Orogénesis

Orogénesis
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Concepto:Formación o rejuvenecimiento de montañas y cordilleras.

Orogénesis. Es la formación o rejuvenecimiento de montañas y cordilleras causada por la deformación compresiva de regiones más o menos extensas de litosfera continental. Se produce un engrosamiento cortical y los materiales sufren diversas deformaciones tectónicas de carácter compresivo, incluido plegamiento, fallamiento y también el corrimiento de mantos.

Reproducción y desarrollo

El desarrollo de la orogénesis se da en tres violentas fases:

  • Plegamiento: Los elementos blandos chocan entre sí.
  • Fallamiento: Los materiales de mayor dureza y lo pliegues se rompen.
  • Cabalgamiento: La materia se moviliza de su sitio original.

Es posible que durante su evolución se den erupciones de volcanes, tal y como sucede cuando se forman los orógenos térmicos, cuyo caso más emblemático son los Andes. Si se trata de un orógeno mecánico o de colisión, es poco probable que aparezcan volcanes, pero sí grandes espacios repletos de pliegues y zonas de engrosamiento. Esto se debe a que una placa continental termina sobre otra. Tal como ocurre en los Alpes.

Resultados

Es común durante la manifestación de la orogénesis la aparición de estructuras alargadas, con leves abultamientos en forma de arcos, que reciben el nombre de “cinturones orogénicos”. Es posible identificarlos ya que lucen como lonjas estiradas y paralelas a las rocas, y guardan similitud con ellas en toda su extensión. Estos cinturones orogénicos están vinculados a espacios de subducción en la superficie terrestre y dan pie a la aparición de volcanes.

Tipología

Existen dos tipos de progénesis, que se pueden resumir de la siguiente manera:

  • Orogénesis simétrica: es producto del choque entre dos placas de la litósfera continental, comprimidas al nivel de una depresión en la corteza terrestre, localizada entre dos masas durante su acercamiento. Un ejemplo común son las cordilleras de los Pirineos, el Himalaya o Los Alpes.
  • Orogénesis asimétrica: provocada por el golpe entre una placa continental y una oceánica. Formada por el plegamiento de los restos sedimentarios, que se acumulan en la zona de subducción, con la que cuenta una placa oceánica, situada debajo de la continental. Algunos ejemplos son La Cordillera de las Rocosas y la de los Andes.


Interpretación actual

El problema de la interpretación de la orogénesis ha sido el problema teórico mayor de la Geología desde su origen. Se trata de explicar por qué, a pesar de la continuidad de los procesos de erosión, no deja de haber en la Tierra relieves elevados y abruptos. El desarrollo y aceptación de la teoría de la Tectónica de Placas a partir de la década de 1960 ofreció un nuevo marco teórico para la comprensión de este enigma. Hasta entonces las diversas teorías podían en su mayoría encuadrarse dentro de un conjunto conocido como teorías del geosinclinal/orógeno. Esta denominación alude al reconocimiento, no desmentido, de que las grandes cordilleras se levantan sobre todo con materiales sedimentarios acumulados en grandes cuencas marginales a los continentes, a las que se llama geosinclinales. Se observa precisamente en el carácter sedimentario pero deformado de las formaciones rocosas de las más altas cumbres montañosas. Lo que faltaba en esas teorías tectónicas era una explicación satisfactoria del origen de las inmensas fuerzas de compresión necesarias para convertir un geosinclinal en un orógeno.

La Teoría de la Tectónica de Placas explica el levantamiento como un efecto derivado de la convergencia de placas litosféricas. La convergencia arranca cuando la litosfera oceánica se rompe, generalmente junto al margen continental, en el lado externo de un geosinclinal. Consiste durante mucho tiempo en la subducción de esa litosfera oceánica bajo el margen continental, para terminar frecuentemente con una fase en la que la convergencia termina dando lugar a la colisión de dos fragmentos continentales. Mientras se trata de subducción, la orogénesis produce cordilleras ricas en fenómenos volcánicos; es el caso de los Andes. Cuando se alcanza, si es que ocurre, la fase de colisión, los orógenos que se forman son muy extensos y abruptos, con escasa actividad volcánica; este tipo viene ejemplificado por el Himalaya o los Alpes.

Continúa habiendo debate en torno al peso relativo de cada proceso natural involucrado en la orogénesis (fuerzas tectónicas, deformación de la litosfera, erosión y transporte de sedimento, clima, magmatismo, etc.) en determinar la estructura actual de los orógenos. Desde finales de los años 90, por ejemplo, se ha desarrollado la idea de que el crecimiento del orógeno y su deformación interna es sensible a la distribución superficial de la erosión, controlada por el clima, pero no existe aún consenso sobre la relevancia de este efecto.

Orogénesis en la Historia de la Tierra

La intensidad de la orogénesis no se ha mantenido homogénea en el tiempo. Además en cada momento de la historia de la Tierra han sido diferentes las partes de la corteza continental afectadas por procesos orogenéticos. En primer lugar hay que suponer que los procesos característicos de la tectónica global arrancaron en un determinado momento de la evolución planetaria, y que no se han mantenido totalmente uniformes en su intensidad y, hasta cierto punto, su mecánica. De la misma manera sabemos que, a medida que el planeta va perdiendo energía interna, por su disipación como calor en el espacio, las fuerzas necesarias para la orogénesis se van debilitando. Los procesos volcánicos provocan la desgasificación del interior, que va perdiendo agua y otros volátiles, lo que da lugar a una progresiva evolución de sus propiedades mecánicas hacia una mayor rigidez; a la larga los procesos geotectónicos mayores, como la expansión oceánica y la orogénesis, tendrán que detenerse.

Se llama orogenias o períodos orogenéticos a épocas en la construcción global del relieve. Las tradicionalmente reconocidas son recientes, ocurridas todas en el Fanerozoico:

  • Orogenia caledoniana: movimientos tectónicos ocurridos hace aproximadamente 400 millones de años. De este plegamiento orogénico surgió la cadena caledoniana, de la que se conservan vestigios en Escocia, península Escandinava, Canadá, Brasil, Norte de Asia y Australia.
  • Orogenia hercínica o varisca: ocurrió en numerosos puntos del globo terrestre hace 300 millones de años y fue más importante que el plegamiento caledoniano. Este plegamiento afectó a gran parte de Europa Centro-occidental, los Urales, los Apalaches en América del Norte, los Andes, Tasmania, etc.
  • Orogenia alpina: plegamiento orogénico del período terciario, el que todavía no ha cesado. Se inició hace 62 millones de años, con el que se formaron, entre otros, el sistema alpino-himalayo, que se extiende desde la Cordillera Cantábrica, los Pirineos y los Alpes hacia el Este, pasando por el Cáucaso, hasta unirse con el mayor núcleo orogénico de ese momento, el Himalaya. También tienen su origen en esta orogénesis las cordilleras mediterráneas meridionales, como las Cordilleras Béticas y el Atlas, o las Montañas Rocosas y los Andes en el continente americano.

Efectos sobre el ambiente

Las historias climática y ecológica recientes de la Tierra han sido muy influidas por las vicisitudes de la orogénesis, lo mismo que por la redistribución de las masas continentales. El levantamiento de grandes relieves modifica la circulación atmosférica, el régimen de vientos, y la distribución de la humedad. Además en las fases en que se acelera el levantamiento, se producen una meteorización y una erosión más intensas, que provocan una disminución del CO2 atmosférico. Ocurre por la intensificación de la carbonatación, por ese componente del aire, de silicatos que la erosión somete a la intemperie; el resultado es un secuestramiento de CO2 que reduce su concentración en la atmósfera y da lugar a un enfriamiento del clima global.

Fuentes