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Su mayor traspié lo comete cuando se encuentra en la calle con Maria Butlies. Un [[14 de mayo]] de [[1930]] la joven llegaba a Düsseldorf en busca de un albergue estudiantil. Temerosa, porque ya se conocían las andanzas del “vampiro”, buscaba la dirección del lugar en sus bolsillos y un señor que observaba la escena se acerca para ayudarla, pero es interrumpido por Peter, quien se ofrece a acompañar a la muchacha. Así, la joven caía en sus garras. Kürten la lleva primero a su casa, donde nunca había llevado a ninguna víctima, le ofrece pan y leche, y luego, con la excusa de conducirla hasta el albergue, la lleva a un bosque cercano donde intenta estrangularla. Después de un forcejeo, ella logra librarse y él se da cuenta que logró alcanzar el goce y su víctima estaba viva y se retira del lugar murmurando:
 
Su mayor traspié lo comete cuando se encuentra en la calle con Maria Butlies. Un [[14 de mayo]] de [[1930]] la joven llegaba a Düsseldorf en busca de un albergue estudiantil. Temerosa, porque ya se conocían las andanzas del “vampiro”, buscaba la dirección del lugar en sus bolsillos y un señor que observaba la escena se acerca para ayudarla, pero es interrumpido por Peter, quien se ofrece a acompañar a la muchacha. Así, la joven caía en sus garras. Kürten la lleva primero a su casa, donde nunca había llevado a ninguna víctima, le ofrece pan y leche, y luego, con la excusa de conducirla hasta el albergue, la lleva a un bosque cercano donde intenta estrangularla. Después de un forcejeo, ella logra librarse y él se da cuenta que logró alcanzar el goce y su víctima estaba viva y se retira del lugar murmurando:
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La joven finalmente llega a la dirección de la pensión, pero tarda varios días en denunciarlo. Peter consideró, frente a los acontecimientos que debía contarle toda la verdad a su esposa y así lo hace una mañana de mayo de 1930, con voz serena le dice que él era la  Bestia que estaban buscando, le describe el placer que sentía al cometer sus horribles asesinatos, la utilización de tijeras o martillos que guardaba en el bolsillo, de su saco.
 
La joven finalmente llega a la dirección de la pensión, pero tarda varios días en denunciarlo. Peter consideró, frente a los acontecimientos que debía contarle toda la verdad a su esposa y así lo hace una mañana de mayo de 1930, con voz serena le dice que él era la  Bestia que estaban buscando, le describe el placer que sentía al cometer sus horribles asesinatos, la utilización de tijeras o martillos que guardaba en el bolsillo, de su saco.
 
   
 
   

Revisión del 14:51 7 nov 2011

Peter Kürten
Información sobre la plantilla
Peter kürten.jpg
Asesino en serie alemán
NombrePeter Kürten
Nacimiento26 de mayo de 1883
Kóln-Mülheim Bandera de Alemania Alemania
Fallecimiento2 de julio de 1931
Prisión de Klingelputz Bandera de Alemania Alemania
Causa de la muerteGuillotinado
Otros nombres“El vampiro de Düsseldof”

Peter Kürten.Fue un asesino en serie alemán conocido con el sobrenombre de “El vampiro de Düsseldof” debido a la particularidad de sus crímenes.Fue juzgado y encontrado culpable de nueve asesinatos e intento de otros siete por lo que fue guillotinado en 1931.

Biografía

Infancia

Nació el 26 de mayo de 1883, en Kóln-Mülheim,Alemania. Fue el tercero de trece hermanos que vivían apilados en un solo cuarto, de una familia extremadamente pobre. Su padre tenía como ocupación el moldeado de arena y era adicto a la bebida, en sus borracheras golpeaba frecuentemente a los miembros de su familia incluso violaba impunemente a sus hermanas menores. Su madre, además, lo acosaba sexualmente. Cuando su padre es condenado a trabajos forzados en 1897 por incesto, Peter comienza a criarse vagabundeando y con poca atención.

A los cinco años de edad era muy cruel con los animales y fue capaz de matar a un perro, a uno de sus compañeros de juegos que no sabía nadar lo tiró desde una barca en la que navegaban, intentando ahogarle. A los ocho años, después de una paliza que le dio su madre, huyó de la casa, viviendo del producto de sus robos. Posteriormente regresó a casa y trabajó como aprendiz en una fábrica.

Practicó la zoofilia con cabras, ovejas y cerdos, descubriendo que obtenía mayor placer si los acuchillaba durante el acto sexual. Además, estaba fascinado con los incendios y se dedicaba a leer extasiado sobre Jack el Destripador y sus asesinatos. En 1894 se muda con su familia a la ciudad de Dusseldorf, donde trabaja como aprendiz de moldeador en una fábrica, a los catorce años asalta a una joven que casi estrangula en los bosques de Grafenberger. Esa zona sería luego el escenario de sus crímenes.

Sus violentas tendencias se fueron incrementando a medida que se iba haciendo mayor. Paralelamente, Kürten necesitaba trasladar esas experiencias sanguinarias de animales a humanos. El 13 de mayo de 1913, Kürten merodeaba una casa presuntamente vacía para robar. Pero en ella se encontraba Khristine Klein, una niña de trece años que dormía en su habitación. Peter, tras comprobar que no había nadie en la casa, estranguló a la joven para terminar degollándola. El contacto con la sangre tibia le produjo satisfacción, y limpió el cuchillo con su pañuelo, que llevaba el monograma PK. Las sospechas, por supuesto, recayeron sobre el padre de la niña, que poseía las mismas iniciales.

Durante la Primera Guerra Mundial, Kürten fue condenado por sus habituales delitos de hurto y alguna que otra agresión sexual. Pero en 1921, Kürten se trasladó a Altenburgo donde se casó con una mujer de buena reputación al mismo tiempo que conseguía un trabajo como camionero. No tuvo hijos y era considerado por sus vecinos como una persona seria, honesta y amable, con la única particularidad de maquillarse para disimular su edad. Desde su casamiento y hasta 1929, asaltó y casi estranguló a varias mujeres, pero estas no lo denunciaron por vergüenza.

Nace un vampiro

  • El 9 de enero de 1929, en horas de la noche, atacó a Apollonia Kuhn hundiéndole unas tijeras que se rompieron por la presión impuesta por Peter. Los gritos desgarradores de la mujer alertaron a unos paseantes, que pudieron rescatarla pero Kürten logró escapar.
  • El 8 de febrero de 1929 engaña a Rosa Ohlinger de nueve años a quien lleva a una zona oscura de las cercanías de la iglesia Vinzenz, la agrede violentamente con las tijeras hasta matarla. Horas más tarde regresa al lugar del crimen para verter petróleo sobre el cuerpo y lo incendia, logrando así nuevamente el orgasmo. El 23 de agosto, mató a dos hermanas, Gertrud Hamacher de cinco años y Luise Lenzem de catorce años. En septiembre, mató a Ida Reuter con un martillo, después de haberla violado. Y el 7 de noviembre, llegó al punto álgido de su locura al matar a una niña de cinco años Gertrud Alberman a quien estrangula y acuchilla con las tijeras 35 veces, luego envía a un periódico local el mapa de la tumba de la asesinada.
  • Otras de sus víctimas sería Rudolf Scheer, quien deambulaba alcoholizado y tiene un encuentro con Kürten. Tras un airado cruce de palabras, el asesino lo ataca con las tijeras y bebe la sangre que mana de las heridas.
  • Un domingo de agosto de 1929 organiza una cita con la prostituta María Hahn. Durante el encuentro la estrangula, le clava las tijeras en la garganta, y absorbe la sangre de la víctima. El cuerpo de la joven es encontrado gracias a una carta que envía el propio Kürten a la policía con un poema y un plano indicando el lugar exacto. Siempre se alejaba del lugar de los hechos con una sonrisa o canturreando una canción ya que no era la penetración o el contacto físico erótico lo que lo satisfacía sino el asesinato y la sangre.

Cazando al Vampiro

Estos asesinatos hicieron que la ciudad de Dusseldorf viviera en un continuo estado de histeria. Nadie se atrevía a caminar solo por las calles de la ciudad. Las autoridades ofrecían una suculenta recompensa por quien diera pistas sobre la identidad del asesino y la policía llegó a recibir hasta 900.000 nombres de posibles asesinos.

Su mayor traspié lo comete cuando se encuentra en la calle con Maria Butlies. Un 14 de mayo de 1930 la joven llegaba a Düsseldorf en busca de un albergue estudiantil. Temerosa, porque ya se conocían las andanzas del “vampiro”, buscaba la dirección del lugar en sus bolsillos y un señor que observaba la escena se acerca para ayudarla, pero es interrumpido por Peter, quien se ofrece a acompañar a la muchacha. Así, la joven caía en sus garras. Kürten la lleva primero a su casa, donde nunca había llevado a ninguna víctima, le ofrece pan y leche, y luego, con la excusa de conducirla hasta el albergue, la lleva a un bosque cercano donde intenta estrangularla. Después de un forcejeo, ella logra librarse y él se da cuenta que logró alcanzar el goce y su víctima estaba viva y se retira del lugar murmurando:

”Así es el amor”

La joven finalmente llega a la dirección de la pensión, pero tarda varios días en denunciarlo. Peter consideró, frente a los acontecimientos que debía contarle toda la verdad a su esposa y así lo hace una mañana de mayo de 1930, con voz serena le dice que él era la Bestia que estaban buscando, le describe el placer que sentía al cometer sus horribles asesinatos, la utilización de tijeras o martillos que guardaba en el bolsillo, de su saco.

Por supuesto, su mujer no podía cree lo que escuchaba. Su esposo, un modesto empleado y amable vecino no podía ser un homicida. Finalmente él le propone un pacto debido a que la información sobre el Vampiro o la Bestia de Düsseldorf tenía precio muy alto, le pide que lo entregue. De esta manera la recompensa serviría como indemnización por todos los sufrimientos vividos por su culpa. Ambos tenían un plan y la mañana del 24 de mayo de 1930 se presenta a la policía la señora Kürten, que dijo saber a quién buscaban y que los guiaría hasta él. Los agentes estuvieron de acuerdo, y a las tres de la tarde fueron acompañados hasta la Iglesia de Saint Rochus. Allí se encontraba Peter, de cuarenta y siete años que, mirando a los policías, dijo:

“No tienen por qué temer”

y se entregó.

Juicio y condena

El juicio se abrió el 13 abril de 1931, el imputado alegó locura y su abogado intentó convencer al jurado de que su cliente había estado dominado por una fuerza diabólica que lo obligaba a cometer los repugnantes asesinatos. Guando el juez le pregunta en una oportunidad si tenía conciencia de sus actos, Kürten le responde:

“No tengo ninguna. Nunca he sentido un mal presentimiento en mi alma; nunca pensé que lo que hice estuviera mal, a pesar de que la sociedad humana me condene. Mi sangre y la sangre de mis víctimas caerán sobre la cabeza de mis torturadores. Debe haber un Ser supremo que dio en primer lugar la primera chispa vital a mi vida. Ese ser supremo considerará mis buenas acciones porque vengué la injusticia. Los castigos que he sufrido han destruido todos mis sentimientos como ser humano. Es por ello que no tuve piedad para mis víctimas…No tengo ningún remordimiento. Cuando recuerdo mis actos no me avergüenzo, recordar todos los detalles me hace disfrutar…”

El 22 de abril fue declarado culpable de asesinato en nueve casos, y de intento de asesinato en siete. Fue sentenciado según el Código Penal alemán de esa época a morir nueve veces y a una condena de quince años. Su ejecución se produjo el 2 de julio de 1931, cuando fue guillotinado en la prisión de Klingelputz previa confesión con el capellán y la redacción de varias cartas a los familiares de sus víctimas.

“Después de que me decapiten, podré oír por un momento el sonido de mi propia sangre al correr por mí cuello... Ese será el placer para terminar con todos los placeres.”

Aportes criminológicos

El caso Kürten es importante en el mundo de la criminología pues dio a la policía de todo el mundo elementos claves en la evolución de cualquier asesino en serie. Fue la primera vez que un cuerpo de seguridad nacional pudo determinar la actividad criminal en miles de sospechosos. De hecho, muchos asesinos después de Kürten imitaron su conducta y muchos otros presuntos delincuentes fueron absueltos por la policía al no encajar con el modus operandi del vampiro de Düsseldorf.

Los motivos de la actitud de Kürten todavía son objeto de estudio. Él arguyó como la principal razón para cometer los asesinatos su pasión desenfrenada por beber la sangre de sus víctimas (de ahí su apodo del Vampiro de Düsseldorf) y su placer sexual en el momento de la ejecución.

Fuente

  • Artículo Peter Kürten Disponible en la Web “www.portalplanetasedna.com.ar”
  • Artículo Peter Kürten Disponible en la Web “www.asesinos-en-serie.com”