René Fraga Moreno

Plantilla:Personaje histórico

René Pedro Fraga Moreno.En la ciudad de Matanzas, en la calle Maceo entre Domingo Mujica y San Gabriel, nace en la mañana del 13 de mayo de 1930, René Pedro Fraga Moreno. Su padre Manuel Fraga Cao, natural de la Coruña, España era pequeño propietario con posibilidades económicas suficientes para sostener a los numerosos miembros de su hogar. La madre, Emiliana Moreno Moreno, se ocupaba de los menesteres domésticos.

Niñez y adolescencia

René fue bautizado en la catedral de San Carlos de Matanzas el primero de enero de 1931.Sus padres José María Casanova Calvo y Carmen Panabad eran parientes cercanos que residían en la capital. En ellos René encontró respaldo espiritual especialmente durante su época de estudiante en la Universidad de la Habana.
Desde el nacimiento hasta su muerte vivió en el barrio de Bachicha, rodeado de 11 hermanos, muy cerca del padre y de la cariñosa madre se inició su vida, la propia de un niño bien educado, plena de alegrías y travesuras. En ese ambiente se perfiló su carácter, siempre dispuesto a ayudar a los demás y a cultivar la amistad.
Su familia lo reconoce como el buen hijo que evitaba lastimar a los padres y al excelente hermano. Atesoraban bellas anécdotas de las primeras vivencias del niño, las cuales perfilan los rasgos distintivos de la personalidad. René se dedicó a la práctica de softball y en atletismo en la especialidad de maratón. Durante su vida estudiantil en la Escuela Nacional para Maestros de Matanzas, formó parte del equipo de bola suave.

Aficiones

Entre sus aficiones sobresalía la creación literaria, y a pesar de no lograr su desarrollo brillante ni estilístico, siempre estuvo dotada de profundidad en sus mensajes. Ejemplo de ello son los sonetos “Victoriosos” y “El momento supremo”, dedicados con aciertos a la bandera cubana. Se destaca también la décima titulada “Pueblo así está tu patria”, las que reproducía en volantes para distribuirlas en la ciudad. Otra de sus composiciones fue dedicada al Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales, donde se mesclaba la simpatía natural del cubano con una penetrante denuncia.

Personalidad

A través de sus actuaciones se apreciaba un profundo sentido humano. Mientras enfrentaba las dificultades que el medio les imponía a sus ansias de superación y de igualdad social, encontraba lugar para repasar a estudiantes e impartir las clases gratuitas a jóvenes que deseaban ingresar en la Escuela Normal.
Para sufragarse los estudios trabajó por contratación imprimiendo conferencias, las que facilitaba desinteresadamente a jóvenes con escasos recursos monetarios. Cuando cursaba el cuarto año de magisterio participó en una cuestación pública de la Cruz Roja y promovió la instalación de un botiquín de primeros auxilios en el barrio de los Mangos, además de preocuparse por la atención médica y el mejoramiento de las condiciones de salubridad.
Profundamente martiano, afloran en su actuar y concepciones las doctrinas del Maestro. En enero de 1957, al cubrir un aula en calidad de suplente y aproximarse la conmemoración del natalicio de Martí, repartió entre sus alumnos pensamientos del Apóstol, para que en el pase de lista en vez de decir presente le contestaran con uno de ellos. Aunque la seriedad era su sello distintivo, en la intimidad y en el seno de la familia se comportaba de modo jaranero, pero sin descuidarla corrección de su vocabulario y el respeto hacia los demás. Era reservado, excepto con la madre a quien le confiaba sus inquietudes.

Descripción física

Poseía una agradable presencia física: trigueño, de estatura y peso mediano, ojos pardos, pelo negro y con espejuelos de armadura ancha. Siempre acompañado de su escapulario y un rosario, con independencia de la misión que lo alentara, pues se sentía protegido cristianamente. Era modesto, respetuoso y tenaz, tenía gran voluntad de servir, así como un comportamiento sereno y comprensible. Maestro, con aficciones a la poesía y el deporte, con aspiraciones de formar de manera integral y con su ejemplo a nuevas generaciones de cubanos dignos.

Fuente

Libro: René Pedro Fraga Moreno. Un cristiano revolucionario de Clara Chávez Álvarez. Ediciones Matanzas 2006.