Paolo Uccello

Paolo Uccello
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Artista, pintor cuatrocentista y matemático
NombrePaolo Di Donno
Nacimiento15 de junio de 1397
Florencia, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento10 de diciembre de 1475
Florencia, Bandera de Italia Italia
NacionalidadItaliano
OcupaciónArtista, pintor y matemático
Conocido porUccello
CónyugeTommasa Malifici
Obras destacadasLa Batalla de San Romano
Caza nocturna
San Jorge y el dragón

Paolo Uccello. Siempre ha estado considerado como el maestro del Quattrocento más preocupado por la perspectiva. Su verdadero nombre es Paolo di Donno. Inició su formación artística cuando tenía diez años, en el taller del escultor Ghiberti, en el momento en el que se estaban realizando las segundas puertas del Baptisterio. En 1415 es admitido en el Gremio de Pintores, pero se desconocen sus obras durante un periodo de 15 años".

Síntesis biográfica

Nació el 15 de junio de 1397 en Florencia, Italia. Las fuentes para la vida de Paolo Uccello son escasas: la biografía de Giorgio Vasari, escrita 75 años después de la muerte de Paolo, y unos pocos documentos oficiales contemporáneos, aunque se ha señalado también Pratovecchio, de donde era originario su padre Dono di Paolo, en el año 1397.

Sus declaraciones de impuestos durante algunos años indican que nació en el año 1397, pero en 1446 él sostuvo que nació en 1396. Su apodo Uccello procede de su querencia por pintar pájaros. Era hijo de Dono Di Paolo, barbero y cirujano de Pratovecchio, cerca de Arezzo, que adquirió la ciudadanía florentina desde el 1373; el nombre de su madre era Antonia di Giovanni del Beccuto. En 1452 contrajo matrimonio con Tommasa Malifici, teniendo dos hijos en el matrimonio.

Escenario de su niñez

A la edad de diez años 1407, entró como aprendiz en la escuela del famoso escultor Lorenzo Ghiberti, cuyo taller era un centro destacado del arte florentino de la época. El estilo narrativo gótico tardío de Ghiberti y composición escultórica influyó en gran medida en Paolo. Se trataba de un estilo ligado al gusto lineal, al aspecto mundado de los personajes sagrados, con el refinamiento de las formas y el trasladar la atención a los detalles más minuciosos, con un naturalismo rico en decoraciones.

Fue también en esta época cuando Paolo comenzó una amistad que duraría toda la vida con Donatello. En el taller de Ghiberti estuvo hasta el año 1412 y pudo conocer a los artistas de más renombre, entre ellos Masolino y Michelozzo. Participó, en esa época, en la conclusión de la puerta del Baptisterio de Florencia, realizada por éste último 1403-1424, ahora colocada en el lado norte. En este período nace el uso del sobrenombre "Uccello" debido a la habilidad en su representación de los animales, en particular las aves.

Trayectoria artística

Tras haber completado la formación de pintura, escultura, orfebrería y arquitectura, se unió, en 1414, a la cofradía de pintores Compagnia di San Luca (la "Compañía de los pintores de San Lucas") y, un año más tarde, el 15 de octubre de 1415, se unió al Gremio de Medici e Spezili. Las obras de estos años son muy oscuras, o incluso perdidas, o impregnadas de un gusto gótico tradicional, con atribuciones aún recientes y discutidas. Como los coetáneos Masaccio y Beato Angelico, las primeras obras independientes debieron datarse de los años veinte.

Según Vasari, la primera pintura de Uccello fue un San Antonio y unos Santos Cosme y Damián entre mujeres pintados al fresco, un encargo para el hospital de Lelmo en Florencia. Después pintó dos figuras para Annalena, monasterio de monjas, obra perdida. Poco después pintó tres frescos con escenas de la vida de San Francisco sobre la puerta izquierda de la iglesia de Santa Trinidad.

Para la capilla de Paolo Carnesecchi en la iglesia de Santa Maria Maggiore pintó un fresco de la Anunciación y cuatro profetas (hoy perdida). En este fresco, pintó un gran edificio con columnas en perspectiva. Vasari escribe que esta escena era considerada «algo muy bello y difícil». De estos años es también el fresco de la Virgen con Niño (Florencia, Museo de San Marco) que se encontraba en una de las casas de los Del Beccuto, la familia de la madre.

Obras

A lo largo de 1425 se traslada a Venecia para trabajar en los mosaicos de San Marcos, regresando a Florencia seis años después, tras haber realizado frescos en Prato y Bolonia. En 1436 se le encarga el fresco del condotiero John Hawkwood a caballo, más conocido como Giovanni Acuto, en la catedral florentina, como si se tratara de una estatua ecuestre, pudiendo poner de manifiesto sus conocimientos de perspectiva, introduciendo en la obra la técnica del escorzo.

Una vez realizadas varias obras para el Duomo de Florencia, se marcha a Padua en 1445, pintando a su regreso el Claustro Verde en la iglesia florentina de Santa María Novella, exponiendo nuevos sistemas de perspectiva, como ocurre en las Batallas de San Egidio y San Romano, famosas por los escorzos tan marcados. Tras una estancia de cuatro años en Urbino, entre 1465 y 1469, fallece en Florencia en 1475, habiendo declarado años antes:

"Me siento débil, viejo y sin empleo, y mi esposa está enferma".

Su primera obra maestra corresponde al año 1436: el enorme fresco para la catedral de Florencia en el que representó al condotiero Giovanni Acuto; la figura del condotiero a caballo es poderosa y está bien definida, pero lo que da la medida de su genio es el escorzo del cofre situado sobre una ménsula. En este escorzo se advierte ya la fascinación que sentía Uccello por la perspectiva, que es de hecho el rasgo esencial de su obra pictórica, lo que da a sus realizaciones una singular originalidad e incluso algunas notas de excentricidad por los extremos a los que llevó los efectos de profundidad. Vasari lo presenta como un fanático de la perspectiva, a la que consideraba su «amante más dulce».

La Batalla de San Romano, de Paolo Uccello. La obra que plasma con mayor elocuencia esta atracción por la perspectiva, y también la más admirada de Uccello, son las tres tablas de La batalla de San Romano (un enfrentamiento armado entre Florencia y Siena), donde las armas rotas, los cadáveres y las patas de los caballos aparecen situados en un escenario enmarañado y complejo.

También en la Caza nocturna los caballos y los perros parecen alejarse hacia el interior del cuadro, mientras que en San Jorge y el dragón la perspectiva da la impresión de estar sometida a efectos de decorativismo.

San Jorge y el dragón. A Uccello se le atribuyen también numerosas obras al fresco en diversas ciudades italianas; las mejor documentadas de todas ellas son las escenas del Antiguo Testamento para el Claustro Verde de Santa Maria Novella (Florencia), en la actualidad muy deterioradas. Según Vasari, su amor a los animales, en particular a los pájaros, le valió el sobrenombre con el que se le conoce.

Otros Aportes

Paolo Uccello había llevado el arte de la perspectiva, pero lo reprochó el haberse dedicado a ello "sin medida", abandonando el estudio de la representación de las figuras humanas y animales, señalando que este gran pintor florentino, que, dotado de un sofisticado ingenio, se complació en investigar los complicados mecanismos y las extrañas obras del arte de la perspectiva; y a esta tarea tanto tiempo le consagró, que si hubiera dedicado el mismo esfuerzo a las figuras pese a que las ejecutaba bien habría coseguido ser aún más único y admirable.

Esta limitada visión crítica fue de hecho asumida por todos los estudiosos posteriores hasta Giovanni Battista Cavalcaselle, que, subrayando como el estudio científico de la perspectiva no empobrece la expresión artística, abrió una vía a una comprensión del arte de Paolo Uccello más completa y razonada.

Entre los estudios posteriores un problema a menudo afrontado es el de la interpretación de la perspectiva fragmentaria de algunas obras, según algunos, como Parrochi, ligado a una "no aceptación del sistema reductivo de la construcción con puntos de distancia aplicada ejemplarmente del arquitecto Brunelleschi en sus tablillas experimentales". Pero quizá fuera más correcto hablar de una interpretación personal de tales principios, más que de una verdadera y auténtica oposición, con la pretensión de lograr un mayor sentido "abstracto y fantástico" Mario Salmi.

Para Paolo la perspectiva permaneció siempre como un instrumento para colocar las cosas en el espacio y no para representar las cosas reales, como es especialmente evidente en obras como el Diluvio Universal. Manteniéndose a medio camino entre el mundo tardogótico y la novedad renacentista, Paolo Uccello fusiona el "idealismo antiguo y nuevos medios de investigación" (Parronchi).

Fuentes