Reserva Ecológica Los Illinizas

Reserva Ecológica Los Illinizas.
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Características
Tipo de vegetación:boscosa.

Reserva Ecológica Los Illinizas. Esta se localiza al occidente de la provincia de Cotopaxi y extremo sur de las provincias de Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas. La Reserva Ecológica Illinizas fue creada el 2 de diciembre de 1996. Dentro de la misma existen bosques y páramos protegidos parcialmente por cooperativas comunales locales como la Cooperativa Cotopilaló y la Asociación Huahuauco-La Merced. Junto a la Reserva Ecológica se encuentra la Reserva Forestal Río Lelia y el Bosque Integral Otonga, establecido por iniciativa de la Fundación Otonga y la familia Tapia. Una pequeña porción de bosque fue adquirida por tres organizaciones (Zoological Society for Conservation of Species and Populations, Fundación Loro Parque y Fonds für Bedrohten Papagaien) para conservar a la especie Ognorhynchus icterotis.

Características

En el área se incluyen además la Reserva Forestal Río Lelia, dos bosques protegidos, Huagrahuasi y Quitasol , y el Bosque Integral Otonga, pertenecientes a la provincia de Cotopaxi y localizados al norte de la Reserva Ecológica Los Illinizas. Otonga se localiza en el cantón Sigchos, cerca al poblado de San Francisco de las Pampas. Los bosques y páramos de Huagrahuasi-Quitasol son propiedad de la Cooperativa Cotopilaló, mientras que Huahuauco pertenece a los hijos de los socios de esta cooperativa, agrupados en la Asociación Huahuauco- La Merced.

La Reserva Ecológica los Illinizas y su área de influencia incluyen una importante diversidad de ecosistemas, entre ellos los altos páramos alrededor de los Illinizas y El Corazón. Al sur de la Reserva, en el sector de Quilotoa, la vegetación es bastante árida. En el Bosque Integral Otonga se encuentra dos tipos de vegetación: el bosque de neblina montano y el bosque siempreverde montano bajo. Comprende extensiones de bosque primario, secundario, zonas en regeneración y áreas de pastizales que han sido abandonadas y están en proceso de recuperación. En los alrededores de Otonga hay grandes áreas deforestadas en donde se cultiva principalmente caña de azúcar y existen pastizales para ganado vacuno.

De igual forma, el Bosque Protector Huagrahuasi-Quitasol se caracteriza por presentar páramos de pajonal y bosques altoandinos. Los remanentes de bosque nativo son reducidos y existen parches de vegetación arbustiva húmeda. Los páramos herbáceos ocupan alrededor del 40% del área, y se localizan a partir de los 3.500 m de altitud. Hay además cultivos de ciclo corto asociados con pastos y pequeñas áreas de vegetación arbórea, arbustiva y herbácea. El uso actual del páramo tiene más relación con la extracción de leña y recolección de frutas (mortiños, gualicón, taxo) y paja para techar las viviendas y las casas para los animales. También en el páramo se mantiene ganado de lidia silvestre. Algunas zonas están destinadas a la recuperación de páramos y bosques, así como a la conservación e investigación de la diversidad biológica.

Flora

En los páramos de Huagrahuasi se reportaron algunas especies de plantas, entre las que se cuentan Buddleja incana, Myrsine andina, Oreopanax sp., Vallea stipularis; árboles como Gynoxys baccharoides, Hesperomeles heterophylla, Barnadesia arborea y Monnina obtusifolia y entre los arbustos Escallonia myrtilloides.

En las partes más bajas existe un bosque nublado caracterizado por el alto nivel de diversidad de epifitas. En el Bosque Integral Otonga se encontró que algunas especies notables fueron Cedrela odorata, Otoba novogranatensis, Carapa guianensis, Nectandra obtusata, Myrcia splendens, Schweilera caudiculata, Nectandra spp., Croton magdalenensis, Ficus spp., Cinchona sp. y Cecropia spp.

Fauna

Con respecto a la fauna, es escaso el conocimiento existente sobre la Reserva Ecológica Los Illinizas como tal. En trabajos realizados en los últimos años en el Bosque Integral Otonga se registró la presencia de más de 50 especies de mamíferos, entre los que se incluye el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el puma (Puma concolor), el pecarí de collar (Pecari tajacu) y una nueva especie de roedor (Heteromys teleus). Hay además una importante diversidad de herpetofauna. Se estima que el número de especies puede ser alrededor de 40 y en los últimos años se han descrito algunas especies nuevas de insectos.

Algunas especies endémicas de los bosques nublados del Chocó y amenazadas de extinción a escala global se han reportado en estas localidades, como el tororoí gigante (Grallaria gigantea), el tororoí bigotudo (Grallaria alleni), el mochuelo nuboselvático (Glaucidium nubicola), el calzadito canoso (Haplophaedia lugens) y el corcovado dorsioscuro (Odontophorus melanonotus). La localidad conocida como Caripero es el único sitio donde se ha registrado recientemente al periquito orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis), especie críticamente amenazada que posiblemente está extinta en Ecuador, ya que no se la ha vuelto a encontrar en esta localidad en los últimos seis años.

Un volcán con dos cumbres, un cerro en forma de corazón y una laguna de color verde turquesa son los principales atractivos de esta reserva. De sus estribaciones nacen las vertientes para dos ríos importantes, el Toachi, que corre hacia el norte por un cañón de 40 metros de alto, y el Pilatón. Esto revela la importancia de los bosques nublados de esta reserva para la generación de agua de los poblados y ciudades cercanas.

La reserva está dividida en cuatro secciones y es posible que la haya visitado sin darse cuenta. La más grande incluye un bloque largo al oeste del Quilotoa, donde nacen las vertientes y riachuelos que agua abajo alimentarán al río Toachi.

La segunda zona, ubicada al noreste, es el bloque donde están los Ilinizas y el Corazón. El tercer bloque está al suroccidente, separado de la sección más grande por la carretera Latacunga – La Maná. El cuarto bloque es una especie de isla de 800 hectáreas que básicamente rodea la laguna del Quilotoa.

Aspectos culturales

La historia antigua de la región incluye la presencia de etnias como Chibchas, Cayapas– Tsáchila y Quijos, llegadas desde la Costa y la Amazonía. En una lengua antigua, Iliniza parece signi!car “cerro macho”. Antes de la llegada de los Incas, lo que es el área protegida era parte de una región dividida en cacicazgos como Tacunga, Mulliambato, Píllaro, Quisapincha, Panzaleo y otros. Durante la Colonia gran parte de los terrenos de esta zona pasaron a formar parte de extensas haciendas, especialmente en la zona andina. Algunas de estas todavía se mantienen y están dedicadas mayormente a la ganadería y la agricultura. Alrededor de la reserva existen varias comunidades campesinas e indígenas que se dedican a labores agropecuarias.

Principales atractivos

Los Ilinizas

A pesar del plural, los Ilinizas son las dos cumbres de un mismo volcán. Se piensa que antiguamente eran una sola elevación, pero las constantes erupciones volcánicas partieron la cumbre en dos picos afilados. La cumbre sur es más alta y ancha y está siempre cubierta de nieve. Esto hace que su ascenso sea más difícil que el ascenso a la cumbre norte, de 5.125 metros de altitud, y casi siempre sin nieve. Subir a cualquiera de los dos picos estará recompensado con la maravillosa vista desde lo alto.

Volcán Corazón

Es llamado así porque parece un corazón clavado en la cordillera. Hay un sinnúmero de pinturas y dibujos de los siglos XVIII y XIX que lo muestran nevado, pero hoy se cubre de nieve únicamente en días y noches de intenso frío. Subir al Corazón es relativamente fácil y los andinistas experimentados lo utilizan como montaña de aclimatación, antes de escalar las cumbres más altas de nevados como el Cotopaxi, el Cayambe o el Chimborazo.

Laguna y cráter del Quilotoa

Notable por el color verde esmeralda de sus aguas y porque se encuentra dentro de la caldera del volcán Quilotoa. Tiene 250 metros de profundidad y su agua es helada, pero tiene ligeras corrientes de agua caliente debido a la actividad volcánica. Desde el borde de la caldera parte un sendero que llega hasta la orilla de la laguna. Los minerales que le dan el color verde y los gases volcánicos impiden que vivan peces o anfibios en la laguna, o que aves acuáticas la visiten; por supuesto, hacen que el agua no sea buena para beber. La última erupción del Quilotoa fue en el siglo XVIII.


Fuentes