Presión de perfusión cerebral

Presión de perfusión cerebral.
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Presión de perfusión cerebral. Es el gradiente de presión sanguínea que atraviesa el cerebro, y se calcula mediante la diferencia entre la presión arteria media de entrada y la presión intracraneal, que se opone a esta (PPC = PAN – PIC).

Definición

La presión de perfusión cerebral (PPC) es el gradiente de presión sanguínea que atraviesa el cerebro, y se calcula mediante la diferencia entre la presión arteria media de entrada y la presión intracraneal, que se opone a esta (PPC = PAN – PIC). La presión de perfusión cerebral en un adulto medio es, aproximadamente, entre 80 y 100 mm Hg para proporcionar un adecuado aporte sanguíneo al cerebro; si desciende por debajo de este valor, puede producirse isquemia. Una presión de perfusión cerebral mantenida de 30mm Hg o menos produce casi siempre hipoxia neuronal y muerte celular. Cuando la presión sistemática arterial media es igual a la presión intracraneal, el flujo sanguíneo cerebral puede cesar.

Cuadro clínico

Los numerosos signos y síntomas de incremento de la presión intracraneal incluyen: 1. Disminución de nivel de conciencia.

2. Triada de Cushing (Bradicardia, hipertensión sistólica y bradipnea).

3. Disminución de los reflejos del tronco cerebral.

4. Papiledema.

5. Postura de descerebración) extensión anómala).

6. Postura de decorticación (flexión anómala).

7. Diferencia en el tamaño pupilar.

8. Vómitos en proyectil.

9. Disminución de los reflejos del tronco cerebral.

10. Disminución de la reacción pupilar a la luz.

11. Alteración de los patrones respiratorios.

12. Cefalea.

Los pacientes pueden presentar unos o todos estos síntomas, dependiendo de la causa de elevación de la presión intracraneal. Unos de los signos más tempranos e importantes de la elevación de la presión intracraneal es la disminución del nivel de conciencia, este trastorno debe ser comunicado inmediatamente al médico.

Técnicas de monitorización

Las zonas habituales para la monitorización de la presión intracraneal son los espacios intraventriculares subaracnoideo o epidural y el parénquima. Cada uno de los métodos de monitorización presenta ventajas y desventajas.

Ventriculostomia

El dispositivo utilizado se coloca en el sistema ventricular, siendo habitualmente un pequeño catéter denominado catéter de Ventriculostomía. Se inserta a través de un orificio realizado con fresadora bajo anestesia local, y se coloca en le asta anterior del ventrículo lateral. Si es posible, el carácter de Ventriculostomia se coloca en el hemisferio no dominante.

Perno subaracnoideo

El segundo tipo de dispositivo que se utiliza con frecuencia es el perno o tornillo subaracnoideo. Este artilugio pequeño y hueco se inserta a través de un agujero realizado con fresa colocando, con anestesia local su extremo distal en el espacio subaracnoideo o subdural. La inserción de este dispositivo es más fácil que la colocación de un carácter de Ventriculostomía.

Monitor epidural

Otro tipo de dispositivo utilizado es el monitor epidural, que también se coloca bajo anestesia local a través de un agujero realizado con fresa. Antes de la inserción del monitor epidural se elimina la duramadre de la parte interna del cráneo. El tipo más frecuenta del monitor epidural es del fibra óptica o de sensor neumático, aunque para la monitorización a largo plazo suelen implantarse otros traductores epidurales.

Catéter de fibra óptica

El cuarto tipo de monitorización de la presión intracraneal es un catéter de fibra óptica con un traductor en su extremo distal. Este pequeño catéter puede colocarse en los espacios intraventricular, subaracnoideo y subdural, o intraparenquimatoso.

Fuentes