Puquina

Puquina
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Hablado en Bolivia, Perú
Región Alrededores del lago Titicaca, América del Sur
Hablantes en Cultura Pukara,Cultura Tiahuanaco,Tahuantinsuyo
Familia lengua aislada
Alfabeto alfabeto latino
Estatus oficial
Oficial en Ningún país
Regulado por No está regulado
Códigos
ISO 639-1 ninguno
ISO 639-2
ISO 639-3
Puquina

El puquina o pukina es una lengua prehispánica ya extinta originaria del Altiplano. Fue considerado como una de las tres lenguas generales del dominio colonial español en el espacio centroandino durante los siglos XVI y XVII.

En el Perú, los habitantes de Pukara en el departamento de Puno habrían sido los primeros en hablar este idioma. La extensión de la lengua fue hacia las zonas andinas de los departamentos de Arequipa, y parte de Cusco y el altiplano de Bolivia y aún pueden encontrarse restos de este idioma en los topónimos de toda esta región mencionada.

Antecedentes genealógicos

Según (Adelaar y van de Kerke, 2009) los antecedentes genealógicos del puquina lleva a las lenguas arahuacas, distribuidas por las tierras bajas de América del Sur. Los pronombres personales y las marcas de posesión personal del puquina (proclíticos y no sufijos) parecen indicar un vínculo antiguo con aquella familia de lenguas, tanto en la forma como en el uso. En otros aspectos, sin embargo, la estructura del puquina se acerca más bien al ambiente tipológico centroandino, una muestra de la antigüedad de su presencia en la región. Si de hecho el puquina forma parte de las lenguas arahuacas, su separación de esta familia puede haber ocurrido en una fecha relativamente temprana. Por consiguiente, la posición del puquina debe ser tomada en cuenta en el debate aún abierto del origen geográfico de la familia arahuaca.

El léxico puquina también incluye algunos elementos que podrían ser de origen arahuaco. No obstante, el tamaño reducido del vocabulario puquina registrado, por un lado, y la gran diversidad de lenguas arahuaca mal conocidas y parcialmente documentadas, por otro, dificultan el estudio sistemático del aspecto léxico de una putativa conexión genealógica puquina-arahuaca.

Clasificación lingüística

El puquina se considera una lengua aislada ya que no ha podido probarse firmemente parentescos con ninguna otra lengua de la región andina, ni de otras partes de América del Sur. Se ha sugerido una relación con las lenguas arahuacas, sobre la base de algunas marcas posesivas (1.ª no-, 2.ª pi-, 3.ª ču-) similares a las formas de sujeto de dichas lenguas (1.ª *nu-, 2.ª *pi-, 3.ª *tʰu-). Se señala que si de hecho el puquina forma parte de las lenguas arahuacas, su separación de esta familia debe haber ocurrido en una fecha relativamente temprana; por ello, es importante que la posición del puquina sea tomada en cuenta en el debate aún abierto del origen geográfico de la familia arahuaca.

Fonología

Según (Adelaar y van de Kerke, 2009) hay indicaciones de que el puquina hacía una distinción entre las vocales a, e, i y o/u. A diferencia del quechua y el aimara, la oposición entre las vocales [e] y [i] en el puquina está bien establecida en los documentos. El contraste entre [o] y [u] es menos convincente, según los autores, aunque se encuentran ejemplos que sugieren tal contraste, como <no> ‘mi’ y <nu> ‘quién’. Es probable, además, la existencia de vocales largas, como se observa en los ejemplos <raago> ‘varón’ y <too-> ‘traer’.

En cuanto al sistema de consonantes, señalan que las oclusivas sordas parecen haber ocupado cinco posiciones articulatorias: bilabial (p), alveolar (t), palatal (ch), velar (k) y postvelar (q). Como señalan los autores, todas las consonantes oclusivas parecen participar en procesos de suavización, que resultan en oclusivas sonoras (g, G) o en resonantes (w, r, ll). Es probable, además, la existencia de un proceso de endurecimiento consonántico, opuesto al anterior, que puede ocasionar una pérdida parcial de la nasalidad en consonantes nasales. Al lado de las oclusivas simples, el puquina presenta una serie de combinaciones consonánticas con s inicial, como p.ej. sper ‘cuatro’, huc.sto ‘uno’. El inventario consonántivo puquina incluye, además, tres nasales (n, m, ñ) con sus respectivas variantes semidesnazalizadas, una lateral o africada sonora palatal (ll), una vibrante (r) y dos semi-vocales (w, y). Torero (2002) distingue, además, tres fricativas (s, sh, h).La existencia de una oclusión glotal al interior de la palabra parece obvia, como se observa en <se e ~ sehe> ‘corazón’, donde la oclusión glotal es representada como un vacío o como <h>.

Morfosintaxis

  • Desde el punto de vista morfológico, el puquina puede ser considerado como una lengua híbrida. En la morfología verbal predomina la estructura aglutinativa y sufijadora, así como en las lenguas andinas aimara y quechua; sin embargo, el sustantivo exhibe un sistema de posesores personales parecido en forma y función a aquel de las lenguas arahuacas amazónicas y totalmente distinto de lo que se suele encontrar en el quechua y en el aimara. Estas marcas de posesión personal se comportan como elementos proclíticos.
  • En cuanto a la marcación de relaciones que unen la frase nominal con el verbo en calidad de complemento circunstancial, el puquina hace uso de sufijos y posposiciones de caso, y en ese sentido se acerca más a las lenguas centroandinas. El papel de objeto queda muchas veces sin marca, aunque en algunos ejemplos se encuentra un sufijo -c ~ -x, que parece indicar un objeto o una meta. La función de sujeto no se marca, pero sí el agente ergativo de tercera persona, cuya terminación es -s (~ -sa). Por su carácter ergativo, el puquina figura como un caso único dentro de las lenguas centroandinas.
  • En lo que respecta a la morfología nominal específicamente, además de la marcación de persona poseedora a través de proclíticos, el puquina dispone de un sufijo, -gata, para marcar número en los sustantivos, como en atago-gata [mujer-PL]'mujeres'. Se observan también procesos de reduplicación para marcar pluralidad, como p.ej. coacoa ‘ídolos’. El puquina presenta, además, diversos marcadores de caso, tales como -s ‘ergativo’, -c ~ -x ‘acusativo', -guta(c) ‘alativo’, -na y -ut locativos, entre otros.

Zonas de implantación de la lengua

Varias zonas de implantación de la lengua puquina corresponden, a tierras de waru waru. Estas necesitaban de una mano de obra numerosa y el estudio de los islotes de Capachica y Coata, como la región de Guaqui, demuestra que los individuos clasificados como uru en las tasaciones coloniales —algunos puquinahablantes— conformaron estos grupos de trabajadores. Algunos cultivadores de estas tierras lacustres pudieron constituir una clase inferior en contraste con la presencia de una elite, como parece ser el caso de Capachica. Durante la conquista inca del Collasuyu muchos jefes puquina fueron masacrados, lo que contribuyó a debilitar al grupo mientras que se sellaba la alianza inca-callahuaya. Numerosos puquinahablantes fueron reducidos por los inca y estos vencidos sirvieron de mano de obra, de tal manera que algunos pudieron entrar en la categoría de yanaconas uru. En estas condiciones, estos individuos, que vivían en tierra pacaje, tuvieron que aprender el idioma aimara que ignoraban hasta ese entonces.

Los aimara —al menos los de la región lupaca— se aliaron con los incas y fueron los que despojaron a los puquina-hablantes de sus centros de culto. La implantación del linaje de Viracocha en Copacabana y el control que ejerció sobre las minas de Carabuco-Carabaya demuestran hasta qué punto los dioses y riquezas de los puquina eran codiciados por los inca. En todo caso, la reconstitución de la historia de los puquina-hablantes y de su antiguo territorio tan solo puede ser parcial. Las categorías tributarias españolas no los tomaron en cuenta como tales y fueron contados los curas de indios que aprendieron su idioma, de tal modo que fueron condenados a expresarse en otras lenguas, y sentenciaron al suyo a una lenta pero segura desaparición.

Fuentes