Torre del Diablo (Estados Unidos)

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La Torre del Diablo
Información sobre la plantilla
Torre del diablo.jpg
Localización
País(es)EE. UU.
Características
Máx. cota1.558 m
Superficie5,45 km²

Torre del Diablo. Este Monumento Nacional de los Estados Unidos, es una intrusión ígnea monolítica o cuello volcánico situado en Colinas Negras, cerca de Hulett y Sundance en el condado de Crook, al noreste de Wyoming, sobre el río Belle Fourche.

Descripción

Todos los aficionados a la geología la conocen, así como los viajeros con debilidad por EE.UU. y los parques naturales.

La Torre de Diablo, a la que también se llama Torre de los Diablos por un error ortográfico (de Devil’s Tower a Devils Tower) está formada por columnas basálticas de fonolita porfiríca, un brote magmático originado hace unos 65 millones de años, aunque algunas partes alcanzan una edad mucho mayor, en torno a 225 millones de años. Esas columnas resultan perfectas para practicar la escalada entre ellas, de forma que la ascensión resulta cuando menos curiosa; es uno de los principales atractivos del lugar, como debe serlo también llegar a la cumbre porque es totalmente plana.

El caso es que se trata de un cuello volcánico que descuella 386 metros de altura -se ve a 150 kilómetros de distancia- sobre los alrededores de las Colinas Negras, esa formación montañosa del estado norteamericano de Wyoming que, en su día se disputaron los Sioux -que la consideraban sagrada- y el Séptimo de Caballería, no lejos de donde cayó el general Custer.

Los pioneros en escalarla fueron unos vecinos del lugar, William Rogers y Willard Ripley, que lo lograron en 1893 calvando cuñas de madera en una pared a manera de escalones. Esa improvisada escalera se utilizó hasta 1927 y aún quedan restos de ella. Para entonces, la Torre del Diablo había sido ya declarada Monumento Nacional, el primero que tuvo el país; fue en 1903, por orden de Teddy Roosevelt.

Leyendas

  • Las tribus de la región, que son los que derrotaron a Custer (kiowas, lakotas, arapahoes, cheyennes…) cuentan que un grupo de siete vírgenes perseguidas por voraces osos trataron de protegerse sobre una roca desde la que pidieron ayuda al Gran Espíritu. Éste hizo alzarse la peña y los intentos de la fiera por trepar resultaron inútiles, dejando en sus paredes el rastro de los arañazos. Son los que hoy en día se ven; y, por cierto, a las chicas también las vemos porque más tarde se convirtieron en las Pléyades.
  • Las muchachas pasan a ser dos niños que, igualmente, invocaron a Wanka Tanka, el Creador, ante el ataque. Era sólo un plantígrado pero gigante, llamado Mato, cuyas garras tenían el tamaño de un tipi. El animal quedó frustrado de la misma manera que en la historia anterior y el águila Wanblee rescató a los pequeños. El grizzly, por su parte, moriría y se transformaría en lo que actualmente es conocido como Bear Butte, una colina cercana.
  • La tradición cheyenne es algo diferente: chicas y chicos se encuentran para cazar al oso, al que sólo puede matarse con una flecha en la parte posterior de una pata y para ello subieron a la Torre del Diablo, desde donde podían apuntar a salvo de sus insistentes ataques; al final consiguieron acabar con él.
  • Un mito más de los cheyennes: dos guerreros despertaron una mañana en lo alto de la Torre del Diablo, tras dormir junto a una cabeza de búfalo (objeto sagrado); a base de rezar y ayunar consiguieron retornar mágicamente a tierra firme. Al parecer esta historia se contaba para dar explicación a un cráneo de búfalo hallado misteriosamente en la cima de la montaña en una época en la que nadie había subido todavía.

Secreto resuelto

Científicos alemanes han logrado explicar el secreto de la formación de las columnas hexagonales de la Calzada del Gigante, la extraña forma de estos monumentos naturales ha intrigado a los científicos y al público en general durante siglos.

Un reciente estudio, publicado en Physical Review Letters, simuló condiciones de refrigeración de lava para averiguar cómo se formaron las peculiares columnas en Estados Unidos e Irlanda. Los científicos alemanes calcularon la energía necesaria para que la lava se distribuya uniformemente, y descubrieron que en las etapas iniciales del enfriamiento en su superficie aparecen las grietas que conducen a la formación de columnas rectangulares. Sin embargo, a medida que la lava continúa enfriándose, las grietas se propagan desde la superficie hacia la profundidad. Entonces, desde el punto de vista energético, es más conveniente que las grietas se formen en ángulos de 120 grados (de forma hexagonal) y no de 90 grados (de forma rectangular).

Por lo tanto, el crecimiento colectivo de las grietas conduce al hecho de que las columnas se convierten de rectangulares a hexagonales. Posteriormente, la lava se solidifica, la deformación de las rocas se detiene, y las formaciones naturales toman su 'diabólica' forma actual.

Fuentes