Pedro Delfín

Nombre Pedro Delfín Hernández Ávila Nacimiento 26 de noviembre de 1912. La Habana. Fallecimiento 1 de enero de 2006. La Habana Nacionalidad cubana Otros nombres Pedrito Hernández. Ocupación Violinista, compositor, orquestador y profesor.

Pedro Delfín Hernández Ávila. En la década de 1930 realizó estudios de música y de violín en el Conservatorio Municipal de La Habana Ernesto Alpízar, en el que se graduó en 1938.

Trayectoria profesional

Desde muy joven, siendo aún estudiante, integró la orquesta La Polar, dirigida por Eduardo García, cuando vivía en Guanabacoa. Luego formó parte de la Orquesta de Antonio María Romeu y posteriormente de la orquesta Ideal de Joseíto Valdés, de la cual fue fundador y donde realizó sus mayores aportes como compositor de danzones. En otra etapa de su vida integró la Orquesta de Frank Emilio Flynn, la de Fajardo y sus Estrellas (de José Antonio Fajardo) y la Orquesta de CMQ. Con la Orquesta de Enrique Jorrín trabajó eventualmente y con esa agrupación realizó varias giras internacionales en la década del 60 como la realizada a Ghana. Aunque se jubiló en 1976 se mantuvo activo asesorando a músicos jóvenes e incluso actuó en EE.UU. con el espectáculo “Ritmos de Cuba”, dirigido por Tony Taño y trabajó con la Orquesta de Broadway en 1988. También participó en el proyecto Las Estrellas de Areíto y en 1995 fundó y dirigió la agrupación Violines Orishas.

Orquestaciones

Como orquestador se destacó en la realización de versiones de obras de la música de concierto europea al estilo danzonero, como la Suite en Re Mayor de Bach y Preludio en Mi menor de Chopin y otras como “Recordando a Tchaikovski”, “Gavoty danzón” y el “Concierto de Varsovia”, en las que siempre conservó la idea original. En la orquestación de obras populares llevadas al danzón se encuentran “Caballo viejo” de Simón Díaz y otras canciones venezolanas. También arregló algunas piezas del repertorio de Oscar D´León.

Obras

Como compositor incursionó en diversos géneros de la música cubana, pero es principalmente en el danzón donde se encuentran sus mayores éxitos, con: “Un aria para Gladys”, “Ay, qué risa”, “Aquí está el detalle”, “Príncipe Nino” (dedicado a un bailador) y “Barón de Salas” (en homenaje a Brindis de Salas) pieza con la cual alcanzó el Gran Premio del Concurso de Composición Juan Arrondo. También dedicados a los cultos sincréticos compuso “Oyá”, “Siete sayas”, “Elegía a la Caridad del Cobre” y el bolero “A los jimaguas”.

Labor pedagógica

Como maestro de solfeo trabajó en los Conservatorios Periut, Guillermo Tomás (de Guanabacoa) Municipal de Música de la Habana (hoy Amadeo Roldán) y en la Escuela de Superación Profesional Ignacio Cervantes. También ofreció seminarios metodológicos en la Escuela Nacional de Arte.

Fuente

Alfredo Hidalgo-Gato/Hidalgo-Gato, Alfredo. Informe. Centro de Documentación, Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana, Inédito.