Pérgola

Pérgola
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Pérgola. Estructura que sirve como cubierta para un patio o un paseo, provee sombra y sostiene a plantas trepadoras.

Origen

Este elemento arquitectónico lleva utilizándose desde hace más de 3.000 años.

En sus inicios, se utilizaban para conectar espacios grandes por el exterior; o para acceder a nuevos espacios, a modo de pasillo conector. A ciencia cierta su uso empezó debido a razones meramente climatológicas (para protegerse del sol o de la lluvia y es por eso que son un elemento indispensable por su funcionalidad.

Significado de la palabra pérgola

La palabra pérgola proviene del latín, en concreto de la palabra pergula, y hace referencia a aquello que nos cubre, como el alero situado en la parte inferior del tejado, que sobresale y en días de lluvia nos protege.

Una pérgola o pergolado (expresión utilizada en algunos países de América Latina) es una estructura, normalmente hecha en madera aunque se pueden construir en otros materiales, compuesta por unas columnas sobre las que reposa una estructura reticular de vigas, con el fin original de dar sombra.

Principales usos

Normalmente las podemos encontrar en los exteriores de una casa (jardines, terrazas o azoteas) o incluso en plazas y jardines públicos, Normalmente las podemos encontrar en los exteriores de una casa (jardines, terrazas o azoteas) o incluso en plazas y jardines públicos. Las pérgolas tienen el fin de aportar sombra en un espacio abierto, especialmente cuando se permite que plantas trepadoras crezcan a su alrededor y entre las vigas, no es raro encontrarlas en lugares donde tienen un fin exclusivamente decorativo, para formar un pasillo o incluso como medio para separar ambientes, se utilizaban en la antigüedad para templos.

Tipos de pérgolas

Las terrazas son un espacio ideal en el que pasar un rato agradable, por ese motivo existen las pérgolas. Estas soluciones, son perfectas para conseguir una mejora de las terraza a todos los niveles. Son atractivas, dan sombra a quienes están en ella y cada vez ofrecen mayor innovación, como las pérgolas bioclimáticas.

  • Pérgolas de obra
  • Pérgolas de lona o textiles
  • Pérgolas de madera
  • Pérgolas de caña
  • Pérgolas bioclimáticas


  • Pérgolas de obra

Las pérgolas con hormigón, cemento o con ladrillo, ofrecen una protección total en la terraza y hoy en día disfrutan de diseños muy innovadores. Sin embargo, el coste de trabajo es mayor que cualquier otro tipo de pérgola y es completamente fija, no podremos orientarlas o moverlas según necesitemos.

  • Pérgolas de lona o textiles

Las pérgolas con textiles, se construyen sobre estructuras de diversos materiales como madera o aluminio, pero la cobertura se obtiene normalmente con una lona. Las lonas se pueden plegar y desplegar pero por ello mismo es habitual que creen bolsas. En ellas se acumula el agua de lluvia y la suciedad del ambiente (polvo, hojas…) afeando sobre manera el techo. Son frágiles a la exposición solar y al viento, es común ver pérgolas textiles rasgadas con poco uso. No protegen de la lluvia y crean goteras.

  • Pérgolas de madera

Este tipo de pérgolas utiliza la madera en toda su estructura, incluyendo también el techo. La madera transmite calidez pero también requiere muchos cuidados. De manera periódica, hay que tratarla con productos especiales para que no se pudra, agriete, entren polillas y, finalmente, se deteriore por completo. La humedad y la incidencia solar son nefastas para la madera.

En verano, la pérgola de madera acumula calor y en invierno, es muy húmeda.

  • Pérgolas de caña

Las pérgolas de caña ofrecen mucha variedad. Hay techos con cañizo, techos con bambú, etc. No ofrecen un aislamiento completo y pueden requerir cambiarse a menudo. Además, los cañizos desprenden pequeñas fibras con lo que la limpieza en el interior de la pérgola debe ser mucho más asidua.

  • Pérgolas bioclimáticas

Esta es la opción más innovadora y recomendable en la actualidad. Las pérgolas bioclimáticas son estructuras con sistemas de lamas de aluminio.

Estas lamas pueden abrirse en una inclinación diferente según las condiciones climáticas, de ahí el nombre que reciben. de esta forma, pueden estar completamente cerradas o abiertas hasta 135º. Incluso tienen sistemas de apertura con los que dejar pasar el aire, pero por ejemplo si está lloviendo, no entra el agua.

Las pérgolas bioclimáticas también cuentan con un componente tecnológico importante. Pueden programarse desde el mismo móvil, para que las lamas se abran al amanecer o al atardecer, que se cierren a mediodía, etc. También tienen instalación de iluminación interior, que puede controlarse igualmente por remoto.

Fuentes