Parrandas de Zaza del Medio

Parrandas de Zaza del Medio
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Las parrandas de Zaza del Medio son un evento cultural que acapara la atención no solo del pueblo, sino también de Cuba.
Lugar:Zaza del Medio, Sancti Spiritus, Cuba
Fecha de inicio:Noviembre

Parrandas de Zaza del Medio son las fiestas populares tradicionales que se celebran en el municipio de Taguasco, provincia de Sancti Spiritus, Cuba.

Surgimiento

Los changüíes son antecedentes directos de las Parrandas. Ya existían en Guayos, Remedios y Camajuani, cuando llegan a Zaza del Medio durante el año 1917 gracias a la iniciativa de Don Ricardo Cabello, Armando Álvarez y Bernardino González, tres zaceños deslumbrados por el fausto, el esplendor y la alegría de estas fiestas. De inmediato piensan en congas, coros, farolas y carrozas. Manos a la obra, dicen todos, mientras por Zaza del Medio corre de boca en boca la buena nueva: - Changüíes, caballero, changüíes-

De manos obreras nacen los primeros coros, inspirados en otros de raíz española, mientras las escogidas de tabaco, entre matul y matul, idean compases y estribillos. Bajo un mismo techo y con un lector que abre horizontes, los naturales del pueblo preparan sus changüíes. El 23 de noviembre de 1917 sale el primero de ellos, con farolas, congas, comparsas y una rudimentaria carroza. Desde mucho antes el pueblo se dividía en dos barrios: Oriente y Occidente, a partir de los puntos geográficos y con nombres de animales, o sea, el Perro y el Chivo.

Este primer intento correspondió al Barrio del Perro, Occidente, con su emblema y un reloj que marcaba las 12 de la noche, antigua costumbre de origen español y sentido religioso que no duró mucho tiempo. Los simpatizantes de Occidente recorrían las calles cantando: “Sereno que anda dime qué hora es van a ser las 12 y el chivo no se ve”.

Al otro día Oriente, o el Chivo, como se prefiera, preparó su Changüí como respuesta al reto de la jornada anterior. También con atributos y emblemas hizo suyas las calles cantando: “Señores de Occidente que a Oriente desafiaron con sus cantares de broma ¡Ay! Les llegó la hora”

Estos cantos le daban a las festividades un toque de poesía popular con raíces campesinas, pero de rima y sentido indiscutible. Para el año 1925 los Changüíes tomaron nuevos rumbos al celebrarse durante todas las semanas de octubre como preámbulo de las Parrandas, suceso cultural celebrando en noviembre y que mantenía al pueblo despierto y de fiesta hasta el amanecer. Pero las Parrandas tenían otro sentido: eran más ricas, más vistosas, incluían más tradiciones y ya determinaban oficialmente y jurado mediante, un barrio ganador. Era la única fiesta de carácter masivo en todo el año.

Las parrandas establecieron fronteras, o sea, marcaron una zona para cada barrio, pero sólo simbólicamente, pues al final ambos recorrían todas las calles y terminaban juntos alrededor del parque. Las carrozas simbolizan el único aporte perdurable de la cultura canaria a estas fiestas, traducido en la belleza, la elegancia y los motivos europeizantes que recuerdan las grandes mascaradas de Venecia. El acompañamiento musical de las parrandas iba por los propios vecinos, del exterior sólo venían instrumentos de viento. Luego llegarían coros, cantos, comparsas y congas.

Por iniciativa de Tomás Piers los cantos comparseros reflejaban motivos populares, eso sí, con aires marginales, sentido picaresco y espíritu de reto. En esencia permitían recorrer el pueblo, alegrar el ambiente y ganar simpatizantes para uno u otro barrio. Sin embargo durante las noches, durante el enfrentamiento de barrios, cambiaban su ritmo y dinámica, siendo el momento de máximo esplendor parrandero, entonces se escuchaban tumbadoras, marímbolas, botijuelas, tres, guitarras, tambores de caña, maracas y claves, todo a un tiempo, perfectamente sincronizados mientras cantaban: “Vamos caballero
Vamos a la rumba é
Aquí estamos los parranderos
Reunidos, caramba, reunidos
Y así se van, las penas todas
Al olvido, caramba, al olvido”.
Los cantos o pasacalles brotaban espontáneamente de cualquier bailador, músico, autor, compositor o simple aficionado. Cierto que la situación, primero colonial y luego neocolonial, obligaba a un esfuerzo extraordinario, pero el entusiasmo del pueblo era mayor, su riqueza estaba en pasacalles, cantos, coros y congas arrolladoras. Por eso las Parrandas de Zaza del Medio nunca dejaron de celebrarse, incluso durante 1955 Ricardo Cabello, hijo de aquel ilustre inaugurador de las festividades “(…) hipotecó sus pequeñas propiedades mercantiles para celebrar la Parranda”.

Algo distinto ocurría con las comparsas, existentes desde Diego Velásquez, aquel ilustre adelantado que fundara Sancti Spíritus en 1514. Si al principio eran una especie de mascarada la influencia africana les otorgó un sentido más sensual y rítmico gracias a la Conga, las coreografías e instrumentos de percusión al estilo de tumbadoras, cencerros, guatacas, rejas, sartenes y metales como trompetas y trombones.

Con el tiempo llegarían a las Parrandas de Remedios y Camajuani, también a las Zaza del Medio, al principio con 12 hombres y 12 mujeres, luego serían más, quienes, incluso, interpretaban pasacalles y cantos acompañados de Congas o secciones rítmicas de tambor grave, cencerro, tumba, quinto y reja.

Un poco antes, específicamente en 1931 visitó Sancti Spíritus cierta comparsa de Cienfuegos llamada “La Carioca”, cuyos integrantes venían deseosos de nuestra villa, pero también de Zaza y sus Parrandas. A ambos lugares le hicieron el mismo legado: bombo con su esquema rítmico extendido al país completo gracias a Secundino Agüero. También enseñaron a sacar el pie mientras bailaban los comparseros pues, hasta entonces, estos practicaban una especie de marcha rítmica. En la memoria colectiva, aunque no en documentos, quedan registrados algunos ejemplos melódicos utilizados durante las Parrandas. Por ejemplo:

  1. “Clave a Tomasa y Tomás”: En Tono Mayor, compás de 6x8, su línea melódica destaca intervalos de segunda, tercera y quinta, y 18 compases con barras de repetición.
  2. “Clave a Zaza del Medio”: En compás de 6x8 con Tono Menor. Su línea melódica incluye intervalos de tercera y 10 compases que se repiten.
  3. “Rumba Arriba”: Esta rumba es Tono Menor, compás de 2 x4 y línea melódica con intervalos de segunda, tercera, cuarta y sexta, además de 17 compases básicos con repetición.
  4. “Zaza tiene su reina”: Rumba con 10 compases y barra de repetición.

Comienza en anacreusa, su Tono es Mayor e incluye en su línea melódica intervalos de segunda, tercera, cuarta y sexta, además de compases de 6x8 y 3x4.

Con los nuevos retos de la Revolución estas manifestaciones musicales, por llamarlas de alguna manera, asumieron nuevos compromisos al representar la esencia cultural de esta región en actos públicos. El 23 de Diciembre de 1976, por ejemplo, para celebrar la liberación de Zaza del Medio ambos barrios, Oriente y Occidente, unieron esfuerzos y crearon un pasacalle para comparsa, no de rivalidad ni comercial, sino de mensaje que decía:

“Si tú quieres gozar si tú quieres celebrar únete a mi pueblo en este 23” “No me digas nada que yo soy la ley únete a mi pueblo este 23”

A continuación un esquema donde se representa la distribución actual de las 2 comparsas protagonistas de Las Parrandas en Zaza del Medio:

Comparsa “Los bailadores de Oriente”. Directora y Coreógrafa: Alicia Catula.

  • 4 tumbadoras
  • 2 quintos
  • 2 bombos
  • 2 sartenes
  • 1 cencerro
  • 1 guataca o reja
  • 1 caja o redoblante.

Total de integrantes: 14 en la parte rítmica.

Comparsa: “Zapatos de Oro” Barrio Occidente. Directora y Coreógrafa: Marta Arocha.

  • 4 tumbas.
  • 2 quintos
  • 2 bombos
  • 2 sartenes
  • 1 cencerro
  • 1 guataca o reja.

Total de integrantes: 13 en la parte rítmica.

Ambas comparsas tenían, y tienen todavía, 36 integrantes, o sea, 18 parejas de bailadores. Este formato, al igual que el rítmico, se mantiene estándar hasta hoy.

¿Qué significa comparsa?

Según el Pequeño Diccionario Larousse, edición 1997 Comparsa significa: “(…) acompañamiento, séquito, tropa o banda de máscaras (…)”, por su parte Conga es: “(…) cierto baile popular y su música. Baile popular colectivo y espontáneo que consiste en arrollar bailando rítmicamente sin rigor coreográfico al compás de la música. Su origen data de la Colonia, con el desfile de los cabildos de nación por la celebración del Día de Reyes”. Pero nuevos ingredientes folclóricos ampliarían sus significados pues el dialecto Bantú Nkungas significa “Canto, baile y música”, lo cual dio origen a la conga típica de nuestras comparsas. Por la acepción del Pequeño Diccionario Larousse vemos que la Conga destaca mediante un tambor grave determinados tiempos fuertes, a veces a tiempo y otros sincopados, pero excelentes para la evolución bailable de las fiestas parranderas. En Cuba existe una larga tradición de comparsas y congas. A finales del siglo XVIII llegan a la zona oriental de Cuba gran número de colonos procedentes de Haití, país sacudido por una Revolución.Muchos de estos hacendados traían esclavos o se amancebaron aquí, posteriormente la inmigración interior haría el resto. De esta forma al legado español y africano si sumaron factores haitianos que enriquecen la Conga, los Coros y las Comparsas desde una perspectiva cultural.Pero fue la Africanía, ese elemento esencial en nuestra transculturación, y presente desde los Cabildos a diferentes orishas hasta la Música Tradicional, quien daría el detalle gracias a la Rumba, vehículo de liberación y protesta, primero contra el régimen esclavista que le negaba al negro su condición humana, luego contra los gobiernos republicanos que lo relegaron a un plano marginal. Mientras las clases acomodadas prefirieron modos extranjerizantes, el hombre de pueblo no olvidó sus solares ni la utilización de instrumentos simples como cucharas, pequeños cajones y tambores. Así nació una compleja amalgama rítmica, de proyección africana, pero aclimatada a las condiciones nacionales. Desde el siglo XlX aparecen en La Habana y Matanzas los Coros de Rumba, ideales para el Guaguancó. Muchos traían sus comparsas, rica tradición heredada de antecesores franceses, con cantos y ensayos incluidos. Según fuentes verbales las Parrandas de Zaza del Medio utilizaron Comparsas desde el principio gracias a Tomás Piers, “(…) un negro de padres remedianos con ascendencia europea asentado aquí”

Dato curioso acerca de las comparsas

Como dato curioso, uno de los primeros cantos al introducir el bombo en las comparsas surgió precisamente de Rafael Gómez Mayea, Teofilito, y se extendió rápidamente a Guayos y Zaza del Medio. Decía así: “Paso adelante compañeros la comparsa viene bien con su ritmo fascinante y sus pasos un dos tres un dos tres”. Nadie, ni siquiera el inmenso Teofilio escapaba a la atracción parrandera. Cantos, pasacalles, comparsas y congas atestiguan, por si solos, la esencia de estas fiestas.

Anécdota popular

Cuenta una anécdota popular que Manuel Rivera, Presidente del Barrio Oriente en 1948, dirigía la comparsa de su barrio frente a un jurado de pobladores, que al final, daría un veredicto. Sin embargo antes de desfilar alguien le dijo que ya el premio estaba entregado, motivo suficiente para que Rivera se quedara paralizado y con él los demás integrantes. De esta anécdota surgió un canto: “Oriente: Bundanga dice que tú no sabes la burundanga que trae para ti (bis) Trae rumberos Trae una Timba que no se puede igualar” Coro: “Occidente no conoce rival (bis) porque tiene en su barrio bailadores sin igual, porque tiene en su barrio bailadores sin igual”. “Andan diciendo que los de Oriente no tiene ritmo pa´guarachar, pa´guarachar. Y no te atrevas a criticarme Porque la lengua te voy a corta”. Pero ese año se incorpora, además del bombo, otra trompeta y la sección de ritmos aumenta a tres tumbadoras y un cencerro triangular con el toque. Así, cambia la forma de interpretarse los cantos y de tocar las comparsas, ahora se privilegian los metales y luego los bailadores, a diferencia de los guías iniciales, tradición que se mantiene hasta hoy. Sin embargo los aportes no terminaron aquí. A finales de la década del 60 y principios de los años 70 otra vez Cienfuegos dejaría su huella entre nosotros mediante dos bombos con toques distintos, un sartén, una reja, un cencerro, 4 trompetas, trombón unido a cantos, congas, comparsas de factura local. Al principio las coreografías de estas comparsas eran pasos marcados al azar, bastaba sólo el ritmo de la música. Luego, Tomasa García, Teté, incluiría pasos establecidos y variables de año en año, mientras un solista exponía el tema central, luego se improvisaba, para dar paso a diferentes solos que permitían disfrutar la habilidad y destreza de estos comparseros rumberos. Es interesante comprobar cómo fiestas tan abiertas y populares como las Parrandas de Zaza del Medio reciben la influencia de los cantos religiosos, herencia del ritmo esotérico carabalí e inseparable del desdoblamiento artístico y musical de raíces africanas. “Un aporte verdaderamente invaluable que algún día se investigará más a fondo”. Audiciones directas permitieron detectar además compases de 6 por 8 y alternancia entre solista y coro, lo cual apunta hacia la influencia de la clave y la rumba espirituana, entiéndase Sancti Spíritus como asentamiento, nada extraño cuando sólo 11 kilómetros separan a Zaza del Medio de la cabecera. Pero el elemento popular es superior gracias al Tambor de Cuña apareado en forma de Bongó, la Marímbula en su variante africana, algunas figuraciones rítmicas escritas en compás de 6 x 8, el uso de negra- corchea y corchea negra- dos corcheas- negra hasta llegar a cierta superposición de planos rítmicos.

Fuentes

  • [1]
  • Archivos de Historia.
  • Pobladores del lugar.