Siesta

Siesta
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Concepto:Momento del día, generalmente después de la comida del almuerzo, que se destina a dormir o descansar.

Siesta. Costumbre consistente en descansar algunos minutos o un par de horas, después de haber tomado el almuerzo, entablando un corto sueño con el propósito de reunir energías para el resto de la jornada o resistir una noche larga.

Etimología

Del latín sexta hora, que correspondía exactamente con el mediodía, ya que los días se dividían desde la salida del sol hasta el ocaso exactamente en doce horas. La hora sexta era por tanto la del máximo calor, y por extensión designó el sueño que se toma hacia esa hora.

Origen de la siesta

El origen de la siesta data de la Antigua Roma y su división de los días en 12 horas. El comienzo de las horas dependía de la luz y de la época del año, por lo que las horas no se distribuían del mismo modo en verano que en invierno.

Dada la distribución del horario “la hora sexta” correspondía a la mitad del día, es decir, la hora central del día de luz y sin duda la más calurosa, motivo por el que fue la elegida por los romanos para hacer una pausa en sus obligaciones, dedicándola al reposo y descanso.

Más adelante será San Benito, monje y Abad benedictino ¡Patrón de Europa y Patrón de la siesta!, quien implante una regla que indicaba guardar reposo y silencio a “la hora sexta”, norma que con el paso del tiempo será adoptada con gusto por el resto de los mortales y derivará en la actual tradición de hacer la siesta.

Tipos, ventajas y desventajas de la siesta

El 85% de los mamíferos necesitan dormir periodos cortos a lo largo del día, se podría decir que duermen varias siestas y esto no es diferente con los humanos. Aunque nuestro día está dividido en dos partes, una para dormir y otra para realizar actividades, muchos necesitamos dormir en otros momentos también.

Existen 4 tipos de siestas y éstas pueden convertirse en nuestras aliadas para sentirnos mejor a lo largo del día.

  • La siesta relámpago: En esta siesta corta de unos 15 minutos alcanzarás la segunda etapa del sueño, que es genial para mejorar la memoria. Lo importante es conciliar rápido el sueño y para eso te recomendamos que intentes una relajación muscular progresiva: tensa y relaja los músculos de tu cuerpo comenzando de los pies hacia arriba. Este tipo de siesta te mantiene en un sueño poco profundo, lo que te hace fácil regresar a las actividades.
  • La siesta sólida: Las siestas son mejores cuando la toma seis horas después de haber despertado, porque en este momento tú ritmo circadiano disminuye y la sensación de sueño aumenta. Alcanzarás muy bien el nivel dos del sueño y serás capaz de levantarte en cuanto suene la alarma. Por lo general alcanzamos un sueño profundo después de media hora, por eso al interrumpir la siesta a los 30 minutos evitarás sentirse como zombi.
  • La siesta completa: Esta siesta es ideal para recordar datos, nombres y caras. En este tiempo se puede llegar a niveles profundos de sueño, por lo que es muy probable que te levantes con síntomas de cansancio. Aproximadamente dura unos 60 minutos.
  • La siesta reparadora: Esta es la reina de las siestas porque en 90 minutos lograrás un ciclo complete del sueño. Las investigaciones demuestras que al dormir por este periodo de tiempo se generan beneficios cognitivos. Además cuando despiertas te sientes fresca y súper descansada (muy parecido a cómo te sientes al despertar en la mañana).

Lo importante es que no olvides que estos tipos de siesta son complementarios y no reemplazan las horas de sueño que tu cuerpo necesita para recuperarse. Sin embargo, debemos entender que esto podría depender de cada persona, pues la siesta que es reparadora para ti, probablemente para alguien más no lo sea.

Fuentes