Pirata

Piratas
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Concepto:Marinos que se dedicaban abordar otras naves, y también desembarcar en villas cerca de la costa para obtener botines que llenaran sus bolsas
Bandera pirata

Piratas. Eran marinos que se dedicaban abordar otras naves, y también desembarcar en villas cerca de la costa para obtener botines que llenaran sus bolsas. Los corsarios hacia lo mismo que el pirata, pero autorizados por su gobierno (el monarca), para causar daños a la nación enemiga. Los corsarios tenían un documento que se llamaba Patente de Corso para legalizar sus vandalismos.

Etimología

Según algunos autores, la voz pirata viene del latín pirāta, que por su parte procedería del griego πειρατης (peiratés) compuesta por πειρα, -ας (peira), que significa «prueba»; a su vez deriva del verbo πειραω (peiraoo), que significa «esforzarse», «tratar de», «intentar la fortuna en las aventuras».

Otros autores abogan porque proviene del griego pyros (fuego). El fundamento que se alega es que tras un acto típico de amotinamiento en un barco, para eliminar cualquier tipo de pruebas y toda posibilidad de buscar culpables finalmente se le prendía fuego, no sabiendo por tanto quién había muerto en la trifulca y quién no, resultaba prácticamente imposible encontrar algún culpable si se daba a todos por desaparecidos. Siendo por tanto el término pirata equivalente a incendiario. En este sentido, el término pirata fue usado con anterioridad como actos puntuales de amotinados y saqueadores y no sólo referente al mar. Cuando esto era así aún no existían piratas en el concepto que más tarde se implantó.

Como suele suceder en todas las épocas, una voz aplicada para denominar a un determinado colectivo, en base a un determinado hecho, se acaba generalizando a un rango mayor y menos específico y aplicando a todo saqueador en general, y más específicamente a los saqueadores del mar (toda vez que existían múltiples voces para designar a los «saqueadores de tierra»), quemara ya, o no, el barco. Cuando más adelante en el tiempo los saqueadores se organizan surcando el mar y no necesariamente como resultado de un amotinamiento, tienen la necesidad de reparar su propio barco (dañado por los ataques o por lo embates del mar) y por supuesto de apropiarse el ajeno. Sin embargo, el barco abandonado en la mayoría de los casos seguía siendo incendiado.

A partir de entonces la voz ha sufrido muchos cambios, perdiendo la exclusiva como sinónimo de incendiario. La voz pirata provenía originariamente de la pirotecnia y de los inevitables accidentes asociados por los artesanos que militar o civilmente ocurrían de cuando en cuando. No hay que olvidar que la pirotecnia fue introducida en Occidente por los árabes en la forma de fuegos artificiales y que esto tomaron en parte de Asia y en parte remanente del esplendor romano. La voz no aparece antes de la invención de la pólvora y es notable que durante los siglos en que duró la piratería de forma «oficial», los progresos en pirotecnia quedaron estancados, siendo estos siglos los XVI, XVII, XVIII y mediados del XIX. Lo que se supone es debido a que los gobiernos monopolizaron la industria de la pólvora.

Al hablar de piratas, resulta más propio desde un punto histórico hablar de más navíos que de barcos. No obstante, a fecha de hoy usamos ambiguamente barco como sinónimo de casi cualquier embarcación.

Práctica de la piratería

La piratería es una práctica de saqueo organizado o bandolerismo marítimo, probablemente tan antigua como la navegación misma. Consiste en que una embarcación privada o una estatal amotinada ataca a otra en aguas internacionales o en lugares no sometidos a la jurisdicción de ningún Estado, con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave misma. Su definición según el Derecho internacional puede encontrarse en el artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

Junto con la actividad de los piratas que robaban por su propia cuenta por su afán de lucro, cabe mencionar los corsarios, un marino particular contratado que servía en naves privadas con patente de corso para atacar naves de un país enemigo. La distinción entre pirata y corsario es necesariamente parcial, pues corsarios como Francis Drake o la flota francesa en la batalla de la Isla Terceira fueron considerados vulgares piratas por las autoridades españolas, ya que no existía una guerra declarada con sus naciones. Sin embargo, el disponer de una patente de corso sí ofrecía ciertas garantías de ser tratado como soldado de otro ejército y no como un simple ladrón y asesino; al mismo tiempo acarreaba ciertas obligaciones.

Historia

Estos temidos hombres ya eran muy conocidos más de cuatros cientos años antes del nacimiento de Cristo. Los griegos llamaban, a los saqueadores de navíos, “piratas” que significa los que atacan, ya que les saqueaban, mataban cuando atacaban a los barcos en medio del mar. Con el tiempo los piratas eran llamados de otras maneras pero el nombre de corsarios era denominado a los piratas legales, ya que había gobiernos, como el inglés en el siglo XVI, que compartían sus ganancias con ellos.

En la primera época del Medioevo, hacia el siglo VIII, los vikingos eran los temidos piratas que asolaban las costas europeas. Atacaban a todo ser viviente en toda Europa Occidental; sus actividades favoritas eran: quemar, matar y saquear. Sus famosos barcos “drakkars” que podían medir más de 23 m de eslora, con una sola vela central era su principal herramienta.

En el siglo XVI vuelven a resurgir con fuerza de la mano de la reina de Inglaterra, Isabel I.

La reina legalizó la escuadra de piratas ingleses del capitán Francis Drake ―el temido pirata― y embarcaciones españolas. La reina anglicana le otorgó el titulo de “Sir” –caballero de la corona inglesa-Para muchos ingleses, por entonces, le tuvieron de héroe nacional; para los españoles, un verdugo, un asesino y un ladrón al servicio de la reina más protestante de Europa.

Hubo también mujeres metidas a piratas, pero son escasos los nombres de ellas. En Irlanda en el siglo XVI fue famosa una pirata llamada Grace O’Malley (Gráinne Ni M’Háille, en irlandés gaélico).

Esta mujer de la que cuentan era muy bella, era de noble cuna y una gran navegante. Tenía su propia flota de embarcaciones y residía en el condado de Mayo (al oeste de Irlanda, en la misma bahía de Clew). Con unos treinta años de edad ya tenía bajo su mando a un gran grupo de piratas y con ellos atacó las costas de su país, ya en poder de los ingleses, con numerosas embarcaciones. A los 63 años de edad pidió al rey de Inglaterra el perdón real, y eso que tuvo que negociarlo con el monarca, y luego se retiró a un lugar desconocido hasta el fin de su vida.

En el siglo XVII podemos decir que fue un siglo muy conocido por los ataques piratas en el Caribe y en Océano Atlántico contra la armada española, inglesa o francesa. Entre 1630-1697 los piratas tomaron América Central como su principal sede. Allá donde iban sembraban el terror, sobre todo en el mar caribeño. En Port Royal, por ejemplo, fue famosa por ser la base de piratas más famosa del mundo.

Ilustración sobre abordaje pirata

Los británicos arrebataron la isla jamaicana, donde estaba Port Royal, en 1655, pero el 7 de junio de 1692, un terremoto la destruyó, aún así se encontraron piezas muy importantes que nos indica como vivían los piratas en tierra. Por entonces toma relevancia New Provindence (Nueva Providencia) en la isla de las Bahamas que fue declarada como República Pirata entre 1715-1720. Su gobernador, el famoso ex pirata, Woodes Rogers (1679-1732) ofrecía el perdón real de Inglaterra si los piratas dejaban su vida como tales. Lamentablemente para el gobernador muy pocos quisieron cambiar.

En el siglo XIX hizo furor las costas africanas, por lo que muchos piratas frecuentaron aún más estas costas. Siempre África fue un continente unido a la piratería berberisca y a los piratas que huían del Caribe tras los galeones españoles al Mediterráneo. Por ello ya en el siglo XVI son conocidos los ataques piratas en las costas españolas-sobre todo del mediterráneo en busca de tesoros y lingotes de plata o de oro. Muchos piratas entendían que España debía ser muy rica por la gran cantidad de tesoros, joyas, piedras preciosas y mercancías que traían en sus embarcaciones desde las Américas. Por ello muchos pensaron que atacar las costas españolas era donde podrían enriquecerse.

Los corsarios berberiscos si hicieron muy famosos en el siglo XVI, en la época del emperador Carlos V. Saqueaban las costas europeas del sur y capturaban, cuando no mataban o esclavizaban, a los marineros católicos europeos.

En las costas del Mar Rojo, del Océano Índico, el mar de Arabia o el Golfo Pérsico, también estaba invadida de piratas en busca de riquezas.

Algunos puertos piratas

Piratas más conocidos en el mundo

Británicos

Neerlandeses

Irlandeses

Franceses

Turcos

Mujeres piratas

Hubo también mujeres metidas a piratas, pero son escasos los nombres de ellas. En Irlanda en el siglo XVI fue famosa una pirata llamada Grace O’Malley (Gráinne Ni M’háille en irlandés gaélico). Esta mujer de la que cuentan era muy bella, era de noble cuna y una gran navegante. Tenía su propia flota de embarcaciones y residía en el condado de Mayo (al oeste de Irlanda, en la misma bahía de Clew). Con unos treinta años de edad ya tenía bajo su mando a un gran grupo de piratas y con ellos atacó las costas de su país, ya en poder de los ingleses, con numerosas embarcaciones. A los 63 años de edad pidió al rey de Inglaterra el perdón real ―y eso que tuvo que negociarlo con el monarca― y luego se retiró a un lugar desconocido hasta el fin de su vida.

Piratas en la literatura

En 1678 se publicó la primera edición de Buccaniers of America escrito por el pirata francés Alexandre Exquemelin.

Puertos piratas en el mundo

Barcos piratas

Las embarcaciones pequeñas pero rápidas eran mejor para abordar a un galeón sea español, portugués o francés, que siempre iban pesados y eran considerablemente lentos por el peso que llevaban consigo. Los barcos piratas eran enormes, principalmente viejos galeones que confiscaban a la armada española, francesa o portuguesa. Aunque ha habido muchos casos de expropiación de embarcaciones inglesas.

Podrían tener unos 35 cañones por banda con munición de 5,4 Kg. de peso. Como en cualquier tipo de embarcación, los barcos piratas tenían su palo mayor y de mesana; depósito de comestibles, una bodega, un castillo de proa, una habitación para las velas o pañol de velas, cocina, farol, castillo de proa, una habitación para las municiones e incluso un cuarto para prisioneros, sala de cañones, etc.Podían medir 38 m. de eslora o 60 m., dependiendo del barco.

Los galeones o galeras eran embarcaciones de los siglos XV-XVII. Los piratas hacia 1720 ya utilizaban corbetas que eran más veloces y más pequeños, con un solo palo. En el siglo XIX aparecen los bergantines. Los buques de guerra del siglo XIX eran más veloces pero más armados. A finales del siglo XIX ya aparecieron los buques a vapor con palas que utilizaron los europeos para contrarrestar los ataques piratas. Los tiempos cambian pero no la piratería que en el siglo XX ha habido casos de piratería en la zona del Caribe y del océano Indico. Utilizan otras embarcaciones más pequeñas pero más ligeras y rápidas con motor.

Rescate de barcos hundidos

La idea de rescatar barcos hundidos ha sido para el siglo XX algo que no podía esperar más tiempo. Por ejemplo, un grupo de arqueólogos, marinos y oceanógrafos brasileños se han puesto en marcha para poder sacar embarcaciones hundidas con la ayuda del reputado investigador norteamericano Dwight Coleman, quien también con la ayuda de Robert Ballard descubrió los restos del Titanic entre otros barcos históricos famosos. En este caso se trata de una carabela hundida enfrente de la isla de Santa Catalina que pertenece a Brasil.

El galeón español es del siglo XVI. El señor Coleman comentó a la prensa brasileña que en el mismo lugar hubo otros hundimientos de embarcaciones históricas, portuguesas y españolas. También intentarán rescatar el San Sebastián, que llevaba tesoros se hundió el 7 de enero de 1583 al chocar con un arrecife en el estrecho de Magallanes (Argentina).

Hallazgos

La arqueología marina nos ha demostrado que también los verdaderos y grandes hallazgos también se encuentran bajo el mar. En ella guarda por el resto de los siglos auténticos tesoros. Los piratas hundían barcos de forma continua y muchos de ellos se hallan principalmente en el mar caribeño y consigo aún tienen sus tesoros y mercancías. Algunos de ellos hundidos por huracanes o por ataques piratas o militares.

El Whydah, de bandera inglesa, hundido en abril de 1717 delante del cabo de Cod en América del norte a causa de una tormenta. En el año 1983 fue encontrado por Barry Clifford. En él transportaban esclavos desde África, azúcar, lingotes de plata y oro, índigo y marfil. Antes de ser hundido, justamente dos meses antes fue capturado por el pirata Sam Bellamy.

Santa Margarita y Nuestra Señora de Atocha fueron hundidos en 1622 por un huracán enfrente de las costas del Cabo Hueso de Florida.

  • San José, naufragó en 1631 con 700 toneladas de lingotes de oro y plata en las Islas Pearl de Panamá.
  • Santísima Trinidad, naufragó en la costa de La Habana-Cuba en 1711
  • Queen Anne’s Revenge, barco pirata que naufragó en 1718 en Beaufort-Inkt, en el norte del estado de Carolina (Estados Unidos)
  • Hallado en 1996.-Bandera inglesa.
  • Nuestra Sra. De la Limpia y Pura Concepción, hundido el 31 de octubre de 1641 a 75 millas de la costa norte de la República Dominicana. Encontrado en los años noventa.

Películas sobre piratas

Principales corsarios y piratas del Caribe

  • John Hawkins, corsario inglés (1532-1595). Su principal actividad era asaltar barcos negreros y después negociarlos en disímiles puntos del Caribe. En 1567 organizó una de las más grandes expediciones a las Antillas, atacó distintos lugares y regreso con una inmensa riqueza, siendo nombrado por la Reina Isabel de Inglaterra Tesorero de la Marina Inglesa y Consejero del Almirantazgo. Luchó contra la Armada invencible. En 1595 emprendió una nueva expedición corsaria encontrando su muerte.
  • Piet Heyn, marino y corsario holandés (1578-1629).

En 1623 fue nombrado vicealmirante de la flota de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales, En 628 apresó en la bahía de Matanzas (Cuba) la flota española de la Plata, por un valor de 12 millones de florines. Fue nombrado teniente almirante de Holanda. Murió en una batalla contra los piratas de Dunkerque, en África.

  • Roc el Brasiliano, pirata portugués (1630).

Fe uno de los más sanguinarios y crueles, que hizo de Campeche – Yucatán _una de sus famosas aventuras. Merodeó por las islas de Jamaica y La Tortuga. Realizó asaltos a navíos en el litoral cuban. Tuvo un oscuro y desconocido fin.

  • Francis Nau, El Olonés, pirata francés (635 – 1670).

Fue temido y odiado por los españoles, considerado uno de los más terribles y temibles en la piratería. Su guarida fue la Isla de La Tortuga, tuvo una trágica desaparición.

  • Henry Morgan, corsario inglés (1635-1688), Estuvo en La Tortuga, hizo su cuartel general en Jamaica. En 1667 fue elegido Almirante de Filibusteros, después se le concedió la patente de corso y reinició sus actividades. En1668 asaltó Puerto Príncipe – Camagüey -, luego Portobelo, Maracaibo y Panamá, donde obteniendo un fabuloso botín. En 1674 fue nombrado Caballero y Teniente Gobernador de Jamaica. Murió retirado de la vida pública y después de sufrir de una mala salud debido, probablemente, a su pasado turbulento de abuso de alcohol y noches de juerga.
  • Alejandro Selkirk, marinero escoces, bucanero y aventurero (1676– 1721).

Entre 1703 y 1705, fue abandonado en una isla desierta del archipiélago Juan Fernández, al parecer por una disputa con el Capitán del galeón Cinque Ports, allí permaneció durante cuatro años. En 1709, fue rescatado por el barco Duke y regresó a Inglaterra.

En 1717, subió a bordo nuevamente y murió en 1721 mientras servía como teniente a bordo del barco de la Armada Weymouth. Probablemente sucumbió a la fiebre amarilla. Fue enterrado en África.

Es probable que sus viajes junto con la historia de Pedro Serrano proporcionaran inspiración a Daniel Defoe para Robinson Crusoe.

Hechos relacionados con Cuba

  • 1506. Se ven barcos franceses navegando cerca de Cuba.
  • 1537. Franceses realizan acto de piratería por las costas de Pinar del Río.
  • 1538. Piratas franceses al mando de Diego Pérez desembarcan en la pequeña villa La Habana. En 1515 Velázquez había fundado en Batabanó la villa San Cristóbal de La Habana, la cual se trasladó en 1519 para la desembocadura del Río Almendares, donde surgió al pasar los años, la gran ciudad de La Habana, capital de Cuba. Diego Pérez fue lugarteniente del pirata Jacques Sore y al igual era un fanático religioso que aparte de los saqueos, profanaban las iglesias católicas.
  • 1546. Naves francesas bajo las ordenes de Jean-François de la Roque de Roberval, que procedían del Canadá, atacan a Baracoa y La Habana, y la saquean. Roberval había asolado y saqueado primero en 1543 a Santa Marta, y después de Cuba a Cartagena de Indias en 1544, entre los varios hechos que protagonizó en el continente.
  • 1554. El frances Jacques de Sore ataca la plaza de Santiago de Cuba a mediados de año.
  • 1554. El pirata francés François Leclerc (Jambe de Bois, o Pata de Palo), también ataca a Santiago de Cuba.
  • 1555 julio 2. El francés Jacques de Sores ataca la zona de Puerto Príncipe, Camagüey, y desembarca en la villa (Puerto Príncipe fue fundada por Velázquez en 1514, cerca de Nuevitas). El pirata Sores en esta acción asoló el lugar, asesinando, robando y raptando a mujeres que ultrajó y después dejó abandonadas en un cayo cercano.
  • 1555 julio. Días después de Puerto Príncipe, el fanático extremista religioso Jacques de Sores ocupa la villa de La Habana, en la que haciendo gala de su trayectoria, la saquea, quema, ultraja el centro religioso, viola a mujeres, y asesina a colonos. Esta forma de fanatismo radical de Sores, aparte de su actuación en otros lugares de América, lo reafirma cuando en 1570, a la altura de Tazacorte (Islas Canarias), aborda un navío que iba para Brasil con 39 religiosos jesuitas, a los cuales martiriza antes de asesinarlos.
  • 1565. John Hawkins, el pirata-corsario al servicio de Inglaterra, y uno de los mas conocidos, utiliza la costa de Pinar del Río para guarecerse y abastecer sus naves. Sir John Hawkins se hizo famoso por ser el principal traficante de esclavos desde África hacia América. John era primo de Francis Drake. En 1595 a la edad de 63 años, muere enfermo frente a las costas de Puerto Rico, cuando se preparaba atacar la isla.
  • 1573 a 1578. En este lapso de tiempo, los piratas cometen diferentes actos de vandalismo en Cuba, siendo los mas conocidos el ataque a las villas de Trinidad, Baracoa, San Juan de los Remedios y Bayamo.
  • 1586 El corsario francés Richard Hawkins arremete contra Manzanillo, en la antigua provincia de Oriente. Richard era hijo de John Hawkins. En 1594 este pirata-corsario fue derrotado y apresado cuando atacó el Callao, Perú, y lo condenan a muerte, pero por medio del que lo capturó se le conmuta la pena capital. Richard después de estar preso por 3 años, es liberado a cambio de 3,000 libras. Jaime I de Inglaterra en 1603 lo nombró Caballero.
  • 1596. El pirata inglés Francis Drake a la altura de Siguanea, Isla de Pinos, encara con sus casi tres docenas de naves batalla contra una flota española. En este gran combate naval, Sores pierde la mayoría de sus barcos, y tiene que retirarse. Isla de Pinos, ubicada en la costa sur de la provincia de La Habana, fue descubierta por Cristóbal Colón el 13 junio 1494, a la que le puso el nombre de San Juan Evangelista.
  • 1604. El pirata francés Gilberto Girón desembarca por la zona de Bayamo. Recorriendo el área de Bayamo, el pirata Girón se encuentra en julio de este año con el Obispo de Santiago de Cuba Juan de las Cabezas y Altamirano, que estaba acompañado de familiares y otro clérigo, a los cuales el pirata captura. Después de estar secuestrado por casi tres meses, una tropa española con ayuda de los vecinos de la zona, logran rescatar al sacerdote Juan de las Cabezas. Al pirata Gilberto Girón lo ejecutaron. Este hecho del secuestro fue base para que surgiera la primera obra poética en suelo patrio (a saber), escrita por Silvestre de Balboa Troya y Quesada (residente de Puerto Príncipe), y que tituló Espejo de paciencia
  • 1628. El holandés Pieter Pieterszoon (Pyet Hein, o Heyn, alias Piet), captura en Matanzas un convoy español cargado de barras de oro y plata que iba rumbo a España, proveniente de las minas que explotaban en las colonias, y calculado en 4 millones de ducados. Debido a esta acción lo nombraron vicealmirante.
  • 1642. Piratas o corsarios (para el caso es lo mismo) ingleses desembarcan en Trinidad, toman la villa, y lo saquean todo.
  • 1652. Piratas franceses, o ingleses atacan la villa San Juan de los Remedios, y como siempre el vandalismo es la orden del día. En este hecho después de quemar y saquear, se llevaron a los esclavos.
  • 1654. Los piratas desembarcan de nuevo por el puerto de Casilda, y asaltan a Trinidad, haciendo que el par de centenares de habitantes de la villa huyan despavoridos. El cura de la Iglesia que había acompañado a los colonos en la huida, regresa al poblado para tratar de evitar la profanación de su Santo Recinto, y es asesinado. Los asaltantes se llevaron cuanto podían de la villa, incluyendo también crucifijos y objetos de plata, oro, y cuanto de valor encontraron en la Iglesia.
  • 1662. El Comodoro pirata Christopher Mings, acompañado de su eminente alumno Henry Morgan, en octubre toma a Santiago de Cuba, y después de estar 5 días robando e incendiando, regresa a su base en Jamaica. Mings participó en innumerables hecho de piratería en las costas cubanas, incluyendo otras regiones de América, como el asalto a Campeche en México.
  • 1665. El pirata bucanero holandés Edward Mansveldt, o Edward Mansfield, quien tenia su base en Jamaica junto a otros piratas, hace varias incursiones en Cuba hasta su muerte en 1667. Mansveldt participó en el ataque a Santiago de Cuba dirigido por Mings, al igual que el de Campeche en México, en el que comandó 4 navíos. Su primera acción en tierras de Cuba en calidad de jefe, fue en Sancti Spíritus en la navidad, aunque se especula que en realidad era Pierre Le Grand el de este hecho.
  • 1667. El francés Jacques Jean David Nau (Francois L'Olonnois: el Olonés), ataca los poblados Batabanó, San Juan de los Remedios, y Puerto Príncipe. Este pirata-filibustero el Olonés, había llegado al Caribe cuando tenia 20 años de edad (1650), y desde muy temprano se destaca por su crueldad. En 1668 en los cayos al norte de la antigua provincia de las Villas (hoy Villa Clara), captura un barco español, y asesina a todos los tripulantes. El Olonés con asiento en la isla Tortuga (refugio de piratas), llegó a comandar una flota hasta de unos 50 navíos piratas. En una de sus incursiones para atacar algún punto de Panamá o Colombia, lo sorprende una tormenta en el golfo de Darién, que hace naufragar su nave, y es capturado por los nativos de la zona que lo matan.
  • 1668. El ingles Henry Morgan es otro de los piratas-filibusteros más asesino de esa época. Una de sus terribles hazañas en Cuba fue el ataque que realizó a la villa de Puerto Príncipe (Camagüey), en que desembarcando con sus hombres, caminó hasta el poblado ubicado a unos 70 kilómetros tierra adentro, y con poca resistencia por parte de la guarnición española, la tomó. Puerto Príncipe había sido movida desde hacia años de su lugar de fundación. Morgan en Puerto Príncipe saqueó y quemó a su antojo, y hasta asesino a familias de colonos indefensos que se habían refugiado en la Iglesia.

En esta relación de piratas que atacaron villas de Cuba, o naves en las costas, no podía faltar el cubano Diego Grillo (el mulato como le llamaban los españoles). Sobre Diego Grillo nacido en La Habana de padre español, y madre africana esclava o libre, se han escrito varias historias, e infinidad de fábulas que no coinciden en fecha, pero lo cierto es que desde muy joven lo aceptaron como marino en una nave pirata (todo indica que fue en una de las tantas incursiones que hacían estos asaltantes a las costa de Cuba).

Con el tiempo navegando con afamados piratas se hizo experto marino, y llegó a comandar una pequeña nave de 10 cañones, con la que realizó grandes actos de vandalismo y asesinatos. Graduado de pirata, su hazaña mas notoria fue el ataque a naves españolas en Nuevita, Camagüey, donde se apoderó de los tesoros que traían los españoles de la América. Sobre la muerte de Diego Grillo, no se sabe como ocurrió, si fue a manos de los españoles, o tranquilamente disfrutando de su fortuna en Inglaterra. A partir de 1670 la piratería tal como se conoce del siglo XVI y XVII, apoyada por Inglaterra comienza a desaparecer, pues España reconoció las colonias inglesas, dando por resultado que los británicos emprendieran el desmantelamiento de sus bucaneros en Jamaica, Tortugas, y otros lugares. Al igual la piratería holandesa empezó a diminuir (1688), al momento de obtener el aval por parte de España su independencia. No obstante algunos piratas siguieron haciendo de las suyas en América, y por ende en Cuba, pero en forma esporádica hasta que desaparecieron por completo. También hay que señalar, que varios actos de piratería del siglo XVIII, tenían el respaldo “encubierto” de su gobierno, y atacaron diferentes puntos de Cuba.

Piratas Modernos

Pirata Moderno

Son piratas de nuestros tiempos. No van vestidos a la vieja usanza. Tampoco van con los sables cortando el aire. Sustituyeron la obsoleta espada por fusiles automáticos y en el hombro que otrora ocupara el loro mal hablado, se colocan ahora lanzagranadas de autopropulsión. No tienen patas de palo, ni son tuertos, y mucho menos son enviados por reyes para dirimir sus enfrentamientos. Actúan por cuenta propia y son el neto resultado de la depauperación que sufre el planeta.

La piratería, evento de pasadas épocas, parecía que había quedado para las historias recogidas en la literatura, o las películas de Hollywood, sin embargo, ha tenido un nuevo despertar en los mares del mundo.

Con el tiempo, los libros y guiones cinematográficos que narran este tipo de actividad darían un toque especial a esta actuación. Según el escritor estadounidense Howard Pyle, que en 1921 publicó El libro de los piratas, “el coraje y su osadía hacen que sus fechorías nos atraigan; que su lucha contra toda ley y orden haya contribuido a hacer de ellos personajes populares, y que su negra enseña con calavera y espadas cruzadas sea vista sin negatividad”.

Incluso en varias etapas de la contemporaneidad se hizo moda su vestimenta: pantalón por debajo de la rodilla y el pañuelo a la cabeza que algunos interpretan como signo de “exotismo y libertad”.

Volviendo al presente, la imagen de estos nuevos filibusteros dista de la de sus ancestros. Desde el ropaje hasta las armas, ahora de fuego potente, no tienen comparación posible. Puede que en agresividad, mantengan los mismos ganes. Las zonas de operaciones demuestran que no es un fenómeno particular de un área geográfica. Se han reportado sucesos de esta índole en el mar de Arabia, en Africa occidental, en el Lejano Oriente, los mares de Indonesia y Filipinas y hasta por las costas de Brasil.

Los filibusteros de nueva generación roban lo que se les presente, desde objetos personales hasta cargas enteras. Según afirman expertos del tema, “salen a alta mar en potentes lanchas con armamento pesado”. Y agregan las fuentes que por lo general, “inician su ataque desde lanchas de alta velocidad, lanzadas algunas veces desde embarcaciones madre, que pueden navegar largas distancias. Si tienen éxito con el secuestro, los atracadores exigen un cuantioso rescate por devolver sanos y salvos a la tripulación y el cargamento”.

“Ataques cada vez más audaces y certeros, con mayor grado de violencia, indican que han ganado en confianza y organización. Ya no son solo focos aislados de delincuentes en lanchas rápidas, operando en zonas cercanas a las costas, sino pandillas bien armadas que maniobran en aguas internacionales.”

Aunque los mares de Indonesia y Filipinas son considerados muy peligrosos en estas lides, actualmente las palmas se la llevan dos rutas muy importantes para el comercio mundial: la del golfo de Adén y canal de Suez, la más cercana a Somalia; y la que va del golfo Pérsico hasta el cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica.

Aunque los “bucaneros” somalíes, quienes dieron el golpe del petrolero saudita Sirius Star, lo hicieron bastante alejados del área de operaciones del golfo de Adén, sin embargo, al buque lo divisaron con posterioridad en las aguas del poblado portuario de Eyl, en Somalia, lugar que sirve de refugio a estos grupos, la mayoría de los cuales proviene de la semiautónoma región de Puntland, y donde hasta tanto sus requerimientos de recompensa monetaria no sean cumplidos, mantienen como botines las embarcaciones y a sus tripulantes esperando las decisiones de los dueños de los buques.

Algunos especialistas calculan que se han producido 95 ataques de tal índole en la zona desde enero hasta noviembre de 2008, y en 39 casos, los asaltantes secuestraron las naves. Mientras, el Centro de Informes sobre Piratería de la Oficina Marítima Internacional (IMB, por sus siglas en inglés) había reportado 251 incidentes de ese tipo en diversas regiones del planeta en el primer semestre del año.

Aparte del peligro para la vida de tripulantes y embarcaciones privadas de recreación, esas actividades delictivas ponen en riesgo el comercio internacional y afectan hasta los precios de las mercancías, especialmente en estos instantes de crisis económica mundial, pues ya diversos funcionarios de gobiérno y empresarios han declarado que si la piratería no es atajada, pueden subir los fletes y los seguros. Incluso algunos capitanes de navíos han expresado su intención de tomar vías alternas en las rutas desde Asia hasta Europa obviando el canal de Suez, algo que de por sí incrementa los costos.

Otra cuestión que también crea inestabilidad en esa zona son las medidas adoptadas de índole militar, pues se supo que se desplazaron alrededor de 14 barcos de guerra de varios países, incluida la OTAN, frente a la costa somalí.

Las razones que explican la proliferación de este tipo de atraco en alta mar son disímiles, pero se insiste con mucha fuerza en las infraestructuras económicas que rigen en la actualidad, la pobreza cruda en algunas zonas del mundo, y las riquezas acumuladas en pocas manos.

Fuentes