Pinar del Río

Revisión del 12:00 18 oct 2017 de Sanjose4 jc (discusión | contribuciones) (Lugares de interés relevantes)
Este artículo trata sobre Pinar del Río (provincia). Para otros usos de este término, véase Pinar del Río (desambiguación).
Provincia Pinar del Río
Información sobre la plantilla
Provincia de Cuba
Bandera de Pinar del Río
Bandera

Escudo de Pinar del Río
Escudo

Provincia más occidental de Cuba
Provincia más occidental de Cuba
CapitalMunicipio Pinar del Río
EntidadProvincia
 • PaísBandera de Cuba Cuba
Fundación10 de septiembre de 1867
SuperficiePuesto 3.º
 • Total8 883 74 km²
Población (2015[1]) 
 • Total589 021 hab.
 • Densidad67,7 hab/km²
 • Pobl. urbana382 806 hab.
Gentiliciopinareño -a

Pinar del Río. La más occidental de las provincias cubanas y una de las regiones más olvidadas antes del triunfo de la Revolución. No tuvo las atenciones iniciales que recibieron otros poblados cubanos, primero como un asentamiento itinerante que conoció su primera capital en Guane, hasta que por fin la aldea echó raíces en las proximidades del río Guamá y luego de transitar por la instancia de Villa, el 10 de septiembre de 1867 llegó el ansiado título. Es una de las quince provincias con que cuenta Cuba.

Historia

Antecedentes de la conquista (1494-1514)

El segundo viaje de Cristóbal Colón en 1493 fue una verdadera empresa colonial, que dio inicio a la primera fase de la colonización insular en América. El Almirante tenía el propósito de convertir en una factoría el asentamiento del fuerte "Navidad", en “La Española”, pero ante la reacción de los aborígenes decide fundar la "Isabela" e iniciar de inmediato sus planes de colonización.

En el mes de abril de 1494 Colón zarpó a bordo de la "Niña" acompañado de las pequeñas carabelas "Cardera" y "San Juan", con una expedición compuesta por unos 56 hombres, entre los que figuraban Juan de la Cosa, célebre cartógrafo, Fernand Pérez de Luna, escribano, el intérprete Diego, entre otros.

A finales de abril de 1494 Colón llegó a Cuba "y siguió la costa de ella al Occidente" por el sur, para los primeros días de junio llegaron a las costas del territorio occidental divisando sus elevaciones y señales de los pobladores. La expedición se acercó a una ensenada (Cortés) donde la costa viraba bruscamente al sur y Colón creyó haber llegado al Quersoneso Aureo, que en la geografía moderna se llama península de “Malaca”, el Almirante deseaba continuar pero las peligrosas maniobras por la costa meridional habían dañado el casco de las naves, que necesitaban de calafateo, escasos víveres y parte de la marinería sin ánimos para continuar decide por ello el regreso a “La Española”.

Había recorrido unas 335 leguas y le faltaban unas 60 millas para corroborar la insularidad de Cuba. Pero antes del regreso, el jueves 12 de junio de 1494 se elabora el controvertido documento histórico sobre la continentalidad de Cuba. Colón requirió a Fernando Pérez de Luna, escribano público y reúne la tripulación de la “Niña” dando a conocer el acta donde se probaba que Juana (Cuba) no era isla, sino "...la tierra-firme del comienzo de las indias..." y se advertía además que quien dijese lo contrario sería multado con diez mil maravedí y le cortarían la lengua y si fuere grumete se le darían cien azotes y le cortarían la lengua, los hombres estuvieron de acuerdo y firmaron, igualmente lo acató la marinería de las demás carabelas, dando vuelta al este.

Este documento histórico redactado, aprobado y firmado frente a la ensenada de Cortés recoge la primera fecha exacta de nuestra historia regional. El encuentro de Colón con los pobladores de la costa sur de Cuba y los cayos e islas posibilitó describirla como "...gente desnuda que se vive de pescado y nunca van a la tierra adentro..." y el no entendimiento del intérprete Diego con ellos dio lugar a exagerar la inferioridad y el salvajismo de estos habitantes comparados con el resto de los de la isla.

La "continentalidad" de Cuba que tanto se empeña Colón en aprobar en acto solemne se desmoronó ante la ratificación de su insularidad, por los viajes amparados en el permiso de libre exploración que concede el Rey en 1495 y por escalas accidentales, que permitieron reconocer el extremo occidental y otros territorios cercanos. En el mapa de Juan de la Cosa (1500) Cuba aparece con una configuración insular que se aproxima vagamente a la verdadera, mostrando el territorio no explorado por el Almirante, y el mapa de Cantino (1502) representa no sólo la insularidad de Cuba sino la forma peculiar de la que se llamó después Florida.

La conquista de Centroamérica respaldada por capitulaciones oficiales en 1508 provoca que varios naufragios tocaran en el occidente de Cuba. En el mes de junio de 1510 llegó a las costas de Guaniguanico, un bergantín en el cual viajaban de tierra firme a la Española hombres de los que Hojeda dejó al mando de Pizarro en Darién, y de los cuales solo vivieron, un hombre nombrado García Mexía y dos mujeres que fueron rescatados por la hueste de Narváez durante la conquista del occidente, Velázquez en su "carta de relación" relata así los hechos:

"...llegaron a la punta de una provincia que se dice Guaniguanico, y se fueron a casa de un cacique, que no sabe como se llama, y los recibió bien, y por su rescate les dio de comer; y después se fueron a otro pueblo, donde robaron a algunos de ellos y los quisieron matar; y de allí se fueron a la provincia de La Habana..."

Es esta la primera vez que se menciona en un documento el topónimo Guaniguanico y se puede apreciar que la presencia de caciques y pueblos indicaban la existencia de comunidades más evolucionadas que las que contactó Colón en la costa sur occidental de Cuba. En 1512 debió naufragar cerca de las costas occidentales un barco cuyos tripulantes fueron víctimas de los indios, este naufragio fue posiblemente el de Valdivia y que indujo a un lamentable error histórico. Este naufragio dio lugar a que el rey Fernando dictara órdenes de que se edificara una fortaleza en el extremo occidental de Cuba, aunque tales disposiciones jamás fueron cumplidas.

La mayor parte de las expediciones de tierra firme recalaban en la región central y occidental de la costa sur, a donde los arrojaba la corriente del Caribe y pudieron darse algunos casos no recogidos por cartas o crónicas de la época.

El antecedente más conocido, recogido oficialmente sobre el conocimiento de occidente, es el bojeo a Cuba por Sebastián de Ocampo en imprecisa y discutida fecha de 1509. El bojeo permitió un mejor reconocimiento del territorio, sus excelentes puertos y ensenadas no pasaron inadvertidos para aquellos ávidos marinos, avanzada de la expedición conquistadora.

La conquista de occidente (1514)

Cumplidos los planes estratégicos de conquista para el territorio oriental entre 1510-1513, Diego Velázquez estaba en condiciones de llevar al resto de Cuba el esquema de dominio practicado. El interés de “La Corona” por culminar lo antes posible la conquista, se relaciona con el objetivo estratégico de dominar la ruta marítima que empezaba a definirse, y para lo cual era necesario una ocupación efectiva de toda la isla antes que otra potencia pudiera asentarse en ella, pero también la aspiración de explotar los recursos auríferos o de otro tipo que existieran.

Velázquez tenía asegurada una retaguardia estratégica en la zona oriental -contaba con el dominio por la fuerza de un gran número de habitantes, había eliminado la resistencia inicial y heroica de Hatuey, había fundado dos enclaves económico-militares, Baracoa y Bayamo, ensayó con éxito los primeros repartimientos ante las presiones de la propia hueste conquistadora, recibió el cargo de repartidor de indios en 1513 del rey Fernando, consolidando su prestigio y poder antes de iniciar la conquista del resto del territorio. Velázquez ordenó a Pánfilo de Narváez con Juan de Grijalva como segundo y Las Casas como auxiliar, que avanzara con la hueste de más de 100 hombres a Occidente, la codicia y la rapiña de los españoles pronto se hicieron sentir en Caonao, lugar de la más inicua matanza de aborígenes.

El avance de la hueste conquistadora lo practica por tierra y mar auxiliándose de canoas y remeros por el litoral norte hasta Carahate donde rescatan a dos mujeres sobrevivientes de la expedición que tocó en el occidente. Al llegar a la zona de La Habana, el cacique Habaguanex entregó a García Mexía- el tercer náufrago aquí los españoles organizaron constantes correrías de un litoral a otro explorando y buscando evidencias de oro.

Al llegar a la Bahía de Carenas la tripulación del bergantín le informó a Narváez que se trasladase a la zona de Jagua para reunirse con Velázquez. Cumplidos hasta el momento sus objetivos, Velázquez orientó a Narváez marchar a Occidente a reconocer y supeditar, el territorio y habitantes de la actual provincia de Pinar del Río. La hueste de unos 100 hombres y con la ayuda complementaria del bergantín y su tripulación tenía instrucciones de fundar en sitio apropiado la Villa más occidental de Cuba.

La actividad de Narváez en el occidente durante la conquista ha sido reseñada someramente por la historiografía tradicional, porque son muy escasas las fuentes.

La conquista del extremo más occidental de Cuba por Narváez en 1514 combinando incursiones del grupo por tierra con el bergantín, logró el reconocimiento y supeditación formal de sus habitantes. El recorrido de este grupo por Guaniguanico y Guanahacabibes no pudo abarcar con efectividad todo el territorio pero permitió conocer la presencia de comunidades aborígenes organizadas y las posibilidades de explotación del territorio que muy pronto fueron tenidas en cuenta por Velázquez.

Narváez tenía orientaciones de fundar una villa en la costa sur de esa región a donde con frecuencia tocaban navíos procedentes de Tierra Firme por lo que funda la villa “San Cristóbal de la Habana” (cuyo asiento primitivo no ha sido aún localizado) en una zona entre la desembocadura del río “Mayabeque” y la actual provincia de Pinar del Río.

Lo cierto es que la ubicación de la villa más occidental tenía implicaciones más estratégicas que económicas; se controlaría la dilatada zona que media entre Trinidad y el Cabo de San Antonio a donde arribarían con frecuencia los navíos que se dirigían a "Castilla del Oro"; y se erigía un territorio frontera o zona de expansión para la continuidad de la colonización de otros territorios, hecho que Velázquez tempranamente sugiere en la carta del 1 de abril de 1514 al Rey.

El territorio más occidental quedó supeditado jurídicamente a la villa de “San Cristóbal de La Habana” que abarcaba un enorme espacio desde los límites de Matanzas hasta el cabo de “San Antonio”.

No tenemos referencias de que en el actual territorio de la provincia de Pinar del Río se haya acometido la inmediata explotación de placeres auríferos como en la región oriental, acá resultaron escasas las evidencias aunque seguramente fueron buscadas por los codiciosos conquistadores.

Resulta también exagerado el "abandono" y despoblamiento del territorio que sugieren varios trabajos. Desde la conquista es posible que algunos españoles decidieran quedarse, al menos así se sugiere para la costa norte entre Matanzas y Mariel donde existían grupos aborígenes importantes. No caben dudas de esta diseminación y movilidad de los primeros conquistadores por todo el occidente en un primer momento de asentamiento

Relación con la conquista del continente entre 1517-1520

El proceso de conquista y colonización consolidó la preponderancia de la región oriental de Cuba, mucho más poblada y con mayores evidencias auríferas, Velázquez organizó allí el centro político administrativo de la colonia y sus principales instituciones.

En el territorio de la actual provincia de Pinar del Río fue menos efectiva la ocupación del espacio por el español en los primeros momentos, a pesar de que Velázquez al realizar los repartos de tierras e indios del occidente lo tuvo presente. Sus planes de expansión, limitados inicialmente por el Rey Fernando no los abandona, orientando a fomentar la cría de ganado y la siembra de yucas en Guaniguanico, en el extremo occidental, contando de esa forma con un enclave estratégico para el abasto de las expediciones que rumbo al Golfo de México se realizarían.

Estas haciendas que Velázquez mandó a promover entre 1514-1517, las explotaba con otros parientes y amigos y tenía varias de ellas por toda la isla. Las haciendas de Guaniguanico tenían una importante función estratégica para la conquista de México y para proveer a las embarcaciones a “Castilla del Oro”, así como reportarían ingresos a Velázquez y sus "copropietarios".

La organización de estas haciendas y su explotación requirió de la presencia permanente de indios agroceramistas y de colonos españoles. La elaboración del tocino implicaba una complejidad para aquellos aborígenes que lo desconocían, así como la cría y fomento de puercos, de igual forma producir casabe en grandes cantidades destinadas a la exportación implicaba el uso de burenes industriales y de cambios productivos en el proceso de producción artesanal, así como una considerable intensidad del trabajo logrado sobre la base de una intensa explotación de los aborígenes para mantener las siembras de yuca, y la elaboración de tocino y casabe.

Velázquez conservaba al morir, en 1524 dichas haciendas, según consta en su testamento.

Con la muerte del rey Fernando (1516) y el ascenso de Carlos V al trono se inicia una nueva política de colonización, cobrando fuerza la tendencia a activar nuevas expediciones conquistadoras hacia el continente, por lo que la función estratégica del Caribe como base de operaciones y punto de apoyo para la penetración española en el continente tiene en Cuba, y sobre todo el occidente, la mejor ubicación geográfica para la conquista de México. Velázquez tenía una privilegiada situación para organizar los viajes, contaba con hombres y recursos para los fines expansionistas que desde hace años deseaba realizar.

La primera expedición, en 1517, capitaneada por Francisco Hernández de Córdoba (también denominado Fernández en algunas fuentes) inicia un derrotero hacia la Península de Yucatán, que no pudo lograr sus propósitos, pero que permitió tener una mayor visión del papel que debía jugar el occidente de Cuba en la empresa conquistadora y de las riquezas de los nuevos territorios que debían conquistarse. La cercanía de la región occidental a los nuevos territorios será tenida en cuenta por el resto de las expediciones organizadas.

Velázquez preparó con urgencia la nueva expedición, concertada con su sobrino y antiguo conquistador Juan de Grijalva, con cuatro embarcaciones, partió el 8 de abril de 1518, desde la villa de “Santiago de Cuba” y "...doblamos la punta de guaniguanico..." diez días después.

Las noticias sobre la existencia de un vasto y rico imperio, aglutinador de varias ciudades tributarias de un gran señor llamado Montezuma que trajo esta expedición le dan a Cuba una mayor significación como centro de expansión de la colonización, Velázquez, el mayor inspirador de estas empresas, supedita la economía de la isla a las inversiones en abastecimientos, dinero y hombres, para organizar la expedición que partió de la isla con once embarcaciones y poco más de 600 hombres en febrero de 1519 bajo la dirección del célebre Hernán Cortés quien se insubordina, al tratar Velázquez de revocarle el poder.

El astuto extremeño logró reforzar sus naves en Trinidad y embarcó para San Cristóbal de La Habana, sucediendo que su nave tuvo dificultades con los bajos de la costa sur por el porte de su barco y se vio obligado a tocar tierra al sur de nuestro territorio, en la ensenada que hoy lleva su apellido. En sus planes de conquista, tiene en cuenta las estancias de Velázquez en el occidente.

"... envió un navío a la punta de Guaniguanico, a un pueblo que allí estaba de indios, adonde hacían casabe y tenían muchos puercos, para que cargarse el navío de tocinos."

Esa fue una importante contribución que hicieron las explotadas comunidades del occidente del país. El conquistador aprovechando la cercanía del occidente con México dio instrucciones al piloto de un barco... que le aguardase en la Punta de San Antonio para allí se juntase con todos los navíos mientras él ultimaba los preparativos, estas órdenes de esperarlo no fueron cumplidas y se le adelantaron en el viaje a Cozumel, al tener Cortés los contra-tiempos técnicos con el timón del navío como se expresó anteriormente, tardando varios días en arreglarlo a Sotavento, siendo muy probable que recalara en la costa sur de nuestro territorio.

La insubordinación de Cortés a Velázquez provoca que este, decida organizar una expedición bajo la dirección de Pánfilo de Narváez para someter a aquel y continuar la conquista de México; por ello le escribe a su majestad, el 17 de noviembre de 1519.

" Yo quisiera ir a las tierras nuevas, pero mandaré a Narváez. Parto hoy día de la fecha del pueblo de Santiago a la villa de la Trinidad a San Cristóbal de La Habana a Guaniguanico, donde con toda brevedad pienso despacharle o despachado volveré por la tierra dentro viendo o visitado todas las vallas o pueblos..."

Como se puede apreciar Velázquez en persona organiza la empresa y toma como enclave estratégico Guaniguanico donde terminó preparando una armada compuesta por 18 buques, más de mil hombres, doce cañones y ochenta y cinco caballos. Los meses que tardó en partir (partió el 18 de marzo de 1520) el mantenimiento de esta expedición corrió a cargo de las estancias de inicios de Guaniguanico, propiedad de Velázquez, quien posiblemente las visitara por primera vez a finales de 1519. A esa expedición fueron incorporados aborígenes del Poniente como auxiliares y cargadores de los conquistadores.

Exhaustas debieron quedar las haciendas velazquinas, no obstante continuaron su ciclo productivo y no serán olvidadas en su testamento en 1524.

Como se puede apreciar, significativo fue el aporte del occidente a la conquista de tierra firme, la zona contigua frente al Cabo de San Antonio se vislumbraba como altamente estratégica en las rutas que se configuraran en el golfo.

El territorio al oeste de La Habana, no contó con núcleos poblacionales organizados con categoría de villas, por lo que no se constituyeron otros cabildos. El territorio estaba bajo el control del gobierno central de la isla que preside Velázquez, radicado en Santiago de Cuba, pero es muy probable que por la distancia de Santiago con La Habana a donde pertenecía jurídicamente el territorio del oeste, el gobernador nombrara un "teniente a guerra" para esta villa, con poderes delegados para oír apelaciones entabladas contra las sentencias de los alcaldes ordinarios y para velar por los intereses colonialistas en el occidente, donde San Cristóbal va adquiriendo notable importancia.

Es posible que en 1519 al trasladarse la villa ese teniente fuera uno de los Rojas miembro de la élite conquistadora, quien velaría por los intereses particulares del gobernador en sus estancias de Guaniguanico y las obligaciones de sus "socios" en compañía. La jurisdicción primitiva de San Cristóbal de La Habana abarcaba, desde más al este de Matanzas hasta el Cabo de San Antonio, por lo que los asuntos se ventilaban en el cabildo habanero considerando todo el espacio al oeste "término de esta villa"

El proceso de transculturación

En el territorio que hoy ocupa esta provincia, habitaron comunidades aborígenes con diferentes niveles de desarrollo socio-económico, dejándonos significativas evidencias arqueológicas y toponímicas que son parte de nuestro acervo cultural.

Aunque las comunidades más defendidas en tiempo y espacio en el occidente no habían rebasado la etapa de economía de apropiación, no escapan del proceso de conquista y su juzgamiento que inició Narváez y su grupo, y todo parece indicar que el proceso de conquista en otras regiones de la isla fue empujando al occidente a grupos de aborígenes de economía productora que trataban de rehuir el contacto con los españoles.

El sometimiento del poniente de la isla al proceso de conquista y colonización rompe el equilibrio socio-económico de estas comunidades hasta su total exterminio en apenas tres siglos, los ensayos de explotación, el trabajo forzado en las haciendas, su incorporación forzosa a la conquista de Yucatán y México como cargadores y auxiliares fue disminuyendo aceleradamente la población aborigen.

La convivencia de indios y españoles forma parte del proceso de transculturación al que cada cual aporta lo mejor de sí.

Las costumbres y vocablos de los aborígenes de occidente influyeron en la vida de los conquistadores españoles, que impedidos de la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones, asimilaban elementos de la cultura aborigen que han perdurado hasta nuestros días.

En las haciendas de guaniguanico convivieron indios y españoles, los primeros aportaron el conocimiento del cultivo de yuca en montones, los segundos obligaron a la necesaria elaboración de tocino y así se integraron los demás elementos, que en las primeras décadas del siglo XVI fueron importantísimos, como la solución a las primeras viviendas, el aprovechamiento de recursos naturales, el dominio de los cultivos, la transmisión del conocimiento sobre la flora y la fauna, y una rica herencia toponímica donde se destacan Guaniguanico, Guaní, Guanahacabibes, Cuyaguateje, Guajaibón, por sólo citar algunos de los más representativos.

Las comunidades del occidente dieron síntomas de notables rebeldías entre los años 1520 y 1540 y su extinción no fue inmediata pues existen reportes de correrías de indios en occidente en el siglo XVIII y siglo XIX.

El proceso de integración de diferentes comunidades, con los colonos españoles, así como con navegantes aventureros de variadas procedencias --que muy temprano comenzaron a recorrer el Caribe-- y también con esclavos negros cimarrones que buscaban la libertad en los aprestos montes de Guaniguanico y Guanahacabibes, trajo por consecuencia un cambio sustancial en la vida de los aborígenes del territorio.

Hay que pensar que en el transcurso de varias generaciones la población no sólo cambió sus hábitos seculares, sino que también sufrió un proceso de mestizaje biológico que llevaría andando el tiempo, a su desaparición total, al incorporarse sus últimos representantes al mosaico etnocultural en que ya se gestaba el criollo y también lo cubano.

Características físico geográficas

Cordillera de Guaniguanico
La provincia se sitúa en la porción más occidental de Cuba, entre los 21˚54’, 23˚00’ latitud norte y los 84˚57’, 83˚00’ longitud oeste. Limita al norte con el Golfo de México; al este, La Habana; al sur el mar Caribe y el Golfo de Batabanó y al oeste con el Canal de Yucatán.

Tiene una extensión superficial de 8 883,74 km2 distribuidos en 11 municipios, correspondiendo 8 816,74 km2 a tierra firme y 67,0 km2 a los diferentes cayos de la provincia, entre los cuales resultan los más importantes Cayo Levisa y Cayo Jutía. Por su extensión ocupa el cuarto lugar entre las provincias del país. La longitud total de sus costas es de 880 km, 525 por el norte y 355 por el sur. Por su extensión ocupa el cuarto lugar del país.

El conjunto orográfico principal es la Cordillera de Guaniguanico, que divide longitudinalmente a la provincia con dos formaciones montañosas diferentes. En la Sierra del Rosario se ubica Loma de Seboruco, que con 671 metros es altura máxima de la provincia. En la Sierra de los Órganos se sitúa el hermoso y mundialmente famoso Valle de Viñales (Parque Nacional), donde se encuentran los mogotes, típicas montañas de naturaleza cársica de paredes verticales y caprichosas formas. Predominan los suelos calcáreos y la morfología cársica, por lo que Pinar del Río cuenta con las mayores cuevas de las Antillas.

En cuanto a recursos hidrográficos cuenta con el 11 por ciento de las cuencas fluviales del país, con una temperatura media de 25,3’C. Sus ríos más caudalosos y largos desembocan en la costa sur. Entre los más importantes se encuentran el Cuyaguateje (112,0 km), Río Hondo (113,2 km) y San Diego (97,0 km). Los embalses principales son: La Juventud y El Punto.

Los suelos rojos y arenosos, con 377 308.79 miles de hectáreas de superficie agrícola, estas se dirigen fundamentalmente las acciones del Programa Nacional de Conservación y Mejoramiento de Suelos (PNMCS).

Datos generales

  • Indice de urbanización: 63,9;%
  • Densidad de población: 67,7 hab/km2
  • Esperanza de vida al nacer: 75,32
  • Tasa de natalidad (por 1 000 habitantes): 13.3
  • Tasa de mortalidad general (por 1 000 habitantes): 6,4
  • Tasa de mortalidad infantil (por 1 000 nacidos vivos): 5.8
  • Tasa de mortalidad materna (por 1 000 nacidos vivos): 20.4
  • Tasa global de fecundidad (hijos por mujer): 1,73
  • Tasa bruta de reproducción (hijas por mujer): 0,85
  • Tasa de nupcialidad: 4.0
  • Tasa de divorcios: 2.6

División política administrativa

El 7 de noviembre de 1976 se aprobó una nueva división política administrativa en la República de Cuba, quedando la misma conformada por 14 provincias y 169 municipios. Los municipios Artemisa, Guanajay y Mariel que pertenecían a la provincia Pinar del Río, pasaron a formar parte de la antigua provincia La Habana en 1968 (8 años antes de la división político-administrativa de 1976). En agosto de 2010 la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó modificaciones para la estructura de organización territorial en Cuba por lo que a partir de enero de 2011, la provincia Pinar del Río perdió sus tres municipios más orientales (Bahía Honda, Candelaria y San Cristóbal) y quedó con 11 municipios. Su población se redujo a unos 592 945 habitantes y su extensión actual es de 8 884,51 km. Los municipios de Pinar del Río a partir del 1 de enero del 2011 son:

Pinar del Río

La nueva división disminuyó la distancia promedio entre las cabeceras municipales hasta 46,3 kilómetros, anteriormente de 56 kilómetros. Además sigue siendo rica en recursos naturales y buena capacidad agropecuaria para producir alimentos y rubros exportables como el tabaco. Mantiene sus importantes recursos minerales unidos a la existencia de potenciales para la actividad forestal, turística y el desarrollo energético. Se logra una mayor centralidad y vinculación de su capital provincial con el resto del territorio y una cantidad de población y municipios con dimensiones que permitirían una mejor atención a los mismos.

Desde el punto de vista regional se logra un mejor equilibrio en cuanto a la extensión territorial y cantidad de habitantes con que cuenta la región más occidental del país.

Desarrollo económico

Ha mostrado estabilidad y resultados en su trabajo, a partir de la actividad de sus organizaciones e instituciones, sustentadas en la participación de sus trabajadores, campesinos, estudiantes y del pueblo en general en la vida económica y social.

Pinar del Río obtiene resultados favorables en su economía asociados a una mayor eficiencia en el cumplimiento de sus planes, con avances en el programa tabacalero, rubro económico principal del territorio, así como muestra un saldo positivo en la ejecución de su presupuesto, con una recuperación visible en las esferas del comercio, la gastronomía y los servicios.

Cultivo del tabaco
. Las principales actividades económicas se distribuyen en las ramas azucarera, pesquera, minera, materiales de la construcción, alimentaria y agricultura.

Su principal renglón es el tabaco en rama beneficiado, Azúcar crudo, langosta entera precocinada, langosta cola, conservas de frutas y hortalizas, cobre concentrado, arroz de consumo, huevos, baldozas de terrazos, losetas hidráulicas y ladrillos de barro.

El Centro de Estudios Forestales desarrolla proyectos de investigación nacional e internacional, dirige el post-grado en la rama forestal en todo el país, coordina los programas de maestría y de doctorado en ciencias forestales, celebra cada dos años un sostenible de los recursos forestales.

Desarrollo social

En lo concerniente a la esfera social muestra avances en importantes indicadores asociados a sus programas de salud, educación y otros, que muestran la ocupación de sus dirigentes y organizaciones para la elevación de la calidad de vida de su pueblo.

Estos resultados constituyen una expresión del continuado aporte del pueblo pinareño a engrandecer la obra de la Revolución, forjada con el aporte de sucesivas generaciones de cubanos y que los hace merecedores de este significativo reconocimiento.

Salud

Universidad de Ciencias Médicas Dr. Ernesto Che Guevara de la Serna
. Se encuentra integrada al Sistema Nacional de Salud y el personal facultativo del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) asciende a 10.082, en todos sus municipios existen policlínicos comunitarios que alcanzan la cifra de 25, un total de 1.884, Consultorios del médico de la familia, 10 clínicas estomatológicas, 25 hogares maternos, 1 hogar de ancianos, 15 casas del abuelo y 17 hospitales que integran la atención primaria de salud.

La provincia también cuenta con la Universidad de Ciencias Médicas "Dr. Ernesto Che Guevara de la Serna", y en ella se cursan las carreras de medicina, estomatología, licenciatura en enfermería, licenciatura en psicología y licenciatura en tecnología de la salud con diversos perfiles.

Cultura

Compositor y cantante, Polo Montañez
. A todo lo largo de la provincia se encuentran 14 museos, destacándose el Museo de Ciencias Naturales "Tranquilino Sandalio de Noda", donde se expone la historia natural vueltabajera, existen un total de 23 bibliotecas, 12 casas de la cultura, 38 cines, varios teatros y 8 galerías de arte.

En el ámbito musical se pudiera mencionar, entre otros, al máximo exponente de la idiosincrasia pinareña, al compositor y cantante Polo Montañez, más conocido como el "Guajiro Natural" cuya fama desgraciadamente fue cortada de tajo por un accidente automovilístico.

En esta provincia nace en el año 1953, el destacado pintor, grabador y fotógrafo cubano, Arturo Montoto.

Educación

Cuentan en la provincia con un total de 689 escuelas primarias, 131 de la enseñanza media, 21 de la especial, 46 para adultos y 3 Institutos de Nivel Superior. Existen además 19 Joven Club de Computación.

Deporte

Beisbol
Su Equipo de Béisbol (Pinar del Río), se ubica entre los primeros lugares en la Serie Nacional de Béisbol ha logrado destacarse en las diferentes Series Nacionales realizadas en Cuba resultando ganador de la L Serie con marcador de 6-1 derrotando a Ciego de Ávila (Equipo de béisbol) en el Estadio José Ramón Cepero.

La provincia cuenta con una EIDE Ormani Arenado que acoge a estudiantes desde tempranas edades para su formación en distintas ramas deportivas.

Sede por el 26 de Julio

Pinar del Río ha ostentado por tres ocasiones en la historia desde el triunfo de la revolución, la sede del acto central por el día de la rebeldía nacional.

1976

El 26 de julio de 1976, en el discurso en el acto Conmemorativo del XXIII Aniversario del asalto al Cuartel Moncada, el líder histórico de la revolución cubana expresó:


"Es mucho el trabajo que tenemos todos por delante. Y en esta provincia es mucho todavía, pero mucho lo que se necesita desarrollar. Es grande la batalla a librar con la naturaleza, grande el esfuerzo para reconstruir los bosques esquilmados por el capitalismo, por controlar y embalsar las aguas, por desecar las áreas pantanosas, para llevar el regadío a las mayores extensiones posibles, para continuar desarrollando la producción tabacalera, mejorando no solo en cantidad, sino también en calidad. Hay posibilidades de nuevos centrales azucareros en esta provincia, que será necesario construir en tiempos futuros; hay posibilidades mineras que se están estudiando y que son prometedoras; hay muchos recursos naturales, y entre ellos la geografía y la belleza de esta provincia, que permitirán en el futuro un mayor desarrollo del turismo"

"A ustedes, los pinareños, permítannos trasmitirles la extraordinaria impresión que hemos recibido en el día de hoy, y darles las gracias por el recuerdo que llevaremos siempre del entusiasmo, de la seriedad, de la disciplina, del calor con que han conmemorado este 26 de Julio"[2]

2000

El 5 de agosto de 2000, en medio de la Batalla de Ideas, en la Tribuna Abierta en conmemoración del aniversario 47 del Día de la Rebeldía Nacional, Fidel Castro afirmó:


“Desde aquí, desde esta provincia donde el Titán de Bronce culminó en Mantua su colosal hazaña de la invasión que iniciara en los Mangos de Baraguá, les respondemos: ¡Necios! ¿No comprenden que Cuba es inexpugnable, que su Revolución es indestructible, que su pueblo no se rendirá ni se doblegará jamás? ¿No se percatan de que las raíces de nuestro patriotismo y nuestro internacionalismo están tan arraigadas en nuestras mentes y nuestros corazones como los imponentes mogotes pinareños de roca ígnea lo están en las entrañas volcánicas de esta parte de una isla que se llama Cuba, rodeada hoy por la aureola de haber resistido invicta casi 42 años de bloqueo y agresión por parte de la potencia más poderosa que ha existido jamás?”

“La Revolución Cubana no sólo confía en la integridad moral y la cultura patriótica y revolucionaria de su pueblo y en el instinto de conservación de la especie humana, amenazada en su propia supervivencia; cree y confía también en el idealismo tradicional del pueblo norteamericano, al que sólo pueden conducir a guerras injustas y agresiones bochornosas sobre la base de groseros engaños”.

“Nos defiende la fuerza de nuestro prestigio y nuestro ejemplo, el acero indestructible de la justicia de nuestra causa, el fuego inapagable de nuestra verdad y nuestra moral, la doble e inexpugnable trinchera de piedra y de ideas que hemos erigido”.

“Pinareños, acreedores al merecido honor de ser sede para la conmemoración del 47 Aniversario del 26 de Julio”.[3]

2017

El 17 de junio de 2017, el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba aprobó otorgarle a la provincia de Pinar del Río la sede del Acto Central Nacional por el 64 Aniversario de los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes[4].

La decisión tomó en consideración la estabilidad mostrada y los resultados de su trabajo, a partir de la actividad de sus organizaciones e instituciones, sustentadas en la participación de sus trabajadores, campesinos, estudiantes y del pueblo en general en la vida económica y social.

Reconociendo en relación con lo anterior el trabajo desempeñado por el gobierno en el territorio, su funcionamiento y gestión, en función de la solución de problemas y en el propósito de alcanzar un desarrollo superior.

Estos resultados constituyen una expresión del continuado aporte del pueblo pinareño a engrandecer la obra de la Revolución, forjada con el aporte de sucesivas generaciones de cubanos y que los hiso merecedores de este significativo reconocimiento.

Lugares de interés relevantes

Valle de Viñales

Entre los lugares de interés se encuentran:

Enlaces externos

Bibliografía

Referencias

Fuentes

  • Diego Velázquez: "Carta al Rey del 17 de noviembre de 1519" En: Pichardo, H: "La fundación de las primeras villas de la isla de Cuba". Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1986.
  • Enrique Alonso Alonso: "Apuntes para la Historia más antigua de Pinar del Río". Academia de Ciencias de Cuba, 1990.
  • Colección de Documentos Inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organización de las antiguas posesiones españolas de ultramar. Segunda Serie, Madrid, 1891. Tomo 1, pp. 515-544.