Sistema genital femenino

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Sistema genital femenino
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Sistema genital femenino. Conjunto de órganos, típicos de la hembra, que participan en la función de reproducción, es decir, en la producción de otros seres semejantes a los progenitores.

Funciones generales del sistema genital femenino

En la función de reproducción de la hembra se destacan 2 fases:

  1. La preparación del organismo para la gestación.
  2. El propio proceso de la gestación.

En la preparación del organismo para la gestación se distinguen 3 aspectos: la producción de células sexuales femeninas (ovocito secundario), la producción de hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona) y el acto sexual.

La ovogénesis ocurre en las glándulas sexuales femeninas (folículos ováricos) y comienza en la vida prenatal, pero se interrumpe antes del nacimiento y se reinicia en la pubertad, de forma cíclica, durante la vida fértil de la mujer. En este proceso se distinguen 3 períodos, donde se forman distintos tipos de células a partir de las células germinativas primordiales. En el período de multiplicación por mitosis se originan las ovogonias. En el período de crecimiento por aumento de volumen, las células se convierten en ovocitos primarios. En el período de maduración por meiosis se forman en la primera división este ovocito es expulsado del ovario (ovulación) y culmina su maduración si es fecundado, pero si esto no ocurre, degenera.

Las hormonas sexuales feneminas se elaboran principalmente en las glándulas sexuales femeninas (los estrógenos en los folículos ováricos y la progesterona en el cuerpo lúteo del ovario). Los estrógenos se producen fundamentalmente en la etapa preovulatoria del ciclo menstrual (ovárico) y provocan la proliferación celular de los órganos genitales e intervienen en el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios femeninos; entre los que se destacan el crecimiento de las mamas y la acumulación de grasa en el tejido subcutáneo, especialmente en las regiones de la cadera y muslos. La progesterona es segregada principalmente en la etapa posovulatoria del ciclo menstrual (ovárico) y estimula los cambios secretorios de los órganos genitales, prepara al útero para el embarazo y a las mamas para la lactancia.

La producción de células y hormonas sexuales femenina (ovogénesis y hormonogénesis) por las glándulas sexuales femeninas, se realiza de forma cíclica durante la vida fértil de la hembra y está regulada por las hormonas gonadotrópicas de la adenohipófisis (hormona folículo estimulante y hormona luteinizante) y estas a su vez están controladas por la hormona liberadora de gonadotropinas del hipotálamo.

El acto sexual femenino, como ocurre en el masculino, es el resultado de mecanismos reflejos que se integran al nivel de los segmentos lumbosacros de la médula espinal y dependen de estímulos psíquicos y sexuales locales. Sus etapas más destacadas son la erección de las estructuras eréctiles (clítoris y bulbos de la vagina), la secreción de las glándulas que lubrican el órgano de la cópula (vagina) y el orgasmo femenino, que constituye el grado máximo de la excitación sexual en la hembra.

Ciclo sexual o genital femenino

El ciclo sexual o genital femenino consiste en una serie de cambios morfofuncionales que ocurren periódicamente en los órganos genitales femeninos, en especial en el ovario y el útero, por lo que también se conocen como ciclo ovárico y ciclo uterino o menstrual. Estos cambios cíclicos en el aparato reproductor o genital femenino se producen durante la vida fértil de la mujer, o sea, desde la pubertad hasta el

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climaterio, en su preparación para el estado de gestación o embarazo.
Cada ciclo femenino tiene una duración aproximada de 4 semanas (28 d), se inicia con la menstruación o descamación del estrafo funcional de la túnica mucosa del útero y en la mitad de este ciclo (más o menos 14 d) se produce la ovulación o liberación del ovocito secundario desde el ovario.

En el ciclo ovárico se distinguen 2 fases separadas por la ovulación:

  1. Preovulatoria, folicular o estrogénica.
  2. Posovulatoria, luteína o progestacional.

Este ciclo se caracteriza porque está regulado directamente por las hormona gonadotrópicas de la adenohipófisis (hormona folículo estimulante y la hormona luteinizante). En la fase preovulatoria, folicular o estrogénica, la hormona folículo estimulante dela adenohipófisis estimula el crecimiento de los folículos ováricos donde se desarrollan los ovocitos y se elabora la hormona folicular o estrógeno, que tiene una acción proliferativa sobre el tracto genital y estimula a la hipófisis para que segregue la hormona luteinizante, que induce la ovulación. En la segunda fase, posovulatoria, luteína o progestacional, la hormona luteinizante de la adenohipófisis estimula la formación del cuerpo lúteo o amarillo del ovario ( a partir del folículo maduro o de Graff ya roto y liberado el ovocito secundario), que segrega estrógenos y además progesterona, la cual provoca los cambio secretorios del tracto genital y estimula el desarrollo del estrato funcional de la túnica mucosa del útero o endometrio, que facilita la implantación del blastocisto; pero si la fecundación no se puede, el cuerpo lúteo degenera.

En el ciclo uterino o menstrual se destacan 4 fases: menstrual, proliferativa (estrogénica), secretora (progestacional) e isquémica. Este ciclo se caracteriza porque está controlado por las hormonas sexuales femeninas (estrógeno y progesterona). En la fase menstrual se desprende el estrafo funcional del endometrio, durante 4 d aproximadamente. En la fase proliferativa, por la acción de los estrógenos se regenera el estrafo funcional del endometrio a partir del estrato basal. En la fase secretora por la acción de la progesterona aumenta el estrafo funcional del endometrio, se hipertrofian las glándulas de esta zona y se incrementa su secreción. La fase isquémica o premenstrual se produce cuando el ovocito secundario no es fecundado. En esta fase, el cuerpo lúteo del ovario degenera y el efecto de la progesterona disminuye, ocurren cambios vasculares intensos, al contraerse las arterias del estrafo funcional del endometrio, lo que provoca la isquemia y la consiguiente necrosis de este.

Fases del ciclo ovárico
Fases del ciclo uterino
Folicular o estrogénica
Menstrual
Proliferativa

Ovulación

Luteínica o progestacional
Secretora
Isquémica

Estado de gestación o embarazo

El estado de gestación o embarazo es el período comprendido desde la fecundación hasta el parto, que en el humano tiene una duración aproximadamente de 9 meses o 40 semanas (280 d), calculando desde el comienzo de la última menstruación.

El período de fertilidad de la mujer es muy corto durante cada ciclo menstrual, porque la vitalidad de los gametos es muy breve, y si se desea lograr la fecundación es necesario realizar el contacto sexual en un momento próximo a la ovulación (un día antes o después). Posterior a la ovulación, el gameto femenino u ovocito secundario es captado por las tubas uterinas y después del coito un grupo de gametos masculinos o espermatozoides depositados en la vagina de la mujer, pasan a través del útero hacia la tuba uterina, donde normalmente uno penetra en el ovocito secundario y provoca la fecundación. De esta manera el ovocito secundario culmina su maduración y se forma el huevo o cigoto, en el que se restablece el número diploide de cromosomas, se determina el sexo y se inicia el proceso de segmentación.

Durante la primera semana del desarrollo, después de la fecundación se produce la segmentación del cigoto, se forma la mórula y en el transcurso de este proceso se traslada hacia el útero, donde se convierte en blastocisto, el cual se implanta en el endometrio o túnica mucosa del útero. Durante la segunda y tercera semana del desarrollo, se forman en el embrión las 3 hojas germinativas y determinadas estructuras extraembrionarias que favorecen el desarrollo del embrión, que hasta el momento se nutre por difusión. Desde la 4ta hasta la 8va semana del desarrollo se originan los tejidos y órganos específicos a partir de las 3 hojas germinativas y se establece la circulación placentaria del embrión. En el período fetal, desde el tercer mes de vida intrauterina hasta el nacimiento, se produce un crecimiento rápido del cuerpo y continúa el desarrollo de los tejidos y órganos que comienzan a funcionar según los requerimientos del organismo.

En el transcurso del embarazo se producen modificaciones morfofuncionales en el organismo de la madre, algunas de las cuales son consideradas como locales, o de los órganos reproductores y otras son generales, correspondientes a los demás sistemas orgánicos. Entre las modificaciones locales se destacan las que ocurren en el útero. Este órgano aumenta su volumen, adquiere una forma redondeada o globulosa y disminuye su consistencia, o sea, que se reblandece. El aumento de volumen del útero durante la primera mitad del embarazo se debe principalmente a la hipertrofia e hiperplasia de sus fibras musculares, mientras que en la segunda mitad es por causa de la dilatación de sus fibras, lo que provoca el adelgazamiento de sus paredes. El tamaño del útero en

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el primer mes de embarazo es de unos 5cm de diámetro, en el segundo mes alrededor de 8cm y en el tercer mes de 12cm aproximadamente, que se puede palpar detrás de la sínfisis del pubis. A partir de la semana 16 de gestación se puede observar un aumento de volumen de la pared anterior del abdomen por causa del crecimiento del útero grávido. En esta fecha la altura uterina alcanza la mitad de la línea puboumbilical, a las 24 semanas el nivel del ombligo, a las 32 semanas la mitad de la línea xifoumbilical y a las 40 semanas el tercio superior de la línea antes mencionada.

Las modificaciones morfofuncionales que ocurren en el organismo de la mujer durante el estado de gestación se manifiestan por una serie de síntomas, que se pueden agrupar en 3 categorías diferentes como signos de presunción, de probabilidad y de certeza, los cuales, permiten hacer el diagnóstico del embarazo. El signo de presunción más importante es la amenorrea o suspensión de la menstruación, que es recogido durante el interrogatorio de la presunta gestante. El signo de probabilidad más destacado es el reblandecimiento del cuello del útero, que se aprecia mediante el examen físico por tacto vaginal. Además se aprecia el aumento de tamaño del útero. También existen signos de alta probabilidad que se detectan mediante algunas investigaciones complementarias (colpocito diagnóstico, pruebas biológicas e inmunológicas). Los signos de certeza aparecen principalmente en la segunda mitad del embarazo; los más importantes son la apreciación de los movimientos activo fetales, la auscultación de los ruidos cardíacos del feto y la visualización de la imagen radiológica del esqueleto fetal. Sin embargo, el uso del ultrasonido ha permitido realizar el diagnóstico de certeza con muy pocas semanas de embarazo.

La culminación del embarazo ocurre con el parto o expulsión del feto viable y sus anexos. Se entiende como feto viable aquel que es capaz de vivir fuera del claustro materno. En el parto se distinguen 3 períodos:

  1. Dilatación (desde el inicio de las contracciones uterinas hasta la dilatación suficiente del cuello uterino que permite el paso del feto).
  2. Expulsión: (desde la presentación fetal hasta la completa expulsión del feto).
  3. Alumbramiento (desde la salida del feto hasta la expulsión de la placenta).

Según el tiempo de gestación se denomina nacimiento a término cuando ocurre alrededor de las 40 semanas, más o menos; pero si esto sucede antes de las 37 semanas se llama nacimiento pretérmino (prematuro) y si se produce después de las 42 semanas se nombra nacimiento postérmino (embarazo prolongado). Sin embargo, para facilitar el estudio estadístico es necesario utilizar medidas más exactas que la duración del embarazo, por lo que se emplea el peso del niño al nacer. Se considera a los recién nacidos de bajo peso cuando retienen menos de 2 500g y de gran peso cuando tienen mas de 4 000g.
El aborto es la interrupción del embarazo en las primeras 20 semanas, o la expulsión del producto de la concepción que pese menos de 500g. el aborto puede ser precoz (en las primeras 10 semanas) y tardío (en las 10 semanas posteriores). También puede ser provocado y espontáneo.

Componentes del sistema genital femenino.

El sistema genital femenino, al igual que el masculino, se divide en 2 partes según la posición que ocupan los órganos que los componen, y constituyen los órganos genitales femeninos, internos y externos.

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Los órganos genitales femeninos internos están formados por las glándulas sexuales femeninas u ovarios y los conductos genitales femeninos. Las glándulas sexuales femeninas u ovarios son glándulas mixtas, situadas en la cavidad pelviana que producen las células sexuales o gametos femeninos (ovocitos secundarios) y las hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona).

Los conductos genitales femeninos comunican la cavidad peritoneal con el exterior y están constituidos por las tubas uterinas donde se desarrolla el feto hasta el nacimiento, y la vagina que es el órgano de la cópula en la hembra.

Los órganos genitales femeninos externos, llamados en conjunto vulva o pudendo femenino, están formados por el vestíbulo de la vagina, depresión donde desembocan la vagina, la uretra y los conductores de las glándulas accesorias y que está rodeado por una serie de estructuras cutáneas (monte pubiano, labios pudiendo mayores y menores), eréctiles (clítoris y bulbos vestibulares) y glandulares (glándulas vestibulares mayores y menores). Además, el orificio de la vagina en el vestíbulo está limitado por una membrana incompleta llamada himen. También existen otros órganos como las mamas que pertenecen al sistema tegumentario que tienen una estrecha relación con la función de reproducción, especialmente en la lactancia.

Características de los órganos genitales femeninos

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Los ovarios son los órganos principales del sistema genital femenino, clasificado como glándulas mixtas que tienen doble función, la parte exocrina produce los gametos femeninos u ovocitos secundarios que se excretan por los conductos genitales, y la parte endocrina elabora las hormonas sexuales femeninas (estrógeno y progesterona), que se vierten en la sangre. Los ovarios son órganos pares, derecho e izquierdo, situados en la cavidad pelviana a ambos lados del útero, por debajo de las tubas uterinas y detrás de los ligamentos anchos del útero. Tienen una forma ovalada y presentan las porciones siguiente:

  • 2 cara (lateral y medial)
  • 2 extremidades (superior o tubaria e inferior o uterina)
  • 2 bordes (anterior o mesováricos y posterior o libre)

Las tubas uterinas (trompas de Falopio) son 2 conductos, derecho e izquierdo, que tienen la función de captar los ovocitos secundarios liberados del ovario durante la ovulación, y conducirlos hacia la cavidad uterina. También conducen los espermatozoides en dirección opuesta y es el lugar donde habitualmente se realiza la fecundación. Las tubas uterinas están situadas en la cavidad pelviana a ambos lados del útero, se extienden lateralmente por dentro del borde superior del ligamento ancho del útero y en su trayecto se describen 4 porciones, llamadas infundíbulo, ampolla, istmo y uterina.

El útero (matriz) es un órgano impar que tiene la función de anidar el óvulo fecundado, es decir, que el blastocisto se implanta en su túnica mucosa o endometrio donde se desarrolla el nuevo ser, durante las etapas embrionaria y fetal, hasta el momento del nacimiento. El útero está situado en la cavidad pelviana, entre la vejiga uterina por delante y el recto por detrás.

Tiene la forma comparada a una pera, en la que se destacan 3 porciones: fondo, cuerpo y cuello. Este último se subdivide en 2 pares de acuerdo con su posición, supravaginal y vaginal. A ambos lados del útero se destacan los ligamentos anchos y por delante de estos los ligamentos redondos, que se extienden por los canales inguinales hasta la región púbica.

La vagina es un conducto impar que tiene la función de actuar como órgano de la cópula en la hembra, donde se depositan los espermatozoides contenidos en el semen eyaculado por el varón al culminar el coito. También actúa como vía excretora de la menstruación y como vía de paso del feto en el proceso del parto. La vagina se extiende desde el fondo de la cavidad pelviana hasta la vulva situada en la región perineal y atraviesa el diafragma urogenital. Está situada entre la vejina urinaria y uretra por delante y el recto por detrás y se distinguen las porciones siguientes:

  • 2 extremos (el superior o fórnix que está a travesado por el cuello del útero y el inferior donde se encuentra el orificio vaginal que se abre en la vulva).
  • 2 caras (anterior y posterior que se hallan en contacto una con la otra)
  • 2 bordes (derecho e izquierdo)
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La vulva o pudendo femenino es el conjunto de estructuras (cutáneas, eréctiles y glandulares) que constituyen los órganos genitales femeninos externos, situados en la parte anterior de la región perineal, donde desembocan los conductos de los sistemas urinario y genital femenino. Estas estructuras son las siguientes:

  • El monte pubiano (de Venus) es una eminencia cutánea redondeada situada por delante de la sínfisis del pubis, que contiene gran cantidad de tejido adiposo y está cubierta de pelos después de la pubertad.
  • Los labios pudendos mayores son 2 pliegues cutáneos, grandes y gruesos, situados lateralmente, que tienen una estructura similar a la del monte pubiano.
  • Los labios pudendos menores son 2 pliegues cutáneos, pequeños y delgados, situados medialmente y de apariencia mucosa.
  • El vestíbulo vaginal es el espacio comprendido entre los labios pudendos menores y presenta hacia atrás el orificio vaginal, hacia delante el orificio uretral externos y hacia los lados los orificios de los conductos de las glándulas vestibulares.
  • Las glándulas vestibulares (mayores y menores) son el tipo de túbulo alveolar y se encuentran en el espesor de las paredes de la vulva; las mayores (de Bartholini) se localizan hacia la parte posterior de la base de los labios pudendos mayores.
  • El clítoris es un órgano eréctil homólogo al pene del varón y está situado por delante del orificio uretral externo.
  • Los bulbos vestibulares son 2 estructuras eréctiles equivalente al cuerpo esponjoso del pene, pero dividido en 2 partes por la vagina y la uretra y se localizan en la base de los labios pudendos mayores.

Fuente

  • W. Rosell Puig; C. Dovale Borjas; I. Álvarez Torres. Morfología Humana. Editorial Ciencias Médicas. Pág 271.

Véase también