Revolución haitiana

Revolución Haitiana
Información sobre la plantilla
Fecha:1 de enero de 1804
Descripción:
Primera Revolución Social de América
País(es) involucrado(s)
Bandera de Haití Haití
Ejecutores o responsables del hecho:
Haitianos


Revolución haitiana. Primera Revolución Social de América.

Antecedentes

El seno de la sociedad colonial haitiana estaba desgarrado por profundas contradicciones antagónicas entre los grandes blancos, los pequeños blancos, los mulatos y negros libres, y la masa de esclavos. Esos antagonismos fueron agudizados por la Revolución Francesa, de la cual cada estamento pugnó por sacar provecho. Los grandes blancos, separarse de la metrópoli; los pequeños blancos, suplantar a los grandes; los mulatos, disfrutar de iguales derechos que los blancos, y los esclavos —base de la floreciente economía de Saint Domingue—, alcanzar su libertad.

El cimarronaje fue consustancial al régimen esclavista haitiano, al extremo de que en 1782 las autoridades francesas firmaron con ellos un tratado que les reconoció la libertad. Insurrección

En 1790 se produjo el levantamiento armado de los mulatos, apoyados por unos 300 cimarrones, con quienes lograron capturar la capital y poner fin a la discriminación oficial, pero no a la esclavitud. Alcanzado su objetivo inmediato, los mulatos ordenaron asesinar a sus incómodos aliados. En la turbulenta situación creada, el 14 de agosto de 1791 se produjo un feroz levantamiento de esclavos, que ganó envergadura y fue respondido con no menor fiereza por las autoridades coloniales, quienes solo aceptaban la sumisión total. Esa represión brutal fue apoyada por los esclavistas de Cuba y el Caribe.

Abolición de la esclavitud

Toussaint L'Ouverture, “El Espartaco Negro”

Toussaint L'Ouverture, “El Espartaco Negro”, al principio médico de la jefatura insurrecta, rápidamente encabezó el movimiento, al que fijó como objetivo la libertad de los esclavos. “Hemos tomado las armas —dijo— por la libertad de mi raza, que Francia ha proclamado, pero que no tiene ningún derecho a anular”. En 1792, los grandes blancos, derrotados a pesar de disponer de 3.000 soldados coloniales, ofrecieron el país a los ingleses. El 29 de septiembre de 1793, desembarcó una expedición de 15.000 británicos bajo el mando del general Whitelocke, que poco pudo hacer frente a la guerra de guerrillas desplegada por los insurgentes y las enfermedades tropicales.

Un año después, la Convención Francesa abolió la esclavitud en sus colonias, en 1795, por el Tratado de Basilea, España cedió a Francia la parte oriental de la Isla, y en octubre de 1798, los ingleses se retiraron derrotados, ocasión en que L'Ouverture asumió el poder. Sin embargo, la Asamblea declaró a Haití protectorado de Francia. Tres años más tarde, ya relativamente estabilizada la situación de Haití, Toussaint ocupó Santo Domingo, donde abolió la esclavitud.

Sin embargo, Napoleón después de recuperar Luisiana y las Floridas por el Tratado de San Ildefonso, decidió apoderarse de Haití. En consecuencia, enviaron la expedición del general Leclerc, fuerte de 21 175 hombres, que desembarcaron en la Isla el 3 de febrero de 1802.


Después de dos meses de despiadada contienda en la que los franceses sufrieron numerosas derrotas; el 6 de mayo Leclerc firmó un tratado de paz con Toussaint, pero lo apresó y envió a la metrópoli, donde el Espartaco Negro murió el 7 de abril de 1803. Considerando que el peligro se había conjurado, Francia restableció la esclavitud el 20 de mayo de 1802, pero Jean Jacques Dessalines encabezó la lucha, el 10 de octubre tomó Port au Prince, el 27 de noviembre Cap-Françoise y el 1 de enero de 1804 proclamó la Independencia de Haití.

Presencia haitiana en Cuba

La migración de haitianos de fines del siglo XVIII y principios del XIX producto de la Revolución Haitiana, influyó con notable repercusión en la cultura material y espiritual cubana y de manera especial en la parte oriental del país, particularmente en Santiago de Cuba. La presencia franco haitiana se hace sentir directamente en diferentes manifestaciones de la vida cotidiana. Con ello se estableció un puente que fue premisa histórica para la llegada de braceros haitianos en grandes proporciones en los treinta primeros años de la centuria del XX.

El factor económico determinó esta migración por ser fuerza de trabajo barata y disponible en esos momentos. Mas de 5000 mil haitianos llegaron a Cuba en el primer tercio del siglo, asentándose en colonias cañeras que hoy representan comunidades portadoras haitianas, fundamentalmente en las cinco provincias orientales.

Su impronta indeleble irradió en otras islas del Caribe como: Jamaica, Santo Domingo, Trinidad y Tobago, Curazao, entre otras, que en diferentes momentos se insubordinaron, aunque fallidamente terminaran.

Terminando por alarmar al patriciado cubano, con las espinas molesta del miedo al negro, que estallara una segunda Haití en Cuba, no sólo por el movimiento de la ilustración, sino por lo que pudiera provocar la rebelión, tan cercana a los esclavos residentes en nuestro país.

Aunque en muchos aspectos de la vida, como la práctica religiosa, los haitianos y sus descendientes se mantuvieron un proceso de fusión entre cubanos y haitianos, estableciéndose un intercambio entre los más desposeídos a través de casamientos e incremento familiar.

Actualmente esto se demuestra en las distintas comunidades del Oriente cubano, que mantienen vivas sus tradiciones culturales. Los pobladores de origen haitiano se caracterizan por preservar las raíces mágicas religiosas, especialmente el Vodú, mantienen la unidad y estabilidad familiar, asegurando de esta forma la continuidad de sus expresiones socioculturales. Por estas razones ambas culturas están hermanadas, en una sola identidad y se le dedica la Fiesta del Fuego a la Independencia de Haití.

Fuentes