Simón el Mago

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Simón el Mago
Información sobre la plantilla
Nacimiento41d.c
Samaria
Fallecimiento65 d.c
Roma, Italia
Otros nombresSimon Magus
OcupaciónFilósofo, hechicero, mago

Simón el Mago. Ha trascendido como una figura controversial. Se habla de él por haberse tratado de un cristiano, judío y pagano, fundador de una nueva religión, así como un mago, hechicero, filósofo, hereje, pseudoapóstol, pseudoMesías, como encarnación fingida de Dios.

Historia

Simón (41- 65 d.c) era un Samaritano de nacimiento, procedente de Gitta que viajó a Roma, en tiempos del Emperador Claudio. Pomulgó todo tipo de actos mágicos . Fue un pagano cultivado en las artes de la magia y la brujería durante toda su vida. Sin embargo, viviendo como vivió en un mundo en el que cristianismo y paganismo se daban la espalda por completo, Simón se mostró sumamente interesado en la más reciente fe cristiana, en particular al considerar el supuesto poder que el Espíritu santo podía transmitir a los piadosos mortales. Asombrado por las enseñanzas del Apóstol Felipe, fue bautizado junto con la mayor parte de su comunidad samaritana y continuó siguiendo a Felipe para observar su trabajo y estudiar sus milagros. Si embargo, nunca acató por completo esa doctrina. En un intento de multiplicar sus poderes mágicos, Simon intentó pagar a los apóstoles Pedro y Juan para que el Espíritu Santo cayera sobre él, porque no lo sentía dentro de sí. Esta situación llenó a Pedro de eterna repugnancia contra el mago. Después de esto, Simón hizo uso de la educación griega que recibió en su juventud, de sus supuestos poderes mágicos y de la doctrina cristiana para formular su propio camino, al que más tarde llamó Simonianismo. Se le considera el padre del gnosticismo.

Fuentes que recogen su vida y obra

Las fuentes que dan fe de su vida son las habituales para el conocimiento de la doctrina gnóstica: Justino Mártir, Ireneo de Lyon, Hipólito, Clemente de Alejandría y, además, Hechos de los Apóstoles y Apócrifos de Pedro.

El Simonianismo

Para el siglo II, Simón convinó sus saberes con las enseñanzas gnósticas haciendo florecer su propia religión, el Simonianismo. Esta secta surgió con el pretexto de que él era la gran Potencia de Dios. Lo que constituía ante los ojos de los cristianos una falsa afirmación de ser el Mesías.

=Su cosmología

[[|thumb|right|Relieve de la época]] Declaró que el Fuego era la primera de todas las cosas y que, al ser tanto hembra como macho, dio a luz a un universo que consta de seis raíces diferentes: Nous (mente), Ennoia (pensamiento), Logismos (razón), Nthymêsis (reflexión), Phonê (voz), y Onoma (nombre). Nous se convirtió en lo que más tarde sería el Padre, presumiblemente una variación de Dios padre o Zeus y Ennoia era el equivalente de una diosa madre. Juntos, crearon seis paralelos a las raíces ya mencionadas: Ouranos (cielo), Gê (tierra), Aêr (aire), Hydôr (agua), Hêlios (sol), y Selênê (luna). Estos paralelismos (o eones) se llaman exactamente igual que los antiguos Titanes griegos. Durante aquella época no era extraño tomar términos prestados de otras religiones, ya que muchas convivían y crecían las unas junto a las otras.

Diferencias doctrinales con respecto a las creencias romanas y cristianas

Para el Simonianismo, el mundo fue formado de manera muy diferente de como creían romanos y cristianos. Según sus doctrinas Ennoia fue el primer pensamiento, surgido de la mente de Dios Padre, manifestándose a través de los ángeles. Estos ángeles fueron los que realmente crearon el mundo tangible y expulsaron lejos al primer pensamiento, celosos de su poder. Ennoia, como no podía retornar a Dios, se vio obligada a pasar de humano a humano durante años, culminando en la posesión de Helena (esposa del propio Simon Magus) por parte de Ennoia. Por tanto, los simonianos siguen a aquel Simón que no es otro que el Padre bajo forma humana, intentando reunirse con el primer pensamiento para traer así la salvación al mundo. Eran Simón y Helena quienes decidirían los destinos de la raza mortal, determinando quien iría al cielo y al infierno.

Su peregrinar

Recorrió todo el mundo antiguo: de Palestina y Siria a Cesarea y Antioquía, de Egipto a Roma, creando Iglesias basadas en sus nuevas enseñanzas por cualquier lugar donde fueran él y su amante Helena. Según San Justino (o Justino el Mártir), Simón fue supuestamente deificado en Roma durante un período bajo el gobierno del Emperador Claudio, ya que sus poderes parecían ser grandiosos y divinos a los ojos de los ciudadanos, aún paganos. Por su parte, los judíos creyeron que Simón era su Mesías, el Hijo de Dios y los samaritanos (su pueblo de origen) por otro lado, estaban convencidos de que él era la Gran Potencia mencionada anteriormente.

Muerte de Simón

[[|thumb|right|Conflicto entre Pedro y Simó]] Cuenta la leyenda, que en un intento de demostrar sus habilidades mágicas al Emperador Nerón (54 - 68 d. C.), Simón voló por los aires con ayuda de un conjuro, que fue roto por obra de Pedro, causando la caída de Simón y su muerte. Otras historias dicen que la muerte de Simón se debió a que solicitó ser enterrado vivo para demostrar su magia escapando de la tumba, muriendo de este modo asfixiado, y otras fuentes afirman que murió de forma pacífica y natural en algún lugar de Antioquía. Lo cierto es que, a pesar de todos los esfuerzos llevados a cabo por los primeros cristianos para sofocar las enseñanzas de Simon Magus y sus seguidores, la fe gnóstica del Simonianismo sobrevivió dos mil años, convirtiéndose en una secta religiosa aún existente en la actualidad.

Fuentes