Parque Central de Güines

El Parque Central, llamado en su momento Plaza de Recreo y también“Arango y Parreño”, donde se ubica la iglesia católica, está delimitado por las calles Máximo Gómez, Trujillo, San Julián y Habana, y posee real condición de paseo público.

El Parque Central, llamado en su momento Plaza de Recreo y también “Arango y Parreño”, donde se ubica la iglesia católica, está delimitado por las calles Máximo Gómez, Trujillo, San Julián y Habana, y posee real condición de paseo público.
El 19 de abril de 1820 se proclamó y juró en Güines la Constitución de 1812, abolida desde mayo de 1814, por lo que se formó el segundo Ayuntamiento Constitucional, rehabilitándose en sus cargos a los que fueron destituidos en 1814. Ocupó la Alcaldía de Primera, Manuel Martínez de Pinillos, y la de Segunda Gabriel Argüelles, integrando el Gobierno Municipal los Síndicos Nicolás de Ocaña y Manuel Curbelo, el Secretario Andrés Pardo, el Juez de Letras Pablo Estévez, y los Regidores Constitucionales, Blas Martín de Salazar, Ramón de Prado, Julián Curiel, Francisco de las Cagigas, Felipe de la Torre, Francisco Vizarrón, José Alzaga, Francisco María Héctor y José Padrón. La proclamación se realizó con extraordinarios festejos que duraron quince días, y uno de los primeros acuerdos del Ayuntamiento fue erigir un monumento en la plaza frente a la iglesia, para perpetuar el acontecimiento.
La población güinera estaba por entonces dividida en dos bandos o grupos: “los del Pueblo” y “los de la Villa”. Ocupaban los primeros el sector comprendido desde la zanja que corre paralela a la calle Maceo hacia el norte, y los segundos de este punto hacia el sur. Existía entre ambos una enconada rivalidad que tuvo violentas exteriorizaciones con motivo del Monumento a la Constitución, ya que los de la Villa exigían que se levantara en la "Plaza de la Villa", (hoy Centro Escolar), y no frente a la iglesia. Triunfó al fin el propósito de los del Pueblo y se decidió erigirlo frente a la iglesia.
Para sufragar los gastos se abrió una suscripción entre los vecinos: los de la Villa colectaron 324 pesos, mil ladrillos y el trabajo de dos albañiles; y los del Pueblo 368 pesos, toda la piedra necesaria, el trabajo de un albañil y la lápida esculpida.


==La contrucción==


La construcción fue lenta debido a las lluvias, pero el Monumento quedó terminado el 20 de diciembre de 1821, y en enero se colocó la lápida, realizándose la inauguración el 28 de enero. Entonces, por un acuerdo del Ayuntamiento, se llamó a la zona ubicada frente a la iglesia, como "Plaza de la Constitución".
El 14 de diciembre de 1823, llegaron de la Península Reales Órdenes dando fin al sistema constitucional y declarando nulo todo lo hecho desde abril de 1820 y ocuparon sus cargos en el Ayuntamiento los mismos que en esta fecha fueron destituidos. Uno de los primeros acuerdos de los nuevos gobernantes fue quitar la lápida al Monumento, acordando más tarde, el 16 de enero de 1824, hacer desaparecer el Monumento de la "Plaza de la Constitución", que por todo lo expuesto dejó de ostentar oficialmente ese nombre.
Ocurrieron desavenencias entre las autoridades con respecto al sitio donde debía trasladarse el Monumento, pues mientras unos proponían que se trasladara a la "Plaza de la Villa", otros insistían en que permaneciera donde estaba, poniéndole una nueva lápida con una dedicatoria a Su Majestad. Seguramente estos últimos señores eran amantes de la historia y de las bellas artes y preferían respetar la obra, que era, sobre todo, un factor importante para el ornato público que por aquella época debió ser muy pobre.
Se dio cuenta de tales discrepancias al Capitán General de la Isla, quien inspirado en un radicalismo extraordinario, mandó que se destruyera el Monumento sin aprovechar para nada sus materiales.
Se ejecutó formalmente la orden de Francisco Dionisio Vives y Planes, y los materiales del Monumento fueron depositados en un aposento de la Escuela Pía donada por don Francisco Arango Parreño, que por entonces, debido al mal estado de la techumbre no funcionaba.
La plaza de recreo frente a la iglesia continuó siendo poco más que un solar yermo, hasta 1857, en que vino a ser un verdadero paseo público. El Teniente Gobernador de Güines, Juan Huerta y Sostre, efectuó importantes mejoras en el parque y se le llamó entonces como "Plaza de Concha", en honor del Capitán General de la Isla, José Gutiérrez de la Concha, Marqués de La Habana.


==Forma de la plaza==


La plaza tenía figura rectangular dividida en cuatro hermosos jardines, con una fuente al centro de cada uno y alumbrada por dieciséis farolas de gas. En medio de la plaza habían cuatro palmas reales, y alrededor de toda ella, por las cuatro calles circundantes, un hermoso arbolado de laurel. A cada lado de la plaza se levantaban dos columnas de mampostería de orden toscano, que se unían por una gruesa cadena, y estaban rematadas por una granada. Las correspondientes a la calle de Luisa Dulce, hoy Máximo Gómez, ostentaban sendas inscripciones; en la de la derecha se leía: "Se construyó año de 1857. Teniente Gobernador de la Jurisdicción el Señor Don Juan Huerta y Sostre Tente. Corl. de Caballería"; y la de la izquierda: "Plaza de Concha. Siendo Gobernador Capitán General de la Isla el Excelentísimo Señor Marqués de La Habana". Los jardines estaban circundados por verjas de hierro. El pavimento de los paseos era de lajas, y del mismo material los asientos de los bancos pero con respaldos balaustrados de hierro.


==Construcción del parque de recreo==


En los últimos meses de 1949 se reconstruía un nuevo Parque de Recreo en el rectángulo que comprende las calles Habana, Máximo Gómez, Trujillo y Maceo. Esa porción de tierra estuvo dividida por la calle San Julián desde el 2 de marzo de 1851 al quedar inaugurado el nuevo templo católico de dos torres, con la asistencia del Capitán General José Gutiérrez de la Concha.
Casi cien años después, en 1944, el tramo de calle desaparecía, realizándose la unión de las dos porciones de tierra, constituyéndose un solo parque.
En 1949, la atención pública estaba pendiente de las obras que se realizaban; el vecindario contempló el traslado del busto de José Martí que lucía en el centro del parque, y que sería emplazado en el otro parque denominado "Martí".

Los obreros trabajaban con las perforadoras mecánicas, removiendo el piso de concreto; palmas y otros árboles eran arrancados y las excavaciones se realizaban acorde con el proyecto previsto. Una tarde, la población se enteró que en el parque se habían encontrado restos de huesos de esqueletos humanos; el Juzgado de Instrucción radicó la correspondiente causa y en un cajón se remitió a La Habana el conjunto de aquellas piezas óseas para que el Gabinete Nacional de Identificación rindiera el informe procedente.
Mediante las investigaciones se concluyó que ese sitio, que hoy es lugar público y de recreo fue sede de un cementerio.
Existe la posibilidad de que en ese camposanto hayan reposado restos de nuestros aborígenes indocubanos; y es también real que al fondo de la ferretería "La Marina", -lugar donde estuvo el “ puente de las cuatro palmas" y junto a ella la ermita del corral Los Güines a principios del último tercio del siglo XVII-, hubo un cementerio o camposanto. En la segunda mitad del siglo XXI, en trabajos de albañilería realizados en la contigua panadería existente, se encontraron restos humanos. Las ermitas en el campo respondieron a la necesidad de tener un pedazo de tierra bendito donde pudieran enterrarse los muertos, como señala la Ley 11, título XVIII, Libro 1ro. de las Leyes de Indias. Al crearse la Parroquia, al cura beneficiado por S.M.: Don Manuel Agama y Navarrete, se le escogió como "más decente", la ermita existente en el corral Los Güines, al lado del Puente de las Cuatro Palmas. En 1735 fue cambiada la cabecera parroquial para el corral Los Güines.; lo dispuso así en Santa Visita realizada el 11 de enero, el obispo Juan Lazo de la Vega y Cansino; y en el mismo lugar donde aparecen los restos humanos o ese segundo cementerio, mandó a fabricar la casa-Iglesia, la cual se construyó a más de cien pasos de la población, en este caso a la distancia de 100 metros de la sureña barriada de Leguina o La Villa.


==Fuente==


Por: Lic. Abilio González González. (Investigador.)