Diferencia entre revisiones de «Ruptura muscular en perros»
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'''Ruptura muscular en perros''': Un [[músculo]] normal se puede estirar, pellizcar, o dañar directamente, lo que resulta en la interrupción de las fibras, debilidad, y la separación inmediata o retardada de las partes no dañadas. La actividad normal puede causar trastornos musculares. Por otra parte, la estructura muscular puede verse comprometida por condiciones sistémicas o iatrogénicas (causada por el médico). La ruptura puede ser completa o incompleta, y puede ser en el centro del [[músculo]] o en la unión músculo-tendinosa. | '''Ruptura muscular en perros''': Un [[músculo]] normal se puede estirar, pellizcar, o dañar directamente, lo que resulta en la interrupción de las fibras, debilidad, y la separación inmediata o retardada de las partes no dañadas. La actividad normal puede causar trastornos musculares. Por otra parte, la estructura muscular puede verse comprometida por condiciones sistémicas o iatrogénicas (causada por el médico). La ruptura puede ser completa o incompleta, y puede ser en el centro del [[músculo]] o en la unión músculo-tendinosa. | ||
Revisión del 13:34 8 ene 2018
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Ruptura muscular en perros: Un músculo normal se puede estirar, pellizcar, o dañar directamente, lo que resulta en la interrupción de las fibras, debilidad, y la separación inmediata o retardada de las partes no dañadas. La actividad normal puede causar trastornos musculares. Por otra parte, la estructura muscular puede verse comprometida por condiciones sistémicas o iatrogénicas (causada por el médico). La ruptura puede ser completa o incompleta, y puede ser en el centro del músculo o en la unión músculo-tendinosa.
La fase aguda (repentina y severa) se caracteriza por una reacción inflamatoria típica que se convierte en crónica con el tiempo, con enlaces cruzados, y el desarrollo de la adhesión a través del tiempo. Con frecuencia, la fase aguda se pasa por alto, ya que los signos pueden ser temporales y responden bien a los demás. Los efectos crónicos son a menudo progresivos y no responden a las terapias de soporte.
Los músculos de las extremidades y los músculos de masticación son las estructuras más afectadas. Las rupturas sin relación con un trauma parecen afectar a los perros de trabajo de mediana edad a viejos, sin predilección por sexo.
Síntomas
Lesión aguda
- Cojera inmediata que se caracteriza por el músculo específico afectado
- Hinchazón localizada, calor y dolor
- Generalmente se presenta durante unos días a la semana
- Fase crónica (si se desarrolla)
Progresiva
- Sin dolor
Por lo general asociada con tejido cicatricial que impide la función normal de una extremidad
Causas
- Trauma
- Sobreextensión
- Miositis (inflamación)
- Degenerativas (causa desconocida)
- Miopatía (enfermedad neuromuscular), secundaria a enfermedades
Un factor de riesgo evidente para los perros es la participación en la caza, el seguimiento de todo tipo de actividades similares en el exterior que ejerza presión sobre los músculos.
Diagnóstico
El veterinario realizará un examen físico completo, en busca de evidencia de disfunción neurológica y la ruptura del tendón. En el diagnóstico por imágenes se incluyen los rayos X para buscar evidencia de fragmentos de hueso y translocaciones, y ultrasonido para revisar si hay inflamación y desorientación de la fibra muscular normal en el sitio de la lesión en los casos agudos. En los casos crónicos se puede ver tejido cicatricial y áreas contraídas de tejido fibroso en el músculo. La resonancia magnética (IRM) se puede utilizar para buscar edema y hemorragia, y para conseguir la localización del problema que le ayudará a identificar el tipo de problema.
Su médico también examinará las articulaciones de su perro para ver si hay una inestabilidad de la articulación o una mala alineación. Las diferencias entre las partes normales y anormales pueden ser útiles para documentar el sitio músculo afectado. Otra cosa que su médico puede hacer es realizar una biopsia del músculo afectado para detectar la presencia de tejido fibroso y la pérdida de las células musculares. Diferenciar la atrofia por desuso de la atrofia neurológica, y de la cicatrización inducida por una lesión, puede ser imposible sin las pruebas de corroboración.
Tratamiento
No hay evidencia documentada de una mejor manera de tratar las lesiones musculares agudas, o para prevenir la contractura fibrosa (acortamiento del tejido muscular o conectivo) y las adherencias. En general se cree que la atención inmediata después de la lesión, debe implicar el descanso y la aplicación de frío local, seguida por la aplicación de calor y fisioterapia pasiva. Una parte esencial de la reparación del músculo es el alivio efectivo de la tensión del músculo lesionado para que la curación pueda ocurrir sin interrupción. Analgésicos y antiinflamatorios se deben utilizar por varios días o semanas para controlar la inflamación y el dolor. El perro debe soportar poco o nada de peso por un período de tiempo prolongado (4-6 semanas).
Aparatos ortopédicos internos o externos pueden ser necesarios para proporcionar el alivio de la tensión efectiva. Los problemas relacionados con la cicatrización pueden afectar la marcha de su perro en el largo plazo. No es apropiado hospitalizar o confinar a un animal recientemente lesionado por problemas musculares a menos que se planee una reparación quirúrgica. La cirugía puede realizarse después de unos pocos días de la lesión para reparar la ruptura muscular aguda que provoca una separación de los segmentos del músculo lesionado.
Una vez que la lesión muscular se vuelve crónica y se asocia con contractura o adherencias, el tratamiento está dirigido a salvar la función del músculo. La reparación quirúrgica de las adherencias o bandas de tejido fibroso puede provocar el alivio sintomático instantáneo. La prevención de la re-adherencia y contractura progresiva es mucho menos gratificante.
Las lesiones específicas de los músculos tienen un pronóstico muy variable. La contractura del manguito rotador responde bien a la extirpación quirúrgica del tendón de inserción. La contractura del gracilis (tendón de la corva) tiene una tasa de 100 por ciento de recurrencia después de la resección quirúrgica. La contractura de los cuádriceps tiene un índice de fracaso similar después de la cirugía.
Las lesiones musculares que se han curado en un estado elongado tienen un mejor pronóstico para la mejora quirúrgica de la función que los músculos contraídos. La lesión más común de elongación afecta a los músculos del grupo Aquiles. La hiperflexión del corvejón puede ser intervenida y reconstruida quirúrgicamente para volver a su función normal. El acortamiento del tendón de Aquiles en lugar de reparar quirúrgicamente el músculo lesionado, por lo general logra recobrar la funcionalidad.
VIDA Y GESTIÓN
Su veterinario querrá controlar el rango de movimiento, junto con la adopción de medidas para controlar la inflamación. La fisioterapia pasiva, sin peso, puede ser beneficiosa para la recuperación.
