Reynaldo Grimón Ferreira

Reynaldo Grimón Ferreira. Nació el 9 de Abril de 1940, en Cayo Mambí, provincia Holguín, sus padres se nombran Felipe Grimón Domínguez y Flora Ferreira Galano, de procedencia obrera, único hijo del matrimonio.

Primeros estudios.

Comenzó sus estudios en una escuela pública de esta localidad a los 7 años de edad, llegando a alcanzar hasta el 4to grado, siendo su maestra Carmen Velázquez Jardínez. Era aficionado al deporte, practicaba el béisbol, boxeo y otros. Era mestizo, alto, de piel trigueña, con una personalidad bien definida, de carácter serio y humilde.

Vida Laboral.

Inicio a trabajar a la edad de 12 años, un niño todavía, para poder ayudar a resolver las necesidades de su hogar, ya que su padre, como obrero azucarero, solo trabajaba de tres a cuatro veces al año y su madre era ama de casa. Al no encontrar trabajo en la sociedad se trasladaba hacia los campos de caña, pudiendo trabajar varios días como machetero, tuvo problemas con el mayoral de la colonia, ya que no le pagaban lo que se ganaba realmente con la mocha y abandonando este trabajo se dedicó a venderles verduras a los chinos que tenía una hortaliza en la zona del batey de esta localidad. Era soltero y no tuvo hijos.

Combatiente clandestino.

A medidas que la dictadura batistiana seguía cometiendo crímenes y abusos por montones, aumentaba la resistencia en los pueblos, la madre de este joven se fue forjando política e ideológicamente. En 1956 se incorpora al M-26-7 de su localidad junto a varios amigos que ya formaban parte de este movimiento y estaban luchando contra el régimen batistiano, entre los que se destacaban los compañeros, Armando Garriga, Enio Fuentes, Guillermo Peña y otros.

Lucha en la guerrilla.

En el 1957 se le asigna una de las tareas más peligrosas ya que como él vendía verduras podía detectar el movimiento de las tropas en el cuartel. No solo cumplió con esa acción, sino que también sustrajo balas para rifles y pistolas. En marzo del 1958 decidió unirse a las guerrillas, ya que en el cuartel querían incorporarlo al ejército batistiano y el 27 de ese mismo mes, pide una muda de ropa a su madre con el pretexto de que iba a los plátanos a ver a su padre, antes de marcharse confecciona un letrero donde decía “si quieren vayan a buscarme al monte” y lo puso en la parte detrás del almacén de azúcar del central. Llega a la Yuita, campamento donde está su primo Enio Fuentes, incorporándose a la Columna 19 José Tey, siendo su jefe inmediato Julio Pérez, lo ponen responsable de la caballeriza y a llevar cientos de ametralladoras a la capitanía, cumpliendo disciplinadamente sus tareas. Más tarde en Los Indios, bajo las órdenes del teniente Lara, operó en La Yuita, Los Indios , Cananovas y Los Calderos. Combatió en la Loma del Fuerte en Sagua de Tánamo y participó en la toma de este poblado. Aunque no estaba prevista su participación en el ataque a Sagua, porque lo habían dejado cuidando la caballeriza, su fervor y deseo de luchar y acabar con aquellos malvados, hizo que dejara a un compañero en su puesto y corrió a unirse a los asaltantes, siendo uno de los primeros en entrar a Sagua. Le dio un alto a un sargento con sus soldados frente a la planta eléctrica, éste levantó las manos con su san cristóbal que llevaba, pero al acercarse a ellos, el cabo bajó rápidamente el arma automática disparándoles, fue alcanzado por un proyectil que le atravesó la frente por la parte izquierda.

Muerte.

De esta manera este joven de apenas 18 años de edad, pasa a formar parte de la historia de nuestros mártires caídos en defensa de la Revolución el 16 de diciembre de 1958 a solo unos días del triunfo victorioso del 1ro de enero de 1959. Sus restos caídos en combate, se sepultaron en el Alto de Miguel junto a otros compañeros. Hoy sus restos descansan en el Mausoleo del II frente Oriental Frank País en Santiago de Cuba.

Fuentes

• Museo Municipal Frank País.