Pantomima

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Pantomima
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Concepto:Es una representación que se realiza mediante gestos y figuras, sin la intervención de palabras. El término proviene de un vocablo griego que significa “que todo imita”.

Pantomima. Es el nombre con el cual se conoce el teatro sin palabras. El origen de la palabra Pantomima, viene de dos raíces, el prefijo Pan, pantos que quiere decir todo y Mimo que quiere decir imitación.

Historia

La ausencia histórica con relación al mimo ya ha sido señalada por algunos autores. En la historia del teatro sólo encontramos información respecto a cuán bueno fue cierto mimo o tal otro y referencias a sus orígenes, las cuales son señaladas, de manera marginal, en los momentos de decadencia del teatro y nada más. En cambio, algo que nos serviría, como una obra de Sófocles le sirve al teatro, no existe.

Mimo

En el origen del mimo, su naturaleza era corporal. El principio de este arte se encuentra en las orgías dionisíacas, esencia que posteriormente fue distorsionada por la moral.

Se permitió hablar, pero se sancionó hacer del cuerpo signo de expresión. Las ménades y los sátiros debieron ocultar sus actos y propósitos. La abstracción, la intelectualidad, la palabra, reclamó para sí el establecimiento de lo correcto en materia de realización escénica. Tal vez por dicha razón allí se empezó a considerar de que la acción es cosa de personas de escasa inteligencia.

Por ello, durante mucho tiempo se dijo eso de los deportes, ergo de los deportistas. Incluso hoy, a quienes se dedican a una actividad corporal, son vistos despectivamente. Probablemente, por ello toda manifestación artística construida con acciones corporales fue marginada y tratada como arte menor y desplazada en el consenso de las artes, desconociendo en el mimo su condición semejante a la pintura a la música.

El cuerpo no podía permanecer inexpresivo, artísticamente tenía que manifestarse y a pesar de la represión, la libertad encontró la forma. En un primer momento, la danza, haciendo abstracción de la acción, canalizó esa necesidad. Luego, la danza y el mimo se hicieron uno, siendo dos manifestaciones de la expresividad corporal. Después de todo, en el universo la unidad está compuesta por dos partes complementarias: materia y energía, o si quieren, cuerpo y alma. Por ello, podríamos hacer la siguiente analogía: el cuerpo es al alma, como el mimo a la danza. El mimo es acción; la danza movimiento. En el mimo la acción nace y vive del movimiento; en la danza el movimiento persigue la acción, pero lucha por no llegar a ella.

Pero la danza no fue el único medio. El cuerpo descubrió la gesticulación, decir sin hablar, la capacidad de "hablar" sin emitir sonidos. El cuerpo se hizo intelectual y satisfizo las reglas. El teatro mudo o pantomima jugó ese papel. Veamos la historia oficial: en el teatro griego, el texto era el elemento principal, la palabra lo era todo, los movimientos escénicos eran mínimos; los acolchados , coturnos y máscaras no permitieron un gran desarrollo en ese sentido, además no importaba. Aquellas representaciones tenían como fin decir el texto: sólo perseguían la gloria del autor.

Mientras esto sucedía en los teatros (a donde acudían los griegos cultos) en las plazas, ante el vulgo, tenía lugar el espectáculo mímico nacido en el pueblo durante las fiestas campesinas. Allí no habían máscaras, clámides ni coturnos que limitaran los movimientos del actor. D'Amico, en su Historia del Arte Dramático, lo describe como "un espectáculo que presenta costumbres plebeyas en las que no faltan los númenes (cualquiera de los dioses de la mitología clásica)... reproducen interiores de una vida humilde... Son vivos y tienen un sabor realista... cuadritos de un verismo más bien sucio... esbozo de una existencia vulgar, mugrienta y un poco nauseabunda..."

Grecia

En Grecia, el auge del espectáculo mímico provocó la reacción de los hacedores de teatro, quienes, para no quedarse atrás en la competencia con el mimo, agregaron la acción corporal a su trabajo escénico. Algo semejante podemos observar hoy cuando se pretende multiplicar los esplendores de la representación teatral para rivalizar inútilmente con el cine.

Roma

En Roma, el mimo devino en pantomima. Sobre el origen de esta forma hay algunos relatos, el más conocido está referido a Livíus Andrónicus, un actor griego esclavizado por los romanos, quien actuaba en espacios al aire libre. Las condiciones podemos imaginárnosla. Cuenta la historia que Andrónicus se quedó afónico durante una representación y para continuar, le pidió a uno de los coreutas que dijera el parlamento mientras él hacía como que hablaba, y ¡oh, sorpresa! moviéndose y gesticulando se descubrió subrayando corporalmente las palabras. Debido al éxito obtenido, esta experiencia fue posteriormente repetida a propósito.

Los romanos rendían culto al cuerpo y por ello lo que contaba en la pantomima era el actor, así éste llegó a serlo todo. Al no declamar mientras otro hablaba por él, el actor acabó por suprimir la palabra y representar toda la obra con mímica. Para compensar aquello, los movimientos corporales se realizaban de una manera diferente a la ya conocida, hasta que paulatinamente alcanzó un nivel técnico que permitió a la pantomima convertirse en el género teatral más importante durante el imperio romano. Se sabe que en Roma mimos y poetas competían: Cicerón desafió a Roscio a que tradujera por gestos sus oraciones retóricas y el célebre comediante lo hizo perfecto. Asimismo, emperadores fueron mimos, cuán buenos, no lo sabemos; algunos parece que con poca fortuna, como Calígula, quien obligaba a sus espectadores a permanecer en la sala bajo pena de muerte.

En Roma, la pantomima decayó hasta casi desaparecer y tuvo un nuevo auge en Italia a mediados del siglo XVI con la aparición de la Commedia dell'arte. Esta forma de representar surgió ante la decadencia del teatro de la palabra en forma semejante a lo acontecido en Grecia y en Roma. Entonces, como ahora, el actor que vivía de su trabajo necesitaba una obra exitosa que atrajese al público; al no encontrarla decide "hacer lo que pueda", y creó la Commedia dell'arte.

Siglo XVI

A fines del siglo XVI, los actores de la Commedia dell'arte fueron llamados desde Francia por Enrique III a pedido de su madre Catalina de Medicis. Pero la libertad que se tomaron para interpretar sus obras, en las que claramente aludían a personajes de la sociedad, provocó que los expulsaran de Francia en 1697. Pero esta forma de actuar ya se había enraizado en el pueblo, quien, además, con el tiempo, hizo suyo a Pedrolino, uno de los personajes que, replanteado y recreado por Debureau, se convirtió en Pierrot. De esta forma la Commedia dell'arte permitió el nacimiento de la pantomima francesa. Sobre ésta dice Jean-Louis Barrault en sus "Reflexiones sobre el teatro": "Sus obras no llenan bibliotecas ni museos. Se trasmiten, pues difícilmente. Ésa es su falla. Ése es su lujo. No tenemos ninguna idea del mimo de los antiguos. Se sabe que era de origen báquico. Se dice que fue a menudo burlesco y hasta obsceno. Ni siquiera sabemos exactamente qué estilo de pantomima tenía Debureau... quedamos reducidos, como para muchas otras cosas, a la intuición intelectual".

Continente americano

Los orígenes de la pantomima en el continente americano se remontan a sus primeros pobladores, quienes trajeron en sus danzas y rituales todo un lenguaje corporal con el cual expresaban sus mitos, cultura y creencias. Este trabajo corporal cultivado durante miles de años contó con una depuración técnica que aun observamos en las danzas de los indígenas de hoy. Con la llegada de los españoles al continente amerindio, los actores representaban escenas mudas, pasos, entremeses, mojigangas y sobre todo era muy reconocido el arte del transformismo. Existían actores que eran capaces de representar hasta sesenta personajes en una misma obra. Los esclavos africanos en sus danzas representaban su antigua cultura así como su nueva situación en América, esto se reconoce aun en danzas como: La Mina, El Torito y el garabato entre muchas otras.

El arte de la mímica

Hasta que apareció el cinematógrafo y la escenificación corporal tuvo su último auge importante. El cine en sus inicios aún no contaba con un lenguaje propio. En esa época destacó Charles Chaplin, y aunque reconocemos su talento artístico, también debemos aceptar que no aportó nada importante al mimo, pues Chaplin no necesitó desarrollar su lenguaje. Hasta ahí, de manera sucinta fue la historia de este movimiento, la misma que, como dice Barrault, no puedo asegurar.

Pero hay aún otra parte de historia, la contemporánea, la cual comienza con Etienne Decroux, quien en 1929 comienza sus estudios, se interesa por el cuerpo, explora e inventa, enseña lo que va hallando y aprendiendo, es un observador meticuloso del comportamiento corporal, un estudioso profundo. "Después de haber visto en el museo las obras de Egipto o del impresionismo se sale avergonzado de ser actor", dice Decroux y renuncia a la pantomima. Es el primero en considerar al Mimo como un fin y no como medio o complemento de otro arte, y esboza sus fundamentos.

Entre los principales alumnos de Decroux podemos citar a Jean-Louis Barrault, con quien trabajó al principio de sus búsquedas; a Marcel Marceau, quien modernizó la vieja pantomima francesa utilizando la técnica de Decroux, y a Ángel Elizondo, quien inició un verdadero desarrollo y crecimiento de este arte transitando vías nuevas, experimentando, arriesgando y logrando resultados como el "Esquema de la Expresión Corporal" con el que una nueva generación de mimos estudiamos y trabajamos. La edificación del mimo se encuentra en proceso; los maestros han hecho su parte y continuar la construcción está en las manos.

La mímica es la expresión de pensamientos, sentimientos o acciones por medio de gestos o ademanes (RAE); o sea, estamos hablando del lenguaje gestual. Los mimos son actores que utilizan única y exclusivamente la mímica para expresarse. Algunos mimos utilizan esta habilidad para representar burlonamente a otras personas, haciendo reír hasta al más escéptico. Cada rato escuchamos chistes sobre dos personas que, por no hablar el mismo idioma, utilizan la mímica para conversar dándose situaciones bastante ocurrentes. También conocemos de famosos mímicos que han ganado buena fama y fortuna haciendo sólo mímica. Con sus características caras blancas, nos hacen pasar un rato agradable tratando de descifrar qué nos están tratando de decir o a quién están tratando de imitar.

Desde niños aprendemos a usar la mímica para conseguir los objetivos. Y de grande, la perfeccionamos. Algunos han trabajado arduamente en perfeccionarla, a tal punto de que nos es imposible distinguir si lo que dicen es verdad o es falso. Con sus caras cubiertas por una careta blanca que nos impide distinguir sus facciones, imitan a la perfección a sus ídolos. Entonces nos preguntamos: ¿son o no son? ¿Son reales o simplemente vivimos en una fantasía creada por ellos? Y como buenos espectadores que vemos al mimo parado en la tarima del teatro, simplemente gozamos el show y aplaudimos fuertemente su magnífica actuación al final del programa. Son actores, después de todo, deseosos de que su interpretación gestual les abra el camino a una verdad que sólo ellos pueden imaginar.

¿Podemos reconocer a un mimo cuando lo vemos? En un teatro, tal vez; pero en la vida real es muy difícil. Su interpretación es tan buena que difícilmente podemos reconocerlo. Por eso, caemos en su mundo irreal y falso sin darnos cuenta. Cuando descubrimos la verdad, es demasiado tarde. Sólo nos queda reírnos de ellos y felicitarlos por su magnífica actuación que de seguro les tomó muchos años perfeccionar.

Maquillaje

El mimo se caracteriza por tener la cara blanca con detalles de otros colores que hacen que sobresalgan los gestos. Como primer paso debes ponerte un poco de crema para crear una película grasa que impida a los otros maquillajes atacar tu piel. Después de esto aplica una capa delgada de maquillaje blanco. Se pueden utilizar las típicas barras de maquillaje que venden en las tiendas de carnaval, o bien “pan cake” blanco, que aunque es un poco más caro, te dará mucho mejores resultados. Esta capa debe darse fina y uniforme sobre toda la cara hasta que se haya formado un óvalo sobre el rostro, q puede llegar a cubrir o no, el cuello y las orejas. Si el lugar donde vas a estar es muy caluroso o el programa es muy largo, se recomienda que como siguiente paso te pongas una capa de talco para niños para que el maquillaje no se escurra.

Lo que se hace a continuación es hacer los detalles en los ojos. El propósito de estos detalles es hacer que sobresalgan. Esto se hace con delineador para ojos negro liquido, con el que debes hacer rasgos finos y detallados. También puedes usar barras de maquillaje negro, si quieres un efecto más cubriente y grande. Los labios se pueden pintar con lápiz labial rojo (para las mujeres) o lápiz para cejas negro (para los hombre). También con las barras ya mencionadas con anterioridad. De acuerdo a tu gusto o al personaje que representas puedes pintar otros detalles en tu cara, por ejemplo, lágrimas, estrellas, un corazón sucio o limpio, una cruz, o rayos. La cara de Satanás puede estar manchada de pintura roja representando sangre o como una calavera.

Con el mismo lápiz para cejas negro ahora puedes hacer una raya delgada alrededor de todo el óvalo blanco de maquillaje, a fin de que resalte más tu cara. Ahora lo único que te faltará para tener la cara de un mimo es una sonrisa. Para quitar el maquillaje después de tu actuación puedes usar toallitas desmaquillantes y leche limpiadora, y después de esto agua y jabón. Como los niños creerán que el mimo es un personaje mágico y especial, nunca debes desmaquillarte enfrente de ellos ya que destruirás el efecto hermoso del mismo.

Vestuario

El vestuario es una parte importante para la pantomima, ya que ayuda a mejorar la impresión visual de todo el equipo. Un equipo, por muy profesional que sea, si no tiene un vestuario adecuado y bueno, pierde mucho de su impacto. El equipo debe estar uniformado, con ropa cómoda, que facilita la libertad de movimientos. Las faldas y los pantalones no deben ser muy apretados, y es mucho mejor usar tenis que zapatos. El equipo debe verse bien y por esto debe tener una uniformidad en los colores de su uniforme. Los colores clásicos del mimo son el negro, blanco y rojo, y con estos tres colores se puede hacer muchas combinaciones. Pueden usar playeras blancas con falda o pantalón negro, playeras rojas, camisas blancas con diseños abstractos en negro. Los tirantes dan un toque especial, igual que los chalecos, las gorras y las boinas. En fin usa tu imaginación. Pero sin importar el tipo de vestuario que escojas, los guantes son imprescindibles. Son muy necesarias para que las manos resalten y se noten más los gestos de éstas. Si tú y tu grupo quieren ser un buen equipo de mímica, los guantes son un gran porcentaje de la importancia del vestuario.

Tipos de pantomima

Una misma pantomima siempre no sirve si se presenta sin tomar en cuenta el tipo de público que nos está viendo. Tenemos que adaptar las presentaciones a las personas que nos estén viendo. No es lo mismo un grupo de jóvenes pandilleros, que la sociedad juvenil de una Iglesia. Por esto es que existen varios tipos de pantomimas:

Pantomimas para la calle

Estas son, por lo común, para jóvenes no cristianos, y por ello tienen que ser evangelisticas, pero a su nivel. Es decir hay que presentarles el mensaje pero con escenas que a ellos les llamen la atención, y con el tipo de música que ellos escuchan. Hemos visto por experiencia que un método muy eficaz para este tipo de presentación es alternar con un grupo de rock cristiano y tener un concierto masivo en la calle, así llamando más la atención y ministrando mejor a las personas que están en la calle.

Pantomimas para la Iglesia

Estas pueden ser las mismas que ocupamos en otros lugares, siempre y cuando tomemos en cuenta que es necesario adaptar. Si hay escenas de baile, fiesta, drogadicción o alcoholismo pues tal vez será necesario eliminarlas o modificarlas un poco. Aunque sean para un programa evangelístico, debemos recordar que estamos en una Iglesia y que a muchos hermanos no les gusta ver ese tipo de cosas dentro de su Iglesia.

Pantomimas para niños

Estas pueden ser las mismas que las que usamos para jóvenes, pero tenemos que adaptarlas a los niños. Serán necesarias más ayudas visuales y narración. Tenemos que adaptarnos al nivel de compresión de ellos y por esto la pantomima para niños requiere tal vez más preparación. Robots y Venenos son muy buenas ideas.

Pantomimas para jóvenes

Estas varían de acuerdo al grupo de jóvenes con quienes estamos. Pero pueden tener ideas más abstractas, ya que se entenderán mejor que los niños. La narración es buena si se puede pero no tan indispensable como con los niños. Lo mismo con las ayudas visuales. Podemos tener pantomimas especiales para jóvenes atletas, pandilleros (que viene siendo lo mismo que las pantomimas de la calle), señoritas, parejas, estudiantes, etc.

Pantomimas para cristianos

El fin principal de éstas es edificar a los hermanos: por eso, su mensaje debe ser sobre la vida cristiana. Podemos hablar de los temas que queramos, o que veamos que se necesitan e la iglesia. Peden ser sobre la unidad, el crecimiento espiritual, lo que pasa cuando un cristiano peca nuevamente, el evangelismo, etc. Estas son buenas cuando somos invitados a las sociedades juveniles, femeniles, a los cultos de adultos de entre semana, etc.

Pantomimas para el evangelismo

Estas existen para niños, jóvenes y adultos. Su mensaje es Cristocéntrico, orientado hacia la Biblia, Dios, la salvación. El perdón de pecados, etc. Estas se pueden presentar en la calle, los parques, las iglesias o las escuelas. Sólo debemos recordar que si vamos a evangelizar debe haber una Iglesia para recibir a quienes estén interesados después del programa.

Fuentes