Ruta 4
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La Ruta 4
Antecedentes
Las primeras informaciones a que nos llegan del poblado de Mantilla datan del 23 de agosto de 1822 en la que se expresa la existencia de tabernas y una pulpería denominada Mantilla, cuya función era alquilar habitaciones a transeúntes de paso por la ciudad que participaban en las tabernas donde se realizaban actividades como artes escénicas, bailes, comedias títeres, etc. Los cuales permanecían toda la noche, también existían fincas destinadas a los cultivos y crías de aves y cerdos para el suministro de la ciudad.
En 1928 se construye una nave paradero en la calzada de bejucal y la calle Hatuey para la línea La Especial en recorrido hasta el Muelle de la Luz, su propietario de apellido Fernández. Para entonces 9 sectores de ómnibus surcaban el territorio uno de ellos Mantilla-Calvario, pertenecía a la familia Padura.
En Mantilla un factor que contribuyó al crecimiento poblacional de esa localidad fue la creación del paradero de ómnibus "La Ruta 4"
Surgimiento de la Ruta 4
La ruta La Esperanza - Mantilla pasa ser la ruta 4 de la COA. Fue de suma importancia para la vida de Mantilla, la instalación en la localidad del paradero de la Ruta 4 (Mantilla-Avenida del Puerto). Sus antecedentes se remontan a 1928, cuando se fusionó la línea de ómnibus La Esperanza, de El Calvario, con la ruta de [[(Mantilla)]], lo que dio lugar a La Esperanza - Mantilla. En 1933 se formó la asociación de propietarios de ómnibus y en 1935 la Cooperativa de Ómnibus Aliados (COA). Esta pasa ser la ruta 4 de la COA con su destino hasta el ayuntamiento y su paradero en Mantilla.
A partir de ahí, la vida de la comunidad giró, directa o indirectamente, en torno a esa fuente de empleo. Fue de las rutas de ómnibus más eficientes de la capital, con una frecuencia de salida de sus carros que todavía corta el aliento. La Ruta 4 ofrecía una rifa donde se entregaban cientos de juguetes a los niños de la comunidad y objetos donados por comerciantes y familias pudientes que mitigaban en parte, la triste situación en que se encontraba el sector más humilde de la población. Fue nacionalizada a comienzos de 1960.
Actualidad
El antiguo paradero, siempre tan lleno de vida, es en la actualidad un parqueo de ómnibus escolares.
Fuentes
http://www.juventudrebelde.cu/cultura/2013-02-12/un-hombre-en-una-isla Libro
