Parvovirus

Parvovirus
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Parvovirus canino
Taxonomía
FamiliaParvoviridae
GéneroHantavirus, Nairovirus, Orthobunyavirus, Phlebovirus, Tospovirus
Características morfológicas
Diámetro del viriónicosaédrico, de 18 a 26 nm de diámetro, 32 capsómeros
ComposiciónADN (20 %), proteína (80 %).
GenomaSe encuentran patógenos de enfermedades veterinarias graves como el Parvovirus canino
ProteínasUna principal y uno o dos menores.
EnvolturaNinguna.
ReplicaciónNuclear, dependiente de las células hospederas en división.
Parvovirus. La familia Parvoviridae comprende dos subfamilias: Parvovirinae (infecta vertebrados) y Densovirihae (infecta insectos). La subfamilia Parvovirinae comprende a su vez tres géneros: Parvovirus, Erythrovirus y Dependovirus. En el Cuadro 58.1 se muestran las características principales de estos tres géneros.


Definición

Los parvovirus son los virus animales de ADN más sencillos que existen. Infectan roedores, perros, gatos y otros animales y pocas veces se les había involucrado en casos humanos hasta 1983, cuando el agente etiológico del eritema infeccioso o “quinta enferme- dad”, fue relacionado con el parvovirus humano B19. A partir de este momento se despertó el interés por estos virus, por las complicaciones que dicha enfermedad puede causar, como la muerte fetal y anemia en pacientes inmunocomprometidos.

Propiedades

Además de las propiedades principales de esta familia, dichas partículas icosaédricas son muy resistentes a la inactivación, son estables en un pH de tres a nueve y soportan temperaturas hasta de 56 °C durante 60 min. Se pueden inactivar con formalina, propiolactona y oxidantes. Los viriones contienen dos o tres proteínas de cubierta codificadas por una secuencia de ADN sobrepuesta en un marco de lectura. La proteína principal de la cápside (VP2) representa alrededor del 90 % de la proteína del virión.

Existen diferencias entre un parvovirus autónomo y uno defectuoso. Por ejemplo, un virus autónomo contiene un número mayor de pares de base y habitualmente solo contiene en su cápside cadenas de ADN complementarias del mARN viral, a diferencia mientras que un virus defectuoso tiende a encerrar en la cápside cadenas de ADN de ambas polaridades con igual frecuencia.

Epidemiología y control

El Parvovirus B19 está ampliamente propagado, las infecciones pueden ocurrir en cualquier época del año, aunque con más frecuencia durante el invierno o la primavera. En los últimos años se ha observado un patrón de emergencia de brotes de B19, este parece seguir un patrón cíclico de 3 a 4 años con 2 años de alta incidencia seguido por 2 de baja incidencia. Puede presentarse en todos los grupos de edades como brotes o casos esporádicos. Las infecciones ocurren más comúnmente como brotes en escuelas y los anticuerpos se desarrollan con mayor frecuencia entre las edades de 5 a 19 años.

La infección se transmite por medio de secreciones de las vías respiratorias; de ahí que la transferencia entre hermanos sea un modo importante de transmisión y la tasa de ataque entre contactos susceptibles se encuentra entre un 20 y un 40 %. Podemos encontrar B19 también en la sangre del paciente infectado, no hay excreción del virus en las heces o la orina. Además el virus se puede transmitir por vía parenteral, mediante transfusión sanguínea o por productos sanguíneos infectados y verticalmente de la madre al feto.

Pueden ocurrir infecciones nosocomiales entre pacientes hospitalizados y entre el personal médico. Se ha comprobado la transmisión de B19 de pacientes con crisis aplásticas a miembros del personal del hospital. Es probable que estos pacientes sean infectantes durante el curso de la enfermedad, en tanto que aquellos con la quinta enfermedad, ya no sean capaces de hacerlo desde el momento que se inicia el exantema.

Existen evidencias de que el parvovirus humano B19 está implicado en transplantes de órganos sólidos tales como riñones, corazón e hígado; anteriormente ya había sido reportada su asociación con la glomerulosclerosis en pacientes siclémicos.

También en los últimos 5 años se ha demostrado una fuerte asociación entre el B19 y la artritis reumatoide al encontrarse su ADN en tejido sinovial y médula ósea en pacientes afectados por esta enfermedad. Igualmente es interesante la detección de infecciones de citomegalovirus concomitante con B19 en individuos transfundidos, lo que estimula a continuar los estudios sobre este agente.

Cuadro clínico

La fase prodrómica del parvovirus humano B19 no es muy específica. En el inicio de la enfermedad se presentan manifestaciones de tipo gripal. Muchas infecciones son subclínicas. Las manifestaciones clínicas se pueden presentar de las siguientes formas: Eritema infeccioso (quinta enfermedad). Es la manifestación más común de la infección por parvovirus humano B19. Afecta principalmente a niños en los primeros años de la edad escolar y en ocasiones a los adultos. Los síntomas generales leves pueden acompañar al exantema, el cual presenta el aspecto característico de “mejillas abofeteadas”. En los adultos, la afección de las articulaciones es un rasgo notable; siendo las manos y las rodillas las más afectadas. Por estos síntomas simula una artritis reumatoide y la artropatía puede persistir durante semanas, meses o años.

El período de incubación suele ser de 4 a 14 días, pero puede extenderse hasta 20. La viremia aparece una semana después de la infección y dura hasta 5 días. Durante esta el virus se puede encontrar en muestras de lavado nasal y gargarismos, identificando a la faringe como sitio probable de propagación viral.

A continuación se presentan las dos fases de la enfermedad:

Primera fase:

  1. Ocurre al final de la primera semana, coincidiendo con la viremia y con la detección de complejos inmunitarios parvovirus-IgM.
  2. Los síntomas son parecidos a los de la gripe e incluyen fiebre, malestar, mialgia, escalo- fríos y prurito.

Segunda fase:

  1. Ocurre después de un período de incubación de casi 17 días.
  2. Se caracteriza por un exantema facial eritematoso y otro en forma de cinturón en las extremidades o en el tronco (2 ó 3 días) que puede ir acompañado por síntomas articulares en adultos, los que pueden persistir por largo tiempo

Prevención, control y tratamiento

Hasta el momento no hay disponibles vacunas ni drogas útiles contra el parvovirus humano B19, aunque hay buenas probabilidades de desarrollar una, ya que se conocen vacunas eficaces contra parvovirus animales en gatos, perros y cerdos. Recientemente se ha reportado que una vacuna para B19 está en desarrollo y cuando se concluya, esta podrá ser aplicada a los niños al mismo tiempo que la triple para parotiditis, sarampión y rubéola.

Deben adoptarse medidas para controlar la infección y evitar la transmisión del B19 a los trabajadores de la salud por pacientes con crisis aplásica y por pacientes inmunodeficientes con infección crónica con B19.

El tratamiento tanto de la “quinta enfermedad” como de las crisis aplásica transitoria es sintomático. Se recomienda la aplicación de preparaciones comerciales de inmunoglobulinas que contienen anticuerpos neutralizantes contra el parvovirus humano. Estas preparaciones se utilizan para curar o aliviar las infecciones persistentes por B19 en pacientes inmunodeficientes.

Replicación de los Parvovirus

Los parvovirus son muy dependientes de las funciones de la célula para su replicación. La replicación del DNA viral tiene lugar en el núcleo. Para la célula huésped es necesario entrar a la fase S, pero el parvovirus no tiene capacidad de estimular las células en reposo para iniciar la síntesis del DNA.

El ciclo de replicación del parvovirus humano B19 se resume en los siguientes pasos:

  1. Unión al antígeno P del eritrocito y penetración.
  2. Translocación del DNA viral al núcleo.
  3. Transcripción del RNA no estructural.
  4. Transcripción del RNA de las proteínas tardías de la cápside.
  5. Traducción de las proteínas no separables en el tiempo.
  6. Autoensamblado de la cápside.
  7. Acción de la proteína no estructural sobre el DNA viral.
  8. Translocación de la cápside al núcleo.
  9. Replicación del DNA.
  10. Introducción del DNA en cápsides intactas.
  11. Liberación del virus y lisis celular

Importancia Clínica

Los parvovirus son los virus animales de ADN más sencillos que existen y están amplia- mente propagados en la naturaleza, ocurriendo por igual en animales y humanos y están agrupados en la familia parvoviridae. El más importante entre ellos es el parvovirus humano B19, ubicado en la subfamilia Parvovirinae, género Erythrovirus. Entre sus propiedades está: virión icosaédrico de 18 a 26 nm, genoma ADN monocatenario lineal, una proteína principal y dos menores, no presentan envoltura y su replicación es nuclear. El parvovirus humano B19 tiene como célula diana a los eritrocitos, uniéndose a su superficie por medio del antígeno P de los mismos. Este agente se asocia a varios cuadros clínicos que incluyen el eritema infeccioso (quinta enfermedad), artritis aguda, hidropesía y muerte fetal, crisis aplástica transitoria y anemia prolongada en pacientes inmunodeficientes.

Las infecciones por B19 pueden ocurrir en cualquier época del año, aunque con más frecuencia en el invierno o la primavera. Se presentan en todos los grupos etáreos como brotes o casos esporádicos.

La infección se transmite por medio de secreciones de las vías respiratorias. También se puede encontrar B19 en sangre de pacientes, por lo que puede transmitirse por vía parenteral, transfusiones sanguíneas o por productos sanguíneos y verticalmente de la madre al feto. Su diagnóstico se basa esencialmente en la detección de anticuerpos IgG e IgM. Este último más sensible para definir una infección aguda. Las técnicas más empleadas son radioinmunoensayo, ELISA y Western blot.

La detección del virus se realiza por Dot Blot para sueros o extractos de tejidos, hibridación in situ de tejido fijado y por RCP.

Fuentes

  • Anand A et al: Human parvovirus infection in pregnancy and hydrops fetalis, N Engl J Med 1987; 316: 183]
  • Bloom M E et al: Aleutian mink disease: Puzzles and paradigms. Infect Agents Dis 1994; 3:279.
  • Brown K E et al. Resistance to parvovirus B19 infection due to lack of virus receptor (erythrocyte P antigen) N Engl J Med 1994; 330:1192.
  • Dollard S., Nasello M and Manegus MA. Serodiagnosis of Parvovirus Infections: Problems and Pitfalls.

Clinical Microbiological Newsletters 1998: 3: 21-23.