Piotr N. Krasnov

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Piotr Krasnov
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NombrePiotr Nikoláievich Krasnov,
Пётр Никола́евич Красно́в
Nacimiento10 de septiembre de 1869
(según el antiguo calendario juliano),
10 de septiembre de 1869 (según el calendario gregoriano actual) 
ciudad de San Petersburgo,
país de Rusia,
Imperio ruso Bandera de Rusia
Fallecimiento16 de enero de 1947 (77 años) 
ciudad de Moscú,
República Socialista Federativa Soviética de Rusia,
Unión Soviética Bandera de la Unión Soviética
Causa de la muerteejecución por ahorcamiento
ResidenciaMúnich (Alemania nazi) 
Nacionalidadrusa
Ocupaciónteniente general del Ejército Imperial Ruso
Conocido porpor luchar junto a los nazis en la Gran Guerra Patriótica, en la que varios millones de civiles rusos murieron en manos de los nazis

Piotr Nikoláievich Krasnov (San Petersburgo, 10 de septiembre de 1869 - Moscú, 16 de enero de 1947), atamán cosaco, teniente general (desde 1917) del Ejército Imperial Ruso. Fue uno de los líderes cosacos del río Don y del norte del Cáucaso.

Síntesis biográfica

Nació el 10 de septiembre de 1869 en San Petersburgo, capital de Rusia. Pertenecía a la familia Krasnov, antigua y tradicional dinastía cosaca que tiene sus orígenes desde la formación misma del Estado de Rusia en el siglo XIV. Hijo de Nikolái Ivánovich Krasnov, quién se desempeñaba como oficial de la dirección general del ejército irregular cosaco.

Estudios

Creció y estudió en San Petersburgo, la educación básica recibió en su [domicilio]. En año 1880 ingreso al Gimnasio N1 de San Petersburgo. Al quinto año solicito el traslado al Cuerpo de Cadetes Aleksandrovskiy, donde egresó como suboficial y posteriormente es aceptado en la Escuela de Infantería Pavlovskoe. Termina sus estudios en la escuela, egresado en rango de oficial el 5 de diciembre de 1888, su nombre esta escrito con letras de oro en la tabla memorial de la escuela por sus brillantes logros como alumno.

Trayectoria militar

En 1889, siendo teniente («jorunzhiy», según el rango tradicional cosaco) del regimiento de cosacos del Don, es enviado en comisión de servicio al regimiento Leib-Guardia de Atamán en el año 1892 ingresa a la Academia del Estado Mayor del Ejército y un año después regresa al mismo regimiento. En 1897 es el comandante del convoy (compuesto en su totalidad por los cosacos del regimiento Leib-Guardia de Ataman) en la misión del Imperio ruso en Abisinia (África). Fue galardonado por el emperador de Abisinia, Menelik con el Orden de la Estrella del 3.º Grado.

Entre 1899 y 1900, se desempeñó como comandante de una sotnia (escuadra cosaca, compuesta por cien hombres) en su regimiento. En septiembre del año 1901 fue enviado por el ministerio de defensa en comisión de servicio al Lejano Oriente en labores de inteligencia a China, Japón, India y Manchuria. En 1902 enviado en comisión de servicio al Transcáucaso con la misma misión, específicamente en la frontera con Turquía y Persia.

En el año 1904, durante el conflicto de Rusia con Japón, solicita ser enviado al frente, donde se desempeña como corresponsal de guerra del diario oficial del ejército. En el mismo periodo, por su participación en combates fue galardonado con la Orden de Santa Ana 4.º grado, «mención al valor» y la Orden de San Vladimiro (4.º grado). Entre el año 1906 y 1908 es alumno de Escuela de Oficiales de Caballería y al termino de esta le encomiendan el cargo del jefe del departamento cosaco de la misma. En 1910, ya como coronel, recibe el nombramiento como comandante del Primer Regimiento Siberiano, ubicado en la cordillera del Pamir.

En 1913 es comandante del Décimo Regimiento Cosaco del Don. Al mando de este, en 1914 fue enviado al frente durante la Primera Guerra Mundial. Tres meses después por su destacable participación en combates es ascendido al grado de general-mayor. Desde el noviembre del 1914, es el comandante de la Primera División Cosaca del Don. Posteriormente esta al mando de la Primera División Cosaca de Kuban y Segunda División Cosaca Unificada. Durante los combates en la Primera Guerra Mundial, fue herido, demuestra el desempeño y conocimientos militares excepcionales, liderazgo y heroísmo personal.

Mientras se encontraba en el frente de la guerra, recibe noticias sobre la revolución de febrero de 1917, mantiene las esperanzas sobre la posibilidad de que se establezca la monarquía constitucional. Despreciando el populismo demagogo e oportunismo político del Aleksandr Kérenski, participa en el levantamiento liderado por el atamán cosaco Lavr Georgevich Kornilov. Posteriormente, durante la Revolución de octubre de 1917, de todas maneras ofrece apoyo y cooperación a Kérenski, manifestando: «Mientras estemos en contra de los socialistas ayudaré al propio Satanás». El intento de Krasnov y Kérenski de tomar por asalto a la ciudad de Petrogrado se frustra, Aleksandr Kérenski se da a la fuga y abandona el país. Krasnov fue apresado por los bolcheviques y finalmente dejado en libertad.

Regresa a la región cosaca del Don, donde poco después del levantamiento cosaco fue elegido y nombrado por la comunidad regional como atamán del Ejército Cosaco del Don. Poco más tarde, sin contar con el apoyo e a la vez ignorando las ordenes del general Anton Ivanovich Denikin, inicia la lucha armada abierta en contra de los bolcheviques. Al igual que todos sus compatriotas cosacos, juro a la bandera del Imperio ruso y lealtad absoluta hacia el zar. Puesto que después de las revueltas sangrientas del año 1917 el mismo zar Nikolái se niega a recuperar la corona de la monarquía, el imperio empezó a desmoronarse, los cosacos ya no se sentían obligados a seguir los intereses internos de los rusos. Los numerosos partidos políticos de la época se esforzaban por llegar al poder y dominar lo que quedaba del imperio ruso. En aquellos tiempos a nadie le preocupaba ya el estatuto y la suerte de uno de los pueblos de Rusia.

Bajo su dirección la comunidad cosaca intento construir su propia república cosaca independiente ―la unión de cosacos de Don y de Kuban―, pero terminaron siendo brutalmente aplastados, ya que los líderes rusos mencheviques y del ejército blanco compuesto fundamentalmente por los monarquistas rusos, se opusieron ferozmente a cualquier indicio del movimiento independentista. Simultáneamente fueron atacados de manera permanente y constante por las tropas del Ejército Rojo de los bolcheviques

Como resultado de las intrigas internas en el círculo de oficiales de la Guardia Blanca (Ejército Blanco) y falta de unidad de los altos mandos en la toma de decisiones, ofrece su renuncia al cargo y posteriormente en marzo de 1920, emigra a Alemania.

En 1922, anhelando la idea del restauración de la monarquía en Rusia y meditando sobre el futuro de la comunidad cosaca, Piotr Krasnov demostró su criterio personal extremadamente conservador, el mismo que mantuvo durante toda su vida, y que finalmente le haría apoyar a los nazis en contra de su propia patria:

Loss cosacos no tienen en su mente la autonomía, o la fantasía de una vida ilusoria sin Rusia, sino la presencia en Rusia de un líder coronado por Dios, capaz de pacificar nuestros pueblos y establecer la verdad y orden en la Santa Rusia.
Piotr Krasnov

En abril del 1936 regresó a Alemania y reside en una casa cerca de Múnich.

Mirando al pasado, no puedo evitar prever que el futuro de Rusia será maravilloso. Pasarán al olvido los años de la tempestad, tal como ocurrió en el pasado. Rusia resucitará y será más bella que antes. Porque el pueblo ruso está lleno de héroes.
Piotr N. Krasnov

En emigración, posterior al inicio de la Segunda Guerra Mundial, anhela la independencia del pueblo cosaco y constante en su rechazo absoluto a las políticas de los bolcheviques y de los comunistas decide colaborar con los nazis, encabezando la Dirección General Cosaca, entidad patrocinada por el ejercito de Hitler, y encargada de la formación de unidades cosacas para invadir la Unión Soviética en la Gran Guerra Patriótica.

En año 1940, en vísperas de la invasión alemana a la Unión Soviética, que Krasnov apoyó y alabó, y que costaría millones de vidas de hombres, mujeres y niños de su patria, Krasnov escribió:

Los cosacos y sus comunidades pueden ser autónomos y gobernados por sus atamanes y por los krugs [parlamentos cosacos] solamente siempre y cuando exista Rusia. Entonces, todos nuestros esfuerzos, objetivos y trabajo deben ser apuntados en esa dirección: que en lugar de la Unión Soviética se restablezca la Rusia de siempre.
Piotr Krasnov

Krasnov participó activamente en la fundación del Kazachiy Stan (‘estado cosaco’), ofreciendo apoyo y ayuda necesaria para su funcionalidad efectiva. Al final de la guerra, cuando se manifiesta la evidente derrota de Alemania, decidió compartir el destino con sus compatriotas cosacos y se dirige a los campamientos de estos en el norte de Italia, posteriormente se traslada con ellos a la región del Tirol (en Austria). En mayo del 1945, estando en Tirol con su hijo Semión Krasnov ―como él, colaborador de los nazis alemanes en la invasión a Rusia, en la que murieron varios millones de civiles― se entregó con otros cosacos colaboracionistas como prisionero de guerra a los británicos con la condición de no ser entregado a su patria. Pero a fines de 1945, los británicos ―respetando los pactos secretos de Yalta― lo transferieron a las autoridades militares soviéticas.

Juicio por traición a la patria, y ejecución

Junto con otros atamanes, oficiales cosacos, fue condenado por la comisión militar del Tribunal Supremo de la Unión Soviética a la pena de muerte y ejecutado por ahorcamiento en la cárcel Lefortovo (en Moscú), el 16 de enero de 1947. Un día antes de su ejecución tuvo la posibilidad de encontrarse con su nieto Nikolái Krasnov (también apresado, que sería enviado a los campos de concentración soviéticos en Siberia).

Octogenario y enfermo, dirigió sus últimas palabras a su nieto:

Pase lo que pase, jamás te atrevas a odiar a Rusia, tu patria. Ni tu patria ni el pueblo ruso tienen culpa alguna en las desgracias y penas que acaecen sobre esta tierra.
Piotr Krasnov

Nunca se encontraron sus restos, ni se conoce el lugar del entierro, al igual que de los otros oficiales cosacos ejecutados junto a él.

Prácticamente todos sus familiares, militares y civiles fueron apresados por los organismos de inteligencia soviéticos en tiempos de la posguerra. Varios fueron condenados a muerte por el Tribunal Supremo de la URSS, otros enviados a campos de trabajos forzados y la mayoría fueron liberados.

Nieto delincuente

Cuando a fines de 1945, Piotr Krasnov fue enviado por los británicos a Moscú, los británicos dejaron en Tirol a su nuera, Dhyna Márchenko-Chipanoff (la esposa de Semión Krasnov, quien era hijo de Piotr Krasnov, también cosaco, y también colaborador de los nazis alemanes en la invasión a Rusia, en la que murieron varios millones de civiles) y a María Chipanoff (madre de Dhyna Márchenko y consuegra de Piotr Krasnov). Unos meses después, el 15 de febrero de 1946, nació Miguel Krassnoff-Martchenko, en Tirol (Austria). Los británicos y los estadoundenses las refugiaron en la embajada de Chile en Viena (Austria). Dos años después, en el verano de 1948, las dos mujeres con el bebé fueron embarcadas en el barco Mercy (‘misericordia’) junto con otros refugiados provenientes de distintos países, y enviadas a través del canal de Panamá hasta el puerto de Valparaíso (Chile) adonde arribaron el 19 de agosto de 1948. Desde allí fueron trasladadas a Santiago de Chile. Allí Miguel Krassnoff siguió la carrera militar, llegó a ser brigadier del ejército de Chile. Durante el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 traicionó a su jefe, el presidente constitucional Salvador Allende, y se pasó al bando de los traidores a la patria, dirigidos por Augusto Pinochet. En enero y febrero de 1974, Krassnoff fue alumno de la Escuela de las Américas, un centro de adoctrinamiento en torturas dirigido por militares estadounidenses y pagado por el Gobierno de Estados Unidos, ubicado en la ciudad de Panamá.

El general Augusto Pinochet traicionó a su jefe, el presidente constitucional Salvador Allende, y el nieto de Piotr Krasnov fue uno de sus secuaces. Por sus crímenes debe pagar 125 años de prisión.
La Escuela de las Américas del Ejército de los Estados Unidos es la escuela que ha entrenado más dictadores y asesinos que ninguna otra en la Historia del mundo.
Congresista Joseph Kennedy[1]

En los siguientes años, Krassnoff se dedicó a torturar a civiles presos políticos, entre ellos la presidenta Michelle Bachelet.

En 2001 fue procesado por numerosos crímenes de lesa humanidad que cometió durante la dictadura de Pinochet. El presidente Sebastián Piñera brindó su apoyo a los defensores de Krassnoff, que periódicamente realizan homenajes al criminal, y lo consideran un «preso político».[2]

Piotr Krasnov apoyó a Hitler contra su patria

El 17 de enero de 2008, el atamán de los cosacos del Don, el diputado de la Duma Estatal de Rusia Unida, Víktor Vodolatsky, firmó un decreto que establece un grupo de trabajo para la rehabilitación de Piotr Krasnov en relación con la solicitud de la organización cosaca en el exterior. El 28 de enero de 2008, el Consejo de Atamanes de la organización "El Gran Ejército del Don" adoptó una decisión en la que se señaló: «Los hechos históricos demuestran que el escritor P. N. Krasnov, que fue un combatiente activo con los bolcheviques durante la Guerra Civil, durante la Segunda Guerra Mundial colaboró con la Alemania fascista». El consejo de atamanes decidió negarse a la petición de rehabilitación política de Piotr Krasnov. Víktor Vodolatsky enfatizó: «El hecho de que Krasnov haya cooperado con Hitler durante la Guerra Patriótica hace que la idea de su rehabilitación sea absolutamente inaceptable para nosotros. La iniciativa fue condenada por veteranos de la Gran Guerra Patria y por representantes conservadores de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Fuentes