Reina de bateria
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Reina de Batería: En el carnaval de Brasil así es conocida la actriz, modelo o bailarina que desfila al frente de las orquestas con hasta trescientos percusionistas que animan y ejecutan los ritmos de las distintas escuelas de samba, estas agrupaciones son conocidas como baterías de ahí el título de la bailarina estrella.
Sumario
Historia
La figura de reina de batería surgió en la década del 70 del pasado siglo cuando la actriz Adele Fátima apareció en el desfile de la escuela “Mocidade Independente” precediendo a los músicos. La aparición de una mujer por delante de la orquesta, fue algo insólito para la época, causando críticas de los medios más tradicionalistas, pero la figura se popularizó tanto en los años siguientes que finalmente todas las escuelas adoptaron la figura. Inicialmente el cargo de reina era para las jóvenes que más destacaban en belleza y talento para el baile en las barriadas en las que están enclavadas las escuelas de samba, pero como el puesto dado la atención y fama que llegaron a alcanzar las bailarinas comenzó a ser muy disputado por las actrices, modelos, presentadoras, cantantes y celebridades de Brasil, que incluso han llegado a pagar para ejercer, los directores de las escuelas para beneficio publicitario comenzaron a coronar como figuras a conocidas estrellas de la farándula o a las más bellas y talentosas mujeres que entonces se convertían en estrellas de la farándula y las mujeres más publicitadas del país. Para compensar a las jóvenes anónimas que perdían la oportunidad de ser reinas de su escuela, las agrupaciones musicales crearon puestos paralelos pero de menos categoría, como el de madrina, musa y princesa de batería y así daban a conocer talentos que en algún momento en dependencia de la aceptación podían llegar a ser reinas; también el agrupar a varias celebridades en estos distintos puestos puede atraer popularidad a la escuela llegando a ser un factor muy importante para la victoria de la misma.
Además de la “realeza” del carnaval, en el sambódromo destacan también entre los más de cuatro mil integrantes de cada escuela, las llamadas “pasistas”, mujeres igualmente esculturales que se caracterizan por su extraordinaria habilidad para bailar samba y que suelen ir menos vestidas y adornadas que las reinas, el sueño de cada una, llegar a ocupar alguno de los puestos titulados anteriormente expuestos.
Las reinas visten suntuosos disfraces que llegan a costar hasta treinta mil dólares, porque aunque cubren muy poco el cuerpo exponiendo en toda su magnificencia la belleza corporal de las figuras femeninas, son muy ricos en plumas, lentejuelas y pedrería, para animar la fantasía y colorido del desfile.
La estrella principal de la batería tiene que cantar y convencer al público de que también cante. Por eso tiene un papel muy importante para la escuela, su misión es hacer una conexión entre la misma y el público, emocionarlo con el mensaje de su escuela y despertar el entusiasmo, buscando que la presentación de todo el grupo sea apoteúsica. Y pese a que su presentación no es calificada directamente por los jurados, como sí lo son la batería, la portabandera, la música o los disfraces, la reina puede ser decisiva para que una escuela conquiste el título o no.
Como compensación por su papel, las reinas de batería reciben la mayor atención en los medios de comunicación, invitaciones para participar en programas televisivos, en desfiles de modelos, en ensayos fotográficos para revistas masculinas y jugosos contratos publicitarios, convirtiéndose en una verdadera celebridad internacional, ya que el desfile de las doce escuelas de samba del llamado Grupo Especial de Río de Janeiro, considerado como uno de los mayores espectáculos del mundo al aire libre, paraliza a Brasil durante dos noches y es retransmitido por televisión a decenas de países, siendo la mayor atracción del carnaval.
Características de la bailarina
A las aspirantes a reina de batería se les exige dominio del baile, simpatía, popularidad y carisma para atraer la atención de la prensa, de los jurados y, principalmente del público que asiste a los desfiles de las escuelas de samba. Inicialmente eran elegidas las mejores bailarinas, sin importar las medidas del cuerpo, pero después el cargo se fue “profesionalizando” y entre las escogidas actualmente es imprescindible tener un físico adecuado, de allí que sea casi una norma exhibir bustos con silicona, cuerpos musculosos, bronceados perfectos y medidas llamativas.
Las esculturales mujeres difieren de los requerimientos de los concursos de belleza, pues mientras para las “miss” es necesario delgadez de maniquí, estas modelos se caracterizan por sus cuerpos exuberantes, ganados con un trabajo diario y riguroso en el gimnasio, que incluye ejercicios con pesas para quemar calorías y ganar poderosa musculatura, lo cual es necesario para contar con una preparación física adecuada a la rigurosidad del desfile.
Y es que atravesar los setecientos metros del sambódromo bailando enérgicamente durante al menos 45 minutos, en unos altos tacones y cargando un pesado disfraz exige preparación física y piernas de hierro para todas las figurantes en especial las reinas, al nivel de una deportista de alto rendimiento, llegando a perder las mismas varios kilos durante la presentación y arribando muchas veces las mismas deshidratadas o extenuadas a la llamada Plaza de la Apoteosis.
Ver además
Fuentes
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