la relajación pueden ocurrir inestabilidad en el equilibrio y marcha del tercio posterior, con frecuentes fracturas del coxal o de un miembro al efectuar la monta. En el ovario hay presencia de quistes de paredes delgadas, fluctuantes, que ceden a la presión unilocular o multilocular. La secreción láctea puede variar cualitativa y cuantitativamente, y tiene sabor amargo y salado.

  • Yegua. Difícil de manejar, lanza coces, se planta frecuentemente y emite pequeños chorros de orina o de un líquido mucoso y blanquecino. Deseo sexual exacerbado, que puede existir en ausencia de degeneración quística del ovario.
  • Cerda. Vulva congestionada, clítoris saliente. Los quistes ováricos frecuentemente pueden originar esterilidad permanente.

Diagnóstico

Se basará en el análisis de los síntomas de la enfermedad. Ésta debe diferenciarse de los estros prolongados, la ovulación retardada y los quistes con infiltración luteínica que se acompañan de celos regulares. Es difícil de diferenciar de un quiste folicular. En estos casos tiene también importancia diferenciarla de la degeneración quística de un cuerpo amarillo persistente.

Tratamiento

En Cuba se recomienda el sacrificio de los animales afectados pues este trastorno está catalogado como uno de los que produce afecciones irreversibles en los órganos genitales de la hembra.

Fuentes