Tifón (mitología griega)

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Tifón
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Raza de Mitología Griega
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Creador (es):Mitología griega
Características
Hábitat:Inmediaciones de la tierra de los muertos
Dios asociado:Zeus
Raza a la que pertenece:Gorgonas

En la mitología griega, Tifón, Tifeo,Tifoeo o Tifaón (en griego antiguo Τυφών Typhôn, Τυφάων Typhaôn, Τυφωεύς, de τῦφος Typhôeus o Τυφώς Typhôs typhos, ‘humo’; en latín Typhon) es una divinidad primitiva relacionada con los huracanes.

Tifón o Tifeo era un monstruo terrorífico, resultante de una unión entre Gaya (madre tierra) y Tártaro, el más profundo e inhóspito lugar del inframundo. Su fuerza era como la de un buey y tenía 100 cabezas de serpiente con lenguas negras y ojos de fuego que brotaban de sus hombros. Todas sus cabezas tenían sus propias voces, produciendo indescriptibles sonidos. Una podía hablar el lenguaje de los dioses, mientras otras podían mugir como un toro, rugir como un león, otras ladrar como una jauría de sabuesos o hacer extraños sonidos siseantes… Los ruidos eran aterradores y con ellos Tifón pretendía dominar el mundo.

Tifón intentó destruir a Zeus por haber derrotado a los Titanes. Inicialmente, Tifón dominó a Zeus y arrancó sus tendones, pero éstos fueron recuperados por Hermes y devueltos al cuerpo de su dueño; tras ello, Zeus procedió a luchar con Tifón una vez más hasta derrotarle. Vencido, Tifón fue confinado bajo el Monte Etna.

Según las descripciones, Tifón era un colosal y espeluznante monstruo alado cuya estatura era tal que podía alcanzar las estrellas. Poseía cabezas de dragón por dedos y un gran número de serpientes se hallaba repartido entre sus muslos, con incluso más serpientes formando sus piernas a partir de estos. Tifón podía abrasar todo lo que se le opusiese con su ígnea mirada, así como vomitar fuego y lava de su boca, crear huracanes y terremotos moviendo sus alas.

Tifonomaquia

El Himno homerico a Apolo hace del monstruo Tifón en Delfos un hijo de la arcaica Hera en su forma minoica, generado por ella sola, como una versión monstruosa de Hefesto, parido en una cueva de Cilicia y confinado allí en la misteriosa tierra de Arimos. Fue en Cilicia donde Zeus luchó con el monstruo y lo derrotó. En la batalla, Tifón atacó a Zeus con sus llamas, derrotándole temporalmente, cortándole los tendones y dejándole en un saco de cuero, el korukos, que es el origen etimológico de korukion atron, la cueva Coricia. Walter Burkert advierte algunas coincidencias cercanas de esta historia con el mito hitita de Illuyanka.

El inveterado enemigo de los dioses olímpicos fue finalmente derrotado por Zeus y arrojado al Tártaro, o encerrado bajo el volcán Etna donde «su lecho raspa y aguijonea todo el largo de su espalda extendida contra él», o en otras regiones volcánicas, donde es el causante de las erupciones. Tifón es pues la figuración ctónica de las fuerzas volcánicas, como Hefesto es la manifestación olímpica.

Sin embargo, esta no es la única versión de la Tifonomaquia: En otra versión del mito, Zeus debió esforzarse más en eliminar a Tifón, pues en un momento de la batalla el monstruo le arrebató su hoz y le cortó los tendones, dejándolo cojo para siempre. Tifón se hizo después con los rayos y truenos de Zeus y pidió a otros monstruos que se los guardasen junto a los tendones. Después, Hermes engañó al monstruo y dotó de movilidad a Zeus de nuevo. El dios acudió al Olimpo a coger más rayos y truenos y condujo a Tifón al monte Nisa, donde fue víctima de la trampa hurdida por las Moiras ,que le aconsejaron comer carne humana para hacerse incluso más fuerte. Pero esta comida lo que hizo fue debilitarlo seriamente. Una confrontación entre el rey de los dioses y el monstruo tuvo lugar en una montaña de Tracia, que culminó con Zeus persiguiendo a Tifón por la cos¬ta sur de Italia y enterrando al monstruo bajo la isla de Sicilia, donde hasta el día de hoy el volcán en el monte Etna sigue emitiendo el aliento caliente y venenoso del monstruo.

Según otra historia, tras la aparición de Tifón, los dioses huyeron despavoridos a Egipto y se ocultaron haciéndose pasar por animales. Apolo se convirtió en cuervo, Dioniso en ciervo, Artemisa en gato, Hera en vaca blanca, Afrodita en pez y Hermes en ibis. Incluso Zeus asumió una nueva forma, cambiándose a sí mismo en un carnero, motivo por el cual el dios Amón de los egipcios se identifica con Zeus y es representado con cuernos de carnero. Según el historiador Herodoto, Tifón murió en Egipto a manos de Apolo, que en Egipto se identifica con Horus, hijo del dios de la muerte y de la resurrección, Osiris.

Hijos de Tifón

Entre los hijos que Tifón tuvo con Equidna están Cerbero, Ortro, la Quimera, la Esfinge, la Hidra de Lerna, el dragón Ladón, el León de Nemea, el Águila de Prometeo, el Dragón de la Cólquida y la Cerda de Cromión. También es el padre de los peligrosos vientos cálidos (del griego typhein, ‘echar humo’), por lo que es considerado como una posible etimología para la palabra «tifón», supuestamente tomada por los persas como طوفان Tufân y por los árabes para incluir las tormentas ciclónicas del Océano Índico. Escritores helenísticos posteriores identificaron a Tifón con el dios egipcio Seth A veces se menciona a un segundo Tifón, hijo del primero, idéntico a él y considerado generalmente uno de los Gigantes.

Fuentes