Río San Juan (Santiago de Cuba)

Río San Juan
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País(es) que atraviesaBandera de Cuba Cuba
Longitud27km
Altitud de la fuente0.37 m3 /s
Superficie de la cuenca138 km2
Cuenca hidrográficaSantiago de Cuba
NacimientoLa Purísima, Sierra de Boniato
DesembocaduraAguadores
Ancho de la desembocaduraAproximadamente 3,4 km2

Río San Juan (Santiago de Cuba). Es el río mayor y más importante acuatorio de la comarca y de todos los ríos que atraviesan la cuenca de Santiago de Cuba. Su nacimiento se localiza en la zona conocida como “La Purísima” en las estribaciones de la Sierra de Boniato, al norte de la ciudad.

Nacimiento

El río San Juan es el mayor y más importante de todos los ríos que atraviesan la cuenca de Santiago de Cuba. Su nacimiento se localiza en la zona conocida como “La Purísima” en las estribaciones de la Sierra de Boniato, al norte de la ciudad. El área total de la cuenca por donde se escurre es de 138 km2 y su área de descarga es de 3.4 km2 . Corre de norte a sur y tiene una longitud de 27 km desde su nacimiento hasta su desembocadura al mar, en la zona conocida como “Aguadores”. El ancho de su cauce está entre 2 y 4 m, presentando un pequeño caudal de 0.37 m3 /s y su densidad de drenaje es de 1.06 km/km2 .

El nacimiento de este río poviene desde las alturas situadas al oeste de las lomas del Caney, se puede precisar en un lugar nombrado “La Purísima”, en las inmediaciones de la Sierra de Boniato, cerca del Poblado de Dos Bocas, su trayectoria es de norte a sur, alcanza una longuitud de 27kms, de donde nace hasta su desembocadura al mar en la zona de Aguadores, durante el trayecto recibe varios afluentes constituidos por pequeños ríos y arroyos como son:

Cauce

Espacio delimitado por el máximo nivel del agua. Por lo general, el río ocupa todo su cauce, sobre todo en temporada de lluvias.

Caudal

El Río San Juan presenta variabilidad en el volumén de sus caudales, disiminuyendo el mismo en la época de sequía, recibe en su desplanzamiento las influencias desfavaorable de los Poblados San Vicente, Boniato y Santa María, en su avance cruza la circunvalación en las proximidades de Tropicana, hasta llegar al puente de la Carretera de El Caney, circula por el área del Huerto y sigue hasta encontrarse con el Río El Visible.

Río El Visible

Llamado así según referencias desde el siglo XIX, porque nace en la finca del mismo nombre, lugar de amplia visibilidad cuando se mira hacia las montañas del este del poblado del Caney, conocido por la excelencia de sus Mangos de biscochuelos y donde existen además las ruinas de un antiguo cafetal, el más cercano a la ciudad de Santiago de Cuba.

En su recorrido atraviesa varias fincas, entre ellas podemos encontrar: Begonia, El Recreo, Marianaje, donde se le une un ramal que recoge las guas que bajan desde la Finca Dorotea y las del arroyo de Sevilla, se incorpora el de un costado de El Escandel, el de El Retiro de Zacatecas, la Loma del Bonete, la Loma de El Viso, la Loma de la Campana, se une además con otro caudales de otras fincas como Marianaje, Santo Tomás, Santa Teresa, San Andrés, continua su curso hasta la Finca San Juan de la Caridad, más adelante pierde su nombre porque se incorpora al río principal San Juan en la Carretera de Siboney, cerca de los pozos que abastecen agua a gran parte de la ciudad avanzando hasta llegar a la costa en la zona de Aguadores donde finaliza su recorrido.

Leyenda y tradiciones

Este río tenía una significación transcendental desde la época de los asentamientos indios de la zona del Caney, era el centro de rituales y costumbres de los nativos que utilizaban sus aguas y márgenes para mediantes baños, areitos y bailes purificarse y ganar vigor según sus creencias.

Esta tradición al desaparecer la comunidad india la continuaron los santiagueros, que acudían en grupos numerosos de hombres, mujeres y niños en carretillas adornadas, y a piedesde la madrugada del 24 de junio (día de San Juan), hacia las inmediaciones de Vista Alegre en busca del afamado río, para fortalecer y conservar la juventud según la creencia popular, y luego después de estos años y meriendas en plena campiña, la alegría y el entusiasmo del momento, se dirigían a la ciudad para dar comienzo al periodo de fiestas populares que constituían los famosos carnavales santiagueros.

El 24 de junio se asume de forma diferente en distintas ciudades cubanas pero tiene en común que muchos pobladores van muy temprano en la mañana a ríos y arroyos para disfrutar de sus aguas, se consideraba momento de sortilegio y adivinaciones: con huevos, agua, árboles y otros elementos de la naturaleza; el fuego como constante esotérica para limpiar el ambiente.

Los mitos antiguos como sus propios habitantes y hermosos textos se conservan sobre este día del hispano Aurelio del Llano, quien expresó: "La mañana de San Juan es la más poética del año. Es la mañana clásica del folklore en que ocurren cosas maravillosas. Baila el sol. Los Cuélebres pierden su poder mágico. Las damas encantadas salen de las cuevas y de las fuentes a peinar sus cabellos con peines de oro y a ofrecer sus riquezas al que sepa y tenga valor para desencantarlas. De las peñas y los manantiales brotan joyas preciosas. Y aparecen gallinas con pollos de oro picoteando las flores silvestres. Unos encantos regalan vacas a los pastores. Y otros juegan un partido a los bolos con boleras de oro. ¡Y todas estas maravillas desaparecen antes que lleguen a ellas los rayinos del sol naciente!".

Infinidades de testimonios se encuentran en los países americanos y en las ciudades españolas, cantos y estribillos que de forma oral son conocidos . Veamos, “si San Juan supiera cuando es su día, atronara los cielos con alegría..”; ”San Juan bullicioso y Santiago tramposo”. Los españoles que se asentaron en estas tierras incorporaron sus cantares a las costumbres de las familias nacidas aquí. Prácticas mezcladas al transcurrir de los años con las de los cabildos negros; por supuesto, nosotros somos parte de ese “ajiaco cultural” al decir de Don Fernando Ortiz y todo su encanto se fusiona hoy en cultura popular.

Los santiagueros continúan la tradición a toque de tambores y corneta china con las 6 congas que recorren los barrios y arrastran multitudes apasionadas por el bullicioso ritmo, pero muy pocos pobladores van hasta el río San Juan o Gascón al amanecer del 24 de junio. No hay baños ni fogatas ni comidas campestres. Se han perdido en el tiempo. Lo importante es que la fecha inicia los ensayos comparseros, preámbulo de la gran fiesta mayor.

Fuentes