Urselia Díaz Báez
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Urselia Díaz Báez (Guanabacoa, 21 de febrero de 1939 - La Habana, 3 de septiembre de 1957). Mártir de la lucha clandestina. Tenía trece años cuando el golpe de estado del 10 de marzo de 1952.
Sumario
Síntesis biográfica
Infancia y Juventud
Nació en el seno de una familia obrera, Urselia ingresó en la Escuela Primaria Superior de su municipio a principios de la década del cincuenta.
Era una adolescente inquieta y con grandes deseos de superación personal, lo cual hizo que matriculara, además, en un curso de inglés. Allí la joven Urselia Díaz Báez conoció a Antonio Briones Montoto (Tony), futuro compañero suyo en la lucha y con quien se vinculó sentimentalmente.
Criada en un ambiente de modestia y hondo espíritu patriótico, Urselia Díaz Báez fue conformando su pensamiento político. En ello influyó decididamente su amor por José Martí, desarrollado por la lectura y la asistencia a seminarios sobre la vida y obra del Héroe Nacional de Cuba.
Por testimonios de su mamá conocimos, igualmente, que en su medio familiar recibió influencia revolucionaria, porque allí se combatió al sátrapa Gerardo Machado, a Fulgencio Batista en su etapa anterior y desde el 10 de marzo de 1952, así como por Dulce Montoto (madre de Tony Briones Montoto), una luchadora de siempre. Precisó que Urselia conservaba una foto de Fidel Castro en su escaparate, pues sentía simpatía por los rebeldes que combatían en la Sierra.
Trayectoria revolucionaria
Participó en una Conferencia por los Derechos de la Juventud, celebrada a finales de 1952. Urselia participaba en manifestaciones estudiantiles, mítines, protestas en la calle, así como en tareas de agitación y propaganda.
Se vivían días difíciles y la lucha contra la tiranía batistiana arreciaba tanto en las montañas como en las ciudades. Inmersa en los trajines de la clandestinidad, Urselia Díaz Báez, había continuado y ampliado sus actividades, incorporándose a los grupos de acción del Movimiento 26 de Julio.
Disciplinada y consciente de sus responsabilidades, Urselia Díaz Báez asumió lo que sería su última acción revolucionaria.
Su muerte
El 3 de septiembre de 1957, Urselia, una joven de dieciocho años, estudiante del cuarto año del bachillerato, se preparaba para dar cumplimiento a la misión a ella asignada y que se insertaba en un plan de acciones simultáneas que se realizarían en diversos puntos públicos de la capital.
Cumplía esa tarea en el capitalino Cine América, cuando perdió la vida. La primera mujer mártir en la lucha clandestina sumó su nombre a la larga y heroica lista de cubanos y cubanas caídos en aras de un ideal revolucionario. Con su muerte, Urselia Díaz Báez nos legó el ejemplo de abnegación y patriotismo de lo mejor de la juventud cubana.
Fuentes
- CD 1 y 2 del proyecto identidad de Joven Club de Computación y Electrónica.
- Somos Jovenes
- Cuba Web
- Tribuna
