Silicosis

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Silicosis
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Clasificación:Neuropatía parenquimatosa
Agente transmisor:Polvo de sílice libre cristalino

Silicosis. La silicosis, término derivado del latín sílex (pedernal), es quizá la enfermedad ocupacional más antigua dentro del grupo de las neumoconiosis, pudiendo existir incluso en el Paleolítico. Fue ya descrita por Hipócrates cuando observó cierta dificultad respiratoria en los excavadores del metal.

Se caracteriza por una fibrosis pulmonar modular aislada y en estudios más avanzados, por un conglomerado fibrótico con insuficiencia respiratoria.

Descripción

Consiste en la fibrosis modular de los pulmones y la dificultad para respirar causadas por la inhalación prolongada de compuestos químicos que contienen sílice cristalina. Con frecuencia produce la muerte, causada por respirar polvo que contiene partículas muy pequeñas de sílice cristalina. La exposición a sílice cristalina se puede presentar durante la minería, metalurgia, industria relacionada con químicos, pinturas, cerámicas, mármol, vidrieras y con menor frecuencia las industrias de filtros, aisladores, pulimentos, tuberías, termo aislantes, construcción y mampostería. Actividades como cortar, romper, aplastar, perforar, triturar o cuando se efectúa la limpieza abrasiva de estos materiales pueden producir el polvo fino de la sílice.

También puede estar en la tierra, en el mortero, en el yeso y en las ripias. Las partículas muy pequeñas de polvo de sílice pueden estar en el aire que se respira y quedar atrapadas en los pulmones. Las partículas y fibras más pequeñas son las más peligrosas dado que son las que pueden alcanzar los bronquios; generalmente se considera que este tamaño por debajo del cual se presenta el riesgo de sufrir silicosis se da para partículas inferiores a las 5 micras. A medida que el polvo se acumula en sus pulmones, estos sufren daños y se hace más difícil respirar con el paso de los años.

A nivel celular, la exposición al polvo de sílice genera el rompimiento de orgánulos celulares llamados lisosomas, los cuales contienen numerosas enzimas que degradan componentes tanto internos (orgánulos deteriorados) como externos (proteínas captadas desde el exterior por endocitosis, por ejemplo). Estas enzimas se depositan en los pulmones, causando importantes daños en ellos.

La sílice cristalina - dióxido de silicio (SiO2)- es la que ocasiona la silicosis; se encuentra en la naturaleza en forma de cuarzo, cristo balita o tridimita, siendo el cuarzo el más abundante (12% de la corteza terrestre); de ahí que la exposición a sílice sea muy frecuente. A pesar de que hay fuentes de exposición insólitas, dada su ubicuidad, la más importante es la minería de interior, aunque en algunos países está tomando gran protagonismo la exposición en industrias relacionadas con la piedra ornamental (granito, pizarra); también hay que estar alerta ante industrias que generan o usan la sílice molida (harina de sílice). La exposición a sílice que supone riesgo para la salud se limita al ambiente laboral y son anecdóticos los casos de silicosis debidos a exposición ambiental.

Tipos de silicosis

Silicosis simple
  • Silicosis crónica simple: resulta de la exposición a largo plazo (más de 20 años) a bajas cantidades de polvo de sílice. Este polvo causa inflamación en los pulmones y ganglios linfáticos del tórax. Esta enfermedad puede hacer que las personas tengan dificultad para respirar y es la forma más común de silicosis.
  • Silicosis acelerada: se presenta después de la exposición a cantidades mayores de sílice en un período más corto (5-15 años). La inflamación en los pulmones y los síntomas ocurren más rápidamente que en la silicosis simple.
Silicosis complicada
  • Silicosis aguda: resulta de la exposición a cantidades muy grandes de sílice durante corto tiempo. Los pulmones se inflaman bastante y se pueden llenar de líquido, causando una dificultad respiratoria grave y bajos niveles de oxígeno en la sangre.

Se puede presentar fibrosis masiva y progresiva en la silicosis simple o acelerada, pero es más común en la forma acelerada. Dicha fibrosis masiva y progresiva causa cicatrización grave y destruye estructuras pulmonares normales.

Síntomas

Los síntomas pueden no aparecer en las primeras etapas de la silicosis crónica. De hecho, la silicosis crónica puede no ser detectada durante 15 a 20 años después de haber estado expuesto. A medida que la silicosis avanza, los síntomas pueden incluir:

  • Dificultad para respirar
  • Tos fuerte
  • Debilidad

Debido a que la habilidad del cuerpo de combatir infecciones puede ser debilitada por la sílice en los pulmones, es posible que aparezcan otras enfermedades (como la tuberculosis) que pueden causar:

  • Fiebre
  • Pérdida de peso
  • Sudores nocturnos
  • Dolores en el pecho
  • Insuficiencia respiratoria

Estos síntomas pueden empeorar con el tiempo y causar la muerte.

Prevención

La prevención primaria tiene por objeto limitar la exposición acumulada a sílice para evitar que la incidencia de la enfermedad supere unos límites razonables y asumibles. El límite de exposición más ampliamente aceptado es 0.1 mg/m3 de sílice cristalina respirable (promedio en la jornada laboral), propuesto por OSHA (Occupational Safety and Health Administration).

El Instituto Nacional de Silicosis de España ha elaborado normas de prevención técnica y médica. Se establece el valor límite ambiental de exposición diaria a sílice (VLA-ED), para trabajadores de industrias extractivas, en 0.1 mg/m3 (0.05 en caso de cristobalita o tridimita); la fracción respirable de polvo no sobrepasará los 3 mg/m3. La prevención primaria desde el punto de vista médico se basa en reconocimientos previos al trabajo con el fin de evitar la concurrencia de factores de riesgo o enfermedades pulmonares que podría potenciar el riesgo. Es preciso realizar reconocimientos periódicos a los trabajadores para retirar del riesgo a los afectados. El disponer de seguimiento radiológico facilita el diagnóstico y evita ciertas exploraciones invasivas en casos dudosos (adenopatías hilares por exposición a sílice, FMP incipiente, etc.).

Las medidas para controlar el polvo se basan en el riego con agua para que las partículas sedimenten, utilización de medios adecuados que no vuelvan a pasar a la atmósfera y retirarlas del medio con aspiración y ventilación. En la medida que fallen estos procedimientos hay que usar medidas de protección personal. Se pueden utilizar dispositivos para filtrar y prevenir la inhalación de estos materiales cuando se realizan trabajos como la minería. Es importante evitar el tabaco, en cualquier caso, pero especialmente en trabajadores expuestos a sílice y tomar las medidas oportunas de prevención de la tuberculosis.

Tratamiento

No existe un tratamiento específico para la silicosis. Se puede ensayar con el lavado completo de los pulmones o el tratamiento con corticosteroides. Para aquellas personas que se encuentran con enfermedad pulmonar en estado terminal, el trasplante de pulmón puede ser una opción.

El tratamiento de apoyo incluye antitusígenos, broncodilatadores y oxígeno si se requiere en caso de dificultad para respirar y, de ser necesario, se prescriben antibióticos para las infecciones respiratorias. En general, los pacientes con silicosis deben someterse a exámenes para tuberculosis y recibir el tratamiento si así está indicado.

Grupos de apoyo

El hecho de unirse a un grupo de apoyo donde la persona se puede reunir con otras personas que padecen silicosis o enfermedades conexas puede ayudar a comprender la enfermedad y adaptarse a sus tratamientos.

Pronóstico

El desenlace clínico varía dependiendo de la magnitud del daño a los pulmones.

Posibles complicaciones

Fuentes