Protomedicato de La Habana

Protomedicato de La Habana
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Institución
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Documento Representativo de Protomedicato de La Habana
Disolución:24 de diciembre de 1833
País:La Habana Bandera de Cuba Cuba
Dirección:La Habana

Protomedicato de La Habana. Surgió por imperativo social, en beneficio de la población y su creación marcó el inicio de una etapa importante del desarrollo de la salud pública en Cuba.

Antecedentes

Sus raíces se remontan a la baja Edad Media, en los que se nota la preocupación por legalizar el ejercicio de la medicina. En Cuba fue fundado oficialmente por primera vez el 9 de septiembre de 1634 y dejó de existir con la muerte de su iniciador en 1637, fue restablecido el 13 de abril de 1711 y cerró sus puertas definitivamente el 24 de diciembre de 1833.

El protomedicato fue un tribunal que establecieron los reyes de España en varias ciudades y provincias de sus dominios, formado por uno o varios médicos denominados a su vez protomédicos, que estaban suficientemente preparados y hábiles para evaluar y supervisar el ejercicio profesional de los médicos, cirujanos, boticarios y parteras; tenían jurisdicción en todos los problemas de salubridad pública, cuidaban de la buena preparación y despacho de los medicamentos y disponían las providencias necesarias en casos de epidemia y otras calamidades.

No es hasta principios del siglo XVIII cuando ocurren acontecimientos muy significativos para la medicina en Cuba. Quizás por su importancia geográfica con respecto a la ruta comercial entre las colonias españolas del continente americano y su metrópoli, y no por el desarrollo alcanzado en la isla, Cuba fue una de las primeras colonias hispanas en ser favorecida con esta institución, setenta y cuatro años tendrían que pasar para que se reinstaurara, hecho tan importante que ocurrió el 13 de abril de 1711. Ya en el año 1741 y coincidiendo con la defunción de Teneza, el tribunal del protomedicato quedó como una institución formada por criollos ya que los profesores, los protomédicos y la mayoría de los médicos eran nacidos en la isla.

Origen del término

La palabra protomedicato significa médico de primera categoría, superior, preeminente. Este término era utilizado en la Edad Media como título honorífico, para nombrar a los primeros médicos de los reyes, que por sus elevados conocimientos formaban parte de los cuerpos consultivos de las cortes reales. Estos médicos sobresalientes o protomédicos asumían funciones de consejeros políticos de los jefes de las empresas navales importantes.

A finales del siglo XVI, los reyes católicos elevaron la dignidad de los protomédicos y otros monarcas que los sucedieron, dictaron leyes de Indias, que depararon vida y prestigio al Protomedicato. Durante el reinado de Felipe IV en 1621 hasta 1665, también se promulgaron leyes importantes relacionadas con el protomedicato, que realzaron y ampliaron las funciones de los protomédicos. Este rey estableció el Protomedicato en La Habana de efímera duración desde 1634 hasta 1637. Posteriormente, el rey Felipe V lo reestableció en 1711 y se mantuvo en vigencia hasta su disolución en 1833.

Jurisdicción

En Cuba no existió protomedicato durante los dos primeros siglos coloniales, excepto un corto período en el siglo XVII, por lo que, ante la ausencia de protomédicos, la isla dependía del protomedicato de México, Nueva España. El Real Protomedicato de La Habana se estableció definitivamente en 1711, el cual podía atender todo el territorio cubano, pero en la práctica esto no fue posible lograrlo completamente, pues por su denominación se podía interpretar que solo estaba limitado a La Habana y su jurisdicción; además, esta plaza estaba muy distante de las poblaciones de la región oriental.

Composición

En su etapa inicial estaba compuesto por un protomédico general, pero en determinadas ocasiones, cuando su trabajo requería emitir un juicio colectivo, se hacía acompañar de oidores de la audiencia o solicitaba el asesoramiento de algún representante del gobierno en la localidad. Al incrementarse el trabajo del Protomedicato, por tener mayor cantidad de tareas, fue necesario aumentar el número de sus miembros. En su momento de mayor desarrollo llegó a estar constituido por tres protomédicos y dos fiscales.

Funciones

Estaba encargado del control de la Salud pública en las regiones donde estaba instaurado y tenía entre sus funciones la de examinar a todos los que aspiraban a ejercer cualquier rama de la medicina y autorizar el trabajo a aquellos que demostraban tener suficientes conocimientos y habilidades, a los que se les otorgaba el título o licencia correspondiente.

También tenía entre sus funciones la de inspeccionar los locales donde se brindaban servicios médicos, como los hospitales, boticas y los establecimientos destinados a la venta de alimentos, la de dictar medidas sanitarias en correspondencia con los problemas de salud que se presentaban y supervisar su cumplimiento, además de recopilar información de la medicina natural de origen vegetal utilizada en las colonias e informar a las autoridades de la metrópoli acerca de esta experiencia, vigilar el precio de los medicamentos y los horarios de los médicos, entre otras.

Miembros

Al establecerse en 1634 por primera vez el Protomedicato en la Villa de La Habana, se nombró como primer protomédico al Licenciado en Medicina Francisco Muñoz de Rojas, luego en 1711 al restablece nuevamente se designó al Doctor Francisco de Teneza y García. Ya en 1729 es nombrado segundo protomédico el Doctor en Medicina Louis Fontaine Cullembourg.

Después de Fontaine, ocuparon cargos en el Protomedicato de La Habana numerosos médicos cubanos de gran prestigio, que fueron catedráticos de la Facultad de Medicina en la Real y Pontificia Universidad de La Habana y algunos de ellos llegaron a asumir las funciones de Decano de esta Facultad, como los doctores: Ambrosio Medrano Herrera, José Arango Barrios Siscara, José Melquíades Aparicio, Julián Recio de Oquendo y de la Coba, Matías Cantos y Medina, Nicolás M. José del Valle y Lorenzo Hernández.

El último tribunal del Protomedicato de La Habana en 1833 estuvo integrado por los doctores José Antonio Bernal Muñoz, Simón Vicente de Hevia y José A. Viera. Después de su disolución, los dos primeros miembros del extinto tribunal pasaron a formar parte de la Real Junta Superior Gubernativa de Medicina, Cirugía y Farmacia, presidida por el Doctor Tomás Romay y Chacón.

Fuentes