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El cumplimiento de este contrato fue afianzado<ref>Afianzar: Prestar una garantía o aval a favor de otra persona para garantizar determinados intereses o derechos, o asegurar el cumplimiento de una obligación</ref> por José María Enrile, por sí y como apoderado de Uriarte, José Ortuño Ramírez, Marqués de Villareal de Purillona, Lorenzo de Aristegui y Francisco de Aguirre, los cuales formaban un típico grupo de intereses Vascos, tan propios del comercio español del [[siglo XVIII]]. Esos afianzadores en el mes de [[octubre]] del mismo año del asiento se hicieron cargo de la contrata formándose entonces la Sociedad Aguirre, Aristegui y Cía. Esta contrata, que figura en algunas obras como del Marqués de Casa Enrique, introdujo en Cuba unos 14 000 esclavos entre [[1773]] y [[1779]]<ref>Guerra et al., tomo II, 1952, p. 210</ref>  
 
El cumplimiento de este contrato fue afianzado<ref>Afianzar: Prestar una garantía o aval a favor de otra persona para garantizar determinados intereses o derechos, o asegurar el cumplimiento de una obligación</ref> por José María Enrile, por sí y como apoderado de Uriarte, José Ortuño Ramírez, Marqués de Villareal de Purillona, Lorenzo de Aristegui y Francisco de Aguirre, los cuales formaban un típico grupo de intereses Vascos, tan propios del comercio español del [[siglo XVIII]]. Esos afianzadores en el mes de [[octubre]] del mismo año del asiento se hicieron cargo de la contrata formándose entonces la Sociedad Aguirre, Aristegui y Cía. Esta contrata, que figura en algunas obras como del Marqués de Casa Enrique, introdujo en Cuba unos 14 000 esclavos entre [[1773]] y [[1779]]<ref>Guerra et al., tomo II, 1952, p. 210</ref>  
 
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Estos contratos no solo se le otorgaban a nacionales, como ejemplo de ello están los concedidos a la Real Compañía Francesa de Guinea, a principios del siglo XVIII, y a la Compañía del Mar del Sur, británica, posteriormente. A Cuba llegaron esclavos de muchas naciones o regiones de África lo que corrobora que a la Isla entraron traídos por ingleses, franceses y españoles, ya que cada imperio tenía sus zonas de comercio en aquel continente. Lo que se conoce como Comercio Triangular de Esclavos de la costa noroccidental de África por las potencias europeas hacia las Antillas.
 
Estos contratos no solo se le otorgaban a nacionales, como ejemplo de ello están los concedidos a la Real Compañía Francesa de Guinea, a principios del siglo XVIII, y a la Compañía del Mar del Sur, británica, posteriormente. A Cuba llegaron esclavos de muchas naciones o regiones de África lo que corrobora que a la Isla entraron traídos por ingleses, franceses y españoles, ya que cada imperio tenía sus zonas de comercio en aquel continente. Lo que se conoce como Comercio Triangular de Esclavos de la costa noroccidental de África por las potencias europeas hacia las Antillas.
  
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<small>Fuente: Ramón de la Sagra. Cuba en 1860. p.9</small>
 
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==La Providencia==
 
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En el año [[1833]] se funda la Compañía General Cubana de Seguros Mutuos sobre la vida y valores de los esclavos<ref>Seguro de Esclavo: Básicamente era un seguro de bienes, donde el riesgo cubierto era la muerte o incapacidad del esclavo, donde el asegurado era el dueño del mismo, por lo que no era un seguro de vida. El esclavo era el objeto del seguro.</ref> La Providencia. Para dar cobertura al activo más importante de la clase esclavista, por un período de 50 años para: {{sistema:cita|…asegurar los esclavos empleados en las ciudades de la Isla y en su agricultura, para indemnizar los que fallez-can, o, sufran menosprecio, superior a un 25 %, por causas involuntarias.''<ref>Tablada, 2007, pp. 238-239</ref>}}.
 
En el año [[1833]] se funda la Compañía General Cubana de Seguros Mutuos sobre la vida y valores de los esclavos<ref>Seguro de Esclavo: Básicamente era un seguro de bienes, donde el riesgo cubierto era la muerte o incapacidad del esclavo, donde el asegurado era el dueño del mismo, por lo que no era un seguro de vida. El esclavo era el objeto del seguro.</ref> La Providencia. Para dar cobertura al activo más importante de la clase esclavista, por un período de 50 años para: {{sistema:cita|…asegurar los esclavos empleados en las ciudades de la Isla y en su agricultura, para indemnizar los que fallez-can, o, sufran menosprecio, superior a un 25 %, por causas involuntarias.''<ref>Tablada, 2007, pp. 238-239</ref>}}.

Revisión del 11:55 29 sep 2016

Seguros de esclavos en Cuba
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Anuncio en la prensa de La Habana siglo XIX
Descripción:

  • Los esclavos eran costosos, por eso los aseguraban.
  • Existían Cías. de seguros especializadas en este segmento.
  • A Cuba llegaron esclavos de muchas naciones.
  • Los esclavos vivían hasta edades avanzadas 65-70 años.
  • El marcado con fuego de los esclavos no parece ser cosa común.
  • El seguro de esclavos no era seguro de vida.

Seguros de esclavos en Cuba. Los esclavos[1] fueron la fuerza productiva de la sociedad esclavista, por lo que les eran intrínsecamente imprescindibles, de ahí que dedicasen tantos recursos financieros en su adquisición, por lo que protegerse ante la posible pérdida de esos recursos resultase una tarea prioritaria. Debido a lo anterior surgieron y se desarrollaron sociedades aseguradoras especializadas en este segmento del mercado; las Sociedades Mutuas de Seguros sobre la Vida de los Esclavos, que no obstante su sugerente nombre, no ofertaban seguros de vida precisamente, pues a los esclavos se les tenía por animales y como tales eran asegurados.

La esclavitud no era una actividad de bajo costo como suele pensarse, más bien todo lo contrario, comprar esclavos era costoso pues requería de 20 a 30 salarios de la época, lo que hoy serían unos cuatro a seis mil pesos. Además estaba el gasto para mantenerlos activos, y el impuestos que había que pagar por adquirirlos. Por eso los aseguraban como las otras posesiones materiales como forma de proteger lo invertido en ellos.

Historia

Bartolomé de las Casas.jpg

El 15 de agosto de 1511 comenzó la colonización de Cuba al ser fundada la villa de Baracoa por Diego Velázquez Cuellar. En 1514 según una estimación realizada por el padre Bartolomé de las Casas y Pánfilo de Narváez en viaje por la Isla, calcularon en unos doscientos mil indios los habitantes nativos existentes. Ya en el año 1523 y debido a la escasez de fuerza de trabajo pues los indios habían sido virtualmente exterminados, se introduce al país el primer lote de 500 esclavos desde África, para atender labores agrícolas principalmente, aunque desde antes ya se tenían algunos esclavos llevados de la Española a Santiago de Cuba, por eso cuando Hernán Cortés parte hacia México en 1518 lleva algunos consigo.

La sociedad cubana de los siglos XVIXIX aceptaban como una práctica normal la existencia de esclavos para realizar labores domésticas, agrícolas, mineras, etc. Por lo que no se tenía el más mínimo remordimiento por lo que hacían, aunque desde muy temprano hubo voces que se adelantaron a su tiempo y se atrevieron a proclamar lo aberrante de aquella práctica. En América se erigen algunas voces contra ese mal trato dado a los indígenas, como el caso de fray Antonio de Montesinos, con sus discursos, y fray Bartolomé de las Casas, que llegó a recabar la atención del Rey Carlos V. Hubo que esperar, no obstante, que ocurriera la revolución industrial de la máquina de vapor, mucha resistencia por parte de los propietarios de aquellos, así como las condiciones adecuadas para que se pudiesen cumplir los tratados internacionales sobre la abolición de la esclavitud en Cuba, para que finalmente se terminase aquella práctica inhumana de comprar y vender personas.

En 1807 la Cámara de los Comunes aprueba el fin de la esclavitud en las Antillas, con el fin de perjudicar el desarrollo de la industria azucarera española en sus colonias, legalizando el ataque a los barcos negreros españoles, así como estimular la venta de sus máquinas de vapor que sustituirían la fuerza de trabajo esclava en el desarrollo histórico de la sociedad. Presionado por Inglaterra, Fernando VII se vio obligado a prohibir la trata negrera en Cuba el año 1817, aunque esta medida nunca se cumplió.

El 17 de febrero de 1880 fue aprobada la Ley del Patronato que preveía la eliminación de la esclavitud en un término de ocho años, el 7 de octubre de 1886 se suspendió el patronato y culminó la esclavitud en Cuba.

Durante casi dos siglos no hubo compañías cubanas de seguros que prestasen esta cobertura, por lo que en aquellos primeros tiempos lo que se aseguraba era el traslado de los esclavos, es decir solo se protegían los traficantes negreros al asegurar el costo del Flete involucrado en el contrato. A través de un contrato se afianzaba el negocio otorgado al asentista para la introducción de negros al país, que le otorgaba a una persona el derecho para que cumpliese con la encomienda de introducir Bozales al país.

Como ejemplo de lo anterior está el Asiento[2] otorgado a Miguel de Uriarte el 14 de junio de 1765 para introducir de 500 a 600 esclavos anuales por un término de 10 años correspondiendo a La Habana un total de 1000 durante el período previsto.

El cumplimiento de este contrato fue afianzado[3] por José María Enrile, por sí y como apoderado de Uriarte, José Ortuño Ramírez, Marqués de Villareal de Purillona, Lorenzo de Aristegui y Francisco de Aguirre, los cuales formaban un típico grupo de intereses Vascos, tan propios del comercio español del siglo XVIII. Esos afianzadores en el mes de octubre del mismo año del asiento se hicieron cargo de la contrata formándose entonces la Sociedad Aguirre, Aristegui y Cía. Esta contrata, que figura en algunas obras como del Marqués de Casa Enrique, introdujo en Cuba unos 14 000 esclavos entre 1773 y 1779[4]

Triangular trade.png

Estos contratos no solo se le otorgaban a nacionales, como ejemplo de ello están los concedidos a la Real Compañía Francesa de Guinea, a principios del siglo XVIII, y a la Compañía del Mar del Sur, británica, posteriormente. A Cuba llegaron esclavos de muchas naciones o regiones de África lo que corrobora que a la Isla entraron traídos por ingleses, franceses y españoles, ya que cada imperio tenía sus zonas de comercio en aquel continente. Lo que se conoce como Comercio Triangular de Esclavos de la costa noroccidental de África por las potencias europeas hacia las Antillas.

Debido a la introducción de negros en la Isla, la población fue incrementándose a través de los años, como se aprecia en la siguiente tabla, de 1792 hasta 1849 la población de blancos estuvo en desventaja numéricamente. La metrópolis se preocupó del asunto e hizo planes de incrementar la población de blancos, pero tal propósito nunca llegó a materializarse por falta de recursos, aunque se introdujeron centenares de familias españolas en diferentes regiones de la Isla.

Años Blancos Esclavos Libres Relación B:N Total
1774 96440 44333 30847 1,28 blanco / negro 171620
1792 126559 84590 54852 0,91 blanco / negro 266001
1817 259830 199145 92058 0,89 blanco / negro 551033
1827 311051 286942 106494 0,79 blanco / negro 704487
1841 418291 436495 152838 0,71 blanco / negro 1007624
1846 425767 323731 149226 0,90 blanco / negro 898724
1849 457133 323897 164412 0,94 blanco / negro 945442
1860 604612 367370 207733 1,05 blanco / negro 1179715

Fuente: Ramón de la Sagra. Cuba en 1860. p.9

La Providencia

En el año 1833 se funda la Compañía General Cubana de Seguros Mutuos sobre la vida y valores de los esclavos[5] La Providencia. Para dar cobertura al activo más importante de la clase esclavista, por un período de 50 años para:
…asegurar los esclavos empleados en las ciudades de la Isla y en su agricultura, para indemnizar los que fallez-can, o, sufran menosprecio, superior a un 25 %, por causas involuntarias.[6]
.

El 6 de julio de 1854 Don Miguel Embil eleva a las autorizadas, una solicitud con los informes favorables de la Real Junta de Fomento, el Alcalde Mayor, el Tribunal Mercantil y el Real Acuerdo para refundar la compañía y hacerse cargo de la misma, el día 23 de agosto de 1855 le es aprobada su solicitud por el Capitán General. Comenzando sus operaciones el día 30 de septiembre del propio año después de haber alcanzado los dos millones exigidos en nuevas adhesiones[7].

Se indemnizaba la muerte y las incapacidades permanentes por cualquier causa, excepto el suicidio y la sevicia. El seguro se hacía por cinco años y la dirección podía aprobarlo por un tiempo menor. La compañía aseguraba toda clase de esclavos en poblado o en el campo que no pasen de 65 años ni tengan menos de uno. No aseguraban los esclavos que al presentarse a seguro se hallen enfermos de peligro o padezcan males crónicos que amenacen serlo. La compañía tenía su propio médico para inspeccionar los esclavos antes de asegurarlos.

No aseguraban discapacitados ni los esclavos que al presentarse a seguro se hallen enfermos de peligro o padezcan males crónicos que amenacen serlo. Solo se autorizaba un máximo de prima de 30.000 pesos en cada finca o dotación y un valor asegurado que no pasara de dos millones de pesos. Esto último estaba estatuido, generalmente para evitar que en los inicios de las operaciones cayeran en una situación de quiebra, estaba condicionado a que se fueran creando reservas financieras con las que se pudiera hacer frente a tal situación, después de lo cual se podía ir incrementando el número de piezas asegurables en una misma locación.

A la hora de asegurar los esclavos eran clasificados según los diferentes grados de peligro a que se hallan expuestos en razón de la clase de trabajos a que están destinados, el señor Colomé dice al respecto:

Como en la presente asociación no existe prima proporcional para los diferentes grados de riesgos, y como sería injusto que el propietario que asegura un esclavo destinado al servicio doméstico valorado en 500 pesos, se le igualase con el dueño de otro esclavo valorado también en 500 pesos, y destinado al servicio de las faenas interiores de un ingenio; como ambos pagarían los mismos derechos de administración y aportarían a la compañía el mismo capital, para establecer la equidad que debe existir entre los asociados y que sostengan todos con igualdad proporcional las cargas sociales, se dividen en siete clases o categorías progresivas de responsabilidad, en las cuales se clasificaran los esclavos según el mayor peligro a que los exponen los diferentes trabajos a que pueden estar destinados, aumentándose en cada grado, el capital de responsabilidad, en una octava parte del valor efectivo del esclavo asegurado.

La Protectora

El 20 de noviembre de 1855 se establece la Compañía General Cubana de Seguros Mutuos sobra la vida de los esclavos, La Protectora, entre los propietarios de esclavos que se han adherido o puedan en lo sucesivo adherirse a los presentes estatutos para indemnizar los casos de muerte e inutilizaciones que les sobrevengan por efecto de enfermedad o por otra cualquiera causa imprevista y fortuita, excepto el suicidio o los resultados de la sevicia (Art.1). Se aseguran esclavos de ambos sexos, en la ciudad o el campo de 1-70 años de edad (Art.8). Al inicio no podrá asegurar más de 500 esclavos por dotación (Art.14). Autorizada por un período de treinta años (Art.6). Se consideraría constituida al lograr asegurar cinco mil esclavos (Art.7). El seguro se hará por 4-8 años (Art.24). El ejercicio social de la compañía comienza el día que se constituya (Art.25) cosa que ocurrió el 28 de febrero de 1856.

Presentando un complejo sistema de tablas por categorías para las indemnizaciones, donde clasificaba a los esclavos por sexo, constitución física, edad y labores que realizaban.

En la póliza individual No. 17231 emitida el 1 de agosto de 1857 el señor M. Cano y Vega, propietario de la finca Desengaño, La Habana, asegura por cuatro años un esclavo de su propiedad valorado en 500 pesos. En la propia póliza se describen las señas del mismo como si se tratase de un animal más de su propiedad:
Negro criollo de color prieto, con ojos negros, pasas, nariz chata, constitución robusta, y 10 años de edad, llamado Pedro, empleado en actividades de Batey, que lo sitúan en la quinta categoría.[8]

Y finalmente, que por la pérdida total o parcial superior a lo estipulado, la aseguradora indemnizaría al asegurado, hasta en 400 pesos, una vez hecha las correspondientes deducciones.

El 7 de febrero de 1858 la compañía resultó reformada, y es emitida la Orden que aprobaba la reforma de sus estatutos[9]

En caso de fallecimiento de algún esclavo, el asegurado debía pedir la intervención de un juez de paz o del capitán pedáneo en caso de no existir el primero, en las poblaciones en que había un representante permanente de la aseguradora, éste podía ocuparse los trámites indemnizatorios. El objetivo era que un tercero certificase la causa de la muerte, así como su inclusión en la póliza.

El 6 de diciembre de 1856 el gobierno superior civil tuvo que emitir una orden mandando a los jueces pedáneos, que reciban las declaraciones de siniestros de esclavos, y que den atestados de ellas según se expresa en los estatutos de la compañía a todos los interesados porque hubo jueces que no quisieron hacerlo.

Por Real Cédula del 25 de enero de 1780 se autorizó a los colonos cubanos la compra de esclavos en las colonias francesas, pero no dio buenos resultados. Por eso en 1786 la contrata que existía, limitada solo a la metrópolis, con la Casa Baker & Dawson de Liverpool, fue ampliada para que pudiese exportar esclavos a Caracas y La Habana.

Análisis de una Póliza Colectiva

Póliza Colec La Protectora 01.jpg

A través del documento mostrado, los señores Lavalle y Cía. domiciliados en calle Cuba No.148 en La Habana. Solicitan una póliza por 4 años para una dotación de 31 negras esclavas ubicadas en el Ingenio San Miguel ubicado en Macuriges (actual municipio Pedro Betancourt, Matanzas) en el año de 185? Denominado Acta de Adhesión[10] (Pliego de 52 x 33 cm) al reverso del mismo se encuentra el listado de las esclavas amparadas por el seguro. Parece que en realidad este documento era un resumen, pues se le asignaba un número de póliza a cada esclava.

Presenta una nota manuscrita en el margen izquierdo:La compañía no responde de los riesgos del parto ni de sus consecuencias por esta sola vez. (Seguramente se refiere al caso de Ma. Antonia que estaba preñada al momento del análisis del riesgo).

En observaciones: Se anotan diferentes características identificativas de varias de las esclavas; Encarnación rayas en las sienes; La negra… Conga picada de viruela; La Ma. Antonia, Gangá, está preñada; La negra Paula, Lucumí, tiene la cara rayada; La Mariana también tiene la cara rayada; Cristina, Gangá, tiene dos criollitos; La negra Caridad, Lucumí, tiene rayas entre sienes; Lorenza, Lucumí, tiene rayas en la cara; La negra Magdalena tiene también rayas en la cara; Josefa, Conga, rayada la cara; La negra Blanca picada de viruela; La Rita también picada de viruela; La negra Belén con marcas en las sienes.

Le sigue una valoración general que dice: de las 31 negras insertas al reverso 19 son excelentes, las 12 restantes aunque no del todo iguales a las anteriores son muy buenas negras de campo y muy sanas. Al reverso la siguiente tabla con los datos de las esclavas:

No. Nombre Nación Edad Talla Constitución Categoría Valor Aseg Indemnizable
1 Encarnación Carabalí 36 5,2 Robusta 3ra 500 428
2 Luz Gangá 22 5,2 Robusta 3ra 520 462
3 Petrona Criolla 2? 6,1 Robusta 5ta 800 550
4 Surama Conga 3? 5,6 Robusta 3ra 594 524
5 Craquina. Gangá. 2? 5,6 Robusta. 5ta. 750 530
6 Nareisa. Carabalí. 3? 5,4 Robusta. 5ta. 900 750
7 Teresa. Gangá. 46 5,6 Robusta. 5ta. 700 580
8 Ma. Antonieta. Gangá. 2? 5,5 Robusta. 5ta. 900 750
9 Paula. Lucumí. 26 5,1 Robusta. 5ta. 800 550
10 Marina. Lucumí. 2? 5,8 Robusta. 5ta. 800 550
11 María. Conga. 24 5,6 Robusta. 5ta. 750 530
12 Cristina. Gangá. 32 5,8 Robusta. 5ta. 900 750
13 Cacilda. Lucumí. 24 5,9 Robusta. 5ta. 750 530
14 Lugarda. Gangá. 21 5,7 Robusta. 5ta. 750 530
15 (ilegible) Conga. 1? 5,5 Robusta. 3ra. 450 375
16 Javiera. Carabalí. 40 5,6 Endeble. 4ta. 397 322
17 Úrsula. Carabalí. 34 5,6 Robusta. 5ta. 900 750
18 Lorenza. Lucumí. 30 5,2 Robusta. 5ta. 900 750
19 Magdalena. Conga. 30 5,4 Robusta. 5ta. 900 750
20 Manuela. Gangá. 30 5,6 Robusta. 5ta. 900 750
21 Josefa. Conga. 21 5,3 Robusta. 5ta. 750 530
22 Águeda. Criolla. 2? 5,11 Robusta. 3ra. 588 515
23 Manuela. Gangá. 2? 5,2 Robusta. 3ra. 550 475
24 Blanca. Gangá. 5? 5,7 Robusta. 3ra. 594 524
25 Rita. Criolla. 5? 5,8 Robusta. 3ra. 530 455
26 Enriqueta. Conga. 2? 5,6 Robusta. 5ta. 750 530
27 Belén. Carabalí. 4? 5,2 Robusta. 5ta. 440 378
28 Guadalupe. Carabalí. ?? 5,7 Robusta. 5ta. 440 378
29 Rosa. Conga. 2? 5,5 Endeble. 4ta. 520 445
30 Luisa. Gangá. 26 5,7 Robusta. 5ta. 800 550
31 Lucía. Gangá. 48 5,5 Endeble. 1ra. 500 480

(?) Representa un carácter ilegible.

Como puede apreciarse, veintiocho eran Bozales, por nación[11]: seis eran Carabalí, siete eran Conga, once eran Gangá y cuatro eran Lucumí. Las otras tres eran criollas. Mientras que por edades se comportaba de la siguiente manera: una entre 10-19 años; quince entre 20-29; ocho entre 30-39; cuatro entre 40-49 y dos entre 50-59.

También incluían otras señas particulares identificativas de las esclavas, como el color de la piel y los ojos, el tipo de pelo, nariz y barba. Todo ello con el objetivo de poder identificarlas correctamente en caso de muerte y evitar de esa forma la posible mala fe del asegurado, cosa que al parecer era frecuente en la época.

Este documento no es la póliza de seguros, aunque si formaba parte importante del contrato, ellos lo llamaban Acta de Adhesión viene siendo el equivalente actual de la a la Solicitud del Contrato, donde si incluía la relación de objetos asegurados así como la evaluación del riesgo.

Lo visto en este análisis de riesgo no confirma la tesis planteada en alguna literatura de que los esclavos eran marcados al fuego, pues de haberlo estado, seguramente el asegurador habría hecho referencia a este hecho como otra característica identificativa significativa como las marcas que tenían en la cara, representativa de adornos religiosos según sus respectivas naciones. Tal vez no era costumbre generalizada de todos los esclavistas, el marcado con fuego, o tal vez solo se usaba como castigo, por lo que estos esclavos marcados tal vez resultasen como no asegurables dado su mayor riesgo de pérdida para el asegurador.

Al analizar las Tablas por edades asegurables de las dos compañías se aprecia que la primera aseguraba hasta los 65 años de edad y la segunda hasta los 70, lo que nos dice que los esclavos vivían hasta esas avanzadas edades en activo y con valor asegurable para sus respectivos dueños. De no ser así las mencionadas tablas no recogerían edades tan avanzadas, claro que estas tablas incluían una depreciación tanto del valor asegurado como del valor indemnizable por la edad, además del lógico aplicado por la labor que desempeñaban, que dicho sea de paso, no era igual para las dos compañías, pues la primera los clasificaba en siete categorías y la otra en cinco.

Necesario es aclarar, que las compañías de seguros que vendían pólizas sobre la vida de los esclavos, no eran compañías de seguros de vida, esto se puede entender mejor cuando se analiza su ejecutoria:

  • El interés asegurable se basaba en el derecho de propiedad del esclavista sobre el esclavo, el asegurado era el dueño.
  • Los esclavos no podían ser sujetos de seguro, ni siquiera conocían la existencia del contrato y mucho menos modificarlo. En realidad eran el objeto de seguro, como cualquier otra posesión material.
  • Tenían un valor, el cual estaba fijado por su precio en plaza, al contrario de los seguros de vida donde se pacta un valor entre las partes, dada la imposibilidad de justipreciar la vida humana.
  • El asegurado recibía una indemnización en vez de la consabida compensación aplicable en los seguros de vida, y una vez aceptada, la aseguradora podía subrogarse en grado y lugar del asegurado. Acto ilegal en los seguros de vida modernos.

"Lo más triste de la esclavitud no fueron los horrores y barbaries cometidos antes del siglo XX, sino, el hecho cierto de que todavía hoy persisten claras manifestaciones de ésta, en no pocos lugares del mundo ¿civilizado?"

Notas y referencias

Véase también

Bibliografía

  • CRUZ, R. (2016): Hitos del Seguro en Cuba: más de 200 años de historia. Editorial Académica Española, España. ISBN: 978-3-639-78118-2.
  • CRUZ, R. (2013): Seguros y administración de riesgos en Cuba. Editorial Académica Española, España. ISBN: 978-3-959-07558-2.
  • ERÉNCHUM, F. (1858b): Anales de la Isla de Cuba. Diccionario Administrativo, Económico, Estadístico y Legislativo. Año 1856 (B-E) Imprenta la Habanera, calle Aguacate Nº 62. La Habana.
  • ERÉNCHUM, F. (1859): Anales de la Isla de Cuba. Diccionario Administrativo, Económico, Estadístico y Legislativo. Año 1855 (D-L) Imprenta La Antilla, calle Cuba Nº 28 ½ La Habana.
  • GUERRA, R., PÉREZ, J. M., RAMOS, J.J. y SANTOVENIA, E. S. (1952): Historia de la Nación Cubana. Editorial de la Nación Cubana, S. A. 10 tomos. La Habana.
  • TABLADA, C. y CASTELLÓ, G. (2007): La Historia de la Banca en Cuba. Del siglo XIX al XXI. Tomo I La Colonia. 2da edición. Editorial Ciencias Sociales, La Habana. ISBN: 978-959-06-1029-5.