Oscar Arredondo de la Mata

Oscar Paulino Arredondo de la Mata
Información sobre la plantilla
Arredondo de la Mata.jpg
Paleontólogo
NombreOscar Paulino Arredondo de la Mata
Nacimiento18 de junio de 1918
Ciudad de La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento20 de julio de 2001
Ciudad de La Habana Bandera de Cuba Cuba

Oscar Paulino Arredondo de la Mata. Eminente paleontólogo cubano, estudioso de los vertebrados fósiles cubanos del pliocuaternario, y miembro de la Sociedad Espeleológica de Cuba desde 1945.

Síntesis biográfica

Nació en el pintoresco Barrio del Pilar, como el siempre lo llamó, en la Ciudad de la Habana, Cuba. Aparece inscrito su nacimiento el 18 de julio aunque su padre le decía que había nacido un 18 de junio. Fue ejemplo de sencillez, de humildad, de tenacidad, de conocimientos siempre dispuestos a dar. No hubo ambiente familiar científico; las posibilidades económicas siempre fueron escasas y la formación académica totalmente ausente. Hijo de padres humildes. Ingresa en la Escuela Pública No. 33 a la edad de 9 años en el curso escolar de 1927. En esta escuela permaneció hasta 1932, lo que indica que sólo alcanzó el 5to grado de escolaridad, momento en que tiene que abandonar la escuela y comenzar a trabajar para aumentar el ingreso económico de la familia, al igual que el resto de sus seis hermanos, dos hembras y cuatro varones. Desde muy niño sintió profundo amor por las ciencias naturales, especialmente por la ornitología, comenzando a incursionar en esta ciencia de forma autodidacta. La vida y costumbres de los animales fueron su mayor pasión desde los primeros momentos.

Trayectoria de trabajo

En 1942, comenzó a trabajar en una tienda de ropas y luego, durante cuatro años, trabajó en una peluquería. Además, se desempeñó como representante fotográfico, vendedor de frutas y representante teatral de una compañía de actores donde trabajaban otros de sus hermanos, entre otras múltiples ocupaciones del momento para poder ganar algo de dinero. Durante toda esta etapa se ocupó de leer mucho y observar los animales, además, poseía dotes extraordinarios para dibujar, aspecto este que dejó en numerosas postales a color sobre las aves cubanas.

En el año de 1945 ingresa en la Sociedad Espeleológica de Cuba y, un año después, comienza a descubrir el fascinante mundo del estudio de los fósiles, o sea, la paleontología. Es a partir de este momento que su vida cambia en el orden cultural; comienza a dedicar su vida al estudio de los restos fósiles que hallaba, junto a sus colegas de la Sociedad Espeleológica de Cuba, en las diferentes cavernas que visitaban durante las numerosas expediciones realizadas a diversos lugares del país.

Ya como miembro de una sociedad científica, que encausaba sus intereses y motivaciones investigativas, fue necesaria una preparación más profunda, pero aún de forma autodidacta. En este período tuvo que asumir diversos trabajos como forma de ganarse la vida y poder comer. Parte importante de sus ingresos monetarios los empleaba en costearse los viajes de expedición, según la agenda de trabajo de la entonces naciente Sociedad Espeleológica de Cuba. En el año 1948, comienza a trabajar fijo como cartero en el Ministerio de Comunicaciones, labor que realizó con orgullo y dedicación durante 36 años, hasta 1984, fecha en que se jubiló laboralmente.

A partir de este momento dedicó el resto de sus días a profundizar en el estudio de las osamentas fósiles de los vertebrados extintos cubanos, para lo cual no escatimó sacrificio alguno.

Sus primeros 30 años de vida le sirvieron para afianzarse como hombre de bien, no sintió la más mínima vergüenza en realizar los diversos trabajos, siempre que fuesen honrados con el fin de ganarse la vida y obtener el dinero que utilizaba en sus viajes de expedición.

Muerte

Al morir pertenecía a más de 10 organizaciones nacionales e internacionales, de reconocido prestigio, como miembro activo y, en algunas de ellas, como Miembro de Honor. Al morir, con la autoría de O. Arredondo, existían trabajos por ser publicados, incluyendo su mayor obra escrita “Los Vertebrados Fósiles del Cuaternario de Cuba,” un libro con más de 800 cuartillas l,300 grabados. Hasta 1955 vivió en ese barrio, aunque en diferentes calles y casas, murió el 20 de julio de 2001 en el Reparto Capri donde vivió 40 años.

Obra Paleontológica

Su basta obra paleontológica se centra en el estudio de las aves y los mamíferos del Cuaternario de Cuba. Tuvo el privilegio de descubrir y describir una fauna diversa de aves gigantes que poblaron prácticamente todo el territorio nacional, y percatarse del rol ecológico tan significativo que estas desarrollaron en tierras donde no había mamíferos carnívoros. El cóndor cubano, el águila de la prehistoria de Cuba, lechuzas y buhos de tamaños descomunales, el mayor gavilán de América y un teratórnido fueron descritas por Arredondo. Diversas especies de mamíferos, entre las que se cuentan cánidos, perezosos, roedores y primates fueron descritas y fundamentadas por Arredondo, como especies propias de nuestro pasado prehistórico. El aporte al conocimiento de estas especies ha sido de gran valor en el campo de la osteología comparada, la paleobiogeografía de Cuba y la Antillana, e incluso en la arqueozoología y la antropología.

Recordar a Oscar Arredondo solamente como paleontólogo sería como mutilar una vida que recién comienza. Oscar, como muchos lo llamaban o Arredondo como también le decían otros, llegó a ser (sin proponérselo) un pedagogo, pues sus enseñanzas fructificaron en varios jóvenes que hoy siguen sus pasos, alumnos unos y compañeros de expediciones otros, supieron aprovechar sus experiencias y sobre todo valorar un hombre sencillo, humilde y con extrema sensibilidad. Diversos artículos y conferencias, desde sus comienzos, están encaminados a ofrecer metodologías de trabajo en el campo de las ciencias naturales, específicamente en la paleontología. Hoy día se escribe y discute sobre la imperiosa necesidad de la protección del medio ambiente y la conservación de la biodiversidad.

Es meritorio reconocer en Arredondo un promotor de la protección de la fauna. Diversos y variados fueron los trabajos que publicó en revistas de divulgación popular sobre la necesidad del cuidado y protección de la biodiversidad, referidos a las aves, los reptiles, los anfibios, los mamíferos y diversos grupos de invertebrados, primando en todos ellos lo hermoso de la madre naturaleza y lo urgente de proteger hasta el más insignificante de los habitantes de la tierra.

Publicaciones

Su primera publicación la realiza en el año 1939 y, aún en el año 2006, posee trabajos pendientes de publicación. A partir de 1946, con su segundo artículo publicado, comienza su fecunda vida científica en el campo de las ciencias naturales. En estas notas biográficas es importante destacar la labor divulgativa que sobre temas generales de fauna realizó O. Arredondo. Para ello, utilizó la destreza y habilidad de sus ideas y palabras para reflejar en diversas revistas de la época, como Bohemia, Carteles, El Cartero Cubano, Lux e Ecos, entre otras, la riqueza de nuestra fauna y la necesidad de su protección; fue capaz de llevar temas puramente científicos a un lenguaje científico divulgativo al alcance de jóvenes y profesionales, algo no usual en personas puramente científicas. Publicó 134 trabajos científicos especializados, la mayoría se han dado a conocer en Cuba, otros muchos en Estados Unidos de América y en Venezuela. Un total de 38 morfoespecies de vertebrados del Cuaternario de Cuba llevan su nombre como único autor o en compañía de prestigiosos científicos cubanos o extranjeros , así como también 2 subfamilias, 10 géneros y 4 subgéneros, tanto de aves como de mamíferos nuevos para la ciencia, que ha dado a conocer al mundo científico. Las especies dedicadas a Oscar Arredondo incluyen Pulsatrix arredondoi Brodkorb (1968), Capromys arredondoi Varona (1984), Cerion (Strophiops) arredondoi Jaime (1984) y Solenodon arredondoi Morgan & Ottenwalder, (1993). Finalmente, perteneció a varias organizaciones nacionales e internacionales como miembro correspondiente y activo, algunas de estas organizaciones hoy ya no existen.

Fuentes