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(Marienburg, Prusia, el centro de sus dominios temporales como principado militar (1309-1525))
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===Marienburg,            Prusia, el centro de sus dominios temporales como principado  militar            (1309-1525)===
 
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Una nueva etapa fue  abierta por su celo religioso              y militar en Europa Oriental, contra los paganos de Prusis.  Esta costa              del Báltico, de difícil acceso, había resistido              hasta entonces a los esfuerzos de los misioneros, muchos de  los cuales              habían dejado allí sus vidas. Para vengar a estos cristianos              fue predicada una cruzada; una orden militar fundada con  este objeto,              la de los Schwertzbrüder (Portadores de Espada,              ver ÓRDENES MILITARES), no habían tenido              mucho éxito, cuando un duque polaco, Conrado de Masovia,  determinó              pedir ayuda a los Caballeros Teutónicos, ofreciéndoles              a cambio el territorio de Culm con todo aquello que pudieran  arrebatar              a los infieles. Hermann de Salza, cuarto Gran Maestre de la  orden,              fue autorizado para realizar este cambio por Honorio III y  el emperador              Federico II, quien, además, le elevo al rango de príncipe              del imperio (1230). El caballero Hermann Balk, nombrado  Provincial              de Prusia, con veintiocho de sus hermanos caballeros y un  ejército              de cruzados alemanes comenzó esta lucha que duró veinticinco              años y fue seguida por la colonización. Debido a los              privilegios asegurados a los colonos alemanes, nuevos  pueblos crecieron              en todas partes y con el tiempo germanizaron un país cuyos              nativos pertenecían a la raza leto-eslava. Desde entonces la              historia de este principado militar se identifica con la de  Prusia             (q.v.). En 1309 el quincuagésimo Gran Maestre, Sigfrido de              Feuchtwangen, transfirió su residencia desde Venecia, donde              en esta época los caballeros tenían su casa principal,              hasta el castillo de Marienburg, donde construyeron una  formidable              fortaleza.           
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Una nueva etapa fue  abierta por su celo religioso              y militar en Europa Oriental, contra los paganos de Prusis.  Esta costa              del Báltico, de difícil acceso, había resistido              hasta entonces a los esfuerzos de los misioneros, muchos de  los cuales              habían dejado allí sus vidas. Para vengar a estos cristianos              fue predicada una cruzada; una orden militar fundada con  este objeto,              la de los Schwertzbrüder, no habían tenido              mucho éxito, cuando un duque polaco, Conrado de Masovia,  determinó              pedir ayuda a los Caballeros Teutónicos, ofreciéndoles              a cambio el territorio de Culm con todo aquello que pudieran  arrebatar              a los infieles. Hermann de Salza, cuarto Gran Maestre de la  orden,              fue autorizado para realizar este cambio por Honorio III y  el emperador              Federico II, quien, además, le elevo al rango de príncipe              del imperio (1230). El caballero Hermann Balk, nombrado  Provincial              de Prusia, con veintiocho de sus hermanos caballeros y un  ejército              de cruzados alemanes comenzó esta lucha que duró veinticinco              años y fue seguida por la colonización. Debido a los              privilegios asegurados a los colonos alemanes, nuevos  pueblos crecieron              en todas partes y con el tiempo germanizaron un país cuyos              nativos pertenecían a la raza leto-eslava. Desde entonces la              historia de este principado militar se identifica con la de  Prusia. En 1309 el quincuagésimo Gran Maestre, Sigfrido de              Feuchtwangen, transfirió su residencia desde Venecia, donde              en esta época los caballeros tenían su casa principal,              hasta el castillo de Marienburg, donde construyeron una  formidable              fortaleza.           
  
El número de caballeros nunca superó el millar, pero              la totalidad del país se organizó militarmente, y con              la constante llegada de nuevos cruzados la orden fue capaz  de sostenerse              entre sus vecinos, especialmente los habitantes de Lituania,  que eran              de la misma raza que los nativos de Prusia y, como ellos,  paganos.              En la batalla de Rudau (1307) los lituanos fueron  derrotados, y se              convirtieron pocos años después con su gran duque Jagellon,              que abrazó el cristianismo al casar con la heredera del  Reino              de Polonia (1386). Con este acontecimiento, que puso fin al  paganismo              en esta zona de Europa, los Caballeros Teutónicos perdieron              su razón de ser. Desde entonces su historia consistió              en una sucesión de incesantes conflictos con el rey de  Polonia.              Jagellon les infligió una derrota en Tannenberg (1410), que              les costó 600 caballeros y arruinó sus finanzas; con              el fin de repararlas, la orden se vio obligada a tomar  recursos de              exacciones, lo que hizo alzarse a la nobleza nativa y a las  ciudades,              proporcionando a los polacos una nueva oportunidad para  interferir              contra la orden. Una nueva guerra costó a la orden la mitad              de sus territorios, y la otra mitad pudo ser sostenida  solamente bajo              el vasallaje del rey de Polonia (Tratado de Thorn, 1466). La  pérdida              de Marienburg provocó la transferencia de la residencia del              Gran Maestre a Königsberg. Para mantenerse frente a los  reyes              de Polonia, la orden tuvo que depender de Alemania y que  confiar el              cargo de Gran Maestre a príncipes alemanes. Pero el segundo              de estos, Alberto de Brandenburgo (1511), abusó de su  posición              y secularizó Prusia, al tiempo que abrazaba el luteranismo (1525). Esto hizo de Prusia un feudo hereditario de su casa  bajo el              vasallaje de la Corona de Polonia.  
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El número de caballeros nunca superó el millar, pero              la totalidad del país se organizó militarmente, y con              la constante llegada de nuevos cruzados la orden fue capaz  de sostenerse              entre sus vecinos, especialmente los habitantes de Lituania,  que eran              de la misma raza que los nativos de Prusia y, como ellos,  paganos.              En la batalla de Rudau (1307) los lituanos fueron  derrotados, y se              convirtieron pocos años después con su gran duque Jagellon,              que abrazó el cristianismo al casar con la heredera del  Reino              de Polonia (1386). Con este acontecimiento, que puso fin al  paganismo              en esta zona de Europa, los Caballeros Teutónicos perdieron              su razón de ser. Desde entonces su historia consistió              en una sucesión de incesantes conflictos con el rey de  Polonia.              Jagellon les infligió una derrota en Tannenberg (1410), que              les costó 600 caballeros y arruinó sus finanzas; con              el fin de repararlas, la orden se vio obligada a tomar  recursos de              exacciones, lo que hizo alzarse a la nobleza nativa y a las  ciudades,              proporcionando a los polacos una nueva oportunidad para  interferir              contra la orden. Una nueva guerra costó a la orden la mitad              de sus territorios, y la otra mitad pudo ser sostenida  solamente bajo              el vasallaje del rey de Polonia (Tratado de Thorn, 1466). La  pérdida              de Marienburg provocó la transferencia de la residencia del              Gran Maestre a Königsberg. Para mantenerse frente a los  reyes              de Polonia, la orden tuvo que depender de Alemania y que  confiar el              cargo de Gran Maestre a príncipes alemanes. Pero el segundo              de estos, Alberto de Brandenburgo (1511), abusó de su  posición              y secularizó Prusia, al tiempo que abrazaba el luteranismo (1525). Esto hizo de Prusia un feudo hereditario de su casa  bajo el              vasallaje de la Corona de Polonia.
  
 
===Mergentheim en Franconia (1524-1805)===
 
===Mergentheim en Franconia (1524-1805)===

Revisión del 10:54 9 nov 2011

Orden Teutónica
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Concepto:Fue una orden medieval de carácter religioso-militar fundada en Palestina en 1190

Orden Teutónica. Orden militar medieval organizada como los Hospitalarios de San Juan, que cambió de residencia tan a menudo como esta última. Estas residencias, que marcan varias etapas en su desarrollo, son: Acre, su cuna en Palestina (1190-1309); Marienburg, Prusia, el centro de sus dominios temporales como principado militar (1309-1525); Mergentheim en Franconia, que heredó las posesiones restantes tras la pérdida de Prusia (1524-1805); finalmente, Viena en Austria, donde la orden ha reunido los restos de sus rentas y sobrevive como orden puramente hospitalaria. Una rama protestante subsiste igualmente en Holanda.

Historia

Las Ordenes militares nacieron como consecuencia de las Cruzadas. Son instituciones características de la Edad Media europea, aunque sus repercusiones sociales, sobre todo en el plano honorífico, lleguen hasta nuestros días. En su origen fueron organismos a la vez militares y religiosos, porque las personas que los componían unieron a ciertos votos religiosos la obligación de apoyar con las armas determinadas actitudes de los poderes cristianos europeos de la época. Su modelo institucional se encuentra no solo en el monacato, sino también en la cofradía hospitalaria, asociada con frecuencia al mundo de las peregrinaciones. Esta función asistencial, compatible siempre con las actividades guerreras, explica por que, en casi todos los casos, las órdenes militares surgieron de agrupaciones originariamente hospitalarias, vocación ésta que jamás abandonaron del todo y que incluso se mantuvo mucho tiempo después de que el factor bélico hubiese desaparecido.

Durante el asedio de Acre, los cruzados Alemanes fundaron un hospital para sus compatriotas heridos o enfermos. Como todos los hospitales de la época estaba formado por religiosos que no podían hacer mucho realmente, salvo evitar ciertos dolores y velar por las almas de los heridos. Federico de Suabia que era el emperador en ese momento tomó este hospital bajo la protección de su familia y le concedió propiedades y derechos en Alemania. En 1198 se convirtió oficialmente en orden con el nombre de Orden de Santa María de los Teutones. La Orden de Santa María de los Teutones era muy semejante a la de los caballeros hospitalarios de San Juan de Dios aunque menos extensa que esta y con una característica, que además de los tres votos añadían otro mas, un cuarto voto que era el de cuidar a los enfermos.

Los Teutónicos siguieron las normas hospitalarias de los Caballeros de San Juan y la estructura militar de los templarios. Los primeros miembros provenían de familias nobles y que tomaban los votos habituales de: castidad obediencia, y pobreza, más el que les obligaba a cuidar a los enfermos. También estaban divididos en tres clases: guerreros, enfermeros y hermanos espirituales. Los caballeros Teutónicos, asumieron desde un principio deberes de enfermería y militares. Se distinguían por un hábito negro encima del cual llevaban una casaca blanca con una cruz negra bordada en oro sobre el hombro. Los caballeros Teutónicos también como los Hospitalarios habían empezado como una orden caritativa (actualmente lo es) y cuidaban a los peregrinos alemanes, primero en Jerusalén y luego construyendo un hospital, para los caballeros alemanes heridos, en las afueras de la ciudad de Acre (Palestina), durante el sitio por Ricardo Corazón de León en 1191.

Esta orden fundó un estado militar religioso independiente, Prusia, y luchó activamente contra los paganos del nordeste de Europa. Una vez que abandonaron Tierra Santa, se trasladaron a los estados bálticos de Europa nororiental. La Orden continuó existiendo en el sur de Alemania hasta que fue disuelta por Napoleón en 1809. Renació en Austria en el año 1834 y mantuvo su identidad a lo largo de todo el siglo XIX pero su actividad estuvo restringida a obras de caridad. En 1918 fue encabezada por un sacerdote y en el año 1929 se restauró por completo su disciplina religiosa. Con la excepción del periodo de la II Guerra Mundial, la Orden Teutónica se mantiene como una institución asistencial y caritativa desde 1929. Su cuartel general está en Viena, aunque posee casas en diversas zonas de Austria, Italia y Alemania.

Definición

Siendo el origen de esta Orden Militar las Cruzadas y originada por la atención que prestaron los caballeros teutones que en la misma participaron, entendemos que no está de más incluirla en la relación de dichas Ordenes que hemos venido desarrollando. Se trata de una Orden Religioso-Militar que en un principio fue conocida con el nombre de Caballeros Teutónicos del Hospital de Santa María de Jerusalén. La fecha de su creación se fija en el año 1.189, durante el asedio por los cruzados cristianos de la fortaleza de San Juan de Acre. Fue entonces cuando se elevó un hospital destinado para los cruzados teutones. Ahora bien: en el año 1.198, los caballeros de esta nacionalidad se reunieron para estudiar y llevar a efecto, si existía acuerdo, la transformación del Hospital de Acre en una Orden Religiosa-Militar. Así se determinó, nombrandose a su primer Maestre, que fue Heinrich Walpot. El segundo paso fue la elección del hábito, decidiéndose que este fuera una túnica blanca con una cruz negra. La idea original fue combinar los ideales hospitalarios de la Orden de San Juan, con los militares de los Templarios, constituyendo una fuerza de caballería noble destinada a la defensa de la fe. Este fue el proyecto original; pero finalizada su participación en las Cruzadas, los caballeros de la Orden Teutónica regresaron a sus tierras de origen y, en lugar de disolver una Orden que había nacido para combatir a los musulmanes en Tierra Santa, decidieron continuar su obra en los países del Norte de Europa y así fijaron su atención en las posibilidades que ofrecía la evangelización de los territorios situados al Este de Alemania. Esto sucedió en el siglo XIII.

Su primera acción fue acudir a Transilvania, emprendiendo una serie de acciones bélicas que finalizaron en estruendoso fracaso, ya que fueron expulsados de Hungría por Andrés II, rey de aquel país. En el año 1.310, los caballeros de la Orden iniciaron la ocupación de Prusia, dirigidos por su III Gran Maestre, Herman Von Salza, intentaron entrar en la Pomerania desde donde se extendieron a Estonia. La Orden concebida como Religiosa-Militar, se orientó casi exclusivamente a esta última ocupación, dado que una vez pacificada Prusia, extendieron su campo de acción a Livonia y Curlandia. Fue precisamente en esta época cuando la Orden Teutónica se fusionó con otra Orden similar, aunque de menos importancia, los denominados Caballeros Portaespada. Las actividades de la Orden Teutónica, aunque proclamando siempre que estaban en defensa de la fe, lo que en realidad significaban era la total germanización de las tierras que iban ocupando, ya que se dedicaban a la fundación de nuevos núcleos de población y estos inevitablemente eran poblados por elementos germanos. Para este designio se utilizaba la táctica de la fundación de grandes ciudades, en detrimento de la poblacion autóctona, a la que se sometía en ocasiones a verdaderas matanzas, o deportándola de unas tierras que habían habitado durante siglos y que, en realidad, eran suyas. En el año 1.291, la pérdida, por los cristianos, de San Juan de Acre, en Tierra Santa, cortó los últimos y ya muy débiles vínculos de los caballeros teutónicos con el espíritu de las Cruzadas y la capital de la Orden y sede del Gran Maestre se trasladó a Venecia hasta el año 1.309, en que se decidió instalarse definitivamente en Malborck, ciudad desde donde las altas jerarquías de la Orden dirigían todas las actividades de la misma. Durante el siglo XIV, la Orden Teutónica alcanzó el período de su mayor expansión y sus posesiones vinieron a constituir algo así como un enorme estado monástico. Obtuvieron la posesión total de la Pomerania y adquirieron el puerto de Danzing, culminaron el dominio sobre Estonia y ocuparon la isla de Gotland.

La política de esta Orden fue variando según pasaba el tiempo; si al principio fue una organización más en las Ordenes de Caballería destinadas a la defensa de la fe cristiana, pronto se demostró que, bajo este pretexto, lo que se iba llevando a cabo era una política de agresión sobre otros Estados a los que se deseaba germanizar. A partir de la segunda mitad del siglo XIV, se inició la decadencia de la Orden Teutónica. La aparición de una fuerte potencia militar constituida por la unión de Polonia y Lituania significó un rudo golpe contra los intereses expansionistas de los caballeros teutónicos. Y la Orden sufrió, frente al rey Ladislao II, de Polonia una tremenda derrota en la batalla de Tannenberg de modo que al finalizar la guerra por la paz de Torun (1.466) la mayoría de los territorios que habían estado en posesión de la Orden Teutónica pasaron a depender de Polonia. En el año 1.511 fue elegido su último Gran Maestre, Alberto de Brademburgo y aquí, en este preciso momento, es cuando se revela con toda claridad que los motivos que movieron a esta Orden en sus tiempos de expansión no fueron religiosos, sino políticos, ya que este Gran Maestre abandonó el catolicismo para adherirse a a la Reforma Protestante, secularizando la Orden, con lo cual se abandonó el ideal monástico para pasar a formar un Estado hereditario formado por las posesiones de los Hohenzollern. En el año 1.525 se llevó a efecto la práctica desaparición de la Orden Teutónica.

Ya nada quedaba de sus principios, de su misión en Tierra Santa, de sus carácter de Hospitalarios, en sus últimos años de existencia, los teutónicos se habían convertido en un ejército regular al servicio de la idea pangérmanica y nada más. En su primitiva organización, la Orden Teutónica comprendía a los caballeros, que eran los encargados de las misiones militares; los sacerdotes, de las espirituales y ritos de la fe y, una especie de legos que eran los encargados de servir a los primeros y los segundos. Los componentes de los dos primeros grupos, caballeros y sacerdotes, estaban obligados a hacer votos perpetuos, en tanto que los legos podían abandonar la Orden cu ando así lo creyeran conveniente. En un principio, cada casa, o convento de la Orden, debía estar habitada por un Comendador, doce caballeros y seis sacerdotes, amén de un número indeterminado de legos. La Dirección General de la Orden correspondía a un Gran Maestre cuyo cargo era vitalicio. Ahora bien, las decisiones de este Gran Maestre estaban controladas por un Capítulo General formado por los Maestres provinciales (Armenia, Acaya, Lombardía, Apulia, Prusia, Livonia y Germania). En la misma residencia del Gran Maestre de la Orden debían vivir los demás altos dignatarios, que eran, el Comendador, el Gran Mariscal, el Hospitalario y el Tesorero. La realidad histórica obliga a dejar constancia de cómo, al amparo de lo que en un principio constituyó el mismo ideal que empujó a los cruzados a Tierra Santa, es decir, la defensa de la fe cristiana, acabó convirtiendo a esta Orden en algo totalmente distinto al pensamiento de sus fundadores. Debilitado el espíritu de las Cruzadas, la Orden Teutónica no sólo se desentendió de cuanto pudiera suceder en Tierra Santa, sino que acabó convirtiéndose en un ejército, cuyo ideal, si así puede llamarse, fue el ir conquistando tierras, no para extender por ellas la fe, sino para irlas poblando de elementos germanos. La religiosidad se había convertido en política al servicio de un nacionalismo que nada tenía ya que ver con los primitivos orígenes de la Orden.

Etapas en su desarrollo

Acre, su cuna en Palestina (1190-1309)

Hubo ya un hospital teutónico para peregrinos procedentes de Alemania en el Reino Latino de Jerusalén, con una iglesia dedicada a la Santísima Virgen, que aún es la patrona de la orden y de la cual procede el nombre de marianos que a veces es dado a sus miembros. Pero este establecimiento, que se encontraba bajo la jurisdicción del Gran Maestre de San Juan, fue destruido tras la conquista de Jerusalén por Saladino (1187). Durante la Tercera Cruzada, peregrinos alemanes procedentes de Bremen y Lübeck establecieron con el duque de Holstein un hospital provisional bajo las murallas sitiadas de Acre, constituido por una gran tienda construida con las velas de sus barcos, en la cual eran recibidos los enfermos de sus países (1190). Tras la captura de Acre, este hospital se estableció permanentemente en la ciudad con la colaboración de Federico de Suabia, jefe de la cruzada alemana, al tiempo que le fueron asignados monjes caballeros para la defensa de los peregrinos. La Orden de los Caballeros Teutónicos fue y ocupó su sede después de las otras dos órdenes de Jerusalén, los Hospitalarios y los Templarios. Tan pronto como en 1192 le fueron asignados por Celestino III los mismos privilegios que a la Orden de San Juan, cuya regla hospitalaria adoptaron, y que a la Orden del Temple, de la cual tomó su organización. Inocente III en 1205 les otorgó el uso de hábitos blancos con una cruz negra. Los emperadores de la casa de Suabia les colmaron de favores. Además, se pusieron del lado de Federico II incluso después de que hubiera roto con el papado, en oposición a las otras dos órdenes militares. Durante la Cuarta Cruzada, cuan do las puertas de Jerusalén fueron por última vez abiertas a los cristianos, bajo el comando de este emperador, los Caballeros Teutónicos pudieron tomar de nuevo posesión de su primera casa, Santa María de los Alemanes (1229). Pero no fue por mucho tiempo, y antes del fin de aquel siglo abandonaron Palestina, que había caído nuevamente bajo el yugo del Islam (1291).

Marienburg, Prusia, el centro de sus dominios temporales como principado militar (1309-1525)

Una nueva etapa fue abierta por su celo religioso y militar en Europa Oriental, contra los paganos de Prusis. Esta costa del Báltico, de difícil acceso, había resistido hasta entonces a los esfuerzos de los misioneros, muchos de los cuales habían dejado allí sus vidas. Para vengar a estos cristianos fue predicada una cruzada; una orden militar fundada con este objeto, la de los Schwertzbrüder, no habían tenido mucho éxito, cuando un duque polaco, Conrado de Masovia, determinó pedir ayuda a los Caballeros Teutónicos, ofreciéndoles a cambio el territorio de Culm con todo aquello que pudieran arrebatar a los infieles. Hermann de Salza, cuarto Gran Maestre de la orden, fue autorizado para realizar este cambio por Honorio III y el emperador Federico II, quien, además, le elevo al rango de príncipe del imperio (1230). El caballero Hermann Balk, nombrado Provincial de Prusia, con veintiocho de sus hermanos caballeros y un ejército de cruzados alemanes comenzó esta lucha que duró veinticinco años y fue seguida por la colonización. Debido a los privilegios asegurados a los colonos alemanes, nuevos pueblos crecieron en todas partes y con el tiempo germanizaron un país cuyos nativos pertenecían a la raza leto-eslava. Desde entonces la historia de este principado militar se identifica con la de Prusia. En 1309 el quincuagésimo Gran Maestre, Sigfrido de Feuchtwangen, transfirió su residencia desde Venecia, donde en esta época los caballeros tenían su casa principal, hasta el castillo de Marienburg, donde construyeron una formidable fortaleza.

El número de caballeros nunca superó el millar, pero la totalidad del país se organizó militarmente, y con la constante llegada de nuevos cruzados la orden fue capaz de sostenerse entre sus vecinos, especialmente los habitantes de Lituania, que eran de la misma raza que los nativos de Prusia y, como ellos, paganos. En la batalla de Rudau (1307) los lituanos fueron derrotados, y se convirtieron pocos años después con su gran duque Jagellon, que abrazó el cristianismo al casar con la heredera del Reino de Polonia (1386). Con este acontecimiento, que puso fin al paganismo en esta zona de Europa, los Caballeros Teutónicos perdieron su razón de ser. Desde entonces su historia consistió en una sucesión de incesantes conflictos con el rey de Polonia. Jagellon les infligió una derrota en Tannenberg (1410), que les costó 600 caballeros y arruinó sus finanzas; con el fin de repararlas, la orden se vio obligada a tomar recursos de exacciones, lo que hizo alzarse a la nobleza nativa y a las ciudades, proporcionando a los polacos una nueva oportunidad para interferir contra la orden. Una nueva guerra costó a la orden la mitad de sus territorios, y la otra mitad pudo ser sostenida solamente bajo el vasallaje del rey de Polonia (Tratado de Thorn, 1466). La pérdida de Marienburg provocó la transferencia de la residencia del Gran Maestre a Königsberg. Para mantenerse frente a los reyes de Polonia, la orden tuvo que depender de Alemania y que confiar el cargo de Gran Maestre a príncipes alemanes. Pero el segundo de estos, Alberto de Brandenburgo (1511), abusó de su posición y secularizó Prusia, al tiempo que abrazaba el luteranismo (1525). Esto hizo de Prusia un feudo hereditario de su casa bajo el vasallaje de la Corona de Polonia.

Mergentheim en Franconia (1524-1805)

Sin embargo, los dignatarios de la orden en el resto de Alemania preservaron fielmente sus posesiones, y habiendo roto con el apóstata eligieron un nuevo Gran Maestre, Gualterio de Cronenberg, que fijó su residencia Mergentheim, en Franconia (1526). Tras la pérdida de Prusia, la orden mantenía aún doce bailías en Alemania, que fueron perdiéndose una por una. La secesión de Utrecht (1580) significó la pérdida de la bailía de ese nombre en los Países Bajos. Luis XIV secularizó sus posesiones en Francia. El tratado de Lunéville (1801) les quitó sus posesiones en la orilla izquierda del Rin, y en 1809 Napoleón otorgó sus posesiones en la orilla derecha a sus aliados de la Confederación del Rin. Los Caballeros Teutónicos conservaron únicamente la bailía del Tirol en Austria.

Viena en Austria

De esta forma la orden pasó a ser exclusivamente austríaca, bajo la suprema autoridad del Emperador de Austria, que reservaba la dignidad de Gran Maestre para un archiduque de su casa. Desde 1894 fue ostentada por el Archiduque Eugene. A principios del siglo XX había veinte caballeros profesos ligados por el celibato que disfrutaban de un beneficio de la orden, y treinta caballeros de honor que no estaban ligados por esa observancia, pero que debían proporcionar una cuota de entrada de 1500 florines y una contribución anual de 100 florines. Además, su admisión exigía una prueba de nobleza. Las rentas de la orden se destinaban a obras religiosas, y estaban a cargo de 50 parroquias, 17 escuelas y 9 hospitales, para lo cual sostenía dos congregaciones de sacerdotes y cuatro de hermanas. Además, proporcionaba una ambulancia en tiempos de guerra; la orden pagaba el coste de la ambulancia, mientras que el personal lo formaban marianos laicos. De esta forma, tras diversas vicisitudes, los Caballeros Teutónicos recuperaron su carácter de hospitalarios. Además de esa rama católica en Austria, la orden tenía una rama protestante en la antigua bailía de Utrecht, cuyas posesiones habían sido preservadas del beneficio de la nobleza del país. Los miembros, elegidos por el capítulo de caballeros, debían dar prueba de nobleza y profesar la religión calvinista, pero estaban dispensados del celibato. Cuando Napoleón tomó posesión de Holanda en 1811 suprimió esta institución, pero tan pronto como en 1815 el primer Rey de los Países Bajos Guillermo I de Orange, la restableció, declarándose su protector. La orden, a principios del siglo XX, comprendía 10 comandantes, Jonkheeren, y aspirantes (expectanten), que pagaban una cuota de admisión de 525 florines y tenían el derecho de portar en el ojal una pequeña cruz de la orden.

Enlaces externos

Fuentes