Palacios neoclásicos Camagüey siglo XIX
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La ciudad de Camagüey posee valiosos exponentes pertenecientes a la arquitectura doméstica. Los edificios de uso habitacional constituyen el mayor volumen del patrimonio construido que presenta el centro histórico.
Este tipo de inmuebles ha sido abordado por diversos investigadores en el afán de discernir acerca de las costumbres y tradiciones de los camagüeyanos.
En el presente vamos a referir a las grandes mansiones construidas en la segunda mitad del siglo XIX, momento en que el estilo neoclásico constituía la opción preferida en el diseño arquitectónico.
Las viviendas han obtenido el nombramiento de "palacios", en referencia a la majestuosidad y elegancia que las hace distintivas con respecto al tipo más común de casas difundido en la ciudad.
Paisaje urbano
Es importante señalar que este género de edificaciones constituyen casos puntuales dentro del paisaje urbano del siglo XIX. La construcción de estás singulares obras de arquitectura eran emprendidas por familias adineradas que buscaban una mayor comodidad y modernización de su recinto familiar.
Los hermosos palacios neoclásicos de la segunda mitad del siglo XIX tienen sus antecedentes en las espaciosas casonas de dos niveles del siglo XVIII. En las primeras décadas del siglo XIX ya se advierte la transición hacia una nueva estética en el desarrollo arquitectónico de estas mansiones, ejemplo de esto lo constituye el palacio Pichardo, ubicado en la calle Avellaneda esquina a Tío Perico.
La década de 1860 constituye el periodo cumbre en la concepción de los palacios neoclásicos. El primer exponente con una expresión radicalmente nueva lo constituye el palacio Socarrás, diseñado por el arquitecto español Dionisio de la Iglesia en el año 1862. La formación académica del proyectista nos legó un distinguido edificio con una imagen muy equilibrada y austera. Se destaca la superposición de órdenes clásicos, utilizándose el toscano en el primer nivel y el jónico en el segundo.
El jambaje que rodea los vanos del nivel superior responde a la decoración orientada por el tratado de Vignola. El pretil se adorna a base de motivos geométricos y los copones rematan delicadamente la composición.
Edificios
Dicho edificio está situado en la calle Avellaneda números 54 y 56 esquina al callejón del Padre Keiser y fue mandado a construir por José Tomás de Socarrás con el objetivo de concebir su propia vivienda y la de sus hijos; este dato es de vital importancia porque aunque la imagen externa del inmueble refleja un solo edificio en realidad fue ideado para contener dos viviendas completamente independientes. El lote de la construcción se extiende hasta la calle San Fernando donde mantiene los mismos criterios de diseño. Actualmente el edificio se encuentra gravemente transformado y subdividido en varias funciones, por la calle Avellaneda se encuentran las oficinas del Ministerio de Educación y del Ministerio de Comercio y por la calle San Fernando se accede a varias viviendas.
Muchas intervenciones indebidas se han acometido pero todas de carácter reversible, acción que podría devolverle al inmueble su fisonomía original. El diseño del arquitecto Dionisio de la Iglesia influyó directamente en las futuras propuestas arquitectónicas de corte palaciego.
Palacio Quesada
En 1864 se construye el palacio Quesada. Esta vez el proyecto fue elaborado por Agrimensor Florencio Reyna, bajo la solicitud de Francisco Quesada. Situado en la calle Cisneros esquina a General Gómez, el inmueble representa otra magnífica obra del neoclasicismo que proliferó en la ciudad de Camagüey en el siglo XIX.
Podemos encontrar los mismos códigos expresivos del ejemplo anterior. La alternancia rítmica de pilastras y vanos imponen una expresión severa. Esta vez se utilizó el orden dórico para la decoración del nivel superior.
El balcón corrido de baranda metálica constituye otro elemento distintivo en este tipo de construcciones. Al presente el inmueble se encuentra subdividido en varias viviendas y una pequeña sala de teatro que funciona en el segundo nivel. Tal multifuncionalidad ha deteriorado la calidad arquitectónica de la antigua mansión pero igualmente muchos de sus daños son reversibles. Mediante estos dos ejemplos hemos querido presentar una tipología arquitectónica poco reconocida dentro de nuestro patrimonio construido. Los palacios neoclásicos del siglo XIX se encuentran entre las obras arquitectónicas de más alto alcance dentro de las creaciones de este período.
Fuentes
Otras Fuentes
- Master en Conservación y Restauración de Centros Históricos/Especialista del Departamento de Proyectos de Restauración y Conservación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey. Profesor Adjunto de la Facultad de Construcciones de la Universidad de Camagüey. Candidato a Doctor en Historia del Arte y Gestión del Patrimonio Cultural por la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla,España
