Terremotos en Chile

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Terremotos en Chile
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Valdivia after earthquake, 1960.jpg
Valdivia tras el terremoto del 22 de mayo de 1960. Con una magnitud de 9,5 MW, es el evento telúrico más potente registrado en la historia de la humanidad.

Terremotos en Chile. La historia de los terremotos en Chile es tan antigua como el establecimiento mismo del Imperio Español en las tierras que conforman actualmente ese país, aunque investigaciones históricas mencionan terremotos en el periodo precolombino. Tras Japón, Chile es considerado el segundo país sísmicamente más activo del mundo, debido a su ubicación en el cinturón de fuego del Pacífico, y el cuarto por el riesgo de sufrir daños mayores por catástrofes naturales, acumulando gigantescas catástrofes en su haber.[1] Gran parte del territorio continental yace junto a la zona de subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana —al sur del istmo de Ofqui (Región de Aysén), en cambio, la subducción es producida por la placa Antártica, que se mueve a menor velocidad que la de Nazca y, por ende, es sísmicamente menos activa—[2].

Cronología

  • 1570: Terremoto en Concepción
  • 1575: Terremoto en Valdivia
  • 1647: Gran terremoto devasta la zona central de Chile y provoca una aguda crisis económica
  • 1657: Terremoto en Concepción
  • 1730: Terremoto en Santiago y Valparaíso
  • 1751: Terremoto en Concepción
  • 1819: Terremoto en Copiapó
  • 1822: Terremoto en Valparaíso y Santiago
  • 1835: Terremoto en Concepción
  • 1837: Terremoto en Valdivia
  • 1868: Terremoto y maremoto en Arica
  • 1877: Terremoto en Santiago
  • 1906: Terremoto destruye el puerto de Valparaíso
  • 1922: Terremoto y maremoto en Atacama
  • 1928: Terremoto en Talca destruye el 75% de la ciudad
  • 1939: Terremoto en Chillán
  • 1960: 22 de mayo. Terremoto en la zona sur del país, que asola las provincias de Cautín, Valdivia, Osorno, Llanquihue y Chiloé. Es el de mayor intensidad en la historia chilena y mundial (9.5 grados en escala de Ritcher).
  • 1965: 28 de marzo. Sismo grado 7,4 en La Ligua a las 12:33 horas.
  • 1971: 8 de julio. Terremoto en Illapel, Los Vilos, Salamanca, Combarbalá y La Ligua.
  • 1985: 3 de marzo. Terremoto en Santiago
  • 2007: 21 de abril. Terremoto en Aysén
  • 2010: 27 de febrero. Terremoto en la zona centro y sur de Chile, de 8.8 grados en escala Ritcher

Historia

Prehispánico - Colonia

Desde tiempos prehispánicos, los pueblos indígenas tejieron una red de interpretaciones simbólicas y religiosas frente a los terremotos. Para la cultura mapuche, por ejemplo, fueron percibidos como manifestaciones de un desequilibrio cósmico que debía ser recuperado a través de ofrendas y ritos propiciatorios a los dioses y a los espíritus de los antepasados. Ya durante los primeros años de la conquista, los españoles debieron sentir los efectos devastadores de la actividad sísmica propia de esta región.

En mayo de 1647 ocurrió el mayor terremoto registrado en las crónicas coloniales, el que redujo a escombros la ciudad de Santiago y provocó una aguda crisis económica en un país que, además, había sufrido devastadoras sequías. Similar impacto tuvo el gran sismo de 1751 en Concepción, que incluso provocó el cambio de ubicación de la ciudad. La población, mayoritariamente, atribuía los terremotos a alguna voluntad o castigo divino, desatándose una ola de fervor religioso.

Siglo XIX

Durante el siglo XIX, dos fueron los terremotos más renombrados: el de 1822 en la zona central y el de 1835 en Concepción y Talcahuano. A ellos puede sumarse el terremoto y maremoto de Arica, en 1868.

Siglo XX

En 1906, ocurrió uno de los terremotos más desastrosos de la era republicana. Valparaíso, principal puerto, centro financiero y comercial del país, fue destruido casi completamente. La ciudad, llamada "la perla del Pacífico", quedó reducida a escombros y tuvo que ser reconstruida casi totalmente; sin contar los miles de muertos que quedaron atrapados bajo sus ruinas. Dramáticos fueron también el sismo de Atacama en 1922 y el terremoto de Talca, en 1928.

En 1939 le tocó el turno a la ciudad de Chillán y a toda la región circundante. La destrucción fue tal que obligó, tanto a las autoridades como a la población en general, a una mejor planificación y organización en las labores de reconstrucción y rescate. Esto representó la oportunidad ideal para que el Parlamento aprobara la creación de la Corporación de Fomento y Reconstrucción (CORFO), institución a través de la cual el Estado dirigió la reconstrucción del país y el fomento de la actividad industrial.

En 1960 un nuevo terremoto, el más fuerte movimiento registrado en el mundo -9,5 en escala Ritcher-, devastó las provincias de Cautín, Valdivia, Osorno, Llanquihue y Chiloé, al situarse su epicentro en el mar, en las cercanías de Valdivia. El sismo fue acompañado por un tsunami que provocó una sucesión de enormes olas que arrasaron con las ciudades costeras. Asimismo, el terremoto hundió algunas zonas que quedaron sumergidas bajo el mar, desatando un derrumbe en el río San Pedro que, de no haber sido solucionado rápidamente, habría arrasado con lo que quedaba de Valdivia.

Cinco años más tarde, el 28 de marzo de 1965 a las 12:33, la ciudad de La Ligua sería sacudida por un fuerte sismo de 7,4 grados. El movimiento, cuyo epicentro estuvo situado en las cercanías de La Ligua, fue percibido desde Copiapó hasta Osorno.

En la década siguiente, la zona norte y central, fueron afectadas por un terremoto grado 7,75 en la escala de Richter. El movimiento, registrado el 8 de julio de 1971 a las 23:04 minutos, afectó desde Antofagasta a Valdivia, con mayor intensidad en Illapel, Los Vilos, Combarbalá y La Ligua.

En 1985 un nuevo sismo sacudió la zona central del país. El terremoto puso al descubierto la precariedad de las viviendas de adobe que abundaban en las ciudades y pueblos afectados.

Siglo XX

Ya en el siglo XXI, en 2007 se produjeron los terremotos de Aysén y de Tocopilla que, pese a no dejar un gran número de víctimas, causaron enormes pérdidas materiales. Finalmente, en febrero del 2010 se produjo un terremoto de 8.8. grados en la escala Ritcher, siendo el segundo más destructivo en la historia chilena.

Fuente