Síndrome opsoclono-mioclono-ataxia (SOMA)

Síndrome opsoclono-mioclono-ataxia (SOMA)
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Clasificación:Los niños que sufren este trastorno presentan problemas de equilibrio y al caminar (ataxia), movimientos oculares sin control (opsoclonus), y convulsiones o espasmos, especialmente en las piernas y en los pies (mioclonus)
Agente transmisor:Aún no se conoce por completo la causa del SOMA, aunque los científicos creen que se produciría a causa de los auto anticuerpos (proteínas que combaten a las enfermedades) que atacan a las células cancerosas.
Síndrome opsoclono-mioclono-ataxia (SOMA). Aproximadamente del 2% al 4% de los niños con neuroblastoma presentan síntomas de un trastorno neurológico muy infrecuente llamado SOMA. Los niños que sufren este trastorno presentan problemas de equilibrio y al caminar (ataxia), movimientos oculares sin control (Opsoclonus), y convulsiones o espasmos, especialmente en las piernas y en los pies (mioclonus)

Introducción

El síndrome opsoclono-mioclono-atáxico (SOMA) o encefalopatía de Kinsbourne es un trastorno del movimiento de origen autoinmune frecuentemente paraneoplásico o parainfeccioso. Es raro y puede aparecer a cualquier edad, aunque con mayor frecuencia entre los 6 y 36 meses. El diagnóstico es clínico, aunque alguno de los tres signos cardinales puede no estar presente y las mioclonias pueden ser de refuerzo intencional disimuladas con el temblor. Su presentación puede ser aguda, subaguda o crónica, apareciendo con frecuencia en primer lugar la ataxia. El opsoclono es un trastorno de la motricidad ocular sacádica y su aparición es un signo de alarma para buscar en todos los casos un posible tumor de células derivadas de la Cresta neural (TCN), incluso ante la evidencia inicial de un origen parainfeccioso.

Características específicas

El síndrome opsoclono-mioclono-ataxia (SOMA) se caracteriza por el desarrollo agudo o subagudo de sacadas oculares anormales multidireccionales de gran amplitud asociadas a ataxia de la marcha y mioclono difuso.

Causas

Aún no se conoce por completo la causa del SOMA, aunque los científicos creen que se produciría a causa de los auto anticuerpos (proteínas que combaten a las enfermedades) que atacan a las células cancerosas, y que, durante este proceso, atacan asimismo al cerebro y al sistema nervioso central. El SOMA está asociado a un tipo de neuroblastoma menos agresivo.

Tratamiento de los pacientes con SOMA

Los tratamientos más eficaces en el SOMA son la hormona adrenocorticotropa (ACTH) y los corticosteroides orales como prednisona, metilprednisolona o pulsos endovenosos de dexametasona, frenando los síntomas hasta en un 80% de los casos. No obstante, las recaídas son frecuentes debido a nuevos desencadenantes ambientales o a la retirada del tratamiento.

Otras terapias inmunomoduladoras que se han ensayado recientemente en casos de SOMA son la ciclofosfamida, azatioprina, ciclosporina A, el rituximab, gammaglobulinas, e incluso la plasmaféresis en casos refractarios. La cirugía del tumor mejora los síntomas neurológicos solo en un tercio de los casos.

Por lo tanto, además del tratamiento usual para un paciente de bajo riesgo deben recibir:

  • Tratamiento con esteroides (ACTH o prednisona);
  • Gammaglobulina en forma endovenosa;
  • Quimioterapia: las investigaciones demostraron que la quimioterapia disminuye la gravedad de los trastornos neurológicos a largo plazo; los especialistas recomiendan la administración, en dosis baja, de un solo medicamento quimioterapéutico: la ciclofosfamida.

No se ha encontrado relación entre la evolución del SOMA y la etiología, la respuesta al tratamiento, a la cirugía del tumor, o el retraso en la instauración de la terapia inmunomoduladora. El curso monofásico de la enfermedad parece asociarse a un mejor pronóstico. Sin embargo, en el 50% de los afectados, y a pesar de las terapias, conduce a un retraso del desarrollo psicomotor de grado variable. Las secuelas motoras, cognitivas y conductuales son a largo plazo la principal dificultad en el manejo de estos pacientes.

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