Robledo Puch

Robledo Puch
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NombreCarlos Eduardo Robledo Puch.
Nacimiento22 de enero de 1952.
Buenos Aires Bandera de Argentina Argentina
NacionalidadArgentino
Otros nombresEl Ángel de la Muerte
Conocido porEl Ángel Negro
PadresVíctor Robledo Puch, Josefa Aída Habendak.

Robledo Puch. Uno de los homicidas sicópatas más famosos, considerado por las autoridades como un verdadero asesino serial, cuya psiquis enferma lo llevó a cometer los homicidios más desgarradores de la historia.

Síntesis biográfica

Hijo único de José Robledo y Aída Puch, crece dentro de una familia de clase media muy religiosa; además, su madre padecía psicosis maniaco depresiva. Desde pequeño muestra talento para diversas actividades; toca el piano y habla español, alemán e inglés. En la escuela, Robledo Puch no se lleva bien con sus compañeros. Tiene problemas con la autoridad: no le gusta obedecer y generalmente lo reportan por mal comportamiento. A los quince años se hace amigo de Jorge Antonio Ibáñez, un compañero del colegio. Ibáñez también es un chico problema, así que ambos congenian de inmediato. Empiezan a experimentar con lo prohibido. Roban pequeñas cosas a sus compañeros y al colegio. Se dan cuenta del vértigo del delito. Les gusta la sensación de poder que les brinda no ser descubiertos. Robledo Puch roba una motocicleta y con ella se dedica a escandalizar por su barrio. Los vecinos se quejan con su familia, pero el chico es ya un rebelde. Un día, decide dar un paso más. Robledo Puch ya tiene diecisiete años. Él e Ibáñez son dos adolescentes, pero trazan un plan mayor: robar una pequeña joyería. Asombrosamente, consiguen hacerlo. Pero su botín es poco valioso: han sustraído joyas y relojes de poca monta. El 14 de febrero de 1969 ingresa en la Escuela de Artes y Oficios “José Manuel Estrada”, ubicada en la zona de Los Hornos, partido de La Plata. Su aspecto es andrógino y se nota aniñado, pero eso lo vuelve atractivo para algunas chicas. Aunque nunca lo menciona, él prefiere a los chicos.

Con apenas 20 años, consumó el espeluznante récord de once muertes en un año. En un año mató once personas y consumó decenas de asaltos. Lo hizo en supermercados, quioscos y garajes de Acassuso, Martínez, Olivos y Vicente López. No necesitó salir del barrio para pasar a la historia negra de la Argentina.

Alguno de sus crímenes, detención y condena

Carlos Robledo Puch y Jorge Ibáñez formaban lo que se llama una "pareja delincuente". Como los asesinos norteamericanos que Truman Capote retrató en su libro A sangre fría, había entre ambos una relación de dependencia, quizá de sumisión. Ibáñez era la cabeza pensante y Robledo Puch, el ejecutor. Ibáñez mandaba y Robledo Puch obedecía.

El día 5 de agosto, en circunstancias bastante dudosas, Ibáñez falleció luego de un accidente automovilístico. Robledo Puch, quien conducía el vehículo, huyó ileso de la escena luego del accidente. Hay quienes sospechan que en realidad se trató de un ajuste de cuentas.

Con la muerte de Ibáñez hubo un receso en la actividad delictiva de Robledo Puch, la cual retomó en noviembre de 1971 junto con su nuevo cómplice, Héctor Somoza. El 15 de ese mismo mes asaltaron un supermercado en Boulogne, acribillando al sereno con una pistola Astra Cádiz calibre 32 que obtuvieron pocos días antes en el robo a una armería. Dos días después de este hecho, el 17 de noviembre, irrumpieron en una concesionaria de autos y asesinaron al cuidador. Pasada una semana, fue el turno de otra concesionaria en Martínez, redujeron al sereno, le quitaron las llaves y robaron un millón de pesos. Robledo Puch lo asesinó de un disparo en la zona occipital del cráneo.

El 3 de febrero de 1972, entran a robar a una ferretería. Como siempre, Robledo Puch ejecuta al vigilante. Otra vez hay un botín pequeño, por lo cual se enfurece y acusó a Héctor Somoza de darle mala suerte. Cuando este intenta discutir con su amigo, Robledo Puch saca su arma y lo mata. Toma después un soplete y comienza a quemarle el rostro hasta destruirlo por completo. Hace lo mismo con las manos. No desea que lo identifiquen. Pero Robledo Puch comete un error fatal: olvida sacar de los bolsillos de Héctor Somoza sus identificaciones.

El 4 de febrero de 1972, los periódicos finalmente comentan los hechos. Clarín cabecea: "Un temible sindicato del crimen opera en la zona norte: asesinan vigilantes para robar empresas". La policía declara que se trata de "elementos avezados y de extrema peligrosidad". Pero el 5 de febrero, el nombre de Héctor Somoza conduce a la Policía directamente a Robledo Puch. El subcomisario Felipe Antonio D'Adamo lo detiene frente a su casa. Pasa muy poco tiempo para que se compruebe que es el autor de la ola de robos y asesinatos.

Detención y juicio

Luego de su detención la gente exige la muerte de Robledo Puch y lo agreden físicamente. Crónica cabecea: "El pueblo intentó linchar al monstruo". Nunca un caso criminal conmueve tanto a la sociedad argentina. Durante semanas, toda actividad política, deportiva o artística es olvidada ante lo que ocurre en Buenos Aires. Los medios de comunicación diariamente le ponen nuevos sobrenombres: "La Bestia Humana", “La Fiera”, "El Muñeco Maldito", "El Unisex", “El Carita de Ángel”, “El Verdugo de los Serenos”, “El Gato Rojo”, “El Tuerca Maldito”, “El Chacal” y "El Monstruo con Cara de Niño". Sin embargo, uno se destaca sobre los demás y se convierte en su etiqueta: “El Ángel Negro”.

Sus palabras finales antes de ser condenado a perpetua en el Tribunal de la Sala Primera de la Cámara de Apelaciones de San Isidro son: "Esto fue un circo romano. Algún día voy a salir y los voy a matar a todos"

Actualidad

En la actualidad, Robledo Puch continúa privado de su libertad en un pabellón para homosexuales del penal de Sierra Chica. Desde julio de 2000 puede solicitar su libertad condicional. El 27 de mayo del 2008, luego de concedida la prisión domiciliaria al odontólogo Ricardo Barreda, Robledo Puch solicita su libertad condicional. El juez que atiende su solicitud se la deniega por considerar que no se ha reformado de manera positiva en ninguno de los aspectos sociológicos necesarios para vivir en libertad, además de no poseer familiares directos que puedan contenerlo. El 31 de agosto de 2011 y nuevamente el 30 de octubre de 2013 se le volvió a negar la libertad solicitada. El 4 de febrero de 2013 se cumplieron 41 años de su detención. En noviembre de 2013 pide que revean la sentencia o que lo ejecuten con una inyeccion letal, practica no utilizada por la justicia argentina. El pedido no prospera. Los informes psiquiátricos revelaron que el "’Angel de la muerte"’ tiene una personalidad perversa con altas dosis de agresividad contenida, Un asesino en potencia.

Véase también

Fuentes