Puerco espín crestado

Puerco espín crestado Clasificación Científica Nombre científico Hystrix cristata Reino: Animalia Filo: Chordata Clase: Mammalia Orden: Rodentia Familia: Hystricidae Hábitat: África, Italia

Puerco espin crestado. En África, se extiende desde la zona mediterránea hasta el Sahara, y hacia el oeste, siguiendo la costa atlántica, más allá de Senegal hasta ya muy entrados los trópicos. También se le encuentra en Europa (probablemente introducido desde el norte de África por los romanos) donde solo existe en el centro y sur de Italia, así como en Sicilia.

Descripción y hábitat del puerco espín crestado

El puerco espín es con sus 60-70 cm de longitud corporal, 20 cm de cola, 25 cm de altura a la cruz y 10-15 Kg de peso, uno de los mayores roedores y, sin lugar a dudas, uno de los más llamativos por su pelaje. En realidad el pelaje espinoso no es nada raro entre los mamíferos, pero lo que sí es único en el puerco espín son los pelos transformados en espinas y púas tan largas (hasta 40 cm de longitud y 7 mm de diámetro), que constituyen una protección muy eficaz, ya que el animal es capaz de erizarlas en todas direcciones. En el pelaje de un puerco espín encontramos los tipos de pelo y espinas más diversos desde pelos lanosos suaves hasta púas orientables, largas y rígidas, con frecuencia anilladas en blanco y negro. También resulta uno de los roedores más longevos que se conocen pues en cautividad rebasan los 20 años. De actividad crepuscular y nocturna, frecuenta medios muy variados como zonas subdesérticas, sabanas, terrenos abiertos que alternan con zonas boscosas, y bosques no demasiados húmedos. Preferiblemente vive en colinas o zonas rocosas, recubiertas de densa vegetación, si bien se adapta con facilidad a cualquier hábitat, con tal de que no sea excesivamente húmedo o por el contrario, excesivamente árido (desprovisto de vegetación). Como refugio prefiere cualquier oquedad natural del terreno, de las rocas o, mejor aún, las madrigueras que han sido abandonadas por otros mamíferos. Si no encuentra disponibles estos enclaves excava madrigueras propias valiéndose de sus cuatro patas, casi siempre en el lugar del bosque donde la vegetación es más densa. Parece ser que tiende a vivir en grupos familiares poco numerosos, y es frecuente observar a siete u ocho ejemplares adultos ocupando la misma madriguera.

Mantenimiento del puerco espín crestado

Evidentemente se trata de un animal que en absoluto es aconsejable mantenerlo en el interior de una casa puesto que necesita amplio espacio y, dada su condición de roedor, acaba por destrozar todo tipo de muebles, cortinas, sillones, etcétera.

Instalaciones para el puerco espín

La instalación debe ser al aire libre. Un cercado de al menos 35-40 m2 es el mínimo recomendable para mantener en condiciones a uno de estos voluminosos roedores. Dado que pueden realizar actividades de excavación, es recomendable cementar la base de la instalación y luego recubrirla de paja, o de tierra si se quiere mejorar el efecto estético y ofrecer al puerco espín algo de distracción suplementaria. Todo el conjunto hay que mantenerlo en perfectas condiciones de higiene retirando diariamente los restos de comida, excrementos y orines, e incluso las púas que puedan haberse desprendido de su cuerpo para evitar que puedan herirse ellos mismos al clavárselas. También es muy importante proporcionarles una casa refugio donde guarecerse y que puede ser acondicionada con paja o heno. Nunca debe faltar un plato de barro o acero inoxidable con agua limpia y otro recipiente donde ofrecerle la comida. Se puede completar la decoración con algún tronco caído o roca grande que deberá estar bien asegurada por su base para evitar que pueda desplomarse sobre el animal.

Alimentación

El puerco espín tiene una alimentación variada en la que predomina los vegetales: cardos, raíces, frutos, flores y corteza de árboles, así como cualquier clase de plantas cultivadas (maizales, viñedos, etcétera). En cautividad acepta de buen grado pienso para ratas, pienso para conejos, y alimento seco para perros en proporciones iguales, junto con alguna fruta (manzana, pera, sandía…), hortaliza (zanahoria, calabaza, pepino, lechuga…), cacahuetes y pan. Además, es bueno suministrarle ramas de sauce y de árboles de hojas perennes para roer, así como huesos que le permitan afilar sus dientes y procurarle los fosfatos necesarios.

Reproducción

La época de celo empieza en el mes de abril. La hembra manifiesta su disponibilidad para el apareamiento moviendo la cola y golpeándose el lomo con ella; entonces se inicia el cortejo nupcial en el que el macho y la hembra se lamen parsimoniosa y recíprocamente todas las partes del cuerpo, a la vez que se mantienen abrazados con fuerza, se estremecen, y hacen sonar la cola. Tras un período de gestación de 63 a 65 días, la hembra se dirige a una cámara de la madriguera cubierta de hojas y musgo, y pare de 1 a 4 crías. Los pequeños salen con los ojos abiertos y con las espinas muy blandas para no herir a la madre durante el nacimiento, sin embargo, al cabo de pocos días, estas púas adquieren la dureza definitiva. Con una semana de vida ya es capaz de efectuar sus primeras salidas fuera de la madriguera, a los 60 días de edad es destetada, y al año alcanza la madurez sexual.

Curiosidades sobre el puerco espín crestado

Huraño, esquivo y tranquilo por naturaleza, presenta un carácter intrépido cuando se ve amenazado o agredido; entonces eriza la crin y las púas del lomo, golpea el suelo con los pies, resopla, profiere gruñidos sordos, y emite un sonido vibrante con las huecas púas de su cola. Si ante semejante advertencia el enemigo no se retira, entonces el puerco espín se acerca con decisión al atacante, reculando o de costado, y embiste con las espinas. En esta fase ciertas púas menos estables se desprenden de la piel del animal y van a parar a una cierta distancia del mismo, lo que ha alimentado la creencia popular de que el puerco espín, para defenderse, “dispara” las púas contra el enemigo. No es vivaz ni ligero en sus movimientos ya que anda con lentitud y su carrera es poco rápida, sin embargo, nada con facilidad y frecuentemente toma baños para liberarse de los parásitos presentes entre sus espinas. Se trata de un animal de oído y olfato muy agudos pero de vista poco fina. En otoño y en invierno permanece largo tiempo en su madriguera, donde pasa días enteros durmiendo, aunque no sea un sueño invernal. En Italia su población está disminuyendo rápidamente debido a la intensa caza de que es objeto, tanto para obtener sus púas, como su carne que es muy sabrosa.

Fuente

• www.mundo-animal.com