Diferencia entre revisiones de «Simón Tovar»

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'''Simón Tovar.''' Médico español nacido en Sevilla. Destacó por sus trabajos en [[farmacia]], [[botánica]] y [[astronomía]].
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'''Simón Tovar.''' Médico español. Destacó por sus trabajos en [[farmacia]], [[botánica]] y [[astronomía]].
 
==Trayectoria profesional==
 
==Trayectoria profesional==
Estudió medicina en la Universidad de Sevilla y residió durante toda su vida en su ciudad natal, consagrado al ejercicio de su profesión y al cultivo de diferentes disciplinas científicas. Fundó el más importante de los jardines botánicos existentes en la Sevilla del siglo XVI. Su organización respondía a una finalidad científica moderna, claramente diferenciada del interés superficial del mero curioso. Tovar publicaba incluso catálogos anuales de plantas, que distribuía entre los principales botánicos europeos. Sus corresponsales se beneficiaron asimismo del envío regular de semillas y de las noticias sobre sus experiencias de aclimatación. A través de Benito Arias Montano, el médico sevillano mantuvo, en especial, una estrecha relación con el ambiente científico de los Países Bajos. Entre sus corresponsales, hay que destacar a Bernardus Paludanus, profesor de la Universidad de Leiden, y sobre todo a Charles de l'Escluseo Clusius. Este último, que lo había conocido personalmente en Sevilla, cita en sus estudios los catálogos del jardín botánico de Tovar correspondientes a 1595 y 1596.
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Estudió medicina en la Universidad de Sevilla y residió durante toda su vida en su ciudad natal, consagrado al ejercicio de su profesión y al cultivo de diferentes disciplinas científicas. Fundó el más importante de los jardines botánicos existentes en la [[Sevilla]] del [[siglo XVI]]. Su organización respondía a una finalidad científica moderna, claramente diferenciada del interés superficial del mero curioso. Tovar publicaba incluso catálogos anuales de plantas, que distribuía entre los principales botánicos europeos. Sus corresponsales se beneficiaron asimismo del envío regular de semillas y de las noticias sobre sus experiencias de aclimatación. A través de [[Benito Arias Montano]], el médico sevillano mantuvo, en especial, una estrecha relación con el ambiente científico de los [[Países Bajos]]. Entre sus corresponsales, hay que destacar a Bernardus Paludanus, profesor de la Universidad de Leiden, y sobre todo a [[Charles de l'Escluse]] o Clusius. Este último, que lo había conocido personalmente en Sevilla, cita en sus estudios los catálogos del jardín botánico de Tovar correspondientes a 1595 y 1596.
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==Obra==
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Tovar publicó tres obras. La primera, De compositorum medicamentorum examine (1586), es una crítica de los errores más habituales que se cometían al preparar los medicamentos compuestos, con normas para corregirlos. Su texto fue reproducido íntegro en la segunda obra, una Recognitio (1587) de las boticas sevillanas, que incluye, además, un estudio sobre los pesos y medidas farmacéuticas y otro acerca de la preparación de los medicamentos purgantes. En esta tarea en torno a las boticas de la capital andaluza colaboró con Tovar el médico [[Francisco Sánchez de Oropesa]].
  
Tovar publicó tres obras. La primera, De compositorum medicamentorum examine (1586), es una crítica de los errores más habituales que se cometían al preparar los medicamentos compuestos, con normas para corregirlos. Su texto fue reproducido íntegro en la segunda obra, una Recognitio (1587) de las boticas sevillanas, que incluye, además, un estudio sobre los pesos y medidas farmacéuticas y otro acerca de la preparación de los medicamentos purgantes. En esta tarea en torno a las boticas de la capital andaluza colaboró con Tovar el médico Francisco Sánchez de Oropesa.
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La tercera obra es un Examen (1595) de la utilidad de la ballestilla, en comparación con la del astrolabio, para determinar la latitud mediante la altura de la estrella Polar. Lo escribió con motivo de una revisión, ordenada por Felipe II, de los instrumentos y cartas de marear de la Casa de Contratación, y fue prologado por el propio [[Juan de Herrera]].
  
La tercera obra es un Examen (1595) de la utilidad de la ballestilla, en comparación con la del astrolabio, para determinar la latitud mediante la altura de la estrella Polar. Lo escribió con motivo de una revisión, ordenada por Felipe II, de los instrumentos y cartas de marear de la Casa de Contratación, y fue prologado por el propio Juan de Herrera.
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El gran botánico neerlandés [[Carolus Clusius]] afirma que consultó en 1595 el Index horti Tovarici, aunque seguramente utilizó entonces el ejemplar que el médico sevillano había enviado a Berent ten Broeke (Bernardus Paludanus, 1550-1633), otro médico y naturalista holandés con quien Tovar estaba en relación desde fechas anteriores. Doctorado en Padua, Paludanus había realizado largos viajes por Europa, Asia y África y, en 1581, había proyectado otro a América que no llegó a efectuar. A partir de 1585 fue médico de la ciudad de Enkhuizen, donde tenía una gran colección de historia natural, procedente de sus viajes y de los intercambios con sus corresponsales. La Universidad de Leiden le nombró a comienzos de 1591 profesor de botánica, pero renunció al puesto antes de acabar el año, y tras ello se trasladó a Enkhuizen, donde permaneció hasta el final de su vida. Entre las descripciones y materiales que Tovar le remitió desde Sevilla antes de ponerse en contacto con Clusius figuran los relativos al “Narcissus latifolius Indicus rubro colore” (Sprekelia formossisima Herb.) y al “Hyacinthus Indicus tuberosa radice”, es decir, el nardo americano o Polyanthes tuberosa L. Aparte de comunicar a Clusius los de ambas especies, Paludanus publicó los de la segunda bajo el nombre de “Bulbus Indicus flore albo Hyacinthi Orientalis aemulo”, en sus notas a la famosa obra Navigatio ac itinerarium [...] in Orientalem sive Lusitanorum Indiam (1599), de Jan Hugen van Linschoten.
 
 
El gran botánico neerlandés Carolus Clusius afirma que consultó en 1595 el Index horti Tovarici, aunque seguramente utilizó entonces el ejemplar que el médico sevillano había enviado a Berent ten Broeke (Bernardus Paludanus, 1550-1633), otro médico y naturalista holandés con quien Tovar estaba en relación desde fechas anteriores. Doctorado en Padua, Paludanus había realizado largos viajes por Europa, Asia y África y, en 1581, había proyectado otro a América que no llegó a efectuar. A partir de 1585 fue médico de la ciudad de Enkhuizen, donde tenía una gran colección de historia natural, procedente de sus viajes y de los intercambios con sus corresponsales. La Universidad de Leiden le nombró a comienzos de 1591 profesor de botánica, pero renunció al puesto antes de acabar el año, y tras ello se trasladó a Enkhuizen, donde permaneció hasta el final de su vida. Entre las descripciones y materiales que Tovar le remitió desde Sevilla antes de ponerse en contacto con Clusius figuran los relativos al “Narcissus latifolius Indicus rubro colore” (Sprekelia formossisima Herb.) y al “Hyacinthus Indicus tuberosa radice”, es decir, el nardo americano o Polyanthes tuberosa L. Aparte de comunicar a Clusius los de ambas especies, Paludanus publicó los de la segunda bajo el nombre de “Bulbus Indicus flore albo Hyacinthi Orientalis aemulo”, en sus notas a la famosa obra Navigatio ac itinerarium [...] in Orientalem sive Lusitanorum Indiam (1599), de Jan Hugen van Linschoten.
 
  
 
Otro corresponsal neerlandés de Tovar fue el conde Karel van Aremberg (1550- 1616), cuyo gran interés por las plantas culminó, ya al final de su vida, en la instalación de un jardín en sus posesiones de Enghien. Lo mismo que Paludanus, estuvo en relación con Clusius, hasta el punto de que en 1608, meses antes de su muerte, éste le escribió desde Leiden: “Si no estuviera tan débil y decrépito, desearía irme a su lado para organizar su jardín”. Ello explica que remitiera a Clusius el dibujo (al que después se aludirá) de un ejemplar de Sprekelia formossisima que Tovar le había enviado en 1596.
 
Otro corresponsal neerlandés de Tovar fue el conde Karel van Aremberg (1550- 1616), cuyo gran interés por las plantas culminó, ya al final de su vida, en la instalación de un jardín en sus posesiones de Enghien. Lo mismo que Paludanus, estuvo en relación con Clusius, hasta el punto de que en 1608, meses antes de su muerte, éste le escribió desde Leiden: “Si no estuviera tan débil y decrépito, desearía irme a su lado para organizar su jardín”. Ello explica que remitiera a Clusius el dibujo (al que después se aludirá) de un ejemplar de Sprekelia formossisima que Tovar le había enviado en 1596.
  
Se conocen dos cartas de Tovar a Clusius, fechadas en febrero y junio de 1596, el mismo año de su muerte. En la de febrero se refiere a su relación con Paludanus y le comenta, por una parte, los problemas que tenía el transporte de las plantas desde Sevilla, a causa de los cuales utilizaba no solamente cajas con semillas y cestas con raíces y bulbos, sino también macetas con tierra para evitar que se pudrieran; y por otra, las dificultades de su crecimiento en los Países Bajos, debido a “vestri coeli inclementia”. Le comenta en ella, además, que conocía por Arias Montano el hecho de que se había perdido la caja que le había remitido, en respuesta a las cartas de Clusius fechadas en septiembre y noviembre del año anterior, y le anuncia el envío de otras dos cajas con semillas y de dos cajas con bulbos, correspondientes a las cincuenta plantas que le había pedido, cuya lista anota por orden alfabético, y de otras catorce, todas ellas de la Península Ibérica. El envío contenía, además, tres “de las Indias”: la “acacia”, el “mechuacan “ y “la que se llama Buenas noches”, es decir, una especie americana del género Acacia, Convolvulus mechoacan Vandelli y Mirabilis jalapa L. Le informa también acerca de sus ejemplares de “Coralii arbor Indicus” (Erythrina coralloides D. C.), que tenían “flores muy parecidas al coral, de donde recibe el nombre esta planta”, así como de drago canario y de la llamada en náhuatl “azcalxóchitl”, que Tovar denominaba “Narcissus Jacobaeus” por la semejanza de la forma de sus flores a la cruz de Santiago. Esta última era la especie Sprekelia formossisima Herb., sobre la que adelanta una breve descripción. La carta termina pidiendo a Clusius que le consiga el libro que había publicado Fabio Colonna, cuyo importe pagaría a través de Henrik Hoons, “amigo mío de la ciudad de Amberes”. La petición se refiere a la obra Phytobasanos (1592), en la que Colonna, quien más tarde colaboró en la edición romana de la selección por Nardo Antonio Recchi del gran tratado de Francisco Hernández, incluyó la primera noticia directamente procedente de los materiales de la expedición a Nueva España relativa al “tlápatl” (Datura stramonium L. ).
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Se conocen dos cartas de Tovar a Clusius, fechadas en febrero y junio de 1596, el mismo año de su muerte. En la de febrero se refiere a su relación con Paludanus y le comenta, por una parte, los problemas que tenía el transporte de las plantas desde Sevilla, a causa de los cuales utilizaba no solamente cajas con semillas y cestas con raíces y bulbos, sino también macetas con tierra para evitar que se pudrieran; y por otra, las dificultades de su crecimiento en los Países Bajos, debido a “vestri coeli inclementia”. Le comenta en ella, además, que conocía por Arias Montano el hecho de que se había perdido la caja que le había remitido, en respuesta a las cartas de Clusius fechadas en septiembre y noviembre del año anterior, y le anuncia el envío de otras dos cajas con semillas y de dos cajas con bulbos, correspondientes a las cincuenta plantas que le había pedido, cuya lista anota por orden alfabético, y de otras catorce, todas ellas de la Península Ibérica. El envío contenía, además, tres “de las Indias”: la “acacia”, el “mechuacan “ y “la que se llama Buenas noches”, es decir, una especie americana del género Acacia, Convolvulus mechoacan Vandelli y Mirabilis jalapa L. Le informa también acerca de sus ejemplares de “Coralii arbor Indicus” (Erythrina coralloides D. C.), que tenían “flores muy parecidas al coral, de donde recibe el nombre esta planta”, así como de drago canario y de la llamada en náhuatl “azcalxóchitl”, que Tovar denominaba “Narcissus Jacobaeus” por la semejanza de la forma de sus flores a la cruz de Santiago. Esta última era la especie Sprekelia formossisima Herb., sobre la que adelanta una breve descripción. La carta termina pidiendo a Clusius que le consiga el libro que había publicado Fabio Colonna, cuyo importe pagaría a través de Henrik Hoons, “amigo mío de la ciudad de Amberes”. La petición se refiere a la obra Phytobasanos (1592), en la que Colonna, quien más tarde colaboró en la edición romana de la selección por Nardo Antonio Recchi del gran tratado de [[Francisco Hernández]], incluyó la primera noticia directamente procedente de los materiales de la expedición a Nueva España relativa al “tlápatl” (Datura stramonium L. ).
  
 
La segunda carta de Tovar a Clusius, fechada, como se ha adelantado, en junio de 1596, comienza con un comentario sobre su reciente correspondencia con él y con Paludanus y a las semillas, raíces y bulbos que había remitido a ambos. Le informa después, en detalle, de las plantas que había conseguido cultivar en su jardín a partir de los envíos de Clusius, entre las que se encontraban “muchos tulipanes, que dieron bellísimas flores de diversos colores”, así como de las que habían perecido, y le incluye una lista de las que desea. Tras anunciarle la próxima remisión de semillas y aludir a una descripción de Teofrasto, dice en un tono más coloquial: “Cuando te escribo estas líneas, el narciso que llamo jacobeo tiene hojas y ha florecido en mi jardín”. Para ampliar la noticia que le había ofrecido en su carta anterior, incluye a continuación una detallada descripción de la especie, que, como veremos, Clusius publicó íntegramente junto a otros materiales de Tovar, donde destacaba siempre la aportación de su corresponsal sevillano. Aunque ya en 1945 una autoridad como Álvarez López puso de relieve que este texto es una “obra maestra” de la botánica descriptiva de la época, la práctica totalidad de historiadores españoles y extranjeros la desconocen o, a lo sumo, la atribuyen a Clusius de modo pintoresco. Tovar se ocupa también en esta carta de sus catálogos de semillas, tanto de plantas de la Península Ibérica como exóticas, y de su distribución, con la finalidad de recibir correcciones y comentarios del propio Clusius y de otros autores de toda Europa.
 
La segunda carta de Tovar a Clusius, fechada, como se ha adelantado, en junio de 1596, comienza con un comentario sobre su reciente correspondencia con él y con Paludanus y a las semillas, raíces y bulbos que había remitido a ambos. Le informa después, en detalle, de las plantas que había conseguido cultivar en su jardín a partir de los envíos de Clusius, entre las que se encontraban “muchos tulipanes, que dieron bellísimas flores de diversos colores”, así como de las que habían perecido, y le incluye una lista de las que desea. Tras anunciarle la próxima remisión de semillas y aludir a una descripción de Teofrasto, dice en un tono más coloquial: “Cuando te escribo estas líneas, el narciso que llamo jacobeo tiene hojas y ha florecido en mi jardín”. Para ampliar la noticia que le había ofrecido en su carta anterior, incluye a continuación una detallada descripción de la especie, que, como veremos, Clusius publicó íntegramente junto a otros materiales de Tovar, donde destacaba siempre la aportación de su corresponsal sevillano. Aunque ya en 1945 una autoridad como Álvarez López puso de relieve que este texto es una “obra maestra” de la botánica descriptiva de la época, la práctica totalidad de historiadores españoles y extranjeros la desconocen o, a lo sumo, la atribuyen a Clusius de modo pintoresco. Tovar se ocupa también en esta carta de sus catálogos de semillas, tanto de plantas de la Península Ibérica como exóticas, y de su distribución, con la finalidad de recibir correcciones y comentarios del propio Clusius y de otros autores de toda Europa.
 
==Fuente==
 
==Fuente==
*http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=tovar-simon
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*[http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=tovar-simon MNCbiografías]
 
[[Category:Médico]]
 
[[Category:Médico]]

Revisión del 13:27 21 oct 2016

Simón Tovar
Información sobre la plantilla
NombreSimón Tovar
NacimientoSevilla, Bandera de España España
Nacionalidadespañol
OcupaciónMédico

Simón Tovar. Médico español. Destacó por sus trabajos en farmacia, botánica y astronomía.

Trayectoria profesional

Estudió medicina en la Universidad de Sevilla y residió durante toda su vida en su ciudad natal, consagrado al ejercicio de su profesión y al cultivo de diferentes disciplinas científicas. Fundó el más importante de los jardines botánicos existentes en la Sevilla del siglo XVI. Su organización respondía a una finalidad científica moderna, claramente diferenciada del interés superficial del mero curioso. Tovar publicaba incluso catálogos anuales de plantas, que distribuía entre los principales botánicos europeos. Sus corresponsales se beneficiaron asimismo del envío regular de semillas y de las noticias sobre sus experiencias de aclimatación. A través de Benito Arias Montano, el médico sevillano mantuvo, en especial, una estrecha relación con el ambiente científico de los Países Bajos. Entre sus corresponsales, hay que destacar a Bernardus Paludanus, profesor de la Universidad de Leiden, y sobre todo a Charles de l'Escluse o Clusius. Este último, que lo había conocido personalmente en Sevilla, cita en sus estudios los catálogos del jardín botánico de Tovar correspondientes a 1595 y 1596.

Obra

Tovar publicó tres obras. La primera, De compositorum medicamentorum examine (1586), es una crítica de los errores más habituales que se cometían al preparar los medicamentos compuestos, con normas para corregirlos. Su texto fue reproducido íntegro en la segunda obra, una Recognitio (1587) de las boticas sevillanas, que incluye, además, un estudio sobre los pesos y medidas farmacéuticas y otro acerca de la preparación de los medicamentos purgantes. En esta tarea en torno a las boticas de la capital andaluza colaboró con Tovar el médico Francisco Sánchez de Oropesa.

La tercera obra es un Examen (1595) de la utilidad de la ballestilla, en comparación con la del astrolabio, para determinar la latitud mediante la altura de la estrella Polar. Lo escribió con motivo de una revisión, ordenada por Felipe II, de los instrumentos y cartas de marear de la Casa de Contratación, y fue prologado por el propio Juan de Herrera.

El gran botánico neerlandés Carolus Clusius afirma que consultó en 1595 el Index horti Tovarici, aunque seguramente utilizó entonces el ejemplar que el médico sevillano había enviado a Berent ten Broeke (Bernardus Paludanus, 1550-1633), otro médico y naturalista holandés con quien Tovar estaba en relación desde fechas anteriores. Doctorado en Padua, Paludanus había realizado largos viajes por Europa, Asia y África y, en 1581, había proyectado otro a América que no llegó a efectuar. A partir de 1585 fue médico de la ciudad de Enkhuizen, donde tenía una gran colección de historia natural, procedente de sus viajes y de los intercambios con sus corresponsales. La Universidad de Leiden le nombró a comienzos de 1591 profesor de botánica, pero renunció al puesto antes de acabar el año, y tras ello se trasladó a Enkhuizen, donde permaneció hasta el final de su vida. Entre las descripciones y materiales que Tovar le remitió desde Sevilla antes de ponerse en contacto con Clusius figuran los relativos al “Narcissus latifolius Indicus rubro colore” (Sprekelia formossisima Herb.) y al “Hyacinthus Indicus tuberosa radice”, es decir, el nardo americano o Polyanthes tuberosa L. Aparte de comunicar a Clusius los de ambas especies, Paludanus publicó los de la segunda bajo el nombre de “Bulbus Indicus flore albo Hyacinthi Orientalis aemulo”, en sus notas a la famosa obra Navigatio ac itinerarium [...] in Orientalem sive Lusitanorum Indiam (1599), de Jan Hugen van Linschoten.

Otro corresponsal neerlandés de Tovar fue el conde Karel van Aremberg (1550- 1616), cuyo gran interés por las plantas culminó, ya al final de su vida, en la instalación de un jardín en sus posesiones de Enghien. Lo mismo que Paludanus, estuvo en relación con Clusius, hasta el punto de que en 1608, meses antes de su muerte, éste le escribió desde Leiden: “Si no estuviera tan débil y decrépito, desearía irme a su lado para organizar su jardín”. Ello explica que remitiera a Clusius el dibujo (al que después se aludirá) de un ejemplar de Sprekelia formossisima que Tovar le había enviado en 1596.

Se conocen dos cartas de Tovar a Clusius, fechadas en febrero y junio de 1596, el mismo año de su muerte. En la de febrero se refiere a su relación con Paludanus y le comenta, por una parte, los problemas que tenía el transporte de las plantas desde Sevilla, a causa de los cuales utilizaba no solamente cajas con semillas y cestas con raíces y bulbos, sino también macetas con tierra para evitar que se pudrieran; y por otra, las dificultades de su crecimiento en los Países Bajos, debido a “vestri coeli inclementia”. Le comenta en ella, además, que conocía por Arias Montano el hecho de que se había perdido la caja que le había remitido, en respuesta a las cartas de Clusius fechadas en septiembre y noviembre del año anterior, y le anuncia el envío de otras dos cajas con semillas y de dos cajas con bulbos, correspondientes a las cincuenta plantas que le había pedido, cuya lista anota por orden alfabético, y de otras catorce, todas ellas de la Península Ibérica. El envío contenía, además, tres “de las Indias”: la “acacia”, el “mechuacan “ y “la que se llama Buenas noches”, es decir, una especie americana del género Acacia, Convolvulus mechoacan Vandelli y Mirabilis jalapa L. Le informa también acerca de sus ejemplares de “Coralii arbor Indicus” (Erythrina coralloides D. C.), que tenían “flores muy parecidas al coral, de donde recibe el nombre esta planta”, así como de drago canario y de la llamada en náhuatl “azcalxóchitl”, que Tovar denominaba “Narcissus Jacobaeus” por la semejanza de la forma de sus flores a la cruz de Santiago. Esta última era la especie Sprekelia formossisima Herb., sobre la que adelanta una breve descripción. La carta termina pidiendo a Clusius que le consiga el libro que había publicado Fabio Colonna, cuyo importe pagaría a través de Henrik Hoons, “amigo mío de la ciudad de Amberes”. La petición se refiere a la obra Phytobasanos (1592), en la que Colonna, quien más tarde colaboró en la edición romana de la selección por Nardo Antonio Recchi del gran tratado de Francisco Hernández, incluyó la primera noticia directamente procedente de los materiales de la expedición a Nueva España relativa al “tlápatl” (Datura stramonium L. ).

La segunda carta de Tovar a Clusius, fechada, como se ha adelantado, en junio de 1596, comienza con un comentario sobre su reciente correspondencia con él y con Paludanus y a las semillas, raíces y bulbos que había remitido a ambos. Le informa después, en detalle, de las plantas que había conseguido cultivar en su jardín a partir de los envíos de Clusius, entre las que se encontraban “muchos tulipanes, que dieron bellísimas flores de diversos colores”, así como de las que habían perecido, y le incluye una lista de las que desea. Tras anunciarle la próxima remisión de semillas y aludir a una descripción de Teofrasto, dice en un tono más coloquial: “Cuando te escribo estas líneas, el narciso que llamo jacobeo tiene hojas y ha florecido en mi jardín”. Para ampliar la noticia que le había ofrecido en su carta anterior, incluye a continuación una detallada descripción de la especie, que, como veremos, Clusius publicó íntegramente junto a otros materiales de Tovar, donde destacaba siempre la aportación de su corresponsal sevillano. Aunque ya en 1945 una autoridad como Álvarez López puso de relieve que este texto es una “obra maestra” de la botánica descriptiva de la época, la práctica totalidad de historiadores españoles y extranjeros la desconocen o, a lo sumo, la atribuyen a Clusius de modo pintoresco. Tovar se ocupa también en esta carta de sus catálogos de semillas, tanto de plantas de la Península Ibérica como exóticas, y de su distribución, con la finalidad de recibir correcciones y comentarios del propio Clusius y de otros autores de toda Europa.

Fuente