Serotonina

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Concepto:La serotonina es un transmisor del sistema nervioso, es decir, una sustancia química con la cual se comunican las neuronas, por lo que recibe el nombre de neurotransmisor.

Serotonina. La serotonina es un neurotransmisor que cumple funciones básicas. La serotonina se conoce científicamente como 5-hidroxitriptamina o, en su modo abreviado: 5-HT. Fue aislada por vez primera en el año 1948 y desde entonces son muchos los conocimientos que poseemos sobre esta sustancia. Su nombre procede de la locución latina serum, que significa plasma de la sangre. Ello es así porque al ser descubierta se constató que tenía una función vasoconstrictora. La serotonina no es una sustancia que se encuentre exclusivamente en el organismo humano. Otros animales y vegetales también la poseen. El ser humano posee entre 5 mg. y 10 mg. de serotonina en su organismo, del cual, un 90% se encuentra localizado en el tracto gastrointestinal. El 10% restante se puede encontrar en las plaquetas de la sangre y en el cerebro.

Características

La serotonina es un transmisor del sistema nervioso, es decir, una sustancia química con la cual se comunican las neuronas, por lo que recibe el nombre de neurotransmisor. Por ejemplo, si la neurona X envía un mensaje a la neurona Y, lo hace a través de una región especializada de ambas neuronas llamada sinapsis; así, éstas se comunican despachándose un correo químico con moléculas de neurotransmisor.

Aunque a través de la sangre se puede medir la serotonina, dará poca información de lo que ocurre en el cerebro, ya que ambos espacios -el cerebro y el resto del cuerpo- se encuentran separados por la barrera hemato-encefálica, una especie de frontera muy selectiva que no permite el paso de cualquier sustancia al cerebro. Un grupo de sustancias que tiene prohibido entrar a dicha zona, es precisamente el de los neurotransmisores de la periferia, porque el cerebro fabrica los propios y no permite la competencia extranjera, pues tendría un efecto poco específico sobre las señales químicas.

La serotonina se genera a partir del triptófano, un aminoácido esencial aportado mediante la dieta (en alimentos como el maíz, el plátano y las leguminosas), porque no lo fabrica el cuerpo. Una vez producida, la serotonina cerebral tiene un importante desempeño en varios campos; así, modula el funcionamiento de otras neuronas y regula el apetito mediante un freno llamado saciedad y en el cual la serotonina tiene un papel fundamental.

Otras funciones en las que de manera directa o indirecta se ve involucrada la serotonina son: regulación del deseo sexual, mantenimiento de la vigilia, modulación de la ansiedad y de la agresividad, además de contribuir a coordinar la producción de hormonas, una de ellas la melatonina.

Funciones

  • Regula el apetito: la serotonina interviene en la necesidad de comer. Así pues, mientras unos niveles adecuados determinan la sensación de saciedad, cuando estos niveles están por debajo de lo normal se incrementa la necesidad de comer, en especial hidratos de carbono. Entre las principales funciones de la serotonina está la de regular el apetito mediante la saciedad, equilibrar el deseo sexual, controlar la temperatura corporal, la actividad motora y las funciones perceptivas y cognitivas.
  • Regula los estados de ánimo: la serotonina juega un papel fundamental en el estado de ánimo. Muchos estudios demuestran que los niveles por debajo de lo normal de serotonina están asociados con diferentes anomalías de la personalidad, en especial la depresión, y más aún la depresión estacional. También el trastorno obsesivo compulsivo, la esquizofrenia o comportamientos donde está presente la violencia o la falta de control guardan relación con el desequilibrio en los niveles de serotonina.

La serotonina interviene en otros conocidos neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina, que están relacionados con la angustia, ansiedad, miedo, agresividad, así como los problemas alimenticios.

  • Regulación del sueño: la serotonina es uno de los actores esenciales en la producción de melatonina, una hormona que, entre otras cosas, es la encargada de regular los ciclos del sueño. Por su parte, a la hora de dormir la serotonina interviene también en el control del estrés y de la temperatura corporal.

La serotonina también es necesaria para elaborar la melatonina, una proteína que es fabricada en el cerebro en la glándula pineal, y es la encargada de la regulación del sueño. La serotonina aumenta al atardecer por lo que induce al sueño y permanece elevada hasta el amanecer cuando comienza a descender.

  • Otra función importante de este neurotransmisor, es actuar como el reloj interno de nuestro cuerpo, lo que a su vez determina nuestros ciclos de sueño y vigilia. El reloj interno es el encargado de coordinar varias funciones biológicas como la temperatura corporal, la hormona del estrés, cortisol, y los ciclos del sueño. La correcta coordinación de estos 3 elementos hace que podamos dormir profundamente y despertar descansados. Los hombres producen hasta un 50% más de serotonina que las mujeres, por lo tanto, estas son más sensibles a los cambios en los niveles de serotonina.
  • La serotonina interviene igualmente en otros muchos procesos del organismo, como la constricción de los vasos sanguíneos, las secreciones gástricas –inhibiendo la producción del ácido clorhídrico–, la producción de diversos tipos de hormonas, la estimulación muscular, la regeneración del hígado o la mitosis celular, entre otros.

Cambios en los niveles de serotonina

Serotonina

El estrés, los niveles de azúcar en sangre y los cambios hormonales, sobre todo en los estrógenos, son algunas de las causas por las que serotonina se ve alterada. Los niveles bajos de serotonina, se asocian a desequilibrios mentales como la esquizofrenia, autismo infantil, trastorno obsesivo compulsivo, hiperactividad infantil, depresión, estados de agresividad, migrañas, estrés e insomnio.

El aumento de serotonina en los circuitos nerviosos produce una sensación de bienestar, relajación, mayor autoestima y concentración. La serotonina se puede medir a través de la sangre, aunque no se obtendrá mucha información, debido a que el cerebro y el resto del cuerpo se encuentran separados por la barrera hemato-encefálica, una especie de pantalla que no permite el paso de cualquier sustancia al cerebro. Por eso el cerebro fabrica sus propios neurotransmisores.

Aumento de la serotonina

  • El triptófano es precursor de la serotonina, este aminoácido esencial que es capaz de traspasar la barrera cerebral, no lo puede producir el organismo por lo que debe ser obtenido a través de la dieta.
  • Las semillas de Griffonia simplicifolia, una planta que crece en la sabana y en la costa del oeste de Afrecha, son ricas en 5-hidroxitriptofano (5-HTP), una sustancia que sirve de nexo entre el triptófano y la serotonina.
  • Practicar determinadas técnicas de relajación, yoga, meditación ayuda a elevar los niveles de serotonina.
  • Hacer ejercicio con regularidad, la vida al aire libre, pasear y bailar favorece el incremento de esta sustancia.
  • Cambiar de actividad, hacer cosas nuevas, emprender nuevos proyectos, viajar... ayuda a que la serotonina aumente.

Son ricos en triptófano las pastas, arroz, cereales, leche, huevos, soja, pollo, pavo, queso, plátano y leguminosas.

La serotonina y la actividad sexual

El comportamiento humano está influenciado por la luz solar. En las estaciones como el otoño y el invierno aumentan los casos de depresión y de falta de apetito sexual, mientras que primavera y verano se caracterizan por el incremento de la sensación de bienestar y de estímulo sexual. Apelativos como “hormona del placer” u “hormona del humor” responden a algunos de los atributos de la serotonina. Cuando se produce la eyaculación y el orgasmo durante la actividad sexual, el hipotálamo libera oxitocina a través de la hipófisis. Tras el orgasmo se libera al organismo una cantidad considerable de serotonina que proporciona un estado de placer y de tranquilidad.

Otra relación entre la serotonina y la actividad sexual está en la migraña que un pequeño porcentaje de la población experimenta, por lo general, cuando se produce el orgasmo. Al parecer, según algunos estudios, la relación entre ambos fenómenos tiene que ver con los niveles bajos de serotonina.

Fuentes