Diferencia entre revisiones de «Patricio Ballagas»

Línea 56: Línea 56:
 
== Bibligrafía  ==
 
== Bibligrafía  ==
  
*Lino Betancourt. «A propósito de un gran trovador».
+
*Lino Betancourt. «A propósito de un gran trovador».Bohemia (La Habana), año 73 (41): 34; 9 de octubre de 1981
  
Bohemia (La Habana), año 73 (41): 34; 9 de octubre de 1981
+
*«Patricio Ballagas, el olvidado». Clave (LaHabana), año 4 (1): 57-58, 2002.
  
*«Patricio Ballagas, el olvidado». Clave (La
+
*Dulcila Cañizares.La trova tradicional cubana. La Habana, EditorialLetras Cubanas, 1992.
 
 
Habana), año 4 (1): 57-58, 2002.
 
 
 
*Dulcila Cañizares.La trova tradicional cubana. La Habana, Editorial
 
 
 
Letras Cubanas, 1992.  
 
  
 
*Vicente González-Rubiera, Guyún. «Patricio Ballagas Palacios». Inédito. Archivo de Radamés Giro.
 
*Vicente González-Rubiera, Guyún. «Patricio Ballagas Palacios». Inédito. Archivo de Radamés Giro.

Revisión del 12:59 3 dic 2010

Plantilla:Personaje artísticoPatricio Ballagas Palacios. Guitarrista y compositor. Nacido enCamagüey, Cuba el 17 de marzo de 1879 y muere enLa Habana, Cuba el15 de febrero de1920.

Trayectoria Artística

Estudió solfeo, teoría de la música y guitarra. Inició su carrera artística junto a Armando Recio, quien fue su alumno de guitarra, y Regino Velasco. A principios de siglo se trasladó para La Habana, donde se relacionó con los más importantes trovadores de la época: Sindo Garay, Alberto Villalón, Manuel Corona, Rosendo Ruiz Suárez, Oscar Hernández, Floro Zorrilla, Miguel Zaballa, Vitalino Matas, Rafael Enrizo (Nené), Juan de la Cruz y Bienvenido León.

Hizo dúos con Pablo Vasconcelos, Román León (Nano) y Bienvenido León; pero el más importante fue el que integró con Alejandro Montalbán. También fue miembro del trío Nano, integrado por Nano León, voz prima; Bienvenido León, voz segunda, y Ballagas —en sustitución de Tirso Díaz— en la guitarra, que más tarde se convirtió en cuarteto con la incorporación de Domingo Capallejas.

Al referirse a las cualidades de Ballagas como compositor, Vicente González-Rubiera (Guyún), expresó: «...Las canciones de Patricio Ballagas son de compasillo, son a dos letras [...]. Se distinguía mucho esa forma trovadoresca adoptada por Ballagas, se destacaba ese compás de cuatro por cuatro o compasillo, y se hacía más relevante aún porque en los acentos rítmicos se hacía énfasis. Podría decirse que esas canciones son eminentemente rítmicas. En ellas no se apreciaba nunca un ad libitum. Tampoco el tiempo rubato.

Estas características, unidas a la medida regular que casi siempre usaba en sus melodías, hacían más sobresaliente la personalidad artística de Ballagas. Es cierto que los creadores de la trova cubana han presentado rasgos estilísticos propios que los han hecho fácilmente reconocibles. Pero es que en Ballagas esos rasgos son de un relieve extraordinario.

Todo lo que hemos expuesto ha sido con referencia a la melodía y al ritmo; sin embargo, su invención mayor lo constituye el doble texto y la melodía superpuesta al canto protagonista que realiza la segunda voz. Contracanto o contrapunto creado por Ballagas para la forma trovadoresca cubana [...]. Con la forma contrapuntística que hemos señalado, Ballagas consigue que la segunda voz deje de ser una guirnalda sonora en simetría con la voz prima, para convertirse en un lenguaje melódico-armónico con individualidad propia.»

Sobre las canciones de doble texto y líneas melódicas diferentes, señala, en sentido general, Argeliers León: «...El punto culminante de artificio popular en la creación de canciones estuvo en las canciones que se hicieron superponiendo dos melodías con textos diferentes e individualmente diferentes como canciones. Se trataba del natural paso de desarrollo de dos líneas vocales por terceras y sextas paralelas, a dos líneas contrapuntísticas que se producían como resultado de las desviaciones que de propósito los cantadores iban introduciendo libremente en sus respectivas líneas, y hasta con sus giros imitativos.»

Como guitarrista, Patricio Ballagas es considerado como uno de los más notables de su época, junto a Panchito Vargas, Marcos Valdés Menocal, Alberto Villalón, Vitalino Matas y Rafael Enrizo (Nené).

En un análisis de las características de lo que pudiéramos llamar los cinco grandes de la trova raíz o tradicional, llegaríamos a las siguientes conclusiones: Patricio Ballagas, hizo un cambio total del estilo de la trova; abandona el rayado o rasgueado del bolero —en realidad compuso muy pocos de ellos—, eran más bien canciones a cuatro tiempos, con doble texto, el contrapunto y la melodía yuxtapuesta al canto protagonista, hacía el segundo, con otra letra, que fue una creación de él.

Esto tiene una enorme importancia; por ello, en vez de cuatro grandes como hasta ahora se ha dicho, Ballagas viene a ser, por lo antes apuntado, el quinto. Cada uno se distinguía en distintos aspectos. Sindo Garay, por la profundidad melódica y armónica, y por la originalidad del segundo que hacía.

Rosendo Ruiz Suárez, por sus bellas melodías y los múltiples estilos que cultivó; el talento de Rosendo se demuestra en su bolero La reja, en el que utiliza una armonía sobre la base de la progresión (la progresión está dada, y muchos armonistas confunden una sucesión de acordes: este enlaza con el otro y este con aquél, sus relaciones recíprocas; una verdadera progresión está dada por la repetición de un modelo, se escoge un modelo que se repite a distintas alturas, bien sea subiendo o bajando), y esto lo hacía Rosendo en el mencionado bolero.

Manuel Corona, por sus melodías muy bien hilvanadas y ricamente armonizadas, y por el segundo que hacía; eso se da en aquellos creadores que nacen con esa vena armónica, porque el segundo es una manera de dominar la armonía, los acordes de tres y cuatro sonoridades, en las que al cantar primo y segundo, hay que escoger dos nada más; entonces el buen armonista, al hacer el segundo, busca las notas más significativas e importantes de la armonía, que puede ser de cuatro sonidos o acordes, y él busca, entre las cuatro, la mejor para ponerla en la segunda voz que armoniza al primo; esto puede apreciarse en una de sus canciones más profundas, como Santa Cecilia.

Alberto Villalón, es más técnico en sus acompañamientos, no sólo ponía el acorde adecuado, sino que incluía una serie de notas de paso, que conocía perfectamente; en los bajos hacía un bordoneo distinto completamente a los otros trovadores.

Obras

  • A Máximo Herrera
  • A tiempo quiero hablarte
  • Contestación a Anaguriero
  • Cuánto reniego
  • El ángel de amor
  • El lunar
  • El recluta
  • El trovador
  • Impúdica imagen
  • Inexorable
  • Invencible luchador
  • Los peligrosde La Habana
  • Máximo Herrera
  • Mi guitarra
  • Mis trovas
  • Nena
  • No quiero verte
  • Nunca dudes expresar
  • Promesa incumplida
  • Timidez
  • Tú sola
  • Ya es muy tarde
  • Yo te vi como las flores
  • Zapateo, para guitarra sola

Bibligrafía

  • Lino Betancourt. «A propósito de un gran trovador».Bohemia (La Habana), año 73 (41): 34; 9 de octubre de 1981
  • «Patricio Ballagas, el olvidado». Clave (LaHabana), año 4 (1): 57-58, 2002.
  • Dulcila Cañizares.La trova tradicional cubana. La Habana, EditorialLetras Cubanas, 1992.
  • Vicente González-Rubiera, Guyún. «Patricio Ballagas Palacios». Inédito. Archivo de Radamés Giro.
  • Argeliers León. Del canto y el tiempo[2da. ed.]. La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1984.
  • Margarita Mateo Palmer. Del bardo que te canta. La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1988.
  • Ezequiel Rodríguez. Patricio Ballagas. La Habana, Museo Nacional de la Música, 1990.

Fuente