Olinda

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Bandera de Olinda
Bandera

Escudo de Olinda
Escudo

EntidadCiudad
 • PaísBandera de Brasil Brasil
 • Fundación12 de marzo de 1535
Población 
 • Total377 000 hab.
Ciudad Olinda.jpg
Centro histórico de Olinda

Olinda es una ciudad del estado de Pernambuco (Brasil).

En 2020 tenía 393.115 habitantes.

Por ser una de las ciudades coloniales mejor preservadas del país, en 1982 fue declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Historia

Centro histórico de Olinda

Los portugueses, con frustración por no haber encontrado metales preciosos en la parte de Brasil que les tocó en el Tratado de Tordesillas, optaron por el cultivo y la producción de caña de azúcar para costear económicamente la colonización de las tierras casi vírgenes recién descubiertas. En el período colonial, la mayor parte de las plantaciones de azúcar se concentraron en el nordeste, en la región donde se fundó, en 1535 y en la Capitanía de Pernambuco, la Villa de Olinda. La Villa de Olinda exhibía la riqueza que los señores de fincas vecinas habían acumulado por el cultivo de la caña de azúcar.

Olinda es un perfecto ejemplo del urbanismo informal típico de las colonias portuguesas, con su trazado irregular, sus edificaciones en lo alto de las colinas con vistas al mar y sus casas en las cuestas de dichas colinas. El nombre "Olinda" se habría originado por la exclamación de Duarte Coelho al referirse al increíble paisaje del lugar elegido para fundar de la villa.

La riqueza que se concentró en la región del nordeste de Brasil por el comercio, pronto despertó la codicia de otros pueblos, en particular los holandeses que invadieron Pernambuco en 1630 y, continuaron tomando la Villa de Olinda. Al no poseer la villa conquistada de Olinda una defensa eficaz, según los patrones estratégicos que tenían los holandeses, pronto la abandonaron y la incendiaron, prefiriendo quedarse con la pantanosa ciudad de Recife. Como hacían en Holanda, iniciaron un desarrollo en la ciudad a un ritmo asombroso en menos de dos décadas.

Irónicamente, pueden conocerse las características originales de muchos de los edificios sacros incendiados por los holandeses, gracias a la obra pictórica de un holandés, Frans Post, quien llegó a Brasil en 1637. Considerado el primer gran artista que pintó paisajes brasileños, tuvo como uno de sus temas predilectos las ruinas de las iglesias conventuales de Olinda.

En 1654 los holandeses fueron expulsados y Olinda se comenzó a reconstruir poco a poco, puesto que ya sentía la creciente competencia de Recife, que se afirmaba como importante centro de comercio para luego convertirse en la capital administrativa de Pernambuco. En Olinda, lo perdido en edificios administrativos se vio compensado con creces con la construcción de los monumentales conventos de las órdenes religiosas. Franciscanos, carmelitas, benedictinos y jesuitas ocuparon los altos de las colinas de Olinda y levantaron y preservaron, principalmente en el interior de los conventos, formas de arte barroco de Brasil en el período colonial.

Olinda renunció a la competición con Recife y preservó sus características originales hasta el siglo XX. Cuando fue declarada Ciudad Monumento, en 1937, sus principales cualidades eran aún su singular localización, sus sobrados (casas de tipo colonial de dos o más pisos ubicados en los centros históricos de las ciudades) con amplios jardines repletos de árboles, y la gran calidad artística de algunos de sus edificios.

Demografía

Olinda cuenta con una población de casi 377.000 habitantes de ellos 360.554 en la zona urbana. También cuenta con una superficie de 37,9 km², formando parte de la región metropolitana de Recife.

Desarrollo económico

Las principales actividades económicas de Olinda, a juzgar por el número de personas empleadas, son los servicios (con 26%), el comercio (18%) y la industria (11%). Asentada en medio de una región cultivadora de caña de azúcar, la industria de la ciudad gira principalmente en torno a este producto, aunque también tiene fábricas de tabaco y de tejidos. Es importante el rubro de la pesca, y, cada vez más, el turismo.

Atractivos turísticos

  • Alto da Sé: es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. En él, además de apreciar un extraordinario complejo arquitectónico, se disfruta de una espectacular vista de la ciudad y sus alrededores, como los rascacielos de Recife. Habitualmente tiene lugar en ella un mercado de arte y artesanías.
  • Caños de Olinda (Bicas de Olinda): se trata de fuentes construidas en piedra y mampostería, durante los siglos XVI y XVII, para dotar de agua potable a la población. Son fuentes de flujo de agua perenne, y son parte integrante del paisaje colonial olindense. Hoy se conservan únicamente tres: Bica do Rosário, Bica de São Pedro y Bica dos Quatro Cantos.
  • Mercado Eufrásio Barbosa o Mercado del Varadero: constituye un espacio cultural, con diversas tiendas de artesanías, galerías de arte, librerías, etc., con teatro y áreas de exposiciones artísticas y culturales.
  • Observatorio Meteorológico: localizado en el Alto da Sé, se hizo famoso por el descubrimiento del primer cometa de América Latina, el Olinda, observado en 1860 por el astrónomo francés Emmanuel Liails.

Cultura

Olinda es también uno de los mayores centros culturales del Brasil. Su centro histórico fue declarado, en 1982, Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco, con el nombre de Centro Histórico de Olinda. Olinda revive el esplendor del pasado todos los años durante el carnaval, al sonido del frevo, el maracatu y otros ritmos originales de Pernambuco.

El carnaval, con sus danzas mixtas de portugueses y africanos mantiene su esencia y se asemeja mucho a carnavales de diversas zonas de Portugal. En el 2005, Olinda fue elegida como la 1ª Capital Cultural del Brasil. Este proyecto es una iniciativa de la organización Capital Brasileña de la Cultura, con el apoyo de los ministerios de Cultura y Turismo, junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco).

Arquitectura civil

La arquitectura civil de Olinda no se caracteriza por obras de magnificiencia. Incluso aquellas de mayor importancia se vuelven pequeñas si se les compara con las de otras ciudades coloniales. Más sobria y simple que lujosa, presenta fuerte influencia portuguesa adaptada al clima local, destacándose las construcciones con balcones en piedra y madera, las ventanas con hojas entrelazadas, la contiguidad de las fachadas y muros y los grandes quintales. La historia de la ciudad está también escrita en la superposición de los estilos arquitectónicos, donde conviven su patrimonio quinientista, las fachadas de azulejos de los siglos XVIII y XIX y las obras neoclásicas y eclécticas de inicios del siglo XX.

En el capítulo de arquitectura civil hay que destacar:

  • Palacio de los Gobernadores (Palácio dos Governadores) (siglo XVII): allíl se instaló, en 1824, la Asamblea Constituyente Legislativa de la Confederación del Ecuador. Actualmente es la Sede de la Prefectura Municipal de Olinda.
  • Fortín de San Francisco (conocido como “Fortim do Queijo” -Fortín del Queso-), construido en el siglo XVI y restaurado en 1781, se caracteriza por su arquitectura simple y rústica.
  • Edificios moriscos: curiosos ejemplares de arquitectura morisca que destacan en el paisaje de Olinda con sus típicos balcones de madera.
  • Mercado de Riveira: construcción del siglo XVII.

Desarrollo social

Fiestas y folclore

Junto con los de Río de Janeiro y de Salvador, el de Olinda es uno de los tres carnavales más importantes de Brasil. A diferencia del de Río, en éste los participantes bailan y se divierten en las calles al ritmo de típicos grupos musicales denominados Trios elétricos, que recorren lentamente las calles de la ciudad, tocando sobre plataformas de camión los ritmos característicos del carnaval: el frevo y el maracatú. Son habituales también los blocos (especie de “peñas” o comparsas), que desfilan por las calles arrastrando consigo grupos de gente; los blocos más famosos de Olinda son el Pitimbeira y el de los Elefantes. También son típicos los grupos de travestis. Otras expresiones carnavalescas son los Caboclinhos (hijos de caboclo), danza de origen indígena, y quizás la más antigua de Brasil, pues se describe ya en 1584. Las coreografías son muy pintorescas, y en ellas no faltan personajes como el Cacique, la India-jefe, el Capitán, el Teniente, los Perós (niños y niñas), el Porta-estandarte y los caboclos de Baque (músicos). Grupos de Indios portando típica vestimenta y adornos y con sus pinturas corporales recorren también las calles de la ciudad dirigidos por sus Mestres. Los bonecos gigantes (muñecos) son uno de los principales atractivos del carnaval de Olinda; se trata de piezas artesanales, elaboradas en yeso y papel cartón, que pueden alcanzar hasta 6 metros de altura.

Otra fiesta igualmente popular de Olinda es el Torneio dos Repentistas (Torneo de los Repentistas). El repentista es una especie de cantautor, que improvisa rimas o trovas, acompañado de una simple guitarra. En el torneo se entabla una competición (cantoria) entre dos repentistas, hasta que la gente decide cuál de los dos es el ganador. El de Olinda es el torneo más famoso de la región, pues reúne a los mejores repentistas de todo el Nordeste. Se celebra en la Plaza de la Preguiça durante tres días consecutivos.

Mención especial merece el rico y diversificado acervo de manifestaciones artesanales de Olinda que van desde bonecos gigantes hasta las miniaturas de los estandartes de los Clubes y Agremiaciones Carnavalescas, pasando por las miniaturas de casas, esculpidas en madera y coloreadas como las casas de Olinda. En muchas de las laderas de la ciudad es fácil observar a los artesanos trabajando en sus “talleres” al aire libre.

Centros e instituciones culturales

Olinda es sede de la Associação Pernambucana de Ensino Superior; de la Facultad de Comunicación y Turismo; de la Facultad Olindense de Ciencias Contables y Administrativas. En ella funciona también el Instituto Joaquim Nabuco.

Entre los varios museos que se encuentran en la ciudad hay que mencionar:

  • Museo de Arte Contemporáneo:instalado en un hermoso edificio del siglo XVIII que estuvo destinado a Aljube o Cárcel Eclesiástica (al servicio de la Santa Inquisición); cuenta con una importante colección de arte nacional y extranjero.
  • Museo de Arte Sacra de Pernambuco: tiene su sede en el Palacio Episcopal, en una interesante estructura del siglo XVII, sita en el Alto da Sé.
  • Museo Regional de Olinda: reúne objetos de alto significado histórico, como blasones labrados en piedra, mobiliario antiguo y piezas de arte religioso.

Monumentos históricos

Olinda conserva el mayor acervo arquitectónico colonial de Pernambuco merced a sus numerosas iglesias y monasterios, así como a algunos edificios de arquitectura civil.

  • Iglesia de Nuestra Señora de la Luz (Igreja de Nossa Senhora da Luz): junto con la Santa Casa de Misericordia de Olinda, fue construida en 1540. Incendiada por los holandeses en 1630, lo único que conserva de su primera fábrica es la fachada.
  • Iglesia de la Sede-Iglesia de San Salvador del Mundo (Igreja da Sé -Igreja de São Salvador do Mundo): fundada en 1537, fue la primera parroquia de la región Nordeste, constituida en 1549, el mismo año en que se inició la construcción de la actual iglesia. Hoy es la catedral del arzobispado de Olinda y Recife. La iglesia se restauró por última vez en 1983.
  • Igreja de Nossa Senhora do Amparo (Iglesia de Nuestra Señora del Amparo): construida en 1613, fue parcialmente destruida por los holandeses en 1631, reconstruida en 1664 y restaurada en 1992. Posee esculturas doradas e imágenes de gran valor.
  • Convento de San Francisco: primer establecimiento franciscano en Brasil. El conjunto está formado por la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves (Igreja de Nossa Senhora das Neves), la capilla de San Roque (Capela de São Roque, la más antigua de las capillas de la Orden Tercera Seglar de Brasil) y el claustro de azulejos con su magnífica sacristía. Completando el magnífico conjunto, se yergue delante del convento el gran crucero trabajado en piedras traídas de los arrecifes. En los ambientes del convento se instaló en 1930, la primera biblioteca pública de Pernambuco. Todo el conjunto es del siglo XVI.
  • Monasterio de San Benito (Mosteiro de São Bento): comenzada su construcción al inicio del siglo XVI, fue incendiado por los holandeses en 1631. Su restauración se comenzó en 1654, y pasó por diversas épocas y estilos. Destacan en ella su juego de campanas (el más sonoro carillón de la ciudad), su altar mayor y su sacristía, verdaderas obras maestras del barroco brasileño. Durante 24 años, el monasterio funcionó la primera escuela de Derecho de Brasil. En los fines de semana, se escucha en su recinto la música gregoriana.
  • Iglesia del Buen Jesús del Buen Fin (Igreja do Bom Jesus do Bonfim): levantada en el siglo XVII, destaca en ella su altar mayor.
  • Iglesia del Carmen (Igreja do Carmo o Santo Antônio do Carmo): la más antigua iglesia de la Orden de los Carmelitas en Brasil, que data de 1580. En el primer piso de la iglesia funciona el Instituto Brasileiro do Patrimônio Cultural.
  • Iglesia y Convento de Nuestra Señora de la Concepción (Igreja e Convento de Nossa Senhora da Conceição): construido en el siglo XVI, es uno de los conventos de frailes más antiguos de Brasil. Son de admirar en ella la imagen de Nuestra Señora de la Concepción, con preciosa pintura del siglo XVIII policromada en oro, y su techo, que es el original.
  • Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe (Igreja de Nossa Senhora do Guadalupe): construida en el siglo XVII, durante la época en que Portugal estaba unida a España.
  • Iglesia de San Juan Bautista de los Militares (Igreja de São João Batista dos Militares): construida en la segunda mitad del siglo XVI, se libró del incendio de los holandeses (1631) porque éstos la habían convertido en cuartel.
  • Iglesia y Monasterio de Nuestra Señora del Monte (Igreja e Mosteiro de Nossa Senhora do Monte): edificada en la primera mitad del siglo XVI, es una de las más antiguas de la ciudad. Hoy es una abadía de monjas benedictinas.
  • Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de los Negros (Igreja de Nossa Senhora do Rosário dos Pretos): fue construida por la Hermandad del Rosario de los Hombres Negros en el siglo XVII.
  • Iglesia de Nuestra Señora del Destierro y Convento de Santa Teresa (Igreja de Nossa Senhora do Desterro e Convento de Santa Tereza): es una iglesia votiva, construida después de la victoria contra los holandeses. Riqueza de imágenes talladas en los siglos XVII y XVIII.
  • Iglesia de San Sebastián (Igreja de São Sebastião): del siglo XVII.
  • Iglesia de Nuestra Señora de la Buena Hora o de la Buena Muerte (Igreja de Nossa Senhora da Boa Hora) (1807).
  • Santuario de la Madre y Reina Tres Veces Admirable (Santuário da Mãe e Rainha Três Vezes Admirável): es el undécimo santuario de Schoenstatt construido en Brasil, inaugurado el 12 de octubre de 1992, en conmemoración de los 500 años del descubrimiento y evangelización de América.
  • Capilla de San Pedro Advíncula (Capela de São Pedro Advíncula): construida en 1764 para hacer de cárcel eclesiástica. Los presos en ella recluidos asistían a misa desde detrás de las rejas.

Mercado Ribeira

El Mercado da Ribeira es una edificación construida a fines del siglo XVII y posee tiendas de artesanías locales tales como las famosas máscaras de papel maché. También se pueden encontrar tiendas de grabados, de escultores o entalladores y de pinturas.

Iglesias de Olinda

Como en muchas ciudades europeas de los siglos XIII y XIV, donde fue grande la influencia urbanística ejercida por la localización de las arquitecturas religiosas de las órdenes mendicantes, entre ellas la benedictina y la franciscana, en Olinda las iglesias y conventos tuvieron un papel fundamental en la estructuración de la trama urbana. Los principales edificios religiosos, unidos entre sí por el trazado de los alineamientos, se construian en sitios privilegiados que reforzaran la presencia de sus torres en el paisaje.

Olinda alberga iglesias repletas de ornamentos y tallas, pero también capillas sencillas. La mayoría de ellas fueron construidas en el siglo XVI y en el siglo XVII, y muestran arquitectura e imágenes de estilo barroco.

La iglesia Nuestra Señora de las Gracias fue construida en la parte más alta de la ciudad, junto al Colegio de los Jesuitas. Incendiada en 1631, de su construcción original quedan la paredes externas y los dos altares de las capillas laterales. La fachada sin campanario, según la tradición italiana, revela, por la pureza geométrica, pilastras y frontis, una composición austera, de gusto renacentista. El proyecto se le atribuye al fray jesuita Francisco Dias, que llegó a Brasil en 1577, venido de Portugal, donde había trabajado en la construcción de la Iglesia de San Roque, de Lisboa. De ahí la semejanza entre ambas.

La Iglesia de Nuestra Señora del Carmen hacía parte del gran Convento Carmelita -ya destruido- cuyas obras se iniciaron en 1588, ocupando integralmente una de las colinas de Olinda. Tras haber sido quemada también por los holandeses, fue reconstruida, manteniéndose el plano original y la parte inferior del frontispicio, en el cual se observan nítidamente características renacentistas.

El Convento Nuestra Señora de las Nieves, es el convento franciscano más antiguo de Brasil y comenzó a ser construido en 1585. Debido a su destrucción parcial por los holandeses, fue reconstruido a partir de 1650. El diseño es autoría del Fray Francisco dos Santos, autor también, según algunos historiadores, de los proyectos de los conventos de Paraíba y Sao Paulo.

La Catedral de Olinda, iglesia quinientista de fines de siglo, también fue afectada por las destrucciones holandesas y, a partir de su reconstrucción a mediados del siglo XVII, fue objeto de sucesivas modificaciones que alteraron, en buena parte, sus características originales, tal como la fachada neogótica, que le fue repuesta a inicios del siglo XX.

El Monasterio de San Benito fue concluido en 1599 y reedificado en la segunda mitad del siglo siguiente. Posteriormente fue objeto de una gran reforma iniciada a mediados del siglo XVIII, volviendo a ser reformado aproximadamente un siglo después. A continuación, vive un período de decadencia que perdura hasta 1895, cuando es reactivado como monasterio y restaurado.

Sus playas

En los alrededores de Olinda, tanto al norte como al sur del litoral, se pueden encontrar lindísimas playas ideales para los que quieran estar en contacto con la naturaleza luego de un recorrido por la ciudad histórica. Al norte está principalmente la playas de María Farinha, ubicada a 39 kilómetros de Recife, con arenas finas, aguas tranquilas y numerosos cocoteros. En María Farinha es posible practicar diversos deportes náuticos, y cuenta también con el parque acuático "Veneza Water Park". Otras playas del norte son Pau Amarelo y la isla de Itamaracá. Al sur pueden visitarse las playas Calhetas, Gaibú, Paraíso y Suape.

Centro Histórico de Olinda, Patrimonio de la Humanidad

El Centro Histórico de Olinda fue inscrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO el 17 de diciembre de 1982, bajo los criterios (ii) y (iv), con 1, 2 km2 de área y 1 500 inmuebles, por poseer un acervo arquitectónico significativo integrado de manera ejemplar al sitio físico, formando un conjunto particular, donde la presencia de la vegetación y del mar ofrecen una atmósfera inigualable a la ciudad.

Centro histórico de la Ciudad de Olinda
UNESCO logo.png Welterbe.png
Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
220px
CoordenadasS8 0 48 W34 50 42
PaísBandera de Brasil Brasil
TipoCultural - Natural
Criterios(ii)(iv)
N.° identificación189
Año de inscripción1982 (VI sesión)
Lugar de celebraciónEstado de Pernambuco, Región noroeste de Brasil

Criterios de fundamentación

  • Criterio (ii): El centro histórico de Olinda contiene una serie de edificios que han estado vigentes desde el punto de vista de su arquitectura y decoración, incluyendo la Catedral Alto da Sé, la iglesia de Nossa Senhora da Graça y ejemplos de arquitectura civil que van del siglo XVII al siglo XIX. La exuberante vegetación de los bordes de los caminos, jardines, setos y recintos conventuales, forman un paisaje en el que la característica más destacada es el pueblo enclavado en una masa de vegetación, bañada en la luz tropical, con la orilla de arena y el océano a continuación.
  • Criterio (iv): A partir de los últimos años del siglo XVI en adelante, Olinda sirvió como uno de los centros más importantes de la industria de la caña de azúcar, que desde hace casi dos siglos fue el pilar de la economía brasileña, convirtiéndose en el símbolo del azúcar y de la riqueza. El conjunto excepcional del paisaje, del urbanismo y de la arquitectura en el centro histórico de Olinda, es un reflejo elocuente de la prosperidad alimentada por la economía del azúcar.

Integridad

Dentro de los límites del Centro Histórico de la Ciudad de Olinda se encuentran todos los elementos necesarios para expresar su Valor Universal Excepcional, incluyendo sus grandes iglesias erigidas en las cumbres, imponentes estructuras de varios pisos, y la red de casas dentro de un paisaje cubierto de árboles establecido sobre un tejido urbano moldeado deliciosamente a los contornos de la topografía. Con 190,9 hectáreas, el centro histórico de la ciudad es de tamaño suficiente para garantizar adecuadamente la representación completa de las características y los procesos que transmiten la importancia del bien. El Centro Histórico de la Ciudad de Olinda no sufre de los efectos adversos del desarrollo y / o negligencia. Los controles continuos sobre los posibles efectos negativos del desarrollo urbano se han mantenido de manera eficaz.

Autenticidad

El Centro Histórico de la Ciudad de Olinda tiene un alto grado de autenticidad en términos de ubicación y entorno, formas y diseños, y los materiales y sustancias. Su ubicación histórica y el diseño, los materiales empleados en su construcción y el predominio de su carácter residencial original, se reafirman en el documento más antiguo encontrado en Olinda, la Carta Foral, que incluye en primer lugar el plan maestro de la ciudad en cartografía holandesa, y los grabados de Frans Post (siglo XVII). Los atributos que la definen, permanecen completamente intactos, y se han mantenido en su esencia constituyendo una unidad inteligible, ya sea tomada en su conjunto o por separado. La autenticidad de la propiedad se ha visto amenazada por los procesos que han desestabilizado las laderas de los cerros, incluyendo el movimiento lento de siglos de duración de las pistas, que ha afectado a las fundaciones y causó grietas en los edificios; y, en los últimos años, el aumento de los niveles de agua en el suelo, junto con un sistema deficiente o inexistente de drenaje del agua de lluvia y las aguas residuales, la eliminación de la vegetación, y la creación de taludes inestables y cortes para la construcción de viviendas.

Requisitos de protección y de gestión

El Centro Histórico de la Ciudad de Olinda está protegido por los actos adoptados a través de una serie de normas específicas y leyes: no hay inscripciones. 412 en el Livro do Tombo Histórico, no. 487 en el Livro do Tombo de Bellas Artes y no. 044 en el Livro do Tombo Arqueológico, Etnográfico e Paisagístico en 1968, designando el Sitio Histórico de Olinda como patrimonio cultural brasileño, implementado por el gobierno federal a través del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Instituto Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico - IPHAN); Notificación Federal de 1979, que delimita el espacio protegido y sus alrededores; y el Sistema Municipal de Preservação (Sistema Municipal de Preservación), creado mediante la Ley Municipal Nº 4119/1979 y que consiste en una Fundación, el Consejo (integrado por representantes de nivel municipal, estatal y federal) y el Fondo de Fideicomiso de Conservación. La designación como Monumento Nacional fue conferida por el estado en 1980, con el fin de proteger los activos físicos del sitio, en reconocimiento de su historia, el arte y el paisaje.

Varios instrumentos administrativos y de gestión incluyen un estándar federal revisado que regula la conservación de sitios de patrimonio, emitidos en 1985; una ley de conservación del patrimonio histórico municipal, redactada en 1992; y una revisión del Sistema Municipal de Preservación, llevada a cabo en 2010. El Programa Monumental y IPHAN han llevado a cabo medidas de renovación urbana a gran escala y ha facilitado la asignación de fondos públicos a las propiedades privadas con el propósito de preservar y restaurar las estructuras de viviendas históricas. El párrafo Plano de Ação como Cidades Históricas (Plan de Acción para ciudades históricas), puesto en marcha por el IPHAN en 2010, involucra a instituciones federales y estatales para apoyar el desarrollo, la restauración y revitalización de las ciudades históricas en el país, entre ellas el Centro Histórico de la Ciudad de Olinda.

Mantener el valor universal excepcional del bien con el tiempo requerirá el desarrollo de estrategias y acciones basadas en un análisis científico para eliminar o mitigar los procesos que han desestabilizado las laderas de los cerros; mantenimiento de controles efectivos sobre los posibles efectos negativos del desarrollo urbano; y el establecimiento de indicadores de seguimiento relacionados con estas y otras intervenciones futuras, para garantizar que este tipo de intervenciones no tengan un impacto negativo sobre el Valor Universal Excepcional, la autenticidad y la integridad de la propiedad.

Fuentes

  • «Olinda», artículo publicado en el sitio web oficial de la Unesco (Ginebra).
  • «Olinda», artículo publicado en el sitio web Exit Recife (Buenos Aires). Consultado el 26 de enero de 2012.
  • «Olinda», artículo publicado en el sitio web La Historia con Mapas. Consultado el 13 de mayo de 2015.
  • Varios autores (2000): «Centro histórico de Olinda», en el libro Patrimonio mundial en Brasil. Río de Janeiro: UNESCO Brasil, 2000.