Pedro Alcántara Herrán

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Pedro Alcántara Herrán
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Militar y político colombiano
Nacimiento19 de octubre de 1800
Bogotá, Colombia
Fallecimiento26 de abril de 1872
NacionalidadColombiana
OcupaciónJefe militar y presidente de la República de Nueva Granada


Pedro Alcántara Herrán. 1800 - 1872 fue un militar y político colombiano. Entre 1821 y 1824 luchó en la guerra de la independencia a las órdenes del mariscal Antonio José de Sucre, con quien participó en la batalla de Ayacucho, y al que acompañó en los años siguientes durante su gobierno en Bolivia. Posteriormente se dedicó a la política, y ocupó diversos cargos. Como presidente de la República de Nueva Granada (1841-1845), promulgó la Constitución de 1843 y, aplicando una política conservadora, suprimió la libertad de prensa y otorgó al clero el monopolio de la educación, además de permitir el retorno de los jesuitas. Dado el alcance de las reformas conservadoras y el papel de la Iglesia en la sociedad, los liberales no tardaron en reaccionar violentamente. Tras abandonar la presidencia, fue secretario de Guerra, senador, general en jefe del ejército y, por último, embajador en Washington.

Biografía

Jefe militar y presidente de la República, nacido en Bogotá, el 19 de octubre de 1800, muerto en la misma ciudad, el 26 de abril de 1872. Pedro Alcántara Herrán Martínez de Zaldúa hizo sus estudios, como otros presidentes colombianos, en el Colegio de San Bartolomé, pero a la edad de 14 años los suspendió para iniciar la carrera militar, en la que sobresaldría, hasta obtener el grado de general de la República. Desde muy joven, Herrán formó parte de las filas libertadoras participando en varias batallas, entre ellas la célebre de la Cuchilla del Tambo, donde fue aprehendido y condenado a muerte por los jueces realistas con varios patriotas más.

No alcanzó a ser ajusticiado, y recibió conmutación de la pena por prestar servicios a los ejércitos españoles durante algunos años, hasta cuando logró reintegrarse a la lucha independentista, recibiendo de Antonio José de Sucre el grado de capitán. Participó en las campañas del sur y del Perú, también combatió en Bomboná, Junín y Ayacucho; por su conducta militar en esta última contienda recibió una distinción. En 1828 se le nombró intendente de Cundinamarca, y fue ascendido a general por el Libertador.

En enero de 1830 fue nombrado secretario de Guerra, y en 1832 ocupó el cargo de secretario de la Legación ante la Santa Sede, de donde regresó para dedicarse a labores rurales y textiles. Siendo jefe militar, tuvo que viajar a Panamá; a su regreso ocupó la Gobernación de Cundinamarca y más tarde se desempeñó como secretario de Relaciones Exteriores. Dio lo mejor de su capacidad militar y organizativa en la guerra que el gobierno de José Ignacio de Márquez debió afrontar en 1839 y en los años siguientes para combatir el levantamiento de los pastusos ocasionado por la clausura de los conventos menores de Pasto, causa a la que se unió José María Obando y que se extendió por todo el país, suscitando la llamada guerra de los Supremos. En medio de esta contienda, Herrán fue propuesto como candidato a la Presidencia.

Elección como Vicepresidente

Elegido para el período 1841-1845, lo acompañaron el general Domingo Caycedo, en calidad de vicepresidente, y el antioqueño Juan de Dios Aranzazu, como presidente del Consejo de Estado. Debido a las exigencias de la guerra, Herrán decidió ponerse al frente de la campaña en el norte. Delegó, entonces, el ejercicio ejecutivo en Aranzazu, quien lo desempeñó durante corto tiempo, y posteriormente Domingo Caycedo gobernó los destinos del Estado hasta 1842, cuando se los devolvió a Herrán. Recién posesionado en la primera magistratura del Estado, cuenta Ignacio Arizmendi Posada, el general Herrán dirigió una carta al Congreso en la que manifestaba la conveniencia de reformar la Constitución de 1832, por cuanto el observarla representaba muchas dificultades para el mantenimiento del orden público y la armonía de los poderes.

Esta nueva Carta, sancionada por el presidente Herrán el 20 de abril de 1843,y surgida después de la experiencia de la guerra civil, fortaleció el poder ejecutivo y aseguró la paz por varios años, situación inusitada y sorprendente en un país donde los enfrentamientos y guerras se sucedían casi ininterrumpidamente.

El gobierno de Herrán impulsó la instrucción pública e introdujo un nuevo plan educativo, bajo la inspiración del ministro del Interior, Mariano Ospina Rodríguez; construyó el camino del Quindío, que comunicó al Valle del Cauca con la región de Mariquita; y ordenó la recopilación de la legislación granadina, adelantada por Lino de Pómbo. Además, permitió el regreso de los jesuitas y realizó un censo nacional de población.

Carrera militar y diplomática

Desde muy joven, Herrán formó parte de las filas libertadoras participando en varias batallas, entre ellas la célebre de La Cuchilla del Tambo, donde fue aprehendido y condenado a muerte por los jueces realistas con varios patriotas más. No alcanzó a ser ajusticiado, y recibió conmutación de la pena por prestar servicios a los ejércitos españoles durante algunos años, hasta cuando logró reintegrarse a la lucha independentista, recibiendo de Antonio José de Sucre el grado de capitán. Participó en las campañas del sur y del Perú, también combatió en Bomboná,Junín y Ayacucho; por su conducta militar en esta última contienda recibió una distinción. En 1828 se le nombró intendente de Cundinamarca, y fue ascendido a general por el Libertador.

En enero de 1830 fue nombrado secretario de Guerra, y en 1832 ocupó el cargo de secretario de la Legación ante la Santa Sede, de donde regresó para dedicarse a labores rurales y textiles. Siendo jefe militar, tuvo que viajar a Panamá; a su regreso ocupó la Gobernación de Cundinamarca y más tarde se desempeñó como secretario de Relaciones Exteriores. Dio lo mejor de su capacidad militar y organizativa en la guerra que el gobierno de José Ignacio de Márquez debió afrontar en 1839 y en los años siguientes para combatir el levantamiento de los pastusos ocasionado por la clausura de los conventos menores de Pasto, causa a la que se unió José María Obando y que se extendió por todo el país, suscitando la llamada Guerra de los Supremos.

Presidencia y Post-presidencia

En medio de esta contienda, Herrán fue propuesto como candidato a la Presidencia. Elegido para el período 1841-1845, lo acompañaron el general Domingo Caycedo, en calidad de vicepresidente, y el antioqueño Juan de Dios Aránzazu, como presidente del Consejo de Estado. Debido a las exigencias de la guerra, Herrán decidió ponerse al frente de la campaña en el norte. Delegó, entonces, el ejercicio ejecutivo en Aránzazu, quien lo desempeñó durante corto tiempo, y posteriormente Domingo Caycedo gobernó los destinos del Estado hasta 1842, cuando se los devolvió a Herrán.

Recién posesionado en la primera magistratura del Estado, cuenta Ignacio Arizmendi Posada, el general Herrán dirigió una carta al Congreso en la que manifestaba la conveniencia de reformar laConstitución de 1832, por cuanto el observarla representaba muchas dificultades para el mantenimiento del orden público y la armonía de los poderes. Esta nueva Carta, sancionada por el presidente Herrán el 20 de abril de 1843, y surgida después de la experiencia de la guerra civil, fortaleció el poder ejecutivo y aseguró la paz por varios años, situación inusitada y sorprendente en un país donde los enfrentamientos y guerras se sucedían casi ininterrumpidamente.

El gobierno de Herrán impulsó la instrucción pública e introdujo un nuevo plan educativo, bajo la inspiración del ministro del Interior, Mariano Ospina Rodríguez; construyó el camino del Quindío, que comunicó al Valle del Cauca con la región de Mariquita; y ordenó la recopilación de la legislación granadina, adelantada por Lino de Pómbo. Además, permitió el regreso de los jesuitas y realizó un censo nacional de población.

Después de dejar la presidencia, Herrán asistió a varios congresos; fue secretario de Guerra y general en jefe del ejército; participó con éxito en la lucha contra José María Melo en 1854; y renunció a su cargo diplomático en Washington en 1860, con el fin de defender la Confederación Granadina, cuando el general Tomás Cipriano de Mosquera, suegro de Herrán, emprendió la lucha contra Mariano Ospina Rodríguez.

Herrán tuvo varias diferencias con Mosquera, las cuales propiciaron su destitución pública del cargo de embajador ante el gobierno de Estados Unidos, y su baja de las filas militares. Más adelante, en 1866, Mosquera le restituyó a Herrán su grado militar. En los años siguientes desempeñó algunos cargos diplomáticos para los gobiernos de Guatemala y El Salvador

Muerte

Falleció, en 1872, cuando se encontraba ejerciendo funciones de senador por el Estado Soberano de Antioquia en la capital de la República.

Fuentes